Durante estos días mientras planeo una posible visita a mi familia a principios de año, (los precios de avión en navidades son prohibitivos) me he dado cuenta de que me he acostumbrado a ciertas cosas de Japón que una vez en España son completamente inexistentes, aunque muchas de ellas no estaría de más importarlas. Que puedan funcionar o no, eso ya es otra historia. Aquí os dejo algunas de las cosas que disfruto u observo en mi vida cotidiana y que ya son como algo básico para mí.
Tsutaya y Starbucks
Últimamente estas dos grandes cadenas de tiendas están compartiendo el mismo establecimiento en algunos lugares de Tokio. Por un lado tenemos Tsutaya, una tienda que sirve como alquiler y compra de películas, compra-venta de videojuegos nuevos o de segunda mano, así como la venta de libros. ¿Y cómo entra Starbucks en esta ecuación? Pues bien, puedes pedirte un café, cogerte un libro y quedarte un par de horas leyendo. Terminas tu café, dejas el libro en su sitio y te marchas. No debes pagar por el libro o llevártelo, e incluso si derramas café en él no tienes por qué pagarlo. Creo que lo más parecido son las salas de lectura en el FNAC o bien las bibliotecas puras y duras. Al lado de mi casa hace unos meses que pusieron uno de estos establecimientos y es un placer ir en mi tiempo libre, leer alguna revista, tomarte un café, luego coger un libro, estudiar, etcétera, sin ningún tipo de problema.
Diminutos y encantadores establecimientos
Lo reconozco, me encanta meterme en callejones y buscar pequeños lugares ocultos. En Japón en muchos de estas calles desconocidas podemos encontrar en ocasiones un buen número de bares, restaurantes de ramen, etcétera, que apenas tienen capacidad para 5 o 6 personas. En otras ocasiones puedes encontrar una especie de pub (a la japonesa) en un segundo sótano, abierto a las 4 de la mañana y misteriosamente lleno y agradable. Estos pequeños lugares me traen la calidez de la que escasea en Japón, ya que normalmente en estos la clientela es fija y dada a conversar con alguna cara nueva. Por otro lado en muchos de estos locales, en especial si son refugios de la noche, suelen tener sí o sí un pequeño karaoke. Personalmente no me gusta mucho, pero oye, ¡y lo bien que se lo pasan ellos!
Aficiones de fútbol
En Japón, el deporte de más éxito es el béisbol, aunque cada vez más el fútbol le va acortando terreno. Ver un partido de la liga japonesa de fútbol en un estadio es una gozada, nada que ver con España, y he estado en grandes estadios anteriormente. En Japón parece casi obligado si vas a un partido de tu equipo, tener una camiseta del mismo. Esto se refleja en una grada detrás de la portería oportuna completamente llena y completamente amarilla. Impresiona de verdad. Por supuesto que hay gente que no lleva la camiseta oportuna pero más de un 80% de la grada principal lo lleva. No puedo más que recordar a Patri (la seguidora de Oliver. ¿se llamaba así en español?) con sus compañeros de la escuela ondeando la bandera con ímpetu. Personalmente ya me he aficionado a un equipo de fútbol e intentó seguir los partidos siempre y cuando dispongo de tiempo.
Cupones y códigos
Una inmensa cantidad de cosas que quieras hacer en Japón, seguramente podrás hacerla con algún descuento. Actualmente tengo seis tarjetas de puntos y antes de ir a cenar a algún restaurante miro en la página web de internet debido a que en un 50% de las veces tienen algún tipo de campaña especial. Una bebida gratis, aumento de tamaño del set de forma gratuita, descuento del 20% durante tal fin de semana etc. Este tipo de ofertas basta con buscarlas en el móvil, guardar la página web en el historial y mostrársela al dependiente en el momento de pagar. No tienes ni que imprimirla, basta con enseñar el móvil.
Algunos anuncios
Hace unos meses un amigo mío comentó en Facebook: "Voy a dejarlo todo e irme a Japón a hacer publicidad". Ya os puse algunos ejemplos de la publicidad nipona anteriormente y os pondré algún capítulo más en próximas entregas pero es que, francamente, en ocasiones parece todo una completa ida de olla (lo siento, no encontré una analogía mejor en estos momentos). Ahora triunfando a cada momento tenemos a Toyota y…:
El programa matinal
En mis últimos años en España no fui un chico muy aficionado a la televisión, a pesar de contar con televisión satélite mi tiempo libre nunca cuadró con una buena programación. Sin embargo, aquí en Japón me he aficionado a un programa matinal con el que me levanto cada día y mientras me preparo para el día a día el agradable presentador y sus colaboradores me comentan las noticias del día, pero de una manera simple, afable e informal. No llega a ser sensacionalismo puro sino que en ocasiones explican las cosas con causas, situación posibles consecuencias, invitan a expertos, comentan las cosas. Lo cierto es que me levanto y me siento como uno más exclamando: ¡ahhhhhhh! ¡Ohhhhhh! Según la ocasión. El programa se llama Tokudane.
Estas son algunas de las pequeñas cosas que echaré mucho de menos si en algún momento dejo Japón. Por supuesto no son las principales o más importantes, sino que son esos pequeños detalles que apenas percibes pero que forman tu vida aquí.
