Como ya explique hace un año, Japón ha importado todo el espíritu navideño occidental adaptándolo a su cultura como muchos otros acontecimientos. Luces navideñas desde noviembre, promociones y campañas de regalos, compras y vestidos de Santa Claus (o Papá Noel) en cada esquina y un montón de mensajes cristianos por megafonía pidiendo a los japoneses que dejen su totémica religión y se inscriban en una religión de verdad.
Este año, aprovechando el nacimiento de una sobrina y que teníamos un par de cumpleaños cerca, decidimos ir de compras, una práctica que odio personalmente, aborrezco en caso de grandes aglomeraciones y especialmente en Navidad. Por lo cual tenía el cóctel perfecto para pasar una tarde desquiciante. Aún así he de decir que descubrí tantas curiosidades en ese centro comercial en estas fiestas que estuve tirando fotos como un loco mientras mi chica debatía si este juego de té es mejor que aquel otro durante 30 minutos. De toda la galería os dejo unas cuantas fotos con mis impresiones personales para vuestro deleite.
1. Santa Claus. Modelo muñeco diabólico, soldado de fortuna. Este muñeco hizo que Chucky llorara del miedo. Papá Noel, imagen de la bondad, ese gordo bonachón es en realidad un espía infiltrado en Scotland Yard, la guardia real inglesa o los hombres de Robin Hood. Cuando no es Navidad dedica su vida a la protección y a liquidar hombres en el más absoluto sigilo, y aún cuando le toca trabajar en Navidad, como podéis observar lleva un saco de regalos y un látigo de siete colas en el cinturón, por si aparece el Grinch o simplemente para fardar.
2. Santa Claus, el Gnomo o Santa Claus dominguero. Al principio no me quedaba claro si es que en Japón el concepto de Papa Noel no lo comprenden bien y lo juntan con la mitología irlandesa y los duendes, hasta que vi las declaraciones del diseñador del muñeco y ya salí de dudas: "Quería mostrar el lado más humano de Santa Claus. Todos le recordamos con ese vestido rojo y blanco, trabajando sin cesar el día de Navidad pero yo quería mostrar el lado más humilde de Papa Noel, el día a día en la casa Claus cuando no tiene trabajo"
3. Santa Claus, el adoctrinador. Vestido con la chilaba típica de los suniitas, el Santa Claus musulmán no porta un saco de regalos sino un Corán para adoctrinar a golpe de palabras divinas o a golpes y ya está. Si le pulsas la mano intercala música árabe-navideña con frases del Corán y famosos eslóganes como: "Si comes cerdo, tú también lo eres", "¡Al-Andalus musulmán!" o "¡Me encanta el olor a lapidación por la mañana!
4. El Santa Claus dejado. Cada año Santa tiene que dejarse ver en público y por ello siempre pasa unas cuantas horas en el barbero arreglándose su abundante vello facial. Sin embargo este año, tras finalmente conseguir un contrato indefinido en su puesto, parece que se ha acomodado y ha dejado un poco de lado su higiene. Ante la amonestación leve, Santa Claus ha respondido: "Que me echen si quieren, con la antigüedad que tengo verás que indemnización tienen que pagarme". Junto a este muñeco se añaden dos pequeños reivindicadores que quieren dejar claro que Santa es finlandés y no del polo norte como dicen los paganos.
5. Los peluches de la Isla del Dr. Moreau. También conocidos como los peluches basados en experimentos genéticos fallidos, se han convertido en toda una sensación en Japón. Los clásicos osos y perros de peluche han sido reemplazados por esta familia de engendros cuyo origen sólo se puede intuir. Tanto si quieres sorprender a tu pareja, como matarla del susto, tenemos la rana-marinero, el mapache-murciélago, el gato-ardilla, el caracol-camaleón o el producto estrella, el león-leñador.
6. Almohada de frente. Japón es un país donde se trabaja mucho y a veces no puedes sentarte en el tren para echar una cabezada. Para esos días te presentamos la almohada de frente, para descansar en esos 20 min que tienes libre en el almuerzo, para cuando debes quedarte toda la noche en la oficina o simplemente como protección para cuando tu cuello ya no pueda mantener el peso de tu cabeza nunca más.
7. Aprendiendo a ser un buen hijo, y un futuro buen marido. Para fomentar la igualdad y el reparto de tareas encontramos este juguete para los más pequeños donde entre otras labores aprenderá a pasar la aspiradora, preparar la colada o quitar el polvo. El producto está recomendado para niños de más de un año y medio, y a pesar de su poco tiempo de vida, ya se han recibido muchas quejas de algunas madres que afirman que: "claro, le permití hacer la colada y entre que mezcló la ropa de color con la blanca, que no alcanza el botón de centrifugado y que se trago dos vasos de detergente pensando que era zumo, pues al final ni ayuda ni ná".
8. La batamanta, versión jungla panameña. Un producto que sorprendentemente ha llegado a los cuatro rincones del mundo, la batamanta. En Japón ya no sólo podemos encontrarla en centros comerciales sino que incluso podemos encontrar diseños como este. Si perteneces a las fuerzas especiales de élite en misión a la jungla centroamericana, no olvides tu batamanta de camuflaje, porque que seas un soldado no quiere decir que no puedas ir cómodo. Para más inri podéis ver una pequeña televisión donde Gary Clegg, el creador de la famosa prenda, habla sobre su gran invento.
Espero que hayáis disfrutado de esta entrada navideña. Os deseo a todos: Oscarina, Ninjahanzo, Link Senior, Sabio de los caminos, Okashira y demás lectores, unas felices fiestas, mucho turrón y que empecéis el año con la misma o mejor salud que lo acabasteis. ¡Hasta el año que viene!
