Tales of es, sin duda, una de las sagas más veteranas, populares y prolíficas de los JRPG. Desde su debut a finales de 1995 con Tales of Phantasia para Super Nintendo, la serie nos ha dejado multitud de grandes aventuras que se han caracterizado, entre otras cosas, por su toque de anime shonen, sus carismáticos personajes y, sobre todo, por sus divertidísimas y adictivos sistemas de combate. Ahora, tras cinco años desde su última entrega (cuatro para el público occidental) y algunos retrasos, por fin estamos a punto de sumergirnos en Tales of Arise, uno de los títulos más ambiciosos y prometedores de toda la licencia, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo 10 de septiembre en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC. En Vandal ya hemos tenido la oportunidad de jugar una breve demo con la que hemos podido hacernos una idea más o menos aproximada de qué es lo que podemos esperar de él y si algo hemos sacado en claro es que pinta realmente bien.
Gameplay comentado
El placer de un buen sistema de combate
Como se trata de una versión de prueba sin apenas narrativa que se sitúa en un punto más o menos avanzado del juego, no vamos a hablaros esta vez ni sobre su historia ni sobre sus personajes, ya que todo lo que hemos hecho ha sido avanzar por un mapa hasta llegar al jefe de turno. La parte positiva es que esto nos ha dado la posibilidad de experimentar todo lo que hemos querido con su sistema de combate, el cual nos ha conquistado.
A nivel de desarrollo estamos ante un JRPG muy clásico que se ciñe todo lo que puede a las convenciones del género, ofreciéndonos una serie de mapas interconectados de un tamaño más o menos decente, algo que nos ha recordado mucho a sus predecesores y a títulos como Dragon Quest XI. Por supuesto, en ellos encontraremos cofres y recursos que podemos recolectar para cocinar platos y fabricar nuevos accesorios, unos incentivos que, sin ser el colmo de la originalidad, siempre invitan a explorar.
Un detalle interesante que conviene destacar es que aunque a los enemigos los veremos pululando por el mapa a sus anchas, los combates tienen lugar en arenas independientes una vez que establecemos contacto con ellos, al igual que sucede en muchos otros juegos y en los Tales of más modernos a excepción de Tales of Zestiria.
Como no podía ser de otro modo, las batallas vuelven a desarrollarse en tiempo real, por lo que podremos movernos libremente por el escenario mientras esquivamos (si lo hacemos justo cuando vayamos a sufrir daño podremos realizar un contraataque), atacamos y pausamos la acción para dar órdenes concretas a los miembros de nuestro grupo. Nosotros solo controlaremos directamente al personaje que hayamos establecido como líder y nuestras herramientas se resumen en golpes básicos, artes y técnicas de asistencia. Los primeros no tienen mucho misterio ni requieren de una gran explicación: un botón que si pulsamos repetidas veces nos permite realizar un combo estándar.
Sin embargo, las artes, equivalentes a técnicas especiales y hechizos, han sido rediseñadas y ahora podremos equiparnos con tres para cuando estemos en el suelo y otro trío para cuando estemos en el aire, correspondiéndose cada una de ellas con tres de los botones principales del mando (el cuarto es para saltar). A diferencia de otras entregas, para usarlas solo necesitaremos que nuestro Indicador de Artes tenga las cargas requeridas para activarlas, aunque este medidor se recarga a tantísima velocidad que podremos usarlas casi constantemente.
Todo esto da pie a un sistema de combate tremendamente flexible y divertido que nos da muchas posibilidades a la hora de ser creativos y machacar a nuestros rivales, pudiendo crear espectaculares combos que empiezan en tierra y acaban en la otra punta de la pantalla mientras combinamos golpes básicos y artes para alargar nuestra ofensiva e impedir que el enemigo pueda contraatacar. Además, los controles responden genial y la velocidad a la que se desarrollan los enfrentamientos es muy alta, dándole un toque de frenetismo y dinamismo que le sienta de fábula.
Adicionalmente, podremos realizar unos ataques especiales a modo de asistencia "invocando" a los miembros de nuestro grupo cuando estén listos. Estas técnicas se recargan con el paso del tiempo y lo interesante de ellas es que también podemos llamar a los personajes que tengamos en el banquillo, así que tendremos la oportunidad de darles algo de uso para que no queden relegados a meros espectadores. Por último, si conseguimos encadenar los suficientes golpes seguidos entre todos nuestros héroes, existe la posibilidad de que se active la opción de realizar un devastador movimiento combinado entre dos de ellos.
Sumadle a todo lo que hemos dicho lo tremendamente bien diferenciados que están todos los protagonistas a nivel de mecánicas y estilo de combate, y os resultará fácil entender por qué nos lo estamos pasando tan bien luchando en esta aventura, consiguiendo incluso que queramos batallar por el simple placer de hacerlo.
Es más, no os penséis que se trata de un simple machacabotones, ya que nos han hecho jugar con mucha cabeza en las dos dificultades más altas para que el jefe de la demo no nos destroce, algo que se debe principalmente al hecho de que las artes con efectos sanadores consumen Puntos de Curación, un recurso común para todo el equipo que solo podremos recuperar descansando en un campamento o usando objetos. Quizá nuestra mayor pega ahora mismo sea su decepcionante IA aliada, hasta el punto de ser incapaz de esquivar casi nada, un problema que la serie lleva arrastrando desde siempre y que puede derivar en situaciones muy frustrantes.
En lo que respecta a su apartado audiovisual tenemos que decir que es un juego precioso que apuesta por unos geniales diseños de personaje, una buena dirección artística y unos bonitos escenarios a los que se les ha dado un ligero toque de tinta para emular el estilo de una ilustración. A nivel técnico no es ningún portento y, de hecho, actualmente tiene graves problemas con la distancia de dibujado y la carga de texturas y elementos, pero la puesta en escena de los combates es espectacular, las animaciones son buenas, los modelados están trabajados y, en resumidas cuentas, es una aventura muy agradable de ver. El sonido sí que no falla de ninguna manera gracias a una fantástica y potente banda sonora cuyos temas musicales nos han encantado, algo a lo que debemos sumarle unos efectos correctos y un doblaje muy trabajado tanto en su versión inglesa como japonesa. Y sí, todos los textos nos llegarán traducidos al español.
Rol de calidad para el 10 de septiembre
Todavía nos queda mucho por ver, pero este primer contacto con Tales of Arise nos ha dejado muy satisfechos con su sistema de combate, lo que siempre es una buena señal cuando se habla de JRPG. Falta por saber si la historia y los personajes están a la altura y si el diseño de escenarios y mazmorras consiguen hacer que explorar sea algo realmente divertido, pero, de momento, tenemos motivos para ser optimistas y confiar en que el próximo 10 de septiembre disfrutaremos de una gran aventura de calidad.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una demo del juego en remoto gracias a Bandai Namco.