Titanfall es uno de los juegos más esperados de este 2014, y su prestigio no se lo ha ganado por promesas de los desarrolladores, toneladas de tráilers o caras campañas de marketing, sino poniéndose a disposición de miles de jugadores a lo largo de todo el mundo, que desde el pasado mes de agosto y en diversas ferias han podido probar de primera mano lo divertida, espectacular, adictiva y frenética que es su experiencia de juego. El primer trabajo de Respawn Entertainment con Electronic Arts en la producción, un estudio formado por algunos de los creadores de la saga Call of Duty, tras su marcha de Infinity Ward y Activision, un currículum que sin duda les avala.
Acción en primera persona solo multijugador, no dispondrá de la clásica campaña para un jugador ni de ningún modo offline, con batallas de hasta 12 jugadores, 6 vs 6, un número definitivo que se ha conocido estos días y que ha generado bastante polémica, algo que ahora matizaremos. La sal y la pimienta de este shooter la pondrán por un lado los titanes, unos enormes robots o mechas en los que nos podremos subir –aunque también pueden actuar de manera autónoma-, que caerán del cielo cuando estén disponibles y los "invoquemos", y que podrán desequilibrar de manera decisiva las batallas. Y por otro lado un ágil sistema de movimiento, una especie de parkour que nos permite correr por las paredes, y que gracias a un propulsor que llevan los soldados adosado a la espalda, podemos realizar doble salto, una mecánica heredada de los juegos de plataformas y que siempre resulta muy satisfactoria, aplica a un shooter, una idea simplemente genial.
Esto provoca que las partidas sean una mezcla entre el popular multijugador de Call of Duty, el mapa en pantalla, las sensaciones al disparar, el sistema de puntuación, un montón de detalles recuerdan mucho al juego de Activision, y algunos clásicos del género como Unreal Tournament o Quake III Arena , en los que era tan importante tener buena puntería como saber moverse de manera rápida y dinámica por los escenarios. No deja de ser curioso que uno de los títulos de nueva generación más prometedores, ofrezca algo fresco y que sabe a nuevo gracias a que ha sabido mirar de manera inteligente al pasado.
Sobre el número de jugadores máximos, 12, primero recordar que esta ha sido la cifra con la que tantos éxitos ha cosechado -y sigue cosechando- el multijugador de Call of Duty, que popularizó la guerra online hasta límites insospechados. Aunque hay geniales juegos de acción que permiten partidas con un número mucho mayor de jugadores, como la saga Battlefield, más jugadores no necesariamente hacen a un multijugador mejor o más divertido, cada fórmula exige una cantidad de ingredientes apropiada. Vince Zampella, cofundador de Respawn Entertainment, ha explicado que aunque comenzaron experimentando con equipos de 12 y 8 jugadores, y la primera demo que se mostró al público era de 14 jugadores, 7 vs 7, han descubierto que el punto dulce son 12 jugadores, 6 vs 6, el número perfecto para el tamaño de los mapas y la mecánica de juego, y que esta reducción no se ha debido en ningún caso a limitaciones técnicas.
Los escenarios no son especialmente grandes, aunque sí bastante laberínticos y muy verticales, y la sensación de estar inmersos en una espectacular y ruidosa guerra está muy conseguida, ya que en las partidas además de 12 jugadores hay multitud de bots, un de las características más originales y arriesgadas de Titanfall, y que parece inspirada en los MOBA. Entre jugadores reales, soldados manejados por la IA –bots- y titanes, se pueden jugar hasta 50 combatientes en el escenario, os aseguramos que cuando estás jugando no hay un segundo para el descanso, es un juego frenético, en el que no pasas más de un par de segundos sin pegar un tiro.
La función de los bots no es hacer bulto, y cumplen diferentes propósitos. Por ejemplo sirven para que un jugador inexperto o no demasiado hábil también se pueda divertir haciendo algunas bajas, ya que para un novato matar a un jugador muy experimentado, y sobre todo en este juego en el que cuentas con una enorme movilidad, puede llegar a ser realmente complicado. También servirán como una manera más fácil de obtener puntos y así poder llamar a un titán, ya que sino estos quedarían exclusivamente reservados para el uso y disfrute de los jugadores más hábiles, lo que desequilibraría todavía más si cabe las partidas. Y por último los soldados manejados por la IA jugarán un papel argumental y servirán de elemento narrativo, ya que aunque Titanfall no tenga una campaña tradicional para un jugador, no quiere decir que no vaya a tener una historia que contar.
Bienvenidos a La Frontera
El universo de Titanfall se sitúa en un futuro indeterminado, en el que los humanos viven en los confines más remotos del espacio, una región conocida como La Frontera. Un lugar con numerosos sistemas solares y mundos deshabitados y que todavía no han sido explorados. Un punto tan alejado y peligros de la civilización en el que la mayoría de la gente no se aventuraría, pero sí toda suerte de pioneros, exploradores, mercenarios, fugitivos y soldados, que ven La Frontera como un lugar de aventuras y oportunidades.
La Frontera está dominada por la Interstellar Manufacturing Corporation (IMC), la antaño humilde Hammond Engineering, una empresa de extracción de recursos naturales, convertida ahora en un implacable imperio comercial. El aumento de la demanda de materiales para el desarrollo de titanes, junto con el dominio total del mercado que había dado a Hammond su tecnología de prospección planetaria y derechos de bases de datos cartográficos, contribuyeron a un crecimiento explosivo de una compañía cuya ambición no conoce límites. Con las valiosas rutas comerciales y abundantes recursos naturales de La Frontera listos para su explotación, la IMC pone todo su empeño en maximizar sus beneficios y los de sus accionistas, con el uso legal de la fuerza cuando resulta necesario.
Para combatir el incesante y peligroso crecimiento de IMC surgió la Milicia, un grupo de colonos, bandidos, mercenarios y piratas sin una autoridad central que se levanta en armas cuando la situación lo requiere. Cada brigada de la Milicia tiene asignada la defensa de una sección determinada de los territorios de La Frontera, y a pesar de que algunas brigadas son poco más que enormes organizaciones piratas, cuentan con recursos suficientes para plantar cara a la IMC. Aunque la Milicia defiende que sus acciones contra la IMC son siempre en beneficio de los colonos, no todos los habitantes de La Frontera comparten la misma opinión.
En toda esta historia juegan un papel fundamental los titanes, los descendientes de los nuevos exoesqueletos militares actuales, y que además de sus obvias aplicaciones militares, sirven también para tareas civiles, como el transporte de carga y la recuperación de naves en el espacio profundo. Pero a nosotros los que nos interesantes son los titanes de guerra, y hasta el momento se conocen tres tipos.
El titán Ogro cuenta con un blindaje robusto y grandes capacidades ofensivas, siendo muy práctico a corta distancia, ya que puede realizar potentes ataques físicos además de soportar bastante daño, pero el más lento de los tres para desplazarse y esquivar ataques. El titán Stryder es el más ágil y veloz de los tres, el que permite mayor maniobrabilidad, muy apropiado para ataques rápido y letales por sorpresa, aunque por el contrario es el que menos soportará el abundante fuego enemigo. Y por último el titán Atlas, un modelo con una buena protección y una mayor movilidad que el titán Ogro, por lo que se podría considerar el más equilibrado de los tres, adaptándose bien a cualquier tipo de situación.
Hay que decir que todos los titanes cuentan con un escudo de energía que los protege hasta que es destruido, y que se recupera pasado un tiempo sin recibir daños. Aunque con un par de disparos pueden matar a cualquier piloto o soldado, e incluso aplastarles con sus patas si se les ocurre pasar por debajo, el resto de jugadores tendrán una manera muy divertida de acabar con ellos, que es sorprenderles por la espalda, subirse de un salto y destruir su núcleo. Si estamos dentro de un titán y este va a explotar, podemos rápidamente abandonarlo y salir eyectados hacia el cielo como si se tratara de un avión de combate, pero estaremos indefensos durante unos segundos, y un jugador muy hábil podrá ejecutarnos en el aire, como hemos visto en algunas demostraciones.
Es fácil tachar a Titanfall de "un Call of Duty con robots", pero es mucho más que eso, y no hace falta más que jugar una partida para comprobarlo. Su genial sistema de movimiento, que nos permite atravesar el escenario de punta a punta sin tocar el suelo, apoyándonos en las paredes y en el doble salto, los bots que se entremezclan perfectamente con los jugadores humanos, lo espectacular y frenético que resulta constantemente, y algunos elementos muy originales y que son desconocidos para la gran mayoría. Por ejemplo el hecho de que cuando acaba una partida el equipo que ha perdido debe huir del campo de batalla hasta una nave, mientras el que ha ganado les intenta dar caza, lo que otorga tantos a unos como otros bonificaciones adicionales a la partida, una idea simplemente genial y muy divertida.
El motor gráfico utilizado es el Source, el motor de Valve que cuenta con muchos años a sus espaldas y que tiene poco de nueva generación, pero que se las apaña sin problemas para poner a decenas de personajes en pantalla, un montón de explosiones y efectos gráficos, y todo a unos impecables 60 fotogramas por segundo, al menos en Xbox One y PC, algo que todavía está por confirmar en la versión de Xbox 360, que está desarrollando un equipo distinto, todavía no desvelado. Es cierto que las texturas y los efectos gráficos no sorprenden, pero cuenta con una lograda iluminación, buenos modelados y unas geniales animaciones, y en el fragor de la batalla el apartado gráfico destaca por ser muy funcional, no se echa de menos algo más sofisticado.
Furia de titanes
Titanfall es la gran esperanza para los que estamos un poco cansados de los juegos de acción en primera persona actuales. Tomando prestados elementos de aquí y de allá, desde los MOBA tan de moda, hasta de los precursores del género de la acción multijugador, y añadiendo nuevas ideas muy interesantes, han conseguido inventar una fórmula que se siente como algo original y sobre todo muy fresco, y por lo que hemos podido probar y ver, pondríamos la mano en el fuego a que se va a convertir en todo un éxito. Estará a la venta el 13 de marzo en Xbox One, Xbox 360 y PC, y habrá una edición coleccionista con unidades muy limitadas y con un precio un tanto prohibitivo (300 euros), que incluirá además del juego, un libro de arte de 190 páginas y una espectacular figura de un titán de 45 cm, un oscuro objeto del deseo para los coleccionistas.