En un sector repleto de ambiciosas propuestas donde los apartados visuales de infarto coexisten con vastos mundos virtuales repletos de posibilidades, el gigante nipón Capcom nos recuerda las bondades de una fórmula clásica aplicada al longevo género de la lucha en 2D. Popularmente conocido en su país de origen, Tatsunoko VS Capcom: Cross Generation of Heroes reúne para la ocasión a los representantes directos de dos de los universos más aclamados en el lejano oriente, colisionando de manera prefecta en un adictivo juego de lucha que cautiva desde la primera toma de contacto. Jugabilidad perenne a sus espaldas, la maestría de Capcom se pone al servicio del aficionado.
Congregación de estrellas
Como si de una fiesta con una serie de invitados especiales se tratara, el magnífico video de introducción nos advierte a base de golpes sobre la intensidad de los combates que estamos a punto de experimentar. Y es que sin más pretexto que el de zurrarnos para ver quien es el rey, Tatsunoko VS Capcom: Cross Generation of Heroes inicia su particular sendero bajo la confrontación de dos mundos bien diferenciados.
Artífice de grandes licencias en el país del sol naciente, la productora de animación conocida como Tatsunoko reúne a las figuras de sus series más famosas para batallar, tales como Casshern, Karas, y Tekkaman entre otros. Por su parte, la todopoderosa Capcom (que poca presentación necesita ya a estas alturas de la vida) contraataca con clásicos como Ryu y Chun Li, Morrigan, o el bueno de Joe, tirando de licencias fácilmente reconocibles como Rival Schools, Street Fighter, u Onimusha.
Completando así hasta un total de 26 luchadores en la plantilla (gracias a los añadidos de la versión occidental), lo cierto es que para la inmensa mayoría de vídeo jugadores no orientales, los pilares de la casa Tatsunoko pueden no parecernos excesivamente familiares, debido principalmente a que las pocas series que consiguen llegar a Europa lo hacen por mediación de empresas diferentes, algo de lo que el público medio no llega a tener ni conocimiento. Tanto es así, que hasta hace poco la llegada de este Tatsunoko VS Capcom seguía siendo una incógnita para nuestro mercado, y aunque el título ya ha sido confirmado para Europa, la fecha de lanzamiento por estos lares todavía se hace de rogar.
Pero volviendo a la fantástica propuesta que se sucede a los mandos de nuestra consola, la pantalla de inicio da pie a los ya clásicos modos de juego para un título de estas características. A las ya recurrentes modalidades de Arcade y Versus se les unirán unas opciones de entrenamiento para los menos experimentados, así como una serie de pruebas a modo de mini juegos que estarán directamente relacionadas con cada personaje de la plantilla. Idóneo para los amantes del coleccionismo, la suma de los puntos que vayamos acumulando con nuestras victorias podrá ser invertida en el denominado modo tienda, en el que podremos adquirir bocetos de los ilustradores, melodías del título, y todo un sinfín de objetos con los que rellenar nuestra galería.
Sin apenas objeciones en los diferentes bloques donde poder repartir leña, los jugadores europeos nos encontramos de enhorabuena, dado que uno de los principales lastres de la versión japonesa (la ausencia total de modos en línea) ha sido subsanado para la llegada a nuestro mercado. En efecto, el Tatsunoko VS Capcom que llegará a nuestras estanterías contará con la posibilidad de enfrentarnos al resto del mundo a través de la red, incrementando de manera considerable la diversión y durabilidad del título.
De una manera u otra, uno de los sellos de este Tatsunoko VS Capcom: Cross Generation of Heroes (y que también era sinónimo de los afamados Marvel VS Capcom) radica en la preselección de personajes. Lejos de afrontar las rondas en solitario, aquí antes de estar listos para los combates deberemos elegir a dos luchadores dispuestos a llevarnos hacia la victoria. En este sentido, cabe destacar como la obligatoriedad de seleccionar a dos combatientes para la refriega imprime otro tipo de estrategia al transcurso de las partidas, ofreciéndole al jugador la posibilidad de ir alternando a sus apuestas con tan solo pulsar un botón. Con ello, decidir qué luchador se ajusta mejor a nuestros oponentes será de vital importancia conforme vayamos superando rondas, prestando especial atención a la vida de los personajes y determinando así cual es el mejor momento para efectuar el relevo.
Locura bajo control
Preparados para el duelo, cualquiera de los cuatro tipos de control posibles ofrecen un manejo sencillo y asequible. De esta forma, ya sea a través del control remoto de Wii y nunchaku, mando clásico, un mando de Gamecube, o tan solo el control remoto en horizontal, dispondremos de tres botones de ataque normal para combinar con los clásicos movimientos direccionales, tan sumamente adheridos a la veterana saga Street Fighter, y que generarán como resultado todo tipo de golpes especiales en el repertorio de cada personaje.
Unido a los efectivos agarres, el uso del sensor del control remoto aportará otro tanto en pro de la sencillez, pudiendo agitar el mando para realizar un ataque especial sin complicación alguna. Sin duda alguna, a medida que vayamos asestando golpes, los jugadores más experimentados podrán realizar combinaciones mucho más devastadoras, consiguiendo ataques de gran potencia que mermarán de forma considerable la vida del rival.
Con ánimo de trasladar todo este frenesí lejos de tierra firme, los golpes aéreos interminables volverán a estar a la orden del día. Por extraño que pueda parecer (sobre todo si nunca hemos tocado un Marvel VS Capcom), los jugadores podrán elevarse mediante saltos desproporcionados, momento en el que también podrán efectuar cualquiera de las combinaciones posibles a ras de suelo, y machacar al contrincante en una lluvia de palos antes de que la gravedad vuelva a hacer acto de presencia.
Pero si las tundas a varios metros del suelo ofrecen un buen grado de dinamismo, la mencionada posibilidad de ir alternando a nuestros luchadores podrá decidir el destino de la victoria a tan solo un botón de distancia. Para más inri, el uso de ataques combinados nos regalará secuencias tremendamente espectaculares, contemplando como nuestro guerrero en reserva irrumpe en pantalla para coordinarse con su compañero y terminar así por cargar fuertemente contra el rival.
Completando las posibilidades, Capcom incorpora dos nuevas acciones a la lista, teniendo a nuestra disposición la opción de cancelar un ataque cargado de nuestro enemigo, contrarrestando su movimiento por mediación de un golpe contundente. Por último, el denominado modo Baroque nos brindará una fuerza y velocidad muy superiores a la normal, con una restricción de tiempo limitado, pero perfecta para seguir rebajando la vida de nuestro objetivo. Nuevamente, ambas acciones se realizan por mediación de un simple botón, dejando patente la sencillez (que no poca profundidad) en el control que el título busca desde un primer momento.
Explosión de colores
Como un duro golpe sobre la mesa, Tatsunoko VS Capcom: Cross Generation of Heroes es el ejemplo más claro de cómo al margen de la potencia gráfica que puede dar de sí una consola, el buen uso de las herramientas de las que dispone son capaces de generar un apartado técnico exquisito. Y al hilo de esta idea, el título de Capcom cumple con creces, dando forma a unos escenarios sumamente vistosos y repletos de detalles, como si formaran parte de un marco con vida propia que se entrelaza de manera perfecta con los luchadores del lugar. Asimismo, la sucesión de luces y colores se dan la mano con unas animaciones y fluidez en los personajes que nos dejarán sin aliento, sobretodo cuando el delirio de los golpes y ataques más demoledores inunden nuestras pantallas con un espectáculo visual de los que marcan diferencia.
Gracias a su revisión para el mercado occidental, Tatsunoko VS Capcom: Cross Generation of Heroes lleva camino de convertirse en uno de esos indispensables que nadie debería perderse dentro del catálogo de Wii. Remodelado con la suculenta opción de juego en línea, su frenética jugabilidad sigue corriendo a un ritmo vertiginoso, desatando un espectáculo de los que hay que tomar ejemplo a la hora de medirlo frente a sus competidores en el género. Visto lo visto, la espera habrá merecido la pena.