Shaun White lleva unos años visitando nuestras consolas de la mano de Ubisoft, aunque hasta ahora lo había hecho protagonizando juegos deportivos basados en el deporte que más fama le ha dado, el snowboarding. Pero lo cierto es que esto no es lo único que se le da bien al chico (aunque sí donde más éxitos ha conseguido), ya que también es todo un as encima de un monopatín. Por eso Ubisoft ha querido que veamos esta otra faceta del deportista y nos trae un nuevo juego protagonizado para él que saldrá próximamente para PlayStation 3, Xbox360 y Wii. De la versión de las dos primeras os hablamos hace no mucho, y ahora que hemos podido probar el título para Wii os traemos nuestras impresiones.
La base del juego es muy parecida a la de las versiones mayores. Shaun y sus amigos llegan a una ciudad a visitar a un colega, pero pronto descubren que el alcalde de la ciudad la ha vuelto gris y aburrida a base de leyes absurdas. Afortunadamente ellos tienen el poder para devolver la alegría a la urbe, ya que según hagan trucos y completen desafíos, el color, la música y la vida regresarán. La ciudad se dividirá en varios distritos, en cada uno de los cuales tendremos todo tipo de elementos sobre los que hacer piruetas y acrobacias. Pero aunque podremos dedicarnos a recorrerlos a nuestro antojo (tienen un tamaño suficiente como para trastear sin problemas, aunque no llegaremos a perdernos) el juego se basa en superar los entrenamientos y desafíos que se nos propongan.
Transforma la ciudad
Estos entrenamientos y desafíos irán apareciendo poco a poco según los vayamos superando y en función de cómo lo hagamos, se nos darán más o menos premios (hay un objetivo para superar la prueba y otro para conseguir una bonificación especial). En los entrenamientos se nos enseñarán los distintos movimientos y trucos que podremos hacer, comenzando por lo más básico y terminando por cosas bastante elaboradas e incluso algo complicadas de realizar. Además de superar los desafíos, podremos ir transformando la zona. Para ello deberemos pasar por las zonas naranjas (algunas sólo aparecerán dentro de uno de los desafíos, aunque sus efectos permanecerán una vez lo completemos) y ver cómo cambia el escenario, ya sea apareciendo una rampa de la nada o con un raíl que se eleva permitiéndonos acceder a zonas inaccesibles. Este concepto ya aparecía en las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360, aunque con la diferencia de que allí podíamos "moldear" el elemento en cuestión como quisiéramos y aquí se hará de forma automática. Por una parte tenemos que el sistema del juego de Wii es más accesible y sencillo, ya que nos perdemos tener que tratar de averiguar cómo hacerlo, pero por otra parte se pierde parte de la gracia, haciendo todo mucho más fácil y con menos reto.
A la hora de manejar el juego nuestro responde muy bien, moviéndose con la palanca del nunchuck, y usando sobre todo los botones A y B para los trucos y el agitar del mando para saltar. El movimiento es suave y es sencillo hacer todo tipo de acrobacias o simplemente subirse a una barandilla, aunque hay algún truco que se resiste un poco más (nada grave cuando le pillamos el truco). Hemos de decir que aunque no lo hemos probado, el juego es compatible con la Wii Balance Board, por lo que todos los poseedores de una podrán sentirse como un profesional del monopatín desde el salón de casa.
Según completamos desafíos y entrenamientos, y según cómo lo hayamos hecho, se nos irán dando recompensas. Estas tendrán forma de música (que se añadirá a la banda sonora del juego), trajes para cada uno de los personajes (serán propios de cada uno de ellos y no intercambiables) y distintas tablas (esta sí comunes para todos, aunque por lo que vimos no tendrán efectos más allá del cambio visual). Además de los desafíos, a lo largo del escenario nos encontraremos con una serie de pegatinas, algunas de ellas fáciles de coger y otras más exigentes. En los dos distritos que pudimos jugar (los disponibles en la demo) conseguir todas las pegatinas era bastante sencillo (aunque para algunas había que esperar hasta el final, hasta que todo el escenario estuviese transformado) y esperamos que según avance el juego se complique, ya que es algo bastante divertido y que da bastante juego, pero que pierde gracia por no tener demasiada dificultad.
Variedad multijugador
Además del modo historia el juego contará con multijugador con distintos modos de juego, aunque en la versión que hemos probado sólo estaba disponible el modo Gran Salto. En este modo hay dos tipos de juego, carrera y acrobacias, aunque ambos se desarrollarán en el mismo escenario (en nuestra versión sólo había uno disponible, no sabemos si en el juego final se podrán elegir entre varios). Así, en el primero deberemos centrarnos en llegar el primero a la meta, teniendo en cuenta que los trucos harán que vayamos más deprisa, mientras que en el segundo nos centraremos en realizar todas las acrobacias que podamos. Como elemento común de ambos tendremos las bombas, y es que si cogemos una (diseminadas por el escenario) y apuntamos a la pantalla de nuestro rival, ante sus ojos aparecerá una barrera que le hará perder tiempo (aunque siempre tendrá la opción de esquivarla).
Gráficamente el juego mantiene la estética de los anteriores Shaun White, con personajes algo caricaturizados y colores alegres (aunque en este caso contaremos con el blanco y negro de la ciudad antes de "activarla"). El juego se mueve con mucha suavidad y no apreciamos bajadas en la tasa de imágenes por segundo. Los escenarios que vimos, por otra parte, son bastante distintos entre sí, y aunque no tienen un tamaño descomunal, sí que son suficientes para dar juego. Quizás se echa en falta un mayor detalle de los niveles o un mejor modelado de los personajes, pero en general se ve bien. Otro detalle que queremos comentar es el hecho de que ya en la versión a la que hemos jugado hemos podido escuchar las voces en castellano, una gran noticia, sin duda.
Shaun White Skateboarding nos ha gustado bastante, ya que presenta un control muy accesible y un sistema de juego basado en misiones variado y divertido. Quizás peca de ser demasiado sencillo, pero esperamos que eso cambie según vayamos avanzando en el juego y nos encontremos con retos más complejos (de hecho en lo que jugamos ya nos encontramos con alguna que otra prueba que nos hizo repetirla para conseguir todas las recompensas), pues la base funciona. Tras haber probado la versión de PlayStation 3 y Xbox 360 echamos de menos la posibilidad de ser nosotros los que moldeamos el terreno, pero a cambio hemos conseguido un control que responde mejor y con el que no hace falta ningún tipo de práctica. Cada vez queda menos para poder tener el juego final en nuestras manos y poder comprobar cómo queda el resultado final.
