Sony afirmaba recientemente que quiere crear un "ecosistema PlayStation", en el que consolas y juego se integren y formen un todo en lugar de dispositivos independientes bajo la misma marca. El primer paso en la creación de este ecosistema fue el juego cruzado, en el que los poseedores de determinados títulos de PlayStation Vita y PlayStation 3 podían competir entre sí, cada uno desde su plataforma. Luego llegó la compra cruzada, por la que comprando una de las dos versiones obteníamos la otra de manera gratuita, aunque aplicado sólo a determinados juegos digitales. Ahora, la compra cruzada se extiende a algunos juegos físicos (como PlayStation All-Stars Battle Royale, por supuesto) y tras adquirir la versión de sobremesa física obtendremos de manera gratuita la digital para la portátil.
Con esta promesa de conexión interplataforma ponemos nuestras manos en la versión portátil de PlayStation All-Stars Battle Royale, juego que, aunque no necesita presentación, no está de más recordar su temática. El título que nos ocupa llega con la premisa de ocupar un hueco que se nos antoja vacío en la las dos plataformas de juego actuales de Sony.
Con un impresionante plantel, que salvo sorpresas de última hora parecer estar ya cerrado (aunque físicamente queda espacio en el menú de selección de personajes para dos o tres más, y seguimos sin noticias de muchos que consideramos imprescindibles), tendremos la posibilidad de enfrentar el pasado, el presente y el futuro de PlayStation en un juego de lucha para hasta cuatro jugadores en escenarios cerrados o abiertos y con posibilidad de movimiento en dos dimensiones.
Con este concepto que ya ha triunfado anteriormente en otras consolas, Superbot Entertainment nos trae PlayStation All-Stars Battle Royale con único objetivo: divertir al jugador. Este título no ofrece un sistema de juego profundo en exceso, pero sí que oculta una cierta complejidad que si la explotamos con picardía (y habilidad, claro está) nos llevará a la victoria una y otra vez. El sistema de combate se "limita" a tres botones (cuadrado, círculo y triángulo) que ofrecen cuatro ataques, uno sin pulsar ninguna dirección, y tres más en función de la dirección que pulsemos (izquierda y derecha sólo modifican la dirección de éste), aunque la combinación de botones de acción puede resultar en distintos "combos". Como elemento clave, tenemos los ataques especiales, que han sufrido un pequeño reajuste desde la última versión que probamos.
Este ataque especial que comentamos consiste en un golpe enormemente poderoso y completamente letal, exclusivo de cada personaje y de tres niveles de impacto. En una barra inferior al lado de nuestro personaje podemos seguir el nivel carga de este ataque, barra que podremos rellenar (golpeando a los enemigos) hasta tres veces y que indicará el tipo de golpe que realizaremos. Estos ataques pueden ser únicos u otorgarnos unos segundos para ponerlos en práctica; por ejemplo, Kratos puede realizar un remolino que aniquile a los enemigos que alcance y gastar su barra de nivel dos o, ya con la de nivel 3, pasearse durante unos segundos por el escenario espada en mano destrozando a cualquier rival que se atreva a colocarse en su camino. Como señalábamos, hemos visto que estos ataques han sido ajustados para hacerlos incluso más importantes dentro de la jugabilidad del título, aunque Superbot Entertainment también ha hecho un esfuerzo para equilibrarlos. En comparación con la anterior versión que probamos, los personajes están en general más equilibrados, pero aún quedan algunos cabos por atar, pequeños fallitos que esperamos que se pulan antes de su lanzamiento en favor de la diversión multijugador.
En lo que respecta a la versión de PlayStation Vita, PlayStation All-Stars Battle Royale es virtualmente idéntico a la versión de PlayStation 3. Al examinarlo con detalle podemos encontrar algún efecto reducido por allí y algún que otro polígono de menos por allá, pero a la hora de jugar tendremos ante nosotros dos juegos difíciles de diferenciar. Hay que ser claro también señalando que PlayStation All-Stars Battle Royale no es la panacea gráfica, pero que cumple con creces, gracias a su eterna fluidez (hasta el momento no hemos visto ni una ralentización durante el juego), que muestra unos luchadores y entornos bastante detallados, variados y que se modifican en tiempo real, así como efectos visuales de gran calidad. Por esto, nos parece motivo de celebración que la versión para PlayStation Vita se mantenga al mismo nivel visual.
La versión portátil también es virtualmente idéntica en la jugabilidad, salvo algunos ajustes con los botones (el ataque especial se realiza ahora pulsado L+R, en lugar de L2, como en la versión de sobremesa, algo que perspicazmente sospechamos está causado por la falta de este botón en la consola), pero por el momento los controles táctiles se limitan a la selección de opciones y a la navegación a través de los menús. No sabemos si éstos se acabarán implementando en la versión final, o si Bluepoint (los encargados de la versión de PlayStation Vita) no considera integrarlos porque puedan dar una ventaja injusta a los usuarios de la portátil.
A la hora del juego online, mantiene el mismo nivel de excelencia. La experiencia de juego cruzado entre PlayStation 3 y PlayStation Vita es tan natural que olvidaremos que estamos combatiendo con rivales en dos plataformas distintas. Una vez más, la fluidez es remarcable, y salvo la barrera ajena a los desarrolladores del posible retraso de las conexiones, lo que asegura una experiencia satisfactoria independientemente de nuestra plataforma y la de nuestros rivales. En la versión que hemos probado el chat de voz venía activado por defecto, lo que gracias al micrófono integrado en PlayStation Vita nos ofrece combates llenos de emoción, gritos, y lo más importante, una fuente inagotable para aprender insultos en todos los idiomas imaginables.
No, no nos hemos olvidado. No podemos terminar sin recordar lo increíblemente divertido que es, lo que entretiene jugar con amigos o, como en el caso que nos ocupa, a través de internet. La jugabilidad está muy pulida, y permite a cualquier usuario que se ponga a los mandos del juego resultar competitivo con una mínima explicación de los controles. De igual modo, cada personaje ofrece un estilo propio, accesible desde el primer momento, pero que nos obliga a conocer sus ataques para aumentar nuestras posibilidades de alzarnos con la victoria. Por si fuera poco, cada escenario cuenta con sus peculiaridades, que van desde no caernos de la carga de un avión en marcha a esquivar los ataques de los Patapon o responder a las preguntas de Buzz en pleno combate.
Podemos concluir que Bluepoint no decepciona llevando el trabajo de Superbot Entertainment a PlayStation Vita. Un título que se mantiene tan sólido como en PlayStation 3, con un juego online interplataforma sin debilidades aparentes y con toneladas de diversión. A falta de terminar de pulir esos detallitos que desequilibran la jugabilidad –cosa que por ahora ha progresado desde la última versión que probamos–, PlayStation All-Stars Battle Royale vuelve a mostrar que va por el buen camino en ambas consolas. Los combates que homenajean a PlayStation se convertirán también en el abanderado del programa de compra cruzada, algo que desde luego es una baza importantísima a su favor. Si simplemente buscáis diversión con grandes personajes, y podéis olvidaros de a qué se parece, de lo que ha dicho tal y lo que opina cual, es hora de ir considerando apuntar su fecha en el calendario.