Ron Gilbert es una de las figuras claves en la industria del videojuego, y para los que amamos las aventuras gráficas casi un dios. Escribió, dirigió, programó y hasta se ocupó del arte de Maniac Mansion (1987), un juego que marcó un antes y un después en el género, y después tuvo tiempo de escribir Zak McKracken (1988) e Indiana Jones and the Last Crusade (1989), antes de lanzar su gran obra maestra, escrita y dirigida por él: The Secret of Monkey Island (1990). Un año después escribió y programó el no menos genial Monkey Island 2: LeChuck's Revenge, y esta fue su última aventura gráfica, para desgracia de muchos.
El género fue decayendo según avanzaban los 90, y Ron dejó de lado durante unos cuantos años el mundo de los videojuegos, salvo alguna esporádica colaboración. Volvió con fuerza a escena en 2010 con DeathSpank, una aventura de acción descargable editada por Electronic Arts, quien nos privó de una traducción al castellano y de no poder disfrutar de su ingenioso humor, un juego que poco meses después contó con una secuela, DeathSpank: Thongs of Virtue.
Ese mismo año supimos que Ron se unía a Double Fine Productions, el estudio de Tim Schafer, su antiguo amigo con el que vivió días de gloria en LucasArts, participando en algunas de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos. Este reencuentro hizo que los aficionados al género nos frotáramos las manos, y más cuando anunciaron que estaban trabajando en "un concepto totalmente nuevo" y que "a los fans de los juegos de aventuras al viejo estilo les iba a gustar".
Se ha hecho de rogar su anuncio, pero a finales del mes pasado conocimos su título, The Cave, un juego editado por Sega que llegará a las plataformas digitales de descarga Xbox Live, PlayStation Network y Steam. No confundir este título con la tan comentada aventura gráfica que han financiado en Kickstarter mediante aportaciones de los fans, de la que aún no sabemos nada, ni siquiera su nombre, pero sí que implicará a Tim Schafer y Ron Gilbert, un sueño hecho realidad para los aficionados al género y sobre todo a los clásicos de LucasArts.
Volviendo a The Cave, este no es una aventura gráfica, en más bien una aventura de plataformas en dos dimensiones plagadas de puzles, en la que controlamos a tres personajes que tienen que colaborar, al estilo The Lost Vikings o al reciente Trine, y que incluso recuerda a Maniac Mansion. Esta última mención no es casual, ya que Ron homenajea su primera gran obra desde la pantalla de inicio, teniendo que elegir a tres personajes de los siete disponibles, al igual que en la mítica aventura de 1987.
Siete protagonistas de lo más variopinto, y cualquier combinación será válida, cada uno tiene sus propias motivaciones e intereses, a pesar que no digan nada. La voz cantante la pone la propia The Cave, sí, una cueva que habla, que está viva, y que esconde muchos secretos así como diferentes ambientaciones en su interior. Podemos elegir el Monje, el Aventurero, el Granjero, la Científica, el Caballero, la Viajera del tiempo y los Gemelos horripilantes.
Cada uno cuenta con su propio aspecto y personalidad, y lo que es más importante, habilidades únicas que nos permitirán seguir avanzando por los intrincados niveles, alternando el control de los tres personajes que hayamos elegido. En una corta y sencilla demostración nos enseñaron cómo se jugará, y los controles serán súper sencillos, poco más allá un botón de salto, otro para interactuar y uno para usar la habilidad especial.
La demo estaba protagonizada por el Granjero, el Caballero y la Científica, y pronto tenías que alternar el control de los tres. Por ejemplo para que uno activara una palanca, se levantará una puerta, y un segundo personaje pasara. Al seguir avanzando te topabas con un monstruo que expulsaba hielo por la boca, que si te tocaba te mataba al instante. Esta situación ya obligaba a pensar un poco más. Con el Caballero había que tocar una campana, lo que asustó al monstruo y lo alejó un poco de unos pinchos que había en el suelo. La Científica cogió un cubo de agua, lo llevo hasta una máquina de "refrescos" –Grog concretamente-, y al meterlo sacó un perrito caliente, sí, un puzle un tanto absurdo.
El hotdog lo insertaron en los pinchos, y al Granjero lo situaron en la parte superior de esta escena, donde había una palanca que activaba un gancho. El Caballero volvió a tocar la campana, el monstruo se acercó, y al ver el perrito caliente comenzó a comérselo, momento que aprovechaba el Granjero para atraparlo con el gancho, dejando vía libre para seguir avanzando. Un puzle sencillo y clásico, que bien podría pertenecer a una aventura gráfica de point-and-click, pero que aquí estaba integrado en una jugabilidad plataformera en dos dimensiones.
La siguiente fase transcurría en una ambientación medieval, perteneciente al Caballero, con castillo y princesa en apuros incluida. Aquí pudimos ver una de las habilidades especiales, en el caso del Caballero se puede transformar en un ángel, volviéndose inmortal. Esto le permitía tirarse desde muy alto, y antes de caer al suelo transformarse para no hacerse daño, o en una sala con un enorme dragón, sirvió para atraer su atención, convertirnos en ángel mientras la bestia expulsaba fuego por la boca sin parar, y con un segundo personaje por la espalda robar la llave que custodiaba.
Ya con la llave la Científica se dirigía a toda prisa a lo alto de la torre, en una sección muy plataformera, pero al llegar arriba lo hacías tarde, y te encontrabas al dragón al lado de la princesa para ver cómo se la comía, en una escena bastante graciosa. Parece que el humor en esta aventura será más bien gráfico, ya que no escuchamos ni un diálogo, todo muy visual, gracias a los simpáticos diseños y animaciones de los personajes.
No tendremos un inventario como en una aventura gráfica, solo podremos llevar un objeto por personaje, y cada vez que podemos interactuar con algo una palabra en pantalla nos lo indica "tocar", "coger", etcétera. Jugablemente parece muy sencillo, pero al tener que combinar a tres personajes a la vez estamos seguros que habrá puzles muy enrevesados con los que nos tendremos que comer la cabeza.
Permitirá cooperativo local para tres jugadores, aunque no por internet, y esto no se hará a pantalla divida, será como por turnos, con un solo personaje centrando toda la acción en pantalla, por lo que no le vemos la gracia. Habrá que esperar para ver cómo funciona exactamente, pero es como si a Maniac Mansion le hubieran metido un modo cooperativo, no tendría mucho sentido.
Llegará en 2013 y ya es uno de los títulos descargables que más esperamos. Confiamos en el sentido del humor y el ingenio de Ron Gilbert para crear situaciones graciosas y puzles ingeniosos, y no creemos que su mente se haya oxidado tras tantos años sin hacer un juego de este tipo. Nos gusta mucho esa mezcla de plataformas 2D, puzles y cooperación, y el tener a siete personajes tan diferentes y excéntricos, encerrados en una cueva que tiene vida propia, que habla, puede ser muy gracioso. Esperamos que este sea el comienzo de una fructífera relación entre Ron Gilbert y Double Fine, y podamos seguir disfrutando del maestro que nunca debería haber abandonado a los aventureros.