El lanzamiento de Operation Flashpoint para PC en 2001 supuso un hito importante para Codemasters, con dos millones y medio vendidos de un título difícil que te acercaba la guerra de forma realista. Casi diez años después llegará al ordenador y las consolas de alta definición un nuevo capítulo: Operation Flashpoint: Dragon Rising, ambientado en una hipotética guerra actual. Clive Lindop, de Codemasters Action, el estudio desarrollador del título, reconoce que es mucho tiempo, pero lo justifica: "La gente se enamoró tanto del potencial que tenía el juego como del juego en sí", así que el título ha tenido que esperar a que existiera la tecnología adecuada para que la continuación estuviera a la altura de las expectativas. Y esa tecnología se llama EGO, el motor de Codemasters que ya demostró su valía en Colin McRae DiRT y en Grid.
Antes de mostrar el juego, Lindop explica los principales aspectos, como un vastísimo escenario de 220 km2 en el que tienes completa libertad: "a diferencia de otros shooters tradicionales, en los que vas en un túnel en el que todo lo que sucede está escrito en el guión y sucede lo mismo una y otra vez, de forma que aprendes a jugar a base de repeticiones, en Flashpoint nada está planeado con antelación. El jugador puede hacer lo que quiera. Simplemente te dan una orden militar como "captura esta ciudad antes de las seis". Cómo lo hagas ya es cosa tuya". Se trata de una premisa prometedora y ambiciosa.
Convertirla en realidad es misión del equipo de Lindop, ya que él es el jefe de la Inteligencia Artificial (IA) de Dragon Rising. En pantalla tenemos a tus tres hombres, con los que tienes tres tipos de relación: en primer lugar, puedes dejarlos actuar libremente y que utilicen sus propias tácticas y busquen la cobertura que consideren mejor. Te ayudarán a ganar como consideren más oportuno y te seguirán a menos que utilices alguna táctica demasiado arriesgada "como cargar contra un tanque", apunta Lindop, en cuyo caso pueden decidir quedarse atrás para salvar su vida, incluso llegando a desobedecer tus órdenes. En segundo lugar puedes decidir darles órdenes a través de un menú contextual rápido y sencillo. Es una opción "rápida, fluida e intuitiva", afirma el jefe de IA de Codemasters que te permite dar órdenes en mitad del combate de forma fácil.
La tercera opción consiste en centrarte en controlar a tus hombres y dejar al personaje principal en segundo plano mediante un sistema complejo de órdenes. Se supone que podrás cumplir las misiones sin moverte, sólo encadenando las órdenes para tu escuadrón utilizando el mapa. Una jugabilidad que ofrece todo un abanico, desde el más puro shooter a casi un juego de estrategia de tablero, y puedes ir de uno a otro cuando desees.
A cada palabra de Lindop crece la percepción de libertad en tus manos y la promesa de una experiencia de juego que depende realmente de tus decisiones. "Los jugadores de PC temen que al llevar el juego a la consola simplifiques el juego y pierda calidad. Hasta hace unos pocos años esto era cierto hasta cierto punto. Pero con la tecnología actual ya no. Ahora el juego de PS3 y 360 es el mismo que en PC y no se pierde nada", señala Lindop, y añade con una risa algo nerviosa: "hemos trabajado muy duro conseguirlo y desarrollar la tecnología adecuada, pero es el mismo juego".
Tras esta explicación teórica llega la hora de la acción. Lindop ataca un poblado de dos formas diferentes: con sigilo y atacando de forma abierta. Primero intenta la aproximación mediante la infiltración, aprovechando el terreno para esconderse. Sus hombres son los primeros en disparar a los enemigos, que parecen un poco dispersos. La artillería ataca al poblado, levantando nubes de polvo que permanecen un buen rato. Lindop decide entonces atacar a los enemigos visibles con varios disparos a mansalva. "En una guerra pocas veces matas a alguien a tiros. Pero si disparas al enemigo muchas veces alrededor se asustan y se tiran al suelo para cubrirse, con lo que me dejan tiempo para avanzar", explica.
Y hay que moverse con cuidado, porque la guerra de Operation Flashpoint es muy realista, y un solo disparo puede matarte. Es lo que el estudio llama Sistema de Daño Humano. Si te hieren, no bastará con ocultarte unos segundos para recuperarte, sino que estarás herido durante el resto de la misión aunque te cure un compañero. "Más que de glorificar la guerra –explica Lindop- se trata de experimentar lo mortal que eres en una guerra. Una bala puede matarte instantáneamente, dependiendo de dónde te dé". Olvídate de esconderte detrás de una roca y esperar o sacar un pack de salud y curarte instantáneamente. Si te dan en la pierna, no podrás correr bien y, si la herida es grave, te desangrarás lentamente.
Tendrás que afinar el oído para saber hasta qué punto peligra tu vida, porque las balas pasarán lejos o silbarán muy cerca. Nuestros hombres atacan al enemigo y nos salvan. "Si utilizas tácticas con tus hombres, tus posibilidades de sobrevivir son bastante altas. Cuando pierdes el control de la situación es cuando puedes perder. Se trata de ser más inteligente", apunta Lindop.
El segundo intento de atacar el poblado es mucho más agresivo: un ataque frontal acompañado de tus hombres. En este caso los enemigos no intentan cubrirse, sino que cuatro hombres avanzan hacia ti en V: tres disparan cubriendo el avance del cuarto, y se turnan para moverse: "Se sienten más seguros –dice Lindop-. De la otra forma no sabían cuántos éramos, y por eso se ocultaban hasta saber cuántos les atacaban". Justo cuando nos ponemos a tiro le pregunto si puedes dar órdenes por separado a tus hombres y Lindop aparta la vista un segundo de la pantalla, lo suficiente para que el enemigo nos detecte y oigamos silbar las balas cerca, demasiado cerca. Sale un vehículo de un bosque cercano y adiós a la misión.
Pero ha sido suficiente para comprobar que cómo actúes influye en el comportamiento de tus hombres y de los enemigos, con lo que puedes percibir cada misión de forma diferente cada vez que la juegues. Dice Lindop: "Es como un entrenador: tiene muchas tácticas, analiza la situación y elige la estrategia adecuada para ese momento y lo cambia en tiempo real. Una de las cosas más difíciles de hacer juegos es que la IA funcione mal. Lo fácil es hacer que vaya bien porque sabe dónde estás, qué armas tienes, etcétera, lo complicado es entrar en la parte humana. La IA es muy compleja, por ejemplo con simulación de sentimientos como el miedo que hace que un personaje busque cobertura o avance si se siente seguro".
Dentro de unos meses veremos cómo se plasma todo esto en el juego, que contará con cooperativo en cualquier fase de la campaña y si se mantiene, como el estudio ha prometido, la dificultad del primer título de la serie facilitando el paso a las consolas sin perder el realismo y el espíritu que convencieron a millones de jugadores.
Operation Flashpoint: Dragon Rising, de Codemasters, saldrá en 360, PC y PS3 este verano.
