El primer Army of Two se lanzó en 2008 desarrollado por EA Montreal y decepcionó un poco, un entretenido título de acción en tercera persona cooperativo que se quedó en un juego simplemente correcto. Dos años después llegó su secuela, The 40th Day, que le mejoraba en muchos aspectos pero llegaba en un momento en el que había muchas y mejoras propuestas en el género de la acción en tercera persona, lo que le hizo pasar un tanto desapercibido.
Muy mal no le han tenido que ir las ventas a la saga para que Electronic Arts le haya dado una tercera oportunidad, y en marzo del año que viene llegará la tercera parte, Army of Two: The Devil’s Cartel.
Nuevo estudio desarrollador, Visceral Games, los creadores de la saga Dead Space, nuevo motor gráfico, el archiconocido Frostbite 2, que hemos podido disfrutar en juegos como Battlefield 3, Need for Speed: The Run y el reciente Medal of Honor: Warfighter, con discutibles resultados en consolas, y unos nuevos protagonistas y ambientación, transcurriendo ahora la acción en México en la lucha contra los cárteles de la droga.
A pesar de todos estos cambios, la idea es la misma que en las anteriores entregas de la saga, una pareja de mercenarios enfrentándose a decenas de enemigos desde una perspectiva en tercera persona, brillando en su modo cooperativo para dos jugadores a través de internet, donde lo pasaremos en grandes masacrando enemigos junto a un amigo. Controlaremos a Alpha y Bravo, dos agentes que trabajan para la Tactical Worldwide Operations (T.W.O.), un contratista militar privado que les encargará una peligrosa misión en las calles de México.
Hace unas semanas en un evento organizado por EA pudimos jugar una demo en cooperativo, que nos dejó muy claro cuales serán sus principales bazas. Para empezar una violencia extrema, casi gore, que hacía mucho que nos veíamos en un videojuego destinado a las masas. Nos trajo recuerdos del mítico Soldier of Fortune, un juego del año 2000 que representó como nadie el daño localizado en el cuerpo de los enemigos, reventando cabezas y arrancando brazos y piernas, para regocijo de muchos. Lo mismo sucede en el nuevo Army of Two, esa sádica satisfacción de reventar a un enemigo de cerca con una escopeta, de explotar desde lejos a unas cuantas cabezas, lo que ya de por sí le diferencia de tantos juegos de acción en tercera persona genéricos.
Pudimos jugar a la versión de Xbox 360 y el Frostbite 2 mostró algunas de sus cartas, se nota que ya han aprendido a domarlo en consola. Por ejemplo es muy destacable la destrucción de los escenarios, que influye directamente en la jugabilidad. Si un enemigo está detrás de una columna, a base de disparos puedes ir rompiéndola y dejarle al descubierto, así como todo tipo de muros que podemos destruir a base de tiros o explosiones. Esto hace de la jugabilidad algo más interesante que lo típico de ir de cobertura en cobertura, y nos obliga a movernos mucho, primero por unos enemigos que no se están quietos y nos buscan la espalda, así como porque la cobertura tras la que estamos casi siempre puede ser dañada o destruida.
Por lo demás el esquema de controles es el clásico de cualquier juego de acción ya sea en primera o tercera persona, por lo que al segundo te estás divirtiendo, y cuenta con el conocido sistema de coberturas que puso de moda la saga Gears of War. Este está muy mejorado respecto a anteriores Army of Two, ya que se han decidido a copiar sin más miramientos el sistema de coberturas de la saga de Epic Games, que funciona tan bien y al que todo el mundo está familiarizado. También los controles responden mejor, son menos toscos y pesados que en los anteriores Army of Two, aunque en nuestra opinión todavía se muestran poco fluidos respecto a otros representantes del género. De hecho por cuestiones del evento tras jugar a Army of Two probamos el nuevo juego de Insomniac Games, Fuse, y ganaba el segundo por goleada en jugabilidad, en rapidez y agilidad del control. Todavía le queda trabajo por hacer en este sentido a Visceral Games.
En cualquier caso ya es muy divertido, se juega bien, y entre la destrucción de los escenarios, y de los enemigos, te lo pasas genial jugando en cooperativo. El desarrollo de las misiones nos va proponiendo diferentes situaciones, más o menos pasilleras, otras en entornos abiertos, y obligan en ocasiones a que la pareja se separe, a que cada jugador juegue un rol distinto, muchas veces protegiendo o escoltando uno al otro.
Dependiendo de cómo vayamos matando, si con disparos en la cabeza, con granadas o explotando alguno de los múltiples objetos del escenario, con mutilaciones de todo tipo, nos irán dando más o menos puntos, y rellenaremos la barra de Overkill poco a poco. Una vez este completa podemos activar un modo en el que la acción se ralentiza, tenemos munición infinita, nuestras balas hacen más daño, y somos casi invulnerables, como veis todo son ventajas. Esta acción no dura demasiado tiempo, pero si la aprovechamos bien podemos hacer carne picada con los enemigos, literalmente.
No solo obtenemos puntos para rellenar la barra de Overkill, también dinero, que servirá para comprar nuevas armas, equipamiento y habilidades, una faceta del juego que todavía no hemos podido ver en detalle. Hay además las típicas y manidas secuencias en las que abres una puerta y se activa una cámara lenta, que hemos visto ya mil veces en los últimos Call of Duty. La gracia de estas escenas en Army of Two: The Devil’s Cartel es que dado el nivel de violencia y de gore, vemos a cámara lenta cómo partimos en cachitos a los enemigos, lo que es muy espectacular. Por ejemplo en una de estas escenas que jugamos uno de nosotros lanzó a un enemigo por los aires de un escopetazo, y el otro lo reventó en el aire partiéndolo por la mitad, lo que nos dejó con la boca abierta.
Al final de la demo jugamos una escena de acción bastante interesante en un entorno abierto lleno de enemigos, que nos obligaba a cubrirnos las espaldas entre compañeros, y a movernos constantemente por el entorno, ya que nos disparaban desde todas direcciones, a la vez que las coberturas se rompían y explotaban todo tipo de elementos. Al final aparecía un helicóptero con el que teníamos que luchar, el típico jefe de final de fase, que siempre se agradece. Veremos si jugándolo solos es igual de divertido, y qué tal se comporta la IA aliada.
Army of Two: The Devil’s Cartel no es un juego de grandes ambiciones, que intente innovar o revolucionar el género, y sí en cambio un producto muy honesto, que pone de manera clara sus cartas sobre la mesa. Acción sin complejos, muy espectacular y violenta, que promete dar lo mejor de sí jugándolo junto a un amigo. Es divertido, cuenta con un apartado técnico notable, y seguro que sabrá satisfacer a los que buscan una acción más violenta de lo habitual, sin duda una de las bazas que más le diferencian de otros exponentes del género, junto con la destrucción de escenarios. Llegará en marzo de 2013 a Xbox 360 y PlayStation 3, y sin romper esquemas, promete ser un juego muy entretenido.