Desde que World of Warcraft revolucionara el mercado de los MMORPGs, hemos recibido una enorme cantidad de títulos buscando destronar al gigante de Blizzard de mil formas diferentes, ya sea con nuevas propuestas, con una licencia jugosa y atractiva, con un modelo de juego gratuito o directamente siguiendo los pasos del universo online de Azeroth. Como bien sabido es ya por todos, ninguno ha conseguido destronarle como el más vendido y exitoso de todos, lo cual no nos ha impedido disfrutar de algunos títulos muy interesantes y que han sabido hacerse su hueco en este competido mercado, como Guild Wars 2 o Final Fantasy XIV: A Realm Reborn.
Este año los dos grandes contendientes que se suman a la lucha son The Elder Scrolls Online y WildStar.
El primero es de sobra conocido por todos, ya que se trata del esperado salto al terreno online de una de las sagas de rol occidental más importantes de los últimos años, mientras que el segundo, a pesar de llevar varios años anunciado y de tener una pinta realmente interesante, está pasando bastante más desapercibido.
Aunque ya os habíamos hablado de él con anterioridad, nuestros contactos con el juego habían sido demasiado breves como para hacernos una idea aproximada de cómo será y de lo mucho o poco que promete en realidad. Por suerte, llevamos ya varias semanas jugando a su beta con tranquilidad, lo que nos ha permitido valorar más adecuadamente lo que el mundo de Nexus tendrá que ofrecernos cuando abra sus puertas el próximo 3 de junio.
Si tuviéramos que resumiros rápidamente las impresiones que nos ha transmitido, os diríamos que nos ha parecido un juego muy completo y que todo lo que hace lo ejecuta de una forma muy notable, pero que no consigue diferenciarse lo suficiente de lo que lleva haciéndose desde hace años (aunque aporta buenas ideas). Si bien su ambientación mezclando ciencia ficción futurista y fantasía con grandes dosis de humor resulta todo un soplo de aire fresco para un género dominado por lo medieval, no conseguíamos dejar de pensar a cada paso que dábamos que a esto ya lo habíamos jugado antes. Pero vayamos por partes.
Como en todo juego del género que se precie, lo primero que tendremos que hacer será crearnos a nuestro personaje. Para ello tendremos dos facciones enfrentadas y cada una con sus propias razas. Las opciones de personalización son muy amplias, y aunque se echan de menos algunas cosas como más peinados y detalles similares, lo cierto es que el editor es bastante completo y nos permitirá crear un avatar lo suficientemente diferenciado del resto como para no ver "clones" de nuestro héroe.
Una vez estemos ya en el juego, nos tocará ponernos a subir de nivel realizando misiones de corte muy clásico. Esto es: habla con aquel NPC, mata un determinado número de enemigos, toca aquello, escolta a unos personajes, recolecta tantos objetos, etcétera. Para darle algo más de vidilla al asunto se han incluido los "caminos". Dependiendo de por cuál optemos para nuestro personaje, se nos encargarán una serie de tareas u otras que nos reportarán unas interesantes sumas de experiencia realizando las tareas asociadas a ese camino: derrotar enemigos, explorar nuevos lugares, construir edificios, estudiar los secretos del mundo...
De esta forma podremos personalizar un poco nuestro estilo de juego para que además de las misiones principales, tengamos un mayor número de encargos relacionados con lo que más nos guste hacer, lo que no quita que las misiones sigan teniendo un diseño bastante genérico y mil veces visto.
Por otra parte, comentar que su sistema de combate nos ha gustado bastante, gracias a lo tremendamente dinámico y ágil que resulta. En vez de decidirse por un sistema de fijación de objetivos o uno libre, los chicos de Carbine Studios han optado por mezclar ambos, de forma que si bien podemos fijar a nuestros rivales, también podremos atacarles sin esta necesidad, ya que los ataques que realicemos tendrán un rango y un área de efecto determinados, y si están dentro serán golpeados.
Para hacerlos mucho más entretenidos también ayuda el hecho de que sea en tiempo real y de que los enemigos no paren de hacer todo tipo de ataques distintos, motivo por el cual no tendremos apenas tiempo para quedarnos quietos, ya que estaremos todo el rato moviéndonos para esquivar las ofensivas que se nos vengan encima.
Como suele pasar, cada clase tiene un estilo de juego muy bien diferenciado, los cuales además podremos personalizar a nuestro gusto invirtiendo los puntos que obtengamos al subir de nivel en un complejo árbol de habilidades (así de paso podremos orientarlo hacia un tipo de rol u otro para cuando combatamos en grupo).
Además de "questear", también tendremos otra serie de actividades con las que pasar nuestro tiempo cuando exploremos los bellos parajes de Nexus, como adentrarnos en arenas y campos de batalla PvP para medirnos contra los jugadores de la facción contraria, trastear con las opciones de housing o adentrarnos en mazmorras para grupos. Estas últimas vuelven a ser instanciadas, aunque nos han parecido de lo más interesantes.
En esencia no dejan de ser lo mismo de siempre: avanzar colaborando con nuestros compañeros mientras derrotamos enemigos e imponentes jefes finales con mecánicas muy concretas. Lo interesante es que estas han sido planteadas como grandes aventuras en las que podremos decidir con nuestras elecciones el devenir de los acontecimientos durante la historia de la mazmorra, lo que cambiará el camino a seguir.
Funcionan de una forma similar a lo visto en Star Wars: The Old Republic, pero ofreciendo muchísima más libertad y con consecuencias más marcadas, lo que también se traduce en unos valores rejugables mucho más altos, por lo que tardaremos algo más de lo habitual en cansarnos de sus mazmorras. Sin duda un gran acierto que no nos importaría que adoptaran otros títulos del género, donde "farmear" una mazmorra puede acabar por convertirse en algo terriblemente repetitivo y aburrido una vez la hemos completado varias veces.
Donde sí que no existe queja posible es en su apartado audiovisual. De hecho, nos atreveríamos a decir que es el MMORPG más bonito y potente técnicamente que hemos visto hasta la fecha. Su genial y variadísimo apartado artístico al estilo cartoon consigue transportarnos de pleno a un mundo que se siente vivo y que nos dejará embobados mirando sus escenarios y realizando capturas de pantalla a cada nueva zona que lleguemos.
Puede que en vídeos y en imágenes estáticas no lo parezca, pero creednos cuando os decimos que en directo y con todas sus opciones gráficas al máximo parece una película de animación, las cuales por cierto, son bastantes, por lo que debería funcionar en una amplia gama de equipos. El modelado de los personajes, el diseño de enemigos, las animaciones, los efectos gráficos tanto ambientales como de los ataques, etcétera. Todo destila buen hacer y mucho mimo, por lo que casi sin darnos cuenta, el simple hecho de querer seguir jugando por el puro placer de ver cómo será la siguiente zona nos animará a que continuemos nuestras aventuras por Nexus.
A nivel sonoro tampoco se queda corto, con una banda sonora realmente buena y que consigue transmitir un sentimiento aventurero que le sienta como anillo al dedo al juego. Quizás no sea muy variada, ya que la mayoría de temas son de un corte similar, pero desde luego le sobra calidad y acompaña perfectamente nuestras andanzas. El doblaje (en inglés) no nos ha parecido nada del otro, aunque tampoco tiene demasiada presencia. Eso sí, tenemos que mencionar que los textos estarán en inglés, algo que parece que sigue siendo por desgracia la norma en el género.
Como podéis ver, WildStar pinta muy bien y hemos disfrutado mucho el tiempo que hemos pasado en su beta. Tiene un genial apartado gráfico y artístico, su sistema de combate es divertidísimo, los múltiples caminos que ofrecen las mazmorras le dan un valor rejugable muy interesante, tiene PvP, housing, misiones de todo tipo (aunque algo genéricas) y su ambientación resulta todo un acierto. Ahora bien, le cuesta mucho diferenciarse de sus competidores más directos, y eso es algo que de una forma u otra, si ya llevas varios MMORPGs a tus espaldas, es algo que puede acabar pasando factura.
Independientemente de la sensación de déjà vu con la que nos ha dejado, todavía nos quedan muchísimas cosas que comprobar, como su contenido de alto nivel, el diseño de sus mazmorras más avanzadas, lo equilibrado que está el PvP, la extensión de su mundo, todas las posibilidades del housing, etcétera, por lo que ya será el próximo 3 de junio cuando podamos adentrarnos en la versión final de este prometedor mundo para ver hasta qué punto sus virtudes acaban superando el conservadurismo de su fórmula.
