Where Winds Meets es uno de esos videojuegos que te impactan nada más los empiezas a jugar. Muy pronto te das cuenta de que te quiere sorprender por lo visual, con un apartado artístico precioso que realiza una ambientación que nos traslada al siglo décimo de la China Imperial. Las majestuosas praderas, los impresionantes bosques e incluso los poblados están representados con exquisito detalle, haciendo gala de un músculo gráfico en que los propios desarrolladores se vanaglorian de mostrar hasta 10.000 NPC en una sola ciudad.
A medida que te adentras, las sensaciones no hacen más que dispararse. La personalización de nuestro protagonista es absurdamente detallada, y una vez comienzas a entrar en los menús y moverte entre las opciones, no es complicado sentirse abrumado. La interfaz se parece casi más a la de un MMO que a la de un juego de mundo abierto, con un minimapa, indicaciones de misión, un registro de acciones y un largo etcétera. Aunque hemos jugado varias horas, aún no nos hemos acostumbrado a su inmensidad, y eso dice mucho sobre el tipo de proyecto que tenemos delante.
Un mundo abierto ambientado en China que sorprende
Where Winds Meet es un juego de mundo abierto con elementos de acción, RPG y aventura. Uno que por momentos puede recordarte a Assassin’s Creed o Ghost of Tsushima, aunque en el fondo acabas comprendiendo que es muy diferente. En parte se debe a su temática y a que se nota que está desarrollado en China. Es evidente que se inspira en los juegos occidentales del género, pero con una ambición casi diríamos que desmedida. Puedes hacer prácticamente de todo, desde ir a caballo, pasando por pescar, resolver puzles y practicar una cantidad casi inasumible de conversaciones.
Lo reconocemos, nos ha sobrepasado, y creemos que uno de los grandes problemas que tiene es que abarca demasiado sin destacar demasiado en ninguna parcela. Por ejemplo, la sensación de exploración es maravillosa, con paisajes increíbles a medida que recorres el escenario con tu caballo. Sin embargo, es un juego tan abierto que acabas perdiéndote en sus posibilidades. Las misiones secundarias abundan, aunque no nos han parecido demasiado interesantes, igual que las principales, que nos han aburrido con una hilo narrativo algo insustancial y que no apetece mucho seguir.
El juego al final se siente como lo que es, un free-to-play que busca que le metas muchas horas, que te pierdas por el escenario recolectando mil objetos, además de librando combates con todo aquellos enemigos que te encuentres en los campamentos. Realmente lo puedes jugar de muchas maneras. Tienes la trama para seguirla en cualquier momento, o también dedicarte a explorar un mapa gigantesco para conocer todos los entresijos narrativos. Es sorprendente cómo siempre hay alguien que tiene algo que contarte, incluso el NPC más insospechado, además de que abundan actividades de todo tipo con la capacidad para atraparte y hacer que te olvides de lo que estabas haciendo.
En nuestra partida tratamos de seguir la trama principal, pero algo bueno que tiene la construcción de su mundo es que te incentiva para que lo explores. La belleza de los paisajes y su variedad tienen mucha de la culpa. Es más, si sientes curiosidad por la cultura china, este videojuego tiene la capacidad de atraparte. Se centra en la era de las Cinco Dinastías, marcada por una fuerte inestabilidad política y nos ponemos en el lugar de un espadachín que trata de descubrir los misterios de su propia identidad.
El punto de partida no está nada mal, y aunque no hemos podido avanzar lo suficiente como para hacernos una idea de su calidad, podemos aseguraros que hay muchas cinemáticas (además de calidad) y cantidad de personajes que conocer. El trasfondo es también potente, con la presencia de varias facciones e incluso diferentes finales. Aunque no lo hemos visto, los desarrolladores manifiestan que nuestras acciones pueden cambiar el entorno de forma significativa, con campos que vuelven a florecer o calles abandonadas que cobran vida dependiendo de lo que hagamos.
Nos ha sorprendido que nuestro protagonista pueda escalar montañas y que existan tan pocos obstáculos para moverse de un lado para otro. Es cierto que el grado de pulido no acompaña, y veréis numerosos saltos de animaciones, además de transiciones que dejan una mala sensación de acabado, además de algunos problemas con las colisiones y la cámara. Sin embargo, insistimos en que resulta bastante sorprendente todo lo que propone esta producción, con un nivel de detalle que pocas veces habíamos visto en un videojuego.
El combate, que es uno de los pilares de la jugabilidad, también hay que decir que no está nada mal. Su esquema se asemeja más a un hack ‘n slash que a un soulslike, aunque tiene elementos de ambas perspectivas. El parry es fundamental, pero no es un requisito para salir victoriosos, ya que los desarrolladores incluyen una opción para sustituirlo por un evento quick time. No obstante, si quieres jugar sin ayudas puede ser muy retante, premiando tu rapidez de reflejos y combate táctico, siendo fundamental que sepas cuándo atacar y defenderte.
Y eso es solo la superficie del sistema combativo. El personaje es ágil y puedes hacer esquives con una satisfactoria respuesta a los mandos. Luego tienes una serie de movimientos especiales que vas desbloqueando, los cuales se activan con una combinación de botones muy intuitiva y que puedes ir personalizando a medida que avanzas. Porque la progresión es igualmente importante, y depende tanto de que tu personaje suba de nivel como de la inversión de puntos en desbloquear diversas técnicas.
Como decimos, meterte en el menú es abrumador, con una enorme cantidad de información sobre cómo funciona cada habilidad, y también sobre los propios elementos narrativos del particular universo de Where Winds Meets. Si no te queda claro, los creadores aseguran que tenemos más de 150 horas de juego individual, pero es que además el juego se puede compartir en partidas de hasta 4 usuarios. Podemos formar un clan o unirnos a él para disfrutar de una serie de actividades de grupo, incluyendo mazmorras, raids y batallas competitivas.
El sistema de equipamiento es otro de los elementos que más nos han gustado, con la oportunidad de mejorar a nuestro personaje de forma continua. Un detalle es que los elementos de armadura y estéticos están separados, porque es un F2P en que se brinda mucha importancia a las decisiones del jugador sobre cómo debe ser la apariencia del protagonista. A estos efectos, por supuesto hay una tienda in-game, que es el elemento monetario central, aunque en las horas que hemos jugado no nos ha resultado nada intrusivo.
Where Winds Meets da buenas sensaciones, pero debe mejorar
La beta cerrada que hemos probado nos ha dejado con buenas sensaciones, sobre todo por la ambientación, que es maravillosa, y un apartado gráfico que por momentos puede llegar a sorprender. Probándolo en PlayStation 5 hemos percibido abundantes problemas de rendimiento, pero en líneas generales nos ha maravillado por su aspecto artístico y sin duda es un motivo para, al menos, probarlo. Sobre el resto de cosas tenemos sentimientos encontrados, porque aunque el juego es tremendamente ambicioso, se nota que muchas parcelas jugables no las domina.
El combate no está mal, pero está ahora mismo algo lejos de ofrecer una experiencia competente dentro del género. La exploración se encuentra a un buen nivel, aunque las tareas no son siempre las más estimulantes, con un sistema de misiones algo caótico. La progresión está muy trabajada, y realmente sientes que tu personaje está creciendo. Tiene una estructura RPG muy potente, pero creemos que puede resultar algo abrumador por su exagerada cantidad de opciones y una interfaz que puede llegar a ser realmente intrusiva. Otro aspecto negativo es que esta prueba la realizamos en inglés, sin confirmación de que vaya a lanzarse en nuestro idioma.
No obstante, y tras jugarlo durante varias horas, Where Winds Meets nos ha resultado todo un descubrimiento, además de una apuesta única dentro de los mundos abiertos. Su forma de hacer las cosas es diferente, aunque tendremos que comprobar si el modelo free-to-play acaba funcionando en nuestro territorio cuando se lance oficialmente. Su lanzamiento sigue previsto para este 2025 en PS5 y PC.
Hemos realizado estas impresiones con un código para PlayStation 5 de la beta cerrada que nos ha proporcionado Everstone Studio.




























