El género de la supervivencia lleva varios años de moda y, aunque sus videojuegos se rigen por unas reglas ya muy definidas, algunos son capaces de ofrecer cambios interesantes a nivel jugable y visual. Esto es justo lo que sucede con The Wild Eight, un título bastante conservador pero que sabe innovar en algunos apartados y ofrece un aspecto visual realmente llamativo. Este videojuego, desarrollado por la empresa rusa Eight Points, se financió mediante Kickstarter y ahora, casi un año después, lanza su versión Early Access en Steam.
Lo primero que llama la atención, si lo comparamos con otros títulos del género, es su cautivador arte que, utilizando modelados de escasos polígonos, consigue crear un entorno con personalidad. Además, para potenciar este apartado, se hace uso de un excelente sistema de iluminación y partículas, con cambios climáticos y ciclos día/noche capaces de ofrecer grandes matices. Cerrando este apartado, su melancólica y tranquila banda sonora nos ayuda a sentirnos abandonados en el gélido paisaje. Por último, el título también ofrece un punto de vista casi cenital que nos permite ver con precisión nuestro entorno e interactuar con él.
Sobrevivir en Alaska
Nada más empezar deberemos elegir si jugar en solitario o con amigos, pudiendo crear nuestro propio servidor o unirnos a uno, siempre dentro de la modalidad PVP. De esta forma, ya sea en partidas con hasta ocho jugadores o solos, tendremos que elegir entre uno de los ocho personajes disponibles. Cada uno de ellos tendrá características diferentes, como recolectar más rápido, realizar ataques más fuertes o, por ejemplo, tener mayor resistencia. De esta forma, más allá del aspecto visual, elegir a uno u otro modificará en parte nuestra experiencia de juego.
El inicio de la aventura nos sitúa en un bosque nevado de Alaska, momentos después de sufrir un devastador accidente aéreo. En este gélido emplazamiento tendremos que intentar sobrevivir y encontrar ayuda, sin embargo, a medida que avance la trama iremos descubriendo diversas instalaciones que nos desvelarán los misterios que esconde este inhóspito lugar. Desprovistos de cualquier ayuda, tendremos que estar muy pendientes de los tres medidores de supervivencia: Salud, Hambre y Frío.
En este sentido, The Wild Eight es una experiencia tremendamente exigente, por lo que constantemente tendremos que comer, resguardarnos del frío o dormir para no acabar muertos. Lo primero que tendremos que hacer será recolectar materiales. En total existen siete tipos: maderas, piedras, pieles, huesos, metales, tendones y minerales. Cada nueva estructura u objeto requerirá de un número determinado de ellos, siendo el refugio y el taller los ejes básicos de la jugabilidad.
Inicialmente el refugio será una pequeña tienda de campaña que nos resguardará del frío y nos permitirá descansar, sin embargo, a medida que vayamos avanzando en el juego podremos ir mejorándolo para disponer de un espacio más confortable y un acceso más amplio al árbol de habilidades. Dicho árbol tendrá cinco ramas de mejora: Caza, Movilidad, Ataque, Defensa y Recolección. Para acceder a cada habilidad necesitaremos un nivel de refugio, Skill Points y una serie de materiales, mejorando de esta forma a nuestro personaje según nuestro estilo de juego.
El taller seguirá la misma dinámica, por lo que necesitaremos un determinado nivel y una serie de materiales si queremos construir mejores objetos. En total habrá cuatro apartados: Armas, Ropas, Trampas y Objetos Especiales. Aquí podremos obtener mejores ropas para protegernos del frío y los ataques, armas más efectivas para la caza, trampas para capturar animales u objetos especiales para mejorar nuestra salud (siendo imprescindible ir bien pertrechados antes de cada nueva expedición).
El mapa es procedimental, por lo que, con cada nueva partida tendremos una localización diferente. En este extenso emplazamiento encontraremos una gran cantidad de animales salvajes totalmente inofensivos como ciervos o conejos que podremos cazar para cocinarlos en la hoguera y alimentarnos. Además, podremos comer carne humana, setas, bayas o distintos tipos de latas y barritas energéticas. Pero en estas tierras también habitarán animales peligrosos como osos o lobos, los cuales no dudarán en atacarnos.
Defendernos de estos peligros y controlar en todo momento los indicadores de salud será fundamental, ya que, en caso de morir, perderemos todas las estructuras construidas y habilidades obtenidas, pudiendo recuperar únicamente los objetos de nuestro inventario en caso de encontrar nuestro cadáver. Por lo tanto, queda claro que estamos ante un videojuego exigente, sobre todo si jugamos en solitario.
Sin embargo, The Wild Eight no es solo un videojuego de supervivencia. Además del tutorial, tendremos que ir realizando multitud de misiones con el objetivo de descubrir una serie de misterios. Para ello tendremos que inspeccionar muy bien los entornos y cada nueva ubicación ya que, aunque la historia no es muy compleja, los distintos emplazamientos aportan información interesante en un ambiente que invita a la investigación.
The Wild Eight ofrece una propuesta sencilla y con un planteamiento muy interesante. No solo por su particular apartado gráfico y su cautivadora atmósfera, sino porque también es capaz de construir una aventura exigente y cargada de misterios con una jugabilidad accesible. Sin embargo, esto no significa que sea un videojuego fácil, al contrario, es una experiencia de supervivencia muy exigente que nos obligará a estar constantemente recolectando materiales, cazando, cocinando y mejorando nuestras habilidades para poder realizar incursiones cada vez más largas y complicadas.
Pero, pese a estar frente a un Early Access bastante sólido tanto a nivel jugable como estético, todavía queda mucho trabajo por realizar; Quizá lo más importante sea ampliar considerablemente los elementos de crafting ya que, aunque los objetos disponibles ofrecen profundidad y variedad para afrontar la aventura, con varias partidas descubriremos que es un sistema limitado y fácil de dominar una vez superados los exigentes primeros días. Por otro lado, si obviamos las misiones recomendadas, el juego se muestra carente de interés, ya que no ofrece retos de pura supervivencia.
También deben mejorarse aspectos del rendimiento, ya que hemos sufrido varios cierres inesperados durante las partidas. Por otro lado, el videojuego no viene traducido al castellano por lo que, aunque es igualmente disfrutable en inglés dado el poco texto existente, sorprende la ausencia de nuestro idioma cuando el título está traducido a nueve lenguas diferentes.
Sin embargo, aún es pronto para valorar el futuro de este videojuego en un género tan explotado como el de la supervivencia, además, está dando sus primeros pasos en acceso anticipado y la propia desarrolladora ya ha confirmado que lanzará actualizaciones semanales durante los tres o cuatro meses que quedan hasta su lanzamiento final. Dichas mejoras irán orientadas a balancear el juego, crear nuevas misiones, añadir elementos de personalización y, entre otros muchos aspectos, mejorar la experiencia de juego según el feedback de la comunidad. Queda por saber si en estos plazos recibiremos la versión final para Steam y cuándo podremos disfrutar este videojuego en PlayStation 4 y Xbox One ya que, en dichas plataformas, todavía no tiene fecha confirmada.
Hemos realizado estas impresiones con un código de la versión de PC que nos ha proporcionado HypeTrain Digital.