La saga XCOM está de vuelta. Así lo vimos el pasado mes de octubre con la aparición de Enemy Unknown, al que siguió hace poco su versión para tabletas y a los que ahora se une un no menos esperado The Bureau: XCOM Declassified. Esta clásica saga, dedicada al género de la estrategia por turnos, tiene un nuevo anuncio para nosotros: cambia totalmente de tercio y se pasa a la acción en tercera persona.
Bienvenidos a los sesenta
En las primeras impresiones que os traíamos el mes de mayo pasado os contábamos la rocambolesca historia de este juego que empezó sus andaduras en 2010 siendo un título de acción en primera persona. El título pasó primero por manos de Irrational Games y 2K Australia para acabar en el estudio que lo ha llevado a la tercera persona: 2K Marin.
En el juego veremos enseguida que se ha seguido la premisa de innovar y dotar al jugador de detalles nuevos aunque sin faltar a la pátina con la que XCOM cuenta desde su concepción hace casi veinte años.
La historia nos pone en la piel de William Carter, que lidera a una unidad que luchará contra las invasiones alienígenas, y se encargará de que las maniobras de The Bureau no lleguen a la luz pública.
Los años sesenta fueron un tiempo en el que la temática ovni y todo lo que le rodeaba estaban de moda y no son pocos los testigos que afirman haber visto tenido vivencias con seres de otros planetas. Como veis el enfoque del juego cambia sustancialmente y nos brinda una información que hasta ahora el juego no había explotado tan al detalle, aportando unas bases sólidas para este nuevo título. En cuanto a las diferencias con Enemy Unknown veremos que en lugar de viajar por todo el globo terráqueo esta vez contaremos con un mapa más local a nivel de Estados Unidos.
Jugabilidad a prueba de invasiones
Lo que en principio puede parecer un juego de acción en tercera persona es simple y llanamente una propuesta que va mucho más allá de todo esto. En un mercado cada vez más copado de títulos de este género en 2K Marin han querido apostar por una jugabilidad diferente no apta para aquellos que busquen un título de machacar botones a la hora de avanzar.
En The Bureau, la acción se mezcla con una gestión estratégica que nada tiene que envidiar al XCOM: Enemy Unknown. El título dota al jugador de un control total no solo de su propio jugador, sino también de los soldados que le acompañan.
Desde los primeros compases la acción no dejará de fluir. Una invasión alienígena nos servirá como toma de contacto para avanzar con unos controles clásicos aunque efectivos tanto en batalla como en la gestión de esta. El invitado de honor, y lo que da al juego ese plus diferencial es la aparición del Battle Focus, una visión que nos permite gestionar las órdenes de equipo de forma muy versátil y rápida. En primer lugar avanzaremos solos hasta que logremos reclutar a dos agentes más formando el equipo de tres que ya no se moverá en toda la partida.
El Battle Focus es una pantalla sobreimpresionada a la de la partida en la que tenemos una visual completa del equipo. Cada agente cuenta con un espacio en el que se nos revelan las acciones que puede realizar según su formación y habilidades. La navegación entre los slots de cada agente es muy rápida y la podemos realizar tanto con el ratón, de forma convencional, como con el teclado, mediante las flechas de dirección y los números, que servirán como acceso rápido a cada una de las acciones.
Lo que parece mucha información The Bureau lo soluciona con una visual muy bien trabajada y pensada para que el dinamismo del juego no baje ni un ápice. La acción trepidante que aportan las hordas de alienígenas se ve ralentizada –a propósito– mientras elaboramos la estrategia estando en la visión de Battle Focus, como si tomásemos la decisión de dar la orden en tiempo real, para después ejecutarla y que todo vuelva a la normalidad.
Las indicaciones en pantalla
La combinación entre estrategia y acción no solo se hace patente con la presencia de esta nueva visión sino también en la forma en la que el juego nos indica la colocación de elementos en pantalla o la seguridad o exposición del jugador según el movimiento que decidamos realizar.
Para que os hagáis una idea si mandamos a un jugador desplegarse para ocupar una posición elevada, un escudo de localización nos permitirá ver el grado de exposición de este al realizar el movimiento. Si el escudo es azul podremos situarlo sin problema, en cambio, si el escudo es rojo, el jugador podría estar en peligro si le damos esa orden. Este sistema nos ayuda no solo a situar bien a nuestros dos efectivos sino también a protegerles la vida de cara a evitar daños que no podamos curar. Esta también es una herencia de XCOM: Enemy Unknown… por mucho que hayamos evolucionado a nuestro agente, una vez muerto, muerto estará –dependiendo del nivel que hayamos seleccionado para la partida–. De ahí que afirmemos una y otra vez que este no es un juego para avanzar a lo loco sino para tomarnos cada batalla como un reto diferente a la hora de atacar y defender.
Entre batalla y batalla el juego sigue siendo muy intuitivo. Las diferentes acciones a realizar se muestran en la pantalla sin ser intrusivas en ningún momento. Los movimientos de recoger y activar elementos y munición se mostrarán cuando haya algún ítem con el que interactuar mientras que aquellos coleccionables presentes en cada escena se iluminarán de forma diferente para hacerse notorios.
El equipo
Como ya sucedía en las otras versiones, los soldados de nuestro equipo contarán con roles y habilidades asociadas al tipo de trabajo que desarrollen. Nosotros, como líderes de escuadrón, tendremos el cometido de guiarles y realizar las curaciones pertinentes mientras ellos, cada uno por su parte, aportarán diferentes formas de acabar con el enemigo.
La lista de posibilidades abre un abanico de hasta tres roles diferentes además del de líder. El "Recon" es un tipo de agente merodeador que cuenta con habilidades interesantes a la hora de infiltrarse, entre estas destacan la invisibilidad, el tiro certero o también la capacidad de ordenar ataques aéreos sobre el enemigo.
Por otra parte contaremos con el ingeniero, capaz de armar torretas láser, minas y causar pánico entre el enemigo para desplazarlo de una zona de mal acceso. Finalmente contaremos con el "Comando", una fuerza de choque implacable en el dominio de las armas que combinada con el resto de roles nos permitirá afrontar la misión con éxito.
Estas habilidades por si solas no nos salvarán de la invasión, lo que lo hará será la capacidad de combinarlas y hacer con ellas un ataque en el que aprovechemos cada palmo de terreno y cada habilidad del compañero para acabar con el enemigo.
Como hemos dicho las habilidades del líder no solo nos servirán para dar órdenes sino también para dialogar con los personajes que encontremos en los diferentes emplazamientos; el líder puede escoger las preguntas y respuestas que realizar al más puro estilo Mass Effect. Como jefes de equipo también deberemos mantener a nuestros soldados a salvo y podremos elevar objetos y enemigos del suelo, lo que facilitará la labor tanto a las torretas como del resto del equipo, evitando así el efecto de las coberturas sobre el enemigo.
Y esta es otra de las palabras clave en el juego: las coberturas. El juego ha aprendido bien de juegos como Gears of War y aprovecha cada recoveco de la pantalla para permitir que el jugador se proteja.
El avance de la pantalla no solo nos revelará más secretos sino que permitirá que el jugador mejore a sus soldados tanto en habilidades como en armamento contando con un equipo de científicos que investigarán para nosotros. Cargando dos armas y granadas de mano deberemos luchar por descifrar un enigma que por el momento nos supera. Para ello tendrán especial incidencia las diferentes fotos, investigaciones y documentos que podremos coleccionar… cartas, manuscritos y archivos indescifrables que aportarán luz a todo el asunto.
Una apuesta acertada
Los primeros compases del juego desvelan un juego diferente al resto que opta por introducir cambios sustanciales en la jugabilidad. Si somos sinceros lo más fácil hubiese sido crear un shooter convencional que hubiese venido a engrosar las filas de lo que ya tenemos en el mercado. Evitando eso, 2K Marin consigue un juego al que el Battle Focus le aporta ese añadido, ese plus que muchos jugones buscan en un juego.
El apartado técnico no nos enseña nada que no hubiésemos visto en cuanto a gráficos aunque si lo hace la excelente ambientación de los años sesenta en la que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle tanto en la ropa como en las armas pasando por la decoración del entorno realizada con maquinaria de la época combinada con elementos más futuristas.
Ya os decimos que no será un juego fácil en sus niveles más altos y que a algunos les costará ver –en un principio– la correlación entre acción y estrategia aunque os aseguramos que desde el primer minuto el título se encarga de sumergirnos en una acción estratégica de la que no se sale fácilmente.
