La financiación en masa o crowdfunding y más concretamente la exitosa plataforma Kickstarter, ya lleva un par de años dando sus frutos, pero creemos que lo mejor está todavía por llegar, con ambiciosos proyectos que terminaron su financiación en el último año, como es el caso de Starbound. Con nada más y nada menos que 2 millones de dólares recaudados, por fin Chucklefish Games, los creadores de este juego independiente, han puesto a disposición del público la primera beta, que está disponible desde el pasado 4 de diciembre en Steam y su página web.
A simple vista estamos ante una secuela no oficial o espiritual de Terraria, uno de los juegos más influyentes de los últimos años y el hermano bidimensional de Minecraft, el desmesurado éxito de Mojang y Markus "Notch" Persson, cuya fama todavía no conoce límites. Culpa de que a simple vista nos recuerde tanto a Terraria la tiene Finn "Tiy" Brice, el diseñador jefe de Starbound, quien ya trabajó en Terraria, y que para este nuevo proyecto se ha traído consigo además de un estilo gráfico prácticamente idéntico, las mismas mecánicas del juego, aunque con intenciones mucho más ambiciosas.
En Starbound te metes en la piel de un personaje que acaba de huir de su planeta de origen, tras ser invadido por una raza alienígena. A partir de este sencillo punto de partida te embarcarás en una gran aventura para sobrevivir, descubrir, explorar y luchar a través de un universo infinito, un sandbox o juego de mundo abierto de tamaño inabarcable, y cuyos planetas y escenarios se generan aleatoriamente, por lo que la experiencia de cada jugador es única e intransferible, y siempre distinta. Podemos disfrutar de todo tanto solos como acompañados de otros tres amigos en el modo multijugador, y hay incluso combate PvP, por lo que podemos enfrentarnos a otros jugadores.
Cada planeta tiene su propio habitad con diferentes tipos de terreno y materiales, su propia fauna y flora, condiciones atmosféricas y de gravedad únicas, alienígenas que pueden ser o no hostiles y que se generan también de manera aleatoria, aldeas con NPC, templos, mazmorras, infinidad de tesoros, nunca sabes lo que te vas a encontrar antes de pisar un nuevo planeta. Y la manera de afrontar el juego la decides tú, creando tu propia aventura: asentarte en un planeta y crear un enorme hogar o hasta una ciudad, ir de planeta en planeta como un nómada buscando recursos, aceptar trabajos o misiones de NPC, ir buscando guerra enfrentándote a otras razas alienígenas, dedicarte a plantar un huerto y dormir en una humilde tienda de campaña bajo el cielo estrellado… las posibilidades son prácticamente infinitas. Podrás tanto seguir la historia que plantea el juego y desentrañar el misterio que se esconde tras cada raza, como crear tu propia leyenda.
Lo primero que tenemos que hacer antes de embarcarnos en nuestra aventura es crear un personaje con el sencillo editor. Hay seis razas disponibles: los humanos, los avian, unas criaturas similares a las aves pero sin alas, los apex, una especie de primates con aspecto humanoide que parecen sacados de la famosa película El planeta de los simios, los floran, unas criaturas caníbales similares a las plantas, los hylotls, una especie acuática con aletas en la cabeza, y los glitch, una raza robótica cuya historia nos recuerda a la de los geth en la saga Mass Effect.
Como en la aclamada trilogía de Bioware, en Starbound cada raza tiene su propio trasfondo e historia, que podremos ir descubriendo si somos lo suficientemente curiosos, ya que será fácil perderse en la gigantesca galaxia que plantea el juego y obviar la historia que nos presentan. Los apex debido a un proceso descubierto por sus investigadores, son capaces de mejorar su estado intelectual, mientras degradan su estado físico, lo que ha generado muchas discrepancias entre ellos. Los floran tienen un aspecto tranquilo, pero son muy violentos, y están inmersos en continuas guerras con otras facciones de su raza. Los avian creen que perdieron sus alas tras la entrada en el mundo de los mortales desde el "Aether ", o su "Plano de los Dioses". Creen que recuperarán sus alas si vuelven al "Aether ", algo que conseguirán con una absoluta devoción teológica, tachando a los no devotos de "The Grounded". Y cuentan con un sofisticado armamento, que les fue concedido por una misteriosa y desconocida raza.
En el editor de personaje, además de la raza, el sexo y el nombre, elegiremos el color de la piel, el tipo de peinado, la ropa y su color, y hasta la personalidad, que es la postura corporal de nuestro personaje cuando está parado. Tras esto apareceremos en una nave suspendida en el espacio, y comenzarán las primeras misiones, que a modo de tutorial nos explican las nociones básicas del juego, bastante importante que asimilemos bien si nunca hemos jugado a Terraria. Nuestro primer objetivo es dirigirnos a una taquilla de la nave y coger algunos objetos, entre ellos una necesaria espada a dos manos, para combatir a los primeros enemigos, algunas antorchas, para iluminarnos si decidimos explorar una mazmorra o cae la noche, y coger el imprescindible manipulador de materia, que nos servirá para tomar todo tipo de recursos, desde minerales a madera, talando árboles.
Una vez "saqueada" esta taquilla estaremos listos para visitar nuestro primer planeta, mediante un teletransportador. En cualquier momento del juego, y siempre que estemos sobre la superficie de un planeta, podremos volver a la nave pulsando en el botón de teletransportación. También cuando nos matan volvemos automáticamente a la nave, siendo resucitados en una cápsula, a cambio de unas monedas. Nuestro primer objetivo será crear una mesa de crafting, lo que nos permitirá producir una serie de herramientas y objetos imprescindibles para sobrevivir. En nuestra primera partida, empezamos en un planeta con cantidad de árboles, y conseguir 35 maderas para construir la mesa de crafting fue tan sencillo como talar algunos árboles.
Pero gran parte de la grandeza de Starbound es lo imprevisible que resulta, y en una segunda partida, con un nuevo personaje, empezamos en un planeta que carecía de árboles, solo había una especie de setas gigantes que no nos daban madera. Por tanto no podíamos construir la imprescindible mesa, y tuvimos que probar suerte en otro planeta. Para viajar entre sistemas y planetas necesitamos combustible para la nave, para lo que hay que recoger ciertas rocas que podemos convertir en combustible. Antes de viajar a un destino, veremos cuánto combustible consumiremos en el trayecto. También antes de visitar un planeta podemos ver de qué tipo es –bosque, desértico, nevado, árido, lunar, etcétera-, y su dificultad. Siguiendo una lógica, en un planeta de tipo lunar, es muy probable que no encontremos árboles, aunque sí algunos minerales muy valiosos.
Una vez tengamos nuestra mesa de crafting, y siempre mediante otros materiales que hay que recolectar, podremos crear un hacha para talar los árboles más rápido, un pico para obtener minerales y cavar rápidamente, una cama donde dormir y recuperar vitalidad, un arco de caza para obtener comida de los enemigos, una hoguera donde cocinar esta carne –hay un medidor de hambre-, un yunque de hierro donde forjar armas y armaduras, y un larguísimo etcétera. Como en Terraria, hay un ciclo de día y noche, y al caer la oscuridad salen abundantes y peligrosos enemigos, por lo que más nos vale que tengamos un sitio donde refugiarnos, ya sea una casa que hayamos construido o una cueva.
Como ya os habréis dado cuenta los que seáis fans o hayáis jugado alguna vez a Terraria, la jugabilidad es prácticamente idéntica, desde los controles a las posibilidades de creación, aunque Starbound es mucho más ambicioso en todos los sentidos, al obligarnos a explorar todo el universo, no solo un planeta. Por más lugares que hemos visitado, no dejamos ver nuevos tipos de enemigos, minerales, plantas, aldeas con NPC, extraños mercaderes, templos que están esperando a ser explorados, es un juego que no deja de sorprendente, en el que sientes que por mucho que juegues nunca vas a llegar a ver todo lo que contiene, y en estas primeras horas con la beta apenas hemos rascado su superficie.
Al tener una ambientación de ciencia ficción, el armamento es muy variado, desde espadas y martillos hasta pistolas láser, y podemos hacernos con todo tipo de tecnología muy útil, desde una simple linterna, que nos permite explorar los lugares más oscuros pudiendo usar un arma en la otra mano, hasta naves y robots, que nos han prometido podremos utilizar. La ambientación es fantástica, y usando el mismo estilo gráfico que Terraria, se siente mucho más rico y variado, aunque todavía por pulir, algo normal al tratarse de una beta, con ciertas ralentizaciones en lugares puntuales.
El diseño artístico es genial, encantará a los amantes de la estética 8 bits, más acertado en los personajes que en los enemigos, aunque todavía nos quedan muchos por ver, y los escenarios son en ocasiones muy bonitos, con logrados amaneceres y atardeceres, con el acogedor cielo estrellado por la noche, o tormentas que invitan a refugiarnos. Lo que es sin duda sobresaliente y muy sorprendente es la banda sonora, simplemente preciosa. Inspiradoras melodías a piano que invitan a explorar y disfrutar sin prisa los extraños planetas que visitamos, que consiguen que perdamos la noción del tiempo jugando, al crear un ambiente muy cálido y acogedor. Una banda sonora que ya quisieran para sí muchas grandes superproducciones, y para que entendáis mejor de qué hablamos podéis escuchar algunas piezas en su página web.
Uno de los juegos que más van a dar que hablar en 2014
Más que un proyecto prometedor, Starbound se puede considerar una grata realidad, un juego que ya en su primera beta es muy disfrutable, y que nos puede dar decenas de horas de entretenimiento. A falta de muchos ajustes que irán llegando con las sucesivas actualizaciones y betas, las bases con las que cuenta son más que sólidas, y basta dedicarle unas pocas horas para darse cuenta de que estamos ante un indudable éxito, un título que dará mucho que hablar en los próximos meses. Su ambiciosa propuesta, su encantador aspecto gráfico, la preciosa banda sonora, Starbound te seduce rápidamente y te invita a perderte en su universo infinito, que nunca deja de sorprendente. Hablaremos y mucho de él durante 2014, pero si os ha llamado la atención lo que os hemos contado, haceros con la beta sin miedo, dudamos que os vayáis a arrepentir, es toda una inversión de futuro, y la mejor manera de reconocer a sus creadores el formidable trabajo que están realizando. De momento solo está disponible para Windows, Mac y Linux, pero tienen intención de que llegue a otras plataformas, como PlayStation 4.
