Hace un par de años salía en PC un interesante y original juego de estrategia ambientado en el periodo de guerra civil japonesa del siglo XVI, llamado Shogun: Total War. El objetivo del juego era liderar uno de los siete clanes beligerantes a la victoria total sobre el archipiélago japonés, a través de una gestión del territorio basado en turnos y de unas apoteósicas batallas en tiempo real. El resultado fue excelente, las ventas buenas y pronto vino una expansión ambientada en las guerras contra el imperio mongol de Kabulai Khan, que intentó conquistar Japón en el siglo XIII.
Era cuestión de tiempo que los autores del juego se diesen cuenta del potencial que tiene el utilizar la misma fórmula para recrear las batallas y líos en general que hubo en Europa en cualquier periodo desde la Edad Media hasta el siglo XIX; un periodo en el que los Europeos, antes de darnos cuenta de que el Euro y la Champions’ League son lo mejor, nos dedicamos a pegarnos por cada palmo de tierra, mientras que en España hacíamos lo mismo pero en un ámbito casi exclusivamente ibérico.
Así lo han hecho, y pronto estará en nuestros compatibles Medieval: Total War, la extrapolación a Europa de la fórmula utilizada en Shogun, presentando las diferencias de rigor en los escenarios y las tropas, introduciendo muchas novedades en el manejo de los territorios y en las batallas, y aprovechando las innovaciones gráficas de estos últimos años para presentar un mejor resultado final.
Medieval: Total War transcurre desde el año 1095, cuando tuvo lugar la primera cruzada, hasta el 1453, cuando cae Constantinopla y acaba la Edad Media, comenzando el más higiénico renacimiento.
Podremos controlar a un total de 12 reinos/imperios, teniendo cada uno de ellos sus propias peculiaridades, sus propias unidades de combate y, lo que es más importante, sus propios objetivos y condiciones de victoria. De esta forma, mientras que el objetivo de Inglaterra será establecer una base permanente en Jerusalén, los daneses tendrán como misión conquistar Inglaterra.
Como ya ocurría en Shogun, pero esta vez con un papel mucho mayor, habrá diferentes religiones en Medieval; en concreto el cristianismo católico, el cristianismo ortodoxo (el juego transcurre algo después del cisma de Oriente) y el Islam. Las religiones cobrarán un papel muy importante ya que cada región tendrá una población de una determinada religión (o varias), y naturalmente rechazarán al invasor "infiel"; también jugarán un papel importante los mandatarios de las religiones, como por ejemplo el Papa, que podrá pedir al jugador que cese las hostilidades contra otro imperio. ¿Bajo amenaza de excomunión?.
Independientemente de cuándo comencemos la partida y lo que pase en ella, a lo largo del tiempo irán ocurriendo sucesos históricos (en las mismas fechas en las que ocurrieron) que irán cambiando el curso de la partida. No faltarán los personajes históricos, no sólo los reyes, sino también héroes o generales famosos como Robin Hood, William Wallace, Juana de Arco o el mismísimo e invencible hasta en la muerte Cid Campeador. Los reyes y los génerales de los ejércitos tendrán ciertas características roleras que se irán desarrollando a medida que juguemos y según lo que hagamos, y que a su vez influirán en nuestras acciones y decisiones posteriores. Un rey cruel será temido pero a la vez odiado. Los personajes no sólo desarrollarán atributos, sino que también se ganarán apodos y estigmas; un general que huya con frecuencia de las batallas será apodado "el cobarde", y sus soldados le harán poco caso. Un rey que sobreviva a muchos intentos de asesinato se volverá paranoico y actuará como tal; según parece, habrá decenas y decenas de estigmas con sus correspondientes efectos.
También se han añadido novedades a la gestión de los territorios, y ahora podrán hacerse muchas cosas más; la diplomacia ha progresado de la misma manera (podremos ofrecer la mano de nuestras hijas a cambio de alianzas y cosas por el estilo), y ahora las relaciones entre imperios serán más complejas que antaño. En cuanto a los reinos/imperios que podremos elegir, Creative Assembly no ha revelado una lista completa pero ha hecho hincapié en el imperio Turco, Frances, Inglés, Bizantino y Germánico. Suponemos que entre las otras siete facciones que harán un total de doce estarán clásicos como Venecia y Génova (una de las dos o ambas), Dinamarca y España (que tendrá que hacer frente a su reconquista para luego, suponemos, cumplir un objetivo aún mayor).
Mientras que el manejo de los reinos será más o menos igual sea cual sea el país, en las batallas la cosa será mucho más variada. Al contrario que en Shogun, donde todos los ejércitos contaban con las mismas unidades, en Medieval cada reino tiene su propio ejército y tipos de unidades, haciendo un total de más de 100 tropas. Además, se han incluido las máquinas de asedio como la catapulta, que nos otorgarán una importante ventaja táctica para sitiar al enemigo y acabar con su castillo (y los pobres soldados que aguantan dentro). Las batallas siguen la misma dinámica que Shogun pero introduciendo novedades en las formaciones conjuntas, y un interfaz más sencillo si cabe, destacando los nuevos botones para agrupar unidades y seleccionarlas. Los parámetros del combate han sido modificados ligeramente, dando más efectividad a las cargas de caballería y ocupándose de detalles como la relación entre los lanceros y las armaduras. Habrá hasta 10.000 soldados en pantalla durante la batalla, con cuatro veces más detalle que en Shogun, por lo que prometen ser espectaculares.
Se puede decir mucho más de Medieval pero posiblemente nunca sería suficiente para describir todas las posibilidades del juego en su totalidad. Esta vez habrá una enorme cantidad de escenarios, concretamente uno por cada frontera entre países (una decisión muy acertada, por cierto), y las posibilidades del modo campaña se han multiplicado, lo cual añadido a la genialidad de las batallas en tiempo real, puede convertir a Medieval: Total War en uno de los mejores juegos de estrategia en mucho tiempo. Si la idea de luchar por el dominio de Japón ya era atractiva, no puedo ni imaginarme cómo será intentar conquistar Europa con el Cid Campeador y hacer tratos traicioneros con los reyes de la época. A finales de Agosto lo tendremos en las tiendas.