Las modas mandan, y tan pronto nos vemos saturados por aventuras ambientadas en la segunda guerra mundial que asistimos a una avalancha de MMORPG, MOBA, títulos gratuitos de cartas coleccionables o juegos de acción en primera persona de temática militar centrados en el multijugador. Ahora le toca el turno a los llamados hero shooters, un subgénero que combina precisamente dos de las modas que acabamos de mencionar: MOBA y shooter multijugador, ofreciéndonos de este modo una galería de personajes con características y habilidades únicas para que batallemos con jugadores de todo el mundo.
Probablemente Overwatch sea el juego más representativo del género, aunque cada vez son más los estudios que se están animando a probar suerte en este terreno, como bien demuestran casos como Battleborn, Quake Champions o el producto del que hoy venimos a hablaros: LawBreakers.
Para ponernos un poco en contexto, esta es la nueva obra de Cliff Bleszinski, más conocido por ser el creador de Gears of War, quien tras marcharse de Epic Games y tomarse un pequeño descanso de la industria, decidió regresar y fundar un nuevo estudio para crear un nuevo juego gratuito que recuperara el estilo de los grandes clásicos de la acción multijugador en primera persona como Unreal Tournament o Quake III.
Sin embargo, la escala del proyecto ha llevado al equipo de desarrollo a modificar sus planes iniciales y en vez de tratarse de un título gratuito, finalmente se venderá como uno de pago que prescindirá de los temidos micropagos. Aunque Boss Key Productions lleva celebrando varias alfas de fin de semana de forma periódica desde hace unos meses, ahora hemos tenido la ocasión de probar esta nueva apuesta para traeros nuestras primeras impresiones.
Tal y como podréis suponer por toda la introducción que hemos realizado, estamos ante un juego de acción en primera persona centrado en el multijugador competitivo por equipos. En vez de jugar con un personaje genérico, aquí escogemos al nuestro de entre una serie de clases.
Todas ellas tienen sus características únicas, por lo que dependiendo de nuestra elección gozaremos de unas armas u otras, diversos niveles de salud y movilidad, y unos artilugios determinados. De este modo, si nos decidimos, por ejemplo, por un asesino, nos moveremos a gran velocidad por el campo de batalla, pudiendo acercarnos en cuestión de segundos a nuestros rivales para destrozarlos a corta distancia antes de que tengan tiempo para reaccionar. Además, contaremos con útil gancho que nos permitirá recorrer el escenario con total libertad. Eso sí, nuestro nivel de salud será muy reducido y si nos pillan desprevenidos podéis estar seguros de que no duraremos mucho.
No hay muchas clases de personaje, pero todas ellas son lo suficientemente diferentes como para que no tengamos demasiados problemas para encontrar una que se ajuste a nuestro estilo de juego, ya sea por sus armas (rifles, ametralladoras gatling, pistolas...) o por sus habilidades (las cuales se recargan con el tiempo, permitiéndonos acceder a granadas, lanzacohetes teledirigidos, etcétera).
Pero si hay algo que destaca de LawBreakers es su vertiginoso ritmo de juego. Nuestros personajes se mueven a toda velocidad (y si usamos nuestros gadgets de movimiento más todavía), y los escenarios tienen una verticalidad que favorece mucho el combate aéreo, con saltos de todo tipo que nos animan a no quedarnos quietos ni un solo segundo si no queremos que nos machaquen.
De hecho, esto alcanza nuevos niveles en ciertas zonas del mapeado donde la gravedad no funciona como debería, facilitando que vayamos, literalmente, volando mientras disparamos a todo lo que se mueva y no sea de nuestro equipo, lo que da pie a unas batallas tan intensas como divertidas y espectaculares.
Los modos de juego se basan en objetivos, como controlar territorios o capturar una batería para cargarla en nuestra base, lo que favorece el juego en equipo para que nadie vaya por su cuenta, algo que nos parece un acierto de cara a los jugadores más competitivos y organizados, pero que, tal y como suele ocurrir, suele conllevar más de un momento de frustración cuando jugamos con desconocidos.
En lo que respecta al diseño de niveles, nos encontramos con mapas muy simétricos que favorecen el juego competitivo justo y equilibrado, aunque al mismo tiempo se echa de menos una mayor variedad en su diseño, ya que a la hora de jugarlos y más allá de su aspecto visual no suelen ofrecer experiencias distintas que nos hagan adaptarnos a las características propias de cada uno de ellos. Esta estructura tan encorsetada puede acabar jugando en su contra si de cara a la versión final no se diferencian mejor los mapeados a nivel jugable, por lo que esperemos que sea algo que se corrija.
Otro aspecto que tampoco ha terminado de convencernos demasiado son las sensaciones que transmiten las armas al utilizarlas, ya que la impresión general que nos dejan es la de que les falta cierta contundencia y algo de peso, por lo que disparar y machacar a nuestros rivales no resulta todo lo satisfactorio que debería.
En lo que respecta a su apartado gráfico, el título luce muy bien, con unos modelados correctos y unos efectos muy conseguidos, además de contar con un buen sistema de iluminación. A pesar de ello, las texturas y las animaciones todavía tienen margen de mejora, así como los obvios bugs que nos hemos encontrado al tratarse de una alfa. Al menos, el código de red parece funcionar sin problemas y la búsqueda de partidas no suele tardar demasiado en encontrarnos rivales.
En general, LawBreakers nos parece una buena mezcla entre las mecánicas de los shooters más actuales y el estilo y rapidez de los clásicos del género, ofreciendo una combinación muy divertida y prometedora que no dudamos de que sea capaz de regalarnos muy buenos momentos frente al monitor con sus frenéticas partidas. Evidentemente, todavía hay muchas cosas que pulir, como el uso de las armas para hacerlas más gratificantes, aunque esto no evita que sea un juego al que merezca la pena no perderle la pista.
Hemos realizado estas impresiones gracias al código que Nexon America nos ha facilitado para acceder a la Alfa.