El juego online lleva activo más de una década en el mundo del videojuego ofreciendo al jugador la oportunidad de disfrutar de partidas contra sus amigos en todo tipo de juegos, ya sean estos de estrategia, carreras o de acción. Sin embargo, con el paso de los años las partidas individualistas a través de Internet fueron dando paso a la colaboración entre jugadores para conseguir los objetivos marcados por el videojuego. Así, primero los Capturar la bandera y después los modos Asalto o Conquista, fueron dotando de un mayor protagonismo a la colaboración entre usuarios por encima del individualismo y las ganas de ser el mejor por encima de todo.
Battlefield y la modalidad multijugador de Return to Castle of Wolfestein dieron un giro radical al juego a través de Internet al crear dos bandos distintos, con una serie de combatientes con habilidades diferentes, que se enfrentaban en entornos de grandes dimensiones en los que además, en el caso del primero, se podían controlar una serie de vehículos para transportar mejor a los combatientes, o simplemente para terminar de una manera más espectacular con los rivales. En definitiva, de lo que se trataba era de buscar una auténtica necesidad de colaboración entre usuarios para realizar, en cooperación, una serie de tareas que desembocarían en la victoria sobre el rival.
Con esta premisa como base, Splash Damage, creadores del citado multijugador de Wolfestein, llamado Enemy Territory, se ha propuesto trasladar el universo Quake al juego online manteniendo algunas de las características más importantes de su anterior proyecto, pero además, incorporando una serie de novedades que lo convierten en uno de los títulos más interesantes del año.
Tomando como base los títulos multijugador citados con anterioridad, en Quake Wars nos encontraremos con un juego de acción en primera persona en el que podremos controlar a los dos bandos en liza, cada uno con sus diferentes tipos de unidades, armamento y vehículos; y en el que sus desarrolladores, dejando a un lado la campaña para un solo jugador, se han centrado en crear un sistema de misiones en el que, como decíamos, primarán ante todo las acciones conjuntas. De este modo el jugador, dependiendo del bando que haya escogido, y de la misión en la que se encuentre, tendrá que conquistar o defender ciertas posiciones, destruir o proteger distintas construcciones, o mantener el control sobre todo el territorio eliminando al adversario, siempre contando con la colaboración de sus aliados que, como explicaremos a continuación, poseerán una serie de habilidades vitales para poder progresar sin dificultades en la guerra.
Sin embargo, esto no quiere decir que se haya dejado de lado a los usuarios que también compiten por demostrar que son los mejores, y en este sentido en Quake Wars se encontrarán con los ya clásicos ranking en los que ver la posición que ocupan en el mundo, así como podrán obtener experiencia conforme vayan completando los distintos objetivos que se le encomendarán para así ir ascendiendo en la cadena de mando del bando en el que se compita.
Sin embargo, si por algo destacará esta creación de Splash Damage será por las grandes diferencias que habrá entre los dos bandos. No hablamos ya sólo de los rasgos físicos, que lógicamente serán totalmente distintos, sino que entramos ya en la propia forma de jugar. Así, por ejemplo, sólo tenemos que ver las funciones de los médicos humanos, más "clásicas" en el sentido de que se encargarán de revivir y sanar a los heridos, y la de los médicos Strogg, que no tendrán otra cosa mejor que hacer que utilizar los restos de los cadáveres humanos para extraer el material necesario para sanar y revivir a sus compañeros, mientras que además implantan una serie de parásitos dentro de los muertos, para darnos cuenta de lo bien caracterizadas que estarán las dos facciones.
Del mismo modo, las tropas de retaguardia humanas, los Cover Ops, que entre otras virtudes podrán piratear las líneas enemigas, desplegar radares para facilitar el avance de la infantería ligera, y usar rifles de precisión para eliminar a los Strogg desde la distancia, se enfrentarán a su contrapartida en el bando invasor, los infiltrados, que desplegarán también radares, eliminarán a los enemigos desde la distancia, y sobre todo, tendrán la posibilidad de escanear el territorio para encontrar a sus víctimas que, una vez muertas, podrán ser "poseídas" por los Strogg para suplantar su identidad, lo que puede llegar a causar auténticos estragos entre las líneas humanas.
Los vehículos también correrán la misma suerte que el armamento, es decir; los humanos usarán armas más convencionales y vehículos más clásicos como tanques, aviones y camiones de transporte, mientras que los Strogg se basarán en los cañones de rayos, pistolas de plasma; y en una gran variedad de naves de transporte y tanques verticales que arrasarán las posiciones humanas. Por supuesto, los vehículos no sólo servirán para que un usuario disfrute de lo lindo destrozando a todo aquel que se ponga por delante, sino que existirán distintas plazas dentro de cada vehículo que los jugadores tendrán que ocupar desempeñando la función que le corresponda: el conductor o piloto, pasajero, artillero, etc.
Todos estos elementos dotarán al juego de una gran profundidad estratégica, no ya sólo porque las batallas se podrán disputar por aire, mar y tierra; sino por las incursiones que podrán realizar los ingenieros de ambos equipos para dinamitar las estructuras enemigas; la posibilidad de instalar perímetros defensivos con radares, minas y torretas que frenarán cualquier incursión rival; e incluso la posibilidad de poder pedir refuerzos, ya sean éstos unidades, armamento, o ataques desde el cielo o el espacio. Son este tipo de acciones las que obligarán a los jugadores a ponerse en contacto, a organizar bien los ataques puesto que en determinados momentos pueden venir bien los bombardeos para despejar el territorio enemigo, o los robots que acompañarán a los ingenieros Strogg para reparar todos los vehículos que combatan en el frente. Del mismo modo los médicos serán vitales en ambos bandos, y nunca vendrá de más tener a alguien capaz de repartir la munición con la que abatir a los enemigos.
En cuanto al apartado gráfico, Quake Wars destacará por las grandes dimensiones de los entornos en los que se combatirá, así como en el gran detalle conseguido tanto en el modelado de unidades, vehículos y estructuras, como en los propios detalles de los entornos que recorreremos. Usando como base el motor gráfico de Doom 3, que ha sido convenientemente modificado por los desarrolladores, dejando completamente a un lado todo el trabajo realizado por Id Software y Raven Software en Doom 3 y Quake IV respectivamente, Splash Damage se ha centrado en crear campos de batalla más abiertos, y no solamente pasillos y estancias metálicas, con zonas montañosas, boscosas, e incluso entornos urbanos.
Los efectos especiales como las explosiones, el humo, y la iluminación, seguirán luciendo fantásticamente como lo visto en los títulos citados con anterioridad, siendo los requisitos mínimos similares a los vistos en Quake IV. También el apartado técnico destacará por la implementación de técnicas gráficas como la megatextura, que permite a los desarrolladores crear escenarios, como decimos de grandes dimensiones, con un nivel de detalles pocas veces visto en títulos de este género en lo que a sus texturas se refiere, consumiendo después las mismas muy pocos recursos del sistema. También el horizonte que se nos presentará en pantalla destacará por su gran distancia de dibujado ya que los objetos no se nos presentarán de repente ante los ojos a escasos metros de distancia.
Por lo demás, Enemy Territory: Quake Wars permitirá que hasta 32 jugadores se enfrenten a muerte en batallas encarnizadas en una gran cantidad de entornos increíblemente detallados, con una gran variedad de unidades dentro de cada bando, con gran cantidad de armas, y con la posibilidad de poder utilizar vehículos, lo que le dotará de una gran profundidad que seguro agradará a los seguidores de estos juegos. Sólo nos queda esperar a finales de agosto para saber si el trabajo realizado por Splash Damage termina en buen puerto y se convierte en un nuevo clásico en el mundo de la acción multijugador.
