La moda de los juegos gratuitos parece no tener fin, y cada vez son más las compañías que se suman al carro de lanzar sus títulos sin coste alguno y plagados de micropagos con los que mantener sus servidores activos. De hecho, este modelo de negocio parece ser que tendrá gran importancia en las consolas de nueva generación, como demuestran los últimos comentarios de Sony y Microsoft, así como el anuncio de DC Universe Online y Planetside 2 para PlayStation 4.
Centrándonos ya en Dragon's Prophet, decir que sus desarrolladores, Runewaker Entertainment, no son precisamente unos novatos en esto de los juegos gratuitos y los MMOs, ya que anteriormente se encargaron de realizar Runes of Magic, un MMORPG gratuito que fue bien acogido por parte de la comunidad de jugadores. Sin embargo, tras haber podido probar su beta en profundidad, esta nos ha dejado con sensaciones enfrentadas, ya que apenas consigue ofrecer algo que lo diferencie del resto de competidores. Además, todo lo que ofrece tampoco está ejecutado con la misma maestría que ya han demostrado los grandes del género.
Pero vayamos por partes, lo primero que tenéis que saber, es que el desarrollo de este Dragon's Prophet sigue las mismas pautas que hemos visto en otros tantos juegos, por lo que la mayor parte del tiempo estaremos aceptando y cumpliendo misiones para subir de nivel, las cuales cuentan con unos objetivos muy clásicos y poco originales, como recolectar objetos, matar un determinado número de enemigos o recorrer una mazmorra instanciada para matar al jefe final de turno. También se han incluido eventos dinámicos muy similares a los de Guild Wars 2, en los que podrán participar todos los jugadores de la zona, lo que nos ayudará a romper con la tónica habitual del juego.
En cuanto al creador de personajes, comentar que solo podremos crearnos humanos (no hay más razas para escoger) y decidirnos por una de las cuatro clases que nos ofrecen. Al menos hay las suficientes opciones de edición como para personalizar a nuestro avatar virtual y diferenciarlo del resto de jugadores.
En lo que respecta al sistema de combate, Runewaker Entertainment ha decidido apostar por uno de acción en tiempo real que prescinda de la necesidad de fijar objetivos, algo cada vez más común en el género, como hemos podido disfrutar ya en TERA y Neverwinter, y que próximamente también adoptarán los prometedores WildStar y The Elder Scrolls Online. Por lo tanto, tendremos la opción de rodar para esquivar ataques, hacer paradas en tiempo real para mitigar daño y contraatacar, etcétera.
Además, para darle algo más de vida a las batallas, podremos crear combos de habilidades, cuyo funcionamiento es bastante sencillo. Los ataques básicos los realizaremos con el botón izquierdo del ratón, y nuestros movimientos especiales con el derecho. Dependiendo del número de ataques básicos que hagamos antes de hacer click derecho, podremos ejecutar una habilidad u otra, la cual dependerá de cómo hayamos configurado los combos.
Sin embargo, las sensaciones que transmite el juego al combatir no son del todo satisfactorias, con unas animaciones algo lentas y una ejecución muy mejorable. Todavía es pronto como para juzgar sus posibilidades, pero en esta primera toma de contacto nos ha dejado con la impresión de que le falta ese "algo" que sí poseen títulos como Neverwinter, donde la acción transcurre a gran velocidad (pero sin perder nunca el control), con animaciones ágiles y muy cuidadas, y donde el uso adecuado de las habilidades es realmente importante, ya que aquí no hemos notado una gran diferencia de usar un combo a otro y hemos acabado realizando casi siempre el mismo. Quizás todo esto cambie en los niveles más altos, pero esa será una cuestión que resolveremos cuando llegue la hora de hacer su análisis.
Pero donde radica el mayor atractivo de Dragon's Prophet es en sus dragones. Existen 300 tipos diferentes de ellos que podremos capturar superando un minijuego en el que nos pedirán que mantengamos el cursor dentro de un círculo. Estas majestuosas criaturas son muy distintas entre sí y cada una posee diversas cualidades que las hacen únicas. Así por ejemplo, unas podrán volar, otras solo podrán ir a pie, las habrá que combatiendo cuerpo a cuerpo sean auténticas máquinas de triturar carne e incluso encontraremos alguna que pueda realizar poderosos ataques con su aliento.
Los dragones pueden ser usados tanto para combatir como para cabalgar. En cuanto a esto último, a pesar de que hay criaturas que pueden volar, no os esperéis algo similar a las monturas voladoras de World of Warcraft, ya que aquí apenas nos podremos elevar unos pocos metros antes de chocarnos con un techo invisible.
En batalla podremos invocarlas para que nos echen una mano durante un tiempo limitado, aunque a la hora de la verdad funcionan de forma muy similar a las mascotas de combate que hemos visto en otros muchos títulos, a pesar de que podemos realizar algún que otro ataque combinado y ganar ciertos bonificadores, lo que deja un poco desaprovechado este sistema que tanto juego podría dar. De hecho, no existe el combate a lomos de estas criaturas, lo que resulta bastante decepcionante en un juego que basa su principal atractivo en la doma de dragones. Según explicó Runewaker Entertainment, esto se debe a los desequilibrios que se podrían producir, especialmente cuando nos toque enfrentarnos a otros jugadores, aunque no descartan incluir esta opción a largo plazo.
Lo que sí que nos ha gustado mucho es la inclusión de crear nuestra propia casa, algo que se había ido perdiendo últimamente en el género. De hecho, si tenemos un clan podremos construir incluso un pueblo junto al resto de miembros de nuestra hermandad, lo que nos ha parecido todo un acierto.
Gráficamente el título deja que desear, con unas animaciones muy mejorables en todos los sentidos, unos modelados de personajes y escenarios muy simples, efectos gráficos meramente funcionales, y unas texturas que necesitan un buen lavado de cara. Al menos artísticamente cumple, ya que los diseños de los dragones son realmente buenos y muchos de ellos son ciertamente originales.
Finalmente, comentar que la banda sonora es bastante buena. Es de corte épico y orquestal y cuenta con temas que transmiten muy bien el espíritu fantástico y aventurero de este mundo de fantasía medieval. Por desgracia, no está del todo bien aprovechada, ya que no se suele adaptar bien a lo que ocurre en pantalla y no serán pocas las veces en las que suene una canción que no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo, o que directamente no suene nada en lo que se supone que es un gran combate contra un poderoso jefe final. Los efectos de sonido por su parte sí que son bastante discretos y el doblaje en inglés hace gala de unas interpretaciones realmente pobres, que más que ayudar a sumergirnos en la acción consigue el efecto contrario.
Como decimos, todavía es pronto para decir si conseguirá hacerse un hueco en este competido mercado o fracasará como ya ha pasado con otros muchos, pero por lo que hemos podido ver, actualmente existen otras alternativas mucho más interesantes a priori que lo que tiene que ofrecer este Dragon's Prophet, por lo que Runewaker todavía tiene un largo y duro trabajo por delante para convencernos de lo contrario.