ArmA III ha conseguido convertirse con sus dos anteriores entregas en un referente dentro de los simuladores de guerra, con dos títulos más que destacables que han sentado unas amplias bases de aficionados por todo el mundo. Ahora, el tercer episodio se prepara para seguir por el camino de la superación, con una nueva entrega más grande y ambiciosa que nunca.
Ya sabemos que la obra de Bohemia Interactive es una propuesta que intenta acercarse a la realidad, por lo que sería absurdo esperar las típicas secuencias espectaculares con explosiones de helicópteros, edificios derribándose y ataques alienígenas con rayos láser.
ArmA III refleja fielmente multitud de estampas militares, en las que la espectacularidad pasa por el realismo, la fidelidad de las armas y vehículos, y la veracidad de los escenarios.
En la siguiente sesión de juego intentaremos hacer un repaso por diferentes aspectos del juego, que recordamos, se encuentra aún en fase beta y no es representativo de la calidad del producto final. Alternaremos distintos tipos de misiones, la cámara en primera y en tercera persona, a pie o a nado... Por supuesto, lo que veremos a continuación es una pequeña parte de todo lo que incluirá el juego final, que llegará antes de que acabe este año.
Comenzamos con una misión en equipo a pie, en la que contamos con diferentes apoyos móviles. En esta misión nuestro objetivo es avanzar hacia una base controlada por el enemigo, intentando tomar el control de la misma sin perder ningún hombre.
No todas las misiones se desarrollarán a la luz del día, y a veces la visión y la visibilidad serán aspectos muy a tener en cuenta. En esta misión tendremos que conseguir llamar la atención de la facción enemiga, y arrastrarlos a una ubicación diferente para despejar el paso de nuestros compañeros. La noche nos da cobertura, pero una vez que nos detecten seremos un blanco fácil si nos iluminan.
En ArmA III no siempre tendremos que ir a pie, ya que algunas misiones nos obligarán a bucear para encontrar rutas más accesibles y menos defendidas. En este caso la ruta submarina cuenta con varias minas para protegerse de nuestra incursión, pero con calma y precisión podremos desactivarlas y abrirnos paso hasta la base enemiga.
Como hemos visto en la última misión, será importante pasar desapercibido. ArmA III, como buen simulador, no nos permite recibir un gran número de impactos mientras nos enfrentamos a infinidad de enemigos, por lo que cualquier encuentro en inferioridad numérica acabará en tragedia. Esta vez actuamos en solitario, encontrando el acceso más desprotegido a los vehículos que serán claves en la segunda parte de la misión.
Por fin hemos alcanzado el vehículo armado, aunque, como estamos actuando en solitario, nos veremos obligados a alternar entre ambas posiciones para progresar y atacar. También alternamos en el vídeo entre la cámara en primera persona y la cámara en tercera persona, para mostrar el nivel de detalle puesto por Bohemia Interactive en los interiores de los vehículos, los visores, las cámaras que incluye del coche, etcétera.
Aunque no es imprescindible para la misión, aprovechamos también para probar uno de los quads que aparecen en ésta. Todavía vemos que falta algo de trabajo por hacer, ya que nos da la sensación de que van casi levitando por el terreno. Bohemia Interactive ha mejorado éste y otros muchos aspectos en cada actualización, y confiamos en que sigan puliéndolo poco a poco de cara al lanzamiento final. Por cierto, al final del vídeo nos aguardaba un certero rival...
Afortunadamente, para otras misiones será necesario surcar los cielos, y para ello contamos con vehículos aéreos como helicópteros. En esta misión en concreto tenemos que trasladarnos hasta objetivos completos que cambian según progresamos. En el vídeo podemos ver cómo luce ArmA III, aunque por desgracia no podemos transmitir cómo cambia la jugabilidad cuando pasamos de un vehículo terrestre a uno aéreo.
Entre misión y misión podemos desconectar un poco e irnos al campo de entrenamiento. En los llamados desafíos (hay ya cuatro diferentes en la beta), podemos realizar un circuito contrarreloj en el que tenemos que llegar a la meta eliminando a todos los enemigos –o dianas– posibles mientras saltamos, nos agachamos y nos arrastramos para llegar hasta ellos.
Por último echamos un ligerísimo vistazo al editor, una función repleta de opciones que requiere bastante tiempo –y probablemente, ayuda– para poder empezar a trabar con él. Eso sí, los más pacientes y hábiles podrán crear prácticamente cualquier misión que se les ocurra, con infinidad de posibilidades por personalizar.