Pocos juegos tan desconocidos han gozado del tratamiento que ha recibido Viewtiful Joe. Siendo, a priori, uno de "los cinco" juegos con los que Capcom pretende obsequiar a GameCube –seguramente generosamente remunerados por ello -, ha acabado por convertirse en el más interesante de todos ellos e, indiscutiblemente, en el más fresco e innovador. Aún a expensas de ver lo que ese misterioso –a la par que tremendamente prometedor- y recién "reconfirmado" Killer 7 puede ofrecernos, se puede afirmar sin temor que el juego de Production Studio 4 será todo un hito entre el extenso y variopinto catálogo del cubo mágico de Nintendo. Resident Evil 4 será el más aclamado popularmente, sin duda, pero por lo que parece Viewtiful Joe (VJ) entrará a formar parte de ese selecto y restringido grupo compuesto por las pequeñas obras maestras que, ajenas al codicioso capricho del gran público, permanecen inalterables y son disfrutadas tan solo por el sector más bien informado y cultivado. Auténticas joyas que, por el hecho de no disponer de una generosa campaña de marketing, o, simplemente, por no interesar a las (llamémosle) masas, se mantienen en un segundo plano con respecto a los demás juegos, cuando en realidad su calidad es infinitamente superior. (Sí, hablamos, entre otros, de esa maravilla llamada ICO.) Pues algo así es lo que será, o pretende ser, Viewtiful Joe.
Y es que hemos comentado cientos de veces el hecho de la pérdida de toda creatividad en esta cada vez más comercial y creciente industria. Tal y como ha pasado en el cine o la música, los videojuegos están adquiriendo una importancia tanto económica como socialmente (por mucho que les pese a algunos) que fuerza a la industria a dividirse. A centrarse principalmente en aquel usuario mayoritario, el que consume los FIFAs y Tomb Raiders anuales y poco más. El usuario que, en definitiva, decanta la balanza de la llamada guerra de consolas. Es en este amplio sector donde una buena campaña de publicidad y, sobre todo, un cierto renombre entre el público juegan un papel clave. Porque la innovación no gusta a las masas. Sea en el ámbito que sea, cualquier (llamémosle) obra que se aleje ligeramente del patrón establecido sufrirá el mayor de los rechazos, simplemente por su extravagancia. Pero es esa cualidad la que hace única esa obra, aunque solo esté al abasto de unos pocos. Para paladares selectos, que dicen. Como el cine o la música independiente (con la diferencia de que en ambos casos esta vertiente no comercial ya está asentada y goza de su propio público).
Pues, gracias a Dios (o a quien sea), aún queda gente dispuesta a no ceder ante las leyes que dicta la (llamémosle) moda, que quiere seguir creando (porque de eso, en definitiva, es de lo que trata el arte), en vez de hacer una y otra vez lo mismo; y que sigue ofreciéndonos, a los que sabemos apreciarlos, maravillas, sean artísticas, cinematográficas, o, como en este caso, audiovisuales. Maravillas como Viewtiful Joe. Y resulta ser Capcom, paradójicamente una de esas compañías que está explotando a más no poder su emblemática saga Resident Evil (y va camino de hacerlo con Devil May Cry y Onimusha), quien ha apostado por cuatro títulos de nueva hornada para GameCube, de entre los cuales destaca sobremanera el que hoy nos ocupa, un prodigio técnico que aúna calidad artística y asombroso diseño, y los desprende, a tenor de lo visto, por los cuatro costados.
Pero ¿qué es Viewtiful Joe? En pocas palabras, bajo ese aspecto colorido y caricaturesco se esconde esencialmente un desenfrenado beat’em up "de estilo". Y, como tal, nuestra misión será la de ir recorriendo los preciosos escenarios bidimiensionales repletos de enemigos, eliminándolos a todos y recogiendo los "viewtiful points", algo así como los puntos que nos permitirán ir consiguiendo nuevos movimientos. Porque si hay algo que sorprende en este innovador título, dejando de lado su impresionante apartado gráfico del que luego hablaremos, es sin duda alguna el concepto que introduce de "estilo". En otras palabras, el cómo derrotamos a los enemigos. Algo que, yendo acorde con el acabado gráfico lleno de colorido y espectacularidad, le otorga al juego la personalidad propia que necesita. Dicho estilo vendrá dado, en esencia, por los combos que podremos realizar (y que iremos aprendiendo) a lo largo del juego, a medida que vayamos avanzando y recogiendo los ya citados "viewtiful points". En ellos residirá el alma del juego, y de entre ellos destacarán el asombroso tiempo bala, el zoom, o la velocidad máxima. Éstos nos servirán para derrotar de manera más espectacular y "bonita" a los enemigos; y lo mejor es que seremos recompensado por ello: por la calidad de los combos realizados y de los golpes finales ejecutados recibiremos más o menos puntos. De ahí el juego de palabras del título del juego: "Viewtiful", haciendo una intencionada mezcla entre "beautiful" (belleza) y "view" ("para la vista"). Por tanto, podemos esperar del desarrollo del juego una actividad frenética y absolutamente entregada a la luminosidad y la belleza. Prometedor, ¿no?
En cuanto a los gráficos, y a tenor de lo visto, simplemente podríamos decir que será el concepto de belleza elevado a la enésima potencia (¿al cubo, quizá?). En resumidas cuentas, serán escenarios en 2 dimensiones y media con Cel Shading aplicado a los personajes y los decorados. Todo ello en una explosión de color, de movimiento y de intensidad que no detendrá ni un segundo la vorágine de acciones a desempeñar. Y, según aseguran sus creadores, a unos constantes 60 cuadros por segundo. Tanto los combates como el diseño de los escenarios, o los personajes y enemigos transmitirán la sensación de estar viviendo un auténtico dibujo animado de altísima factura técnica, con explosiones en todo momento, y una cámara absolutamente endiablada que ofrecerá siempre los ángulos de visión más visuales y logrados. En este sentido, se espera que el juego esté a la altura o logre superar en cuanto a fluidez y uso del Cel Shading a auténticas maravillas como Zelda: The Wind Waker. Y, de no hacerlo, no andará lejos de conseguirlo.
Ya por último, y más a modo de curiosidad que otra cosa, el juego narrará la historia de Joe, una persona aparentemente normal que, casualmente, un día descubre estar destinado a ser un héroe al más puro estilo de los de los cómics americanos. Por ello, y gracias a una capa y un llamativo atuendo rojo, se convierte en Viewtiful Joe, y debe salvar al mundo de la invasión alienígena. Cuando sea Viewtiful Joe, dispondrá del medidor de combos especiales, con los que derrotar a los enemigos que se le crucen en el camino; sin embargo, en el momento en que el medidor se vacíe completamente, Joe volverá a su estado normal, aunque por suerte dicho estado durará apenas unas segundos, hasta que el medidor se rellene automáticamente. Segundos que, no obstante, pueden llegar a ser cruciales en determinados combates o momentos, por lo que convendrá utilizar los movimientos especiales con sumo cuidado.
Y ahora la mala noticia: probablemente nos quede más de un año para disfrutar de él. En América el juego está previsto para finales de año, mientras que los afortunados japoneses lo tendrán en apenas dos meses. Y nosotros, a esperar. Esperemos que cuando llegue siga ofreciendo todo lo que por ahora promete (¡y ojalá aún más!). De ser así, se convertirá indudablemente en uno de los mejores títulos de GameCube, siendo un auténtico soplo de aire fresco en esta industria que por momentos parece tan estancada; en un juego, en definitiva, de esos que siguen a rajatabla la máxima de Nintendo: "Solo para jugar". Pero "jugar" con mayúsculas. Jugabilidad a raudales, depurado aspecto técnico, y estratosférica diversión. Apuntadlo como futuro imprescindible. "Joe, Viewtiful Joe". Que llegue ya…
