Orígenes de 16 bits
Para empezar a hablar de F-Zero: Maximum Velocity (título que tendrá el juego en Occidente y que supondrá el regreso de esta famosa saga arcade a la actualidad), tenemos que remontarnos hasta los albores de esa maravillosa consola llamada Super Nintendo. Y es que el nacimiento de esta saga de racing-games futurista está irremediablemente ligado a los orígenes de la ya mítica Super 16 bits de Nintendo.
Demostrando el poder de SNES
Empecemos por el principio: corría el año 1990 y Nintendo quería demostrar al mundo entero las poderosas cualidades de su nueva máquina de 16 bits, máquina que tendría la durísima tarea de ser la sucesora de su mítica NES/Famicom, la cual estaba totalmente instalada en el mercado nipón y en Yanquilandia (se vendían incluso más Famicom que Megadrive en el país del Sol Naciente...aunque bueno, esa es otra historia). Para ello, y como ya desveló hace poco Shin Shimizu, productor de Nintendo que trabajó extensamente en la planificación así como en el diseño de las pistas del primer F-Zero, crearon un programa experimental que fuese capaz de demostrar las capacidades del nuevo hardware -en especial del archifamoso Modo-7. El propio Shimizu-san explicó con una simple pero genial frase el origen de la saga: “Cuando pensamos en cómo podíamos adaptar este novedoso programa a algún tipo de juego...nació F-Zero”. De este anecdótico modo surgió este mito de la velocidad que acompañó el estreno nipón de Super Famicom el 21 de Noviembre de 1990 junto a otro clásico incunable: Super Mario World. Ambos bajo la batuta del genio Miyamoto.
A partir de esa fecha tenemos que dar un pequeño salto temporal hasta Junio del 92 con el desembarco del “Cerebro de la Bestia” en nuestro país. A pesar del tiempo transcurrido, casi dos años, enfrentarse a un juego como F-Zero suponía toda una embriagadora experiencia en la cual nuestros sentidos se veían desbordados por un maravilloso y suave scaling unido a unas mareantes rotaciones en el cual al girar la nave giraba toda la pantalla. La hipnotizante sucesión de círculos-barrera en los límites de las pistas acrecentaban aún más la sensación de vertiginosa velocidad que llegábamos a alcanzar. Jugar a F-Zero era simplemente todo un espectáculo.
Una increible experiencia
Y es que nunca un racing-game en tan poco espacio (4 “exiguos” Megabits) albergó tanta diversión, emoción, toneladas de adrenalina, jugabilidad y sobretodo VELOCIDAD, así con mayúsculas. Las sinuosas y enrevesadas pistas de F-Zero situadas a 300 metros de altura nos situaban en un futuro lejano, concretamente al año 2560. En este hipotético mundo futuro que por una vez no era apocalíptico ni pesimista, la novedosa liga F-Zero -que se puede considerar como una versión evolucionada y sobretodo más violenta de la vieja y aburrida Formula 1- era una de las mayores diversiones en toda la galaxia y atraía a las masas venidas de todos los rincones del mundo. A partir de ese momento, una vez que entrábamos en el universo F-Zero lo único que podíamos hacer era elegir entre una de las 4 llamativas y angulosas aeronaves magnetizadas que teníamos a nuestra disposición: Blue Falcon (mi favorita y la más equilibrada xD), Golden Fox, Wild Goose y Fire Stingray (provista de 2 potentes turbinas que la hacían la más rapida pero de lenta aceleración)... y simplemente correr como posesos en pos del disputado primer puesto. Todo ello a lo largo de 15 fantásticos circuitos como la poblada y bulliciosa Mute City, la reseca Sand Ocean, la bella White Land o la amargante Death Wind con sus endemoniados vientos. Pero no todo se reducía simplemente a correr; los organizadores de la carrera habían dispuesto a lo largo de las pistas toda una serie de “regalitos” en forma de hileras de minas, tramos cortados o magnetizados, rampas y unos traicioneros aceleradores en forma de flechas para darnos un empujoncito en determinados momentos (¿quien puede olvidar Death Wind II en modo Expert?).
Buena versión de 64 bits
Una vez pasada la era 16 bits, llegaron los polígonos y el texture mapping y con ellos, Nintendo 64 la cual tuvo una más que digna versión (en mi modesta opinión, inferior al original) de la saga con F-Zero X, o lo que es lo mismo, un alucinante cóctel de velocidad extrema y polígonos a 60 frames por segundo y con 30 vehículos en pantalla. Algunas criaturillas lo tacharon de tener un apartado gráfico sencillo -dos entregas del colosal Wipeout de PSX ya estaban en las calles- pero a la impresionante velocidad y fluidez con que se sucedían las cosas en pantalla, ¿A quién le importaba no tener unos decorados ultra-detallados?... de todas formas no íbamos a ver nada a esa velocidad.
Calcado a la versión SNES
Ahora (ha sido un poco larga la intro, ¿eh?), transcurridos algo más de 10 años desde que se produjera el debut de la saga, F-Zero vuelve para acaudillar junto a Mario Advance o Castlevania: Circle of Moon un nuevo y glorioso “revival” de las 2D que tiene como nombre GameBoy Advance, o como a mi me gusta llamarla, “mi Snes portátil”. GBA promete inaugurar una nueva era 2D entre tanta sobredosis de millones de polígonos por segundo y bump mapping. Y es que no hay más que ver 2 o 3 imágenes del juego para darse cuenta que estamos ante un F-Zero literalmente CALCADO al de Snes (por eso antes me he extendido tanto hablando de la versión 16 bits). En F-Zero GBA, la acción transcurre 25 años después del primer juego poniendo a nuestra disposición nuevas y majestuosas y como no, nuevos personajes cada uno con su propia historia y marcadas rivalidades con el resto. Cuando elijamos el bólido que más se ajuste a nuestras preferencias de conducción todo estará listo para que comience la carrera por nuevos y desconocidos planetas que albergan las nuevas pistas de esta liga F-Zero y que estarán repletas de obstáculos, incluidos los contrincantes, que más de una vez nos obligarán a repostar para reponer nuestra maltrecha nave. Se retoma el sistema de varias ligas con diferentes niveles de dificultad aunque tendrá algún que otro modo de juego destacando por méritos propios un alucinante modo para 4 jugadores via link cable con un único cartucho, aunque hay que comentar que en con un solo cartucho no estarán disponibles todas las pistas. Para disfrutar al 100% de este modo, cada jugador deberá tener su correspondiente juego. Aún con un único cartucho y pocas pistas disponibles, jugar a este F-Zero GBA “4 players” se me antoja una experiencia verdaderamente adictiva como pocos otros juegos pueden llegar a presumir.
Sencillo manejo
Respecto al manejo de los vehículos, los controles permanecerán intactos con respecto al primer F-Zero: la cruceta digital para dirigir nuestra aeronave, y después los respectivos controles de aceleración, frenado y turbo sin olvidar los trascendentales botones superiores L y R para ladear-inclinar la aeronave en las sinuosas curvas de cada circuito.
Mayor sensación de velocidad
En cuanto a los aspectos técnicos, el propio Shimizu-san ha comentado que esta nueva versión, aunque básicamente tendrá el mismo look o atmósfera del original, al ser GBA una máquina tecnológicamente superior a Snes, la sensación de velocidad se ha conseguido mejorar bastante. Si duda una gran muestra de lo que puede llegar a hacer esta pequeña consola. Y eso que es sólo el primer juego, ¿qué harán los programadores cuando empiecen a exprimir a fondo el ARM 32 bits que constituye el corazón de GBA?
El retorno de un clásico
Una vez comentados todos estos aspectos tal vez mas de uno se esté preguntando: ¿No es demasiado parecido a la versión de Snes? Bueno, y qué. Han pasado más de 10 años y casi 3 si contamos la entrega de la 64 bits de Nintendo, tiempo más que suficiente como para que los seguidores incondicionales de este futurista racing-game pidiésemos a gritos una nueva ración de vértigo y velocidad extrema. Pero aún tengo otro argumento bastante más contundente: para muchos, muchísimos futuros usuarios de GBA, este será el primer contacto con F-Zero, pues como bien dijo mi compañero Hirasawa en su última y espléndida opinión (coincido con él plenamente), si Super Nintendo es una de las mejores consolas de todo los tiempos y muchos la añoran con verdadera nostalgia...¿porqué no darnos una nueva Snes de bolsillo para regocijo de generaciones pasadas y a la vez, dar a conocer a las nuevas generaciones las excelencias y el encanto de las 2D? Pues dicho y hecho...y como primer plato fuerte F-Zero y Mario Advance.
Por último sólo me queda por añadir: En el mes de Julio del siglo 21 comenzará...
¡la Carrera del siglo 26!.
