Final Fantasy VII sigue siendo considerado uno de los juegos más emblemáticos de la última década. En pleno décimo aniversario de su lanzamiento, Square Enix, está dispuesta a continuar detallando la trama original, tras varias secuelas argumentales, como una película (Advent Children) o el título de acción para PlayStation 2, Dirge of Cerberus. En este caso, hablamos de una precuela anunciada durante el E3 de 2006, cuya aventura se sitúa antes de lo acontecido en el RPG original y después de Before Crisis, un juego inédito fuera de Japón para móviles.
Sin duda Crisis Core es uno de los títulos más esperados por los usuarios de PSP, pero muchas dudas asaltan en torno al secretismo que normalmente acompaña a los juegos de Square Enix. El juego comienza con Zack como protagonista, y así es durante todo el juego, pues el nudo de la historia se basa en los hechos acontecidos cuando Cloud Strife no pasaba de un miembro de SOLDADO más.
Así pues, Zack y su mentor Angeal forman parte de la fuerza de ataque de Shinra, la megacorporación que además de dominar toda una ciudad (Midgar) dividida en sectores, utiliza la energía del planeta a modo de combustible. La vida de esta milicia consiste en resolver pequeños encargos y entrenamientos virtuales, hasta que la situación toma un giro cuando Génesis, un SOLDADO de primera clase, perteneciente a la élite, desaparece sin dejar rastro. Ángeal, su pupilo Zack y Sephiroth emprenderán un viaje para resolver un misterio que va más allá de lo que imaginaban.
Ante una precuela, el jugador siempre es consciente de muchos detalles de la trama, y en Crisis Core, Square Enix nos cuenta una historia conocida a grandes rasgos por medio del propio Final Fantasy VII a modo de flashbacks y del anime Last Order. Por el contrario, los jugadores no encontrarán grandes cambios que desvirtúen el mundo creado hace diez años, lo que hace que este título respete la historia principal y los acontecimientos ya conocidos. Esta arma de doble filo no permite demasiada libertad a sus creadores, pero por otro lado podemos asegurar que no se cometerán cambios drásticos negativos, y las nuevas incorporaciones, como el personaje de Angeal o la reaparición tras Dirge of Cerberus de Génesis, están bien integrados como parte de la aventura.
Crisis Core adopta el género RPG, pero no de la forma tradicional de Fantasy VII. Los combates aleatorios dejan de ser por turnos, para encontrarse a medio camino entre el sistema del decimosegundo capítulo y los action-rpg como la saga Kingdom Hearts. Nuestro protagonista, Zack, entra en combate con los enemigos (en ocasiones con más de media docena de ellos simultáneamente), con libertad de desplazamiento en el área de combate mediante el stick analógico, aunque automáticamente se fija como objetivo al enemigo más cercano, y se dirige hacia él. El botón O realiza la tarea indicada en una lista horizontal que puede ser modificada con los botones L y R.
La primera de las opciones es el ataque básico con espada, equivalente al comando atacar, que no necesita pasar por ningún tiempo de espera entre un golpe y otro salvando un pequeño instante que separa a Crisis Core de juegos más enfocados a la acción. No existen combos debidos a la velocidad, pero sí es posible golpear a varios enemigos simultáneamente. El botón X es un atajo directo al comando atacar. Por supuesto, necesitaremos de la magia (tanto de cura como ofensivas) identificados como materias que consumen una serie de puntos, y objetos en nuestro haber. También se contempla la posibilidad de cubrirse de ataques y de evadirse con un movimiento rápido, acción que incuso es útil ante ataques mágicos enemigos.
Una de las novedades clave se encuentra en el denominado Digital Mind Wave (D.M.W), una ruleta que en la parte superior gira constantemente. Cada rueda afecta a uno de los parámetros de Zack y según los números indicados se obtienen mejoras instantáneas como aumento de vitalidad o puntos de magia, pero los mayores premios dan como resultado suculentos ataques finales, los conocidos como límites, con devastadoras consecuencias, así como la recuperación total del personaje, dependiendo de los personajes que formen la ruleta. Este es el medio por el que se permiten realizar las espectaculares invocaciones (siempre en posesión de un item asociado al monstruo), que en esta ocasión consisten en una secuencia de vídeo en lugar de la clásica animación generada en tiempo real. Además de la colocación de materias con sus diferentes niveles de poder, también podemos conseguir diversos accesorios de protección. A medida que avanzamos, también se desbloqueará la posibilidad de fusionar materias.
Estos combates aleatorios pueden asaltar nuestro camino en el avance de la trama, sin transición a una pantalla de batalla, toda la batalla se realiza en el propio escenario. Normalmente, las misiones poseen una forma lineal y un avance único, pero no se han olvidado de incluir algunas zonas de exploración (sin llegar a ser comparables a lo visto en otras entregas de Final Fantasy), entre la que cabe destacar por su nostalgia el edificio de Shinra y parte del sector de Midgar. Numerosos guiños a los jugadores del original aparecen presentes, como el piso museo con la motocicleta y los vehículos que usa Cloud en la fase de conducción Final Fantasy VII, imágenes de Viento Fuerte o el cohete espacial de Cid.
Parques o la iglesia de Aeris también aparecen representados de forma tridimensional, respetando multitud de detalles que PlayStation solo pudo mostrar como fondo renderizado. Se permite hablar con el buen número de habitantes que pasean por los lugares, y está accesible un mapa de la zona, dividida por barreras en las cargas de la misma forma que se vio en Final Fantasy XII. La cámara se puede girar en torno a Zack con los botones L y R para ubicarse mejor, una función no posible durante las batallas (ya que se utilizan con otro propósito).
La duración del juego se estima muy variable. Si bien la primera partida la trama principal puede ser completada en 30 horas o menos, completar los numerosos encargos y misiones alternativas (anunciadas por medio de avisos al móvil de Zack) duplicará el tiempo de juego, algo que sin duda ayuda a alargar la vida del juego. La segunda partida ofrece una pequeña sorpresa en forma de vídeo al finalizarlo.
No podemos dejar a un lado el apartado gráfico de Crisis Core, algo que destacó desde el momento de su anuncio por la espectacularidad nunca vista en PSP, y así es. Obviando títulos de próxima aparición como God of War: Chains of Olympus, que hace uso de los 333 Mhz de la consola, el juego de Square Enix sube el listón técnico de la portátil una vez más. Los personajes poseen unos modelados envidiables, que en cortas distancias muestran detalles y texturas no vistos hasta la fecha en PSP, junto con escenarios de horizonte más amplio que Metal Gear Solid Portable Ops, todo ello sin defectos técnicos (aparición súbita de elementos en el escenario o niebla…) y un motor gráfico muy estable y fluido, tan sólo pequeñas ralentizaciones puntuales durante varias explosiones en combates. También efectos como el fuego o el humo alcanzan un nivel muy superior a lo visto hasta el momento en la portátil de Sony.
Artísticamente sigue la línea marcada por Nomura en sus producciones como director, como por ejemplo Kingdom Hearts. Las texturas son limpias, generalmente de colores vivos, que se adaptan perfectamente a la ambientación de las aldeas sencillas que visitaremos a lo largo de la historia. Las animaciones son destacables, tanto en el juego como en las secuencias cinemáticas principales (con gestos faciales muy expresivos), aunque al igual que ocurría con el juego de Square Enix basado en películas de Disney, algunos diálogos secundarios están menos trabajados.
En el apartado sonoro cabe esperar algunos temas clásicos retocados para la ocasión, pero especialmente muchos nuevos más compuestos por Takeharu Ishimoto que apuestan por guitarras y sonidos agresivos en las batallas que no rozan la genialidad de Nobuo Uematsu, sin ser por ello un apartado descuidado. Los sonidos mantienen el buen nivel rescatando una vez más algunos típicos de la saga. Tendremos que esperar aún unos meses para comprobar si la calidad del doblaje americano llega al nivel del japonés.
Crisis Core Final Fantasy VII es sin duda una de las grandes superproducciones para PSP del género, que gustará sin duda a los seguidores de los action-rpg (con matices) aportando novedades sobre el pasado de Sephiroth y Zack, personaje clave en la séptima entrega de Final Fantasy. Debajo de un envoltorio técnico deslumbrante encontramos un excelente RPG, que promete muchas horas de juego reviviendo hechos clave que han marcado a una generación de jugadores. Su salida en occidente se espera a lo largo de este año, con una aparición en Europa durante los meses de primavera.