Hace muy poco, con motivo del lanzamiento de inFamous First Light, dijimos que hay contenidos descargables de pago que sí merecen realmente la pena, más parecidos a las expansiones de antaño, y que curiosamente casi siempre aparecen para juegos que ya de por sí iban cargados de bastante contenido. Los DLC de títulos como Grand Theft Auto IV, Red Dead Redemption, Fallout 3 o Borderlands 2 por poner algunos buenos ejemplos, que añaden unas cuantas horas más y que en algunos caso incluso incorporan mecánicas de juego nuevas.
Los juegos de mundo abierto se prestan mucho a este tipo de contenidos, y ahora le toca el turno a Watch Dogs, que tras lanzarse el pasado mes de mayo entre una gran polémica debido a sus recortes gráficos respecto a lo que se mostró por primera vez, ya ha vendido según Ubisoft más de 8 millones de copias, todo un éxito para tratarse de una nueva saga, que como no podía ser de otra forma va a tener sus propios contenidos descargables de pago. Un sandbox muy entretenido y con muchas cosas por hacer, que va a recibir esta interesante expansión titulada Bad Blood.
En ella controlaremos a T-Bone, uno de los pocos personajes que ayudaban a Aiden Pearce en su cruzada, y que aquí vivirá su propia aventura, tras los acontecimientos narrados en Watch Dogs, algo que se agradece, ya que lo de las precuelas está un poco manido.
Este hacker tan excéntrico como brillante acepta un último trabajo de su amigo Aiden antes de huir para siempre de Chicago, en la que se trata de la primera misión de Bad Blood, que sirve de toma de prólogo y toma de contacto.
Pero justo tras resolver esta misión, la noche antes de abandonar la ciudad, recibe una llamada desesperada de un antiguo amigo, Tobias Frewer, quien se encuentra en el maletero de un coche, y a quien no le puede negar la ayuda, pese a poner en peligro su plan de fuga. A partir de esto nos veremos envueltos en una interesante trama en la que T-Bone tiene que volver a enfrentarse a la corporación Blume, intentando cerrar para siempre un oscuro episodio de su pasado. Este personaje cuenta con las mismas habilidades para el hackeo que Aiden Pearce, aunque una personalidad muy diferente, más agresiva e impulsiva, reduciendo a los enemigos de manera muy violenta con un taser y una llave inglesa, y pronto también conoceremos algunas novedades jugables, en forma de habilidades y misiones.
Por ejemplo el interesante uso de un coche de radio control, que sirve para introducirse en sitios reducidos y poder hackear a distancia, al que poco a poco le iremos haciendo mejoras, como poder electrocutar y dejar noqueados a los enemigos, o incluso adosarle explosivos, y convertirlo en un coche bomba. Por lo que hemos jugado hasta el momento de Bad Blood, esta aventura está más centrada si cabe en el sigilo y la infiltración, al menos en sus primeras misiones, y vivimos algunas situaciones en las que no podemos activar las alarmas, o tendremos que volver a iniciar desde el último punto de control.
En la misión en la que desbloqueamos el uso del coche de radio control, teníamos que introducirnos en unas instalaciones llenas de rayos láser a modo de trampas, que teníamos que evitar a toda cosa, y no se nos permitía ni un solo error, teniendo que ir con mucho cuidado, en unas escenas un tanto plataformeras y que se salen de lo habitual que vimos en Watch Dogs. Esto junto al coche, con el que podemos "juguetear" de diversas formas con los enemigos, hacen que la jugabilidad gane en posibilidades, manteniéndose también las habituales persecuciones en coche, y los espectaculares y entretenidos tiroteos.
Bad Blood está formado por diez misiones principales que nos cuentan la historia, pero además de las habituales tareas y minijuegos que ya estaban en el juego principal, y que aquí permanecen, hay un nuevo tipo de misiones secundarias tituladas Limpieza callejera. Estás siempre se desarrollan en un escenario lleno de enemigos, y nos piden objetivos como hackear un teléfono móvil sin que nos detecten, dejar inconscientes a dos soldados, o volar por los aires tres cajas de suministros. Lo interesante es que tenemos un objetivo principal y un secundario, como es habitual en la saga Assassin's Creed, siendo este segundo bastante más difícil, como hacer todo sin que nos detecten, o sin matar a nadie, por ejemplo. Y además tienen marcadores en línea, para picarnos con jugadores de todo el mundo para ver quién se las acaba más rápido y mejor.
Pero la novedad que más nos ha gustado de este DLC es poder jugar las misiones de Limpieza callejera de manera cooperativa, junto a otro jugador. Tuvimos la ocasión de probar un par de estas misiones junto a un compañero de la prensa –solo se podrán jugar online, nada de pantalla partida-, y nos lo pasamos en grande la verdad. Es muy entretenido eso de ir en sigilo en pareja, repartiéndose a los enemigos, "tú por aquí y yo por allí", e ir por la ciudad cada uno en su vehículo, provocando un poco el caos. Un gran añadido, que ahora visto en perspectiva y con la aparente facilidad con la que se ha implementado aquí, debería haber estado de inicio en el juego que se lanzó en mayo.
Un DLC de los buenos
Bad Blood es un contenido descargable muy interesante, con un nuevo personaje, una nueva historia y novedades jugables de peso, desde el divertido coche de radio control, con el que se pueden hacer muchas trastadas, hasta las misiones cooperativas para dos jugadores, que cambian y mucho la manera de jugar a Watch Dogs, y que nos parecen un genial añadido. Bad Blood estará disponible el 23 de septiembre para todos aquellos que hayan comprado el Pase de temporada, y el 30 de septiembre para el resto de jugadores, todavía no sabemos el precio, aunque suponemos que rondará los 15 euros.