En junio de 2013, cuando todavía no se habían puesto a la venta PS4 y Xbox One, se anunció Kingdom Hearts III, con un tráiler que fue acogido con una entusiasta ovación en la conferencia de Sony durante aquel E3, la mayor de la noche. Un claro ejemplo de que estamos ante una saga muy querida, de esas pocas que se puede considerar que tienen "magia", habiendo creado un vínculo muy especial con los jugadores, a los que la larga espera de esta entrega se les está haciendo un tanto dura.
Casi cinco años después todavía no conocemos su fecha de lanzamiento, un anuncio que se hará esperar al mes que viene, pero al menos sí hemos podido probarlo por primera vez, y comprobar que Square Enix tiene algo muy grande entre manos, un juego que va a entusiasmar a los amantes de la saga y que se puede convertir en uno de los mejores títulos de 2018, si es que finalmente sale este año, algo que no tenemos muy claro.
En un evento que se ha celebrado en Los Ángeles y que ha contado con la presencia de Tetsuya Nomura (el director del juego) y Tai Yasue (codirector), esperábamos que se anunciara la fecha de lanzamiento, algún nuevo tráiler, la presentación de un nuevo mundo o algún tipo de detalle que no conociéramos hasta ahora.
Pero no, este evento ha estado totalmente centrado en que probemos el juego por primera vez, durante una hora y media, con dos demostraciones diferentes.
Visitamos los mundos de Hércules y Toy Story
La primera demo transcurría en el mundo de Hércules, y parecía ser uno de los momentos del principio del juego, algo que ya sabréis los que habéis jugado a Kingdom Hearts 0.2 Birth by Sleep - A fragmentary passage (incluido en Kingdom Hearts HD II.8 Final Chapter Prologue), que al final nos contaba a dónde se dirigían Sora, Donald y Goofy, sirviendo de antesala a esta tercera entrega.
Esta demo era muy breve, y básicamente era un espectacular combate contra un titán, que servía para ir acostumbrándose a los controles, comprobar algunas de las nuevas mecánicas, como correr y escalar paredes, y ver de manera clara que este Kingdom Hearts será muy épico y espectacular, y que intentará dejarnos con la boca abierta constantemente, con alucinantes ataques especiales y combates contra enemigos gigantescos.
Tras escalar corriendo por las paredes de un enorme desfiladero, y golpear las piernas del coloso, se iniciaba una escena en la que desplazándonos en una montaña rusa teníamos que disparar al coloso. En cada escenario habrá un tipo de atracción disponible -una montaña rusa de agua, una vagoneta desde la que disparas en primera personas, unas tazas con las que golpeas a los enemigos-, y habrá que fijarse en una indicación verde en los enemigos para activar las atracciones.
La segunda demo sí era bastante extensa, y transcurría en el mundo de Toy Story, posiblemente el más celebrado desde que se anunció el juego, y no es para menos. Todos quedamos boquiabiertos cuando vimos las imágenes y el vídeo de este mundo hace casi un año, al haber recreado de manera tan perfecta los personajes de la película de Pixar, algo que se mantiene cuando lo juegas y lo ves en directo, simplemente una pasada.
Tras un combate de bienvenida y una primera cinemática en la que los personajes se presentan, podemos recorrer con libertad la habitación de Andy, y comprobar algunas de las mecánicas nuevas en la exploración de los escenarios. Ahora algunas superficies y estructuras tienen un brillo que nos indica que podemos correr por ellas, sin tocar un solo botón, tan solo con acercarnos. Podemos correr por las paredes vertical o lateralmente, y esto hace que la exploración de los escenarios sea más libre y satisfactoria, ya que ahora además son mucho más verticales. También unos puntos brillantes amarillos que ofrecen interacciones especiales con el entorno, como hacer equilibrismo sobre una pelota o dar saltos especiales, como si se tratara de una especie de QTE.
Pero como buen action RPG lo más importante serán los combates, muy divertidos y con muchísimas posibilidades, y más dinámicos que nunca, aunque se sigue sintiendo como un Kingdom Hearts, tampoco esperéis una revolución. La novedad más notoria son las diferentes llaves espada que podemos equipar en tiempo real, cada una con su propios ataques, movimientos y animaciones.
Al golpear se va rellenando una barra de transformación, y cada espada tiene tres transformaciones diferentes, que cambian completamente su forma y set de movimientos y ataques especiales. Al parecer hay una llave espada en cada mundo, decorada con motivos del correspondiente universo (pudimos probar la de Toy Story, la de Monstruos S.A y la de Enredados), y lo que puede empezar siendo un martillo puedes acabar como un enorme taladro, o unos brazos mecánicos en una pareja de yo-yo, pero solo si queremos activar cada una de estas transformaciones, de manera progresiva.
También dependiendo de los personajes que nos estén acompañando en ese momento tendremos varios ataques especiales, en este caso gracias a Buzz Lightyear y Woody nos podíamos subir en un cohete y golpear hasta el infinito y más allá, y también tenemos los links, unas invocaciones de personajes de distintas películas, habiendo disponibles en esta demo de La Sirenita y ¡Rompe Ralph!, cada una de ellas con sus propias mecánicas. Esta segunda "invocación" era muy sorprendente, ya que como si se tratara de Minecraft teníamos que ir poniendo unos bloques por el escenario con Ralph, que primero congelaban a los enemigos con un haz de luz y luego al romperlos los dañaban.
Entre los ataques de cada una de las tres transformaciones de cada llave espada, el apuntado y fijación de enemigos en primera persona que causa diferentes ataques dependiendo de la llave equipada, los especiales de los aliados que nos acompañan, los ataques link y las atracciones -además de las magias, que siguen presentes pero que parece han perdido protagonismo, excepto la de curar-, el juego no deja de sorprender con nuevas mecánicas todo el rato, con unos combates que, volvemos a insistir, son siempre muy espectaculares, aunque nunca caóticos, pese a lo que podría llegar a parecer en un rápido vistazo, con tantos enemigos y efectos en pantalla.
Tras explorar la habitación de Andy y salir al exterior de la casa, donde pudimos librar varios combates en el jardín y la carretera, la siguiente localización que visitamos fue la tienda de juguetes, donde el juego se volvió a sacar de la manga nuevas mecanicas. Aquí nos recibieron un nuevo tipo de enemigos, uno robots enormes, tipo mecha, y podíamos montarnos en uno de ellos transformándose el juego en uno de acción en primera persona.
Diferentes ataques cuerpo a cuerpo, la posibilidad de propulsarnos y volar por el aire, ataque de fuego y especial, e incluso hasta tres tipos de robots distintos cada uno con sus propias particularidades, y todo esto para una sección dentro de uno de los mundos, lo que habla muy bien de la ambición de esta entrega. Son enormes las ganas de Kingdom Hearts III de no estarse ni un minuto quieto, siempre proponiendo nuevas ideas, que prometen una aventura entretenidísima si mantiene esta variedad de situaciones durante todo su desarrollo.
Esta tienda de juguetes fue el escenario más amplio que pudimos visitar, con tres plantas y diferentes secciones, pero lo cierto es que la estructura de la aventura, tanto por el tamaño como por su linealidad, no difiere demasiado de lo que ofrecía Kingdom Hearts II, y nos ha parecido un pelín anticuado en su desarrollo. Los escenarios no son demasiado grandes, aunque sí son más verticales, y el diseño de niveles nos ha parecido bastante simplón, no hay demasiados motivos -ni posibilidades- para explorar y perderse por ellos, esperábamos algo un poquito más ambicioso y elaborado en pleno 2018. Eso es posible que se encuentre en otros mundos que todavía no hemos jugado, pero tenemos que hablar de lo que hemos visto, y dejar claro que nos ha decepcionado un poco en ese aspecto.
Entre combate y combate aparecen las cinemáticas con el motor del juego, que son abundantes pero bien ejecutadas y muy entretenidas, con un desarrollo calcado al de anterior Kingdom Hearts, muy lineal y totalmente guiado por la historia, sin apenas margen para despistarse del hilo principal. Si eres un amante de la enrevesada historia de la saga y en este caso también de la trilogía Toy Story, es un placer ver a Sora, Donald y Goofy interactuar con tan entrañables personajes.
Y por supuesto es un gustazo escuchar la inolvidable música que Randy Newman compuso para la película, algo que te dibuja una sonrisa en los labios desde el primer momento. La música siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la saga, y en esta ocasión no va a ser menos, tanto por las piezas de las películas de Disney como sobre todo por los temas originales de la maestra Yoko Shimomura.
De los gráficos no hace falta hablar demasiado porque las imágenes y los vídeos hablan por sí solos, Kingdom Hearts III luce genial, le han sentado como un guante la potencia de las nuevas consolas para su estética, y nos ha sorprendido que como en Kingdom Hearts 0.2 Birth by Sleep el framerate está desbloqueado, por encima de 30fps pero sin llegar a 60fps estables (entre 40 y 50fps nos atreveríamos a decir, a ojo de buen cubero).
Veremos si en la versión final alcanza esta cifra, al menos en PS4 Pro y Xbox One X, pero es bastante meritorio que apuesten por encima de los 30fps teniendo en cuenta que visualmente es muy ambicioso, juntando muchos elementos en pantalla, aunque gráficamente esté lejos de los referentes de la generación, algo que se nota al explorar los escenarios y ver el nivel de detalles de los entornos, en ocasiones un tanto pobre. Toda la potencia está enfocada en la construcción de los personajes, tanto los originales como los de Disney, y en eso hay que admitir que prácticamente no se puede hacer mejor, todos los modelados, incluidos los enemigos, están hechos con un gusto exquisito.
Que salga ya, por favor
Se nos pasó volando esta hora y media de juego, y no podemos sacar muchas más conclusiones de una aventura de la que tenemos la sensación que apenas hemos rascado la superficie, de que hemos visto muy poco una obra que será enorme, muy ambiciosa, y la culminación de toda la serie.
Divertido, bonito, espectacular, carismático, épico… ¿qué más podemos pedirle a Kingdom Hearts III? Pues que no se haga más de rogar y salga este año, una duda que resolveremos dentro de unas semanas, en el E3. Mientras Square Enix no diga lo contrario, debería salir este 2018 en PS4 y Xbox One, y si ya le teníamos ganas antes de probarlo, imaginaos ahora. Han pasado ya 12 años desde que disfrutamos de la segunda entrega en PS2, y ya es hora de que la saga vuelva por todo lo alto a las consolas de sobremesa, además con una entrega muy especial, que va ser el colofón de una serie de videojuegos entrañable.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en su versión PS4 en un evento celebrado en Santa Mónica (Los Ángeles) al que fuimos invitamos por Square Enix.