Con el relevo generacional en un horizonte cada vez más cercano, concretamente el 22 y el 29 de noviembre, es normal que todas las miradas estén puestas en lo que son capaces de hacer las nuevas consolas de Sony y Microsoft, y que los fans del deporte, y sobre todo del fútbol, se estén frotando las manos y soñando con cómo serán los FIFA y Pro Evolution Soccer de los próximos años. Pero mientras llega el FIFA de nueva generación este próximo mes de noviembre (Konami este año no se presenta a la guerra next-gen), EA Sports no se ha dormido en los laureles, y sigue cuidado su simulador como cada año, en sus versiones para Xbox 360, PlayStation 3 y PC.
Tenemos desde hace unos días una beta de FIFA 14 al 95% de su desarrollo, un producto casi final, y hemos podido jugar lo suficiente como para afirmar con rotundidad que EA Sports lo ha vuelto a lograr, FIFA un año más se consigue superar y mejora en prácticamente todos sus aspectos. A base de pequeñas novedades, modificaciones y mejoras, cada vez más sutiles y en algunos casos casi imperceptibles, pero que en conjunto consiguen que estemos ante un simulador de fútbol más realista y divertido que nunca, un equilibrio nada fácil de alcanzar.
Tras alcanzar una base sólida y robusta hace ya algunos años, lo que le ha permitido convertirse en el rey indiscutible de los juegos de fútbol en cuanto a ventas y críticas, distanciándose cada vez más de su único rival directo, de manera inteligente EA Sports va mejorando la fórmula, con pequeñas modificaciones y cambios, con cuidado de que no estropeen lo que a tanta gente gusta. Tan sutiles son a veces estas novedades, que hasta a la propia EA le cuesta explicarlas, así que imaginad a nosotros.
Para empezar este año tenemos los llamados Pure Shot, una mejora importante en los tiros a puerta, ya que ahora los futbolistas pueden adaptar su zancada y el ángulo de tiro para buscar la mejor posición desde la que disparar, viendo en tiempo real cómo ajustan los pasos que dan antes de golpear el balón. Esta mejora no viene sola, ya que los balones se mueven de manera más realista e imprevisible, gracias a nuevas físicas basadas en fórmulas que dictaminan la trayectoria de la pelota en el aire.
¿A la hora de la verdad en qué se traduce esto? Pues en marcar auténticos golazos, algunos que nunca habíamos visto antes en un FIFA, por ejemplo con espectaculares trayectorias de dentro hacia afuera, imparables para los porteros. Ojo, esto no quiere decir que vayamos a ver goles así a menudo, como bien sabéis no es sencillo tener posiciones cómodas de disparo desde fuera del área, pero cuando marquéis alguno de estos tantos os quedaréis con la boca abierta. En general todos los disparos a puerta son más satisfactorios, se sienten más reales, y como ocurre en la realidad, casi cualquier gol desde fuera del área es cuando menos llamativo y meritorio.
Una novedad muy importante a la hora de jugar, y a la que hay que acostumbrarse para sacarle partido, es la posibilidad de proteger el balón con el cuerpo pulsando el gatillo izquierdo. Esto nos permite darle pausa al juego, regatear a distintas velocidades, y se puede hacer tanto en carrera como parados. Si jugáis con la configuración de botones por defecto, el gatillo derecho sirve para esprintar –acelerar-, y el izquierdo para proteger el balón –frenar-, produciéndose un curioso e intuitivo símil con los juegos de coches. Y es algo que no solo podemos hacer cuando tenemos el balón en los pies, también antes de recibirlo, ganando o creando el espacio necesario antes de que llegue la pelota a nuestras botas.
Al utilizarse ahora el gatillo izquierdo para esta acción, la forma de regatear ha cambiado, y bastante con mover el stick derecho en distintas direcciones para hacer regates, algo que nos parece mucho más cómodo y sencillo. No hay muchas más novedades en cuanto a los controles, pero sí en el ritmo de juego, más pausado y realista que en FIFA 13, no tanto por la velocidad real a la que se mueven los jugadores por el campo, pero sí a la velocidad a la que estos reaccionan y ejecutan los movimientos. Ahora los jugadores tardan más en girarse sobre sí mismos, o en cambiar de dirección en una carrera, pero no porque se hayan vuelto más torpes o hayan cometido demasiados excesos durante las vacaciones de verano, sino porque las animaciones son más realistas que nunca.
Es increíble el nivel que ha alcanzado EA Sports trabajando este aspecto, que en FIFA 14 llega a cotas que hace años ni hubiéramos imaginado. Es prácticamente imposible ver un movimiento, reacción, patada o cualquier otra animación de los jugadores que no sea convincente y verosímil, un trabajo admirable teniendo en cuenta la cantidad de variables que se producen durante un partido de fútbol. Ahora las animaciones se calculan y se muestran paso a paso, no hay trampas, como omisiones o fusiones u entre ellas para que lo que hemos ordenado con el mando se produzca al instante, y si por la posición del cuerpo y la velocidad de la carrera, no puedes cargar la pierna para tirar o girar instantáneamente, no va a ocurrir. Puede sonar un poco abstracto todo esto, pero lo comprobaréis rápidamente cuando lo probéis, ya que es uno de los cambios más significativos respecto a la edición del año pasado.
¿Es FIFA 14 más exigente que nunca? Puede que sí, pero también más divertido, al menos para los que amamos el fútbol y buscamos una experiencia tan realista como entretenida. Algo que hay que tener en cuenta es que junto a estas mejoras, se han pulido las novedades de los años anteriores, porque como bien sabéis los que seguís la saga año a año, la primera vez que se introduce una novedad relevante, funciona de aquella manera. Por ejemplo hace dos años se introdujo el publicitado Impact Engine (un nuevo sistema de colisiones entre los jugadores), que aunque era destacable fallaba bastante, y que generó todo tipo de divertidos vídeos en Youtube. Pues bien, si en FIFA 13 ya estaba muy mejorado, ahora es prácticamente perfecto.
Algo parecido pasa con la aleatoriedad introducida el pasado año, que a más de uno sacó de quicio. Fallábamos controles y pases, algunos inexplicables, y a no ser que fueras un gran jugador o un crack, a veces era prácticamente como jugar a la lotería, todo un drama en el caso de jugar con un equipo de segunda división o uno de media tabla para abajo de primera. En FIFA 14 esto se ha mejorado mucho, los jugadores no reciben todos los balones como si tuvieran un guante en las botas, pero tampoco los jugadores de calidad media parecen unos tuercebotas.
En vez de apostar porque el jugador medio parezca un paquete, lo que han hecho es premiar al jugador talentoso y de calidad, y que sus controles y toques sean una delicia. Basta recibir un balón en los pies con jugadores como David Silva, Andrés Iniesta o Mesut Özil para comprobar lo bien que controlan el balón, cómo orientan los controles, cómo la tocan, es una gozada, sin necesidad de convertir al resto de los futbolistas en unos aficionados. Podréis jugar con vuestro amado equipo de toda la vida que milita en segunda división sin preocuparos de que os vais a frustrar más que divertir.
Hay otros pequeños detalles mejorados, algunos casi subjetivos, que incluso hemos dudado si contaros. Por ejemplo el cambio automático entre jugadores es mejor que nunca, ahora es mucho más rápido y exacto, acierta más en el cambio, lo que curiosamente produce un poco de confusión en los primeros partidos, sobre todo a los que estamos acostumbrados a estar todo el rato presionando el LB/L1 para cambiar de jugador, pero una vez acostumbrados se agradece y mucho. También nos parece que los jugadores sueltan más rápido la bola, tocan con más agilidad y presteza, por lo que si se te gusta jugar de manera combinativa y llevas un equipo con jugadores de calidad, vas a disfrutar de lo lindo.
Esto es algo que los usuarios finales no podéis apreciar, pero es muy curioso seguir el proceso de evolución de cada nueva entrega, ya que la prensa solemos jugar a tres o cuatro betas antes de tener en nuestras manos el producto final. Desde la primera beta que probamos en junio a un 60% de desarrollo, a esta que está a un 95%, la evolución es admirable, y todas las novedades de este año, junto con la base de ediciones anteriores, van encajando poco a poco de manera perfecta hasta llegar al sobresaliente resultado que tenemos ahora en nuestras manos, un milagroso castillo de naipes que cada vez es más alto y cuya caída no parece próxima.
No tengáis prisa por la nueva generación
Es normal que todos sintamos curiosidad y ganas por jugar a FIFA en las nuevas consolas, PlayStation 4 y Xbox One, pero quizás también por ello, es posible que a muchos os sorprenda lo que ha conseguido EA Sports con FIFA 14 en Xbox 360, PlayStation 3 y PC. Lejos de acomodarse e intentar realizar con la mayor dignidad posible una entrega más, mientras se produce el definitivo cambio generacional, EA ha apostado por no levantar el pie del acelerador y seguir contentando a sus fieles seguidores, con un producto muy cuidado y mejorado, que intenta poner todavía más alto el listón en lo que a juegos de fútbol –y nos atreveríamos a decir de deportes en general- se refiere. Estará disponible el 26 de septiembre y tiene una pinta excelente, así que id sacando las botas y la camiseta del armario porque se avecina fútbol del bueno.