El pasado 6 de diciembre, ARK: Survival Evolved por fin llegó a PlayStation 4. El famoso título de supervivencia con dinosaurios desarrollado por Studio Wildcard y sus colaboradores, inició su andadura en Early Access en junio de 2015 a través de la plataforma Steam. De la misma manera, en el mes de diciembre de ese mismo año, salió a la venta como videojuego de acceso anticipado en Xbox One. Sin embargo, debido a la política de Sony de no publicar títulos para PlayStation 4 que estén en desarrollo, es ahora, casi un año y medio después, cuando por fin podemos disfrutar de la versión "definitiva" de ARK. Porque este título, pese a venderse como videojuego terminado, seguirá la misma política de actualizaciones que en PC y Xbox One y, aunque ofrece todo el contenido descargable publicado hasta la fecha, la realidad es que estamos ante un videojuego de acceso anticipado en PlayStation 4.
Lejos de ser un problema, este lanzamiento permite a millones de jugadores disfrutar de ARK: Survival Evolved, un videojuego de supervivencia online, al más puro estilo Rust o Day Z, que nos adentra en un mundo hostil dominado por dinosaurios. En este enorme mapeado tendremos que encontrar recursos, fabricar objetos, matar animales, alimentarnos, protegernos del frío, crear asentamientos, descubrir los secretos de la isla y, lo más importante, evitar ser asesinados por el resto de jugadores. Bajo esta premisa tan conocida se articula un videojuego profundo, divertido y emocionante que, pese contar con multitud de apartados mejorables y una interfaz demasiado compleja y poco intuitiva, ofrece una experiencia de juego única.
Adentrándonos en la versión de PlayStation 4, lo primero que llama la atención es que, aunque el título está "completamente" traducido al castellano, los menús presentan traducciones parciales y confusas en muchos de sus apartados. Además, los menús, aunque repletos de opciones, presentan una organización directamente copiada de la versión de PC, lo que complica por momentos la navegación. Dejando de lado este problema, ARK nos permite elegir entre crear una Partida Local, en la que podremos jugar en solitario o acompañados, configurar la zona de aparición, el nivel de dificultad o, por ejemplo, las reglas ambientales que rigen este mundo, o adentrarnos en su vertiente online.
En el modo online tendremos la posibilidad de elegir entre servidores PVP (en los que otros jugadores podrán atacarnos), PVE (en los que no podrán hacerlo) o PVP+PVE (una mezcla más equilibrada y emocionante). Además, al igual que en el modo local, podremos elegir si jugar la experiencia tradicional o activar también el DLC Scorched Earth que nos da acceso a un nuevo mapa desértico y a más criaturas y objetos. Una vez seleccionado nuestro estilo de juego, ARK ofrece varios puntos de reaparición según la dificultad de la zona, algo que permitirá a los jugadores más avanzados tener una experiencia más directa desde los primeros minutos.
De esta forma, una vez configurada la apariencia física de nuestro avatar, comenzará la aventura. Lo primero que tendremos que hacer será recolectar materiales como madera, paja o piedra, que podremos almacenar en el inventario para posteriormente construir todo tipo de objetos y estructuras. Para ello, a medida que vayamos consiguiendo XP y subiendo de nivel, recibiremos EP (Enagram Points), que utilizaremos para desbloquear los objetos que más nos interesen. Una vez estén disponibles, y siempre que contemos con los materiales necesarios en el inventario, podremos crear lanzas, hachas, cantimploras o, por ejemplo, hogueras.
En este sentido, ARK ofrece un profundo menú de crafteo en el que podremos crear desde multitud de indumentarias, hasta objetos tan prácticos como una nevera que evita que se pudra la comida. Además, existe un completo menú de construcción para diseñar edificaciones complejas con múltiples materiales, así como una enorme variedad de armas de tipo melee (espadas, mazas…), fuego (pistolas, fusiles…), explosivas (granadas, C4…) o de alcance (arcos, ballestas…), por lo que será nuestra imaginación la que ponga límites a las posibilidades que ofrece el título.
Otra opción muy interesante es domesticar dinosaurios para montarlos y desplazarnos por tierra, mar y aire. Esta funcionalidad, que será muy importante para sobrevivir en la isla, nos permite capturar a un dinosaurio, crear su silla de montar y utilizarlo como medio de transporte y arma contra los enemigos. Sin duda, cabalgar a un T-Rex es una de las brillantes situaciones que convierten a ARK en un título llamativo.
Para potenciar este apartado y complicar la supervivencia, ARK incluye casi un centenar de criaturas que, con comportamientos y estadísticas únicas, son uno de los mayores atractivos del título. Además, gracias a los llamados Artefactos podremos invocar a jefes finales como un dragón o una araña gigante que supondrán el mayor reto jugable del título. Estos Artefactos, que estarán repartidos por distintas cuevas de todo el mapeado, son uno de los muchos añadidos interesantes que ofrece el universo de ARK.
Otro punto importante son las Balizas. Estos enormes objetos luminosos repartidos por la isla irán descendiendo a la superficie para entregarnos suministros. Cada Baliza estará identificada por un color que a su vez irá asociado al nivel del jugador, por lo que será imprescindible tener el nivel requerido para poder abrirla. Gracias a este sistema, a medida que vayamos subiendo de nivel adquiriremos mejores recompensas en forma de materias primas, armas, engramas o ropa.
Teniendo en cuenta todo lo que ofrece ARK a nivel jugable nos adentramos en un videojuego realmente extenso en el que la narrativa no está prefijada y en el que seremos nosotros los que crearemos nuestras propias historias. Es por ello que es fundamental hacer uso del componente online y colaborar con el resto de jugadores para disfrutar de una experiencia más emocionante y divertida. Para conseguirlo, además de contar con chat de voz y escrito, ARK incluye un sistema de tribus que nos permite crear nuestro propio grupo y determinar los diferentes prestigios de cada miembro. De esta forma, el administrador nos podrá ceder recursos o incluso dinosaurios, algo que nos permitirá subir de nivel más rápidamente.
A nivel puramente jugable, ARK ofrece un buen control en primera y tercera persona y un sistema de selección y utilización de objetos muy bien implementado, sin embargo, bajo su etiqueta de "juego en desarrollo" presenta problemas con el uso de las armas y algunas limitaciones jugables. La primera de ellas es que vamos a encontrar fallos en la movilidad y unas físicas que por momentos son demasiado aleatorias y generan bugs importantes. Además, aunque los dinosaurios muestran comportamientos diferentes y su apariencia visual es realista, tienen una IA muy limitada y graves problemas con las físicas del entorno, lo que dificulta y facilita sin ningún tipo de lógica nuestra interacción con ellos.
Además, aunque la conexión inicial con los servidores es muy rápida y efectiva, los problemas de conexión con el resto de jugadores serán habituales y eso dificultará por momentos la experiencia de juego. Por último, la disposición de los menús es poco intuitiva y, aunque éstos cuentan con muchísima información, tendremos problemas para movernos con rapidez por ellos, ya que se ha utilizado el mismo sistema que en PC pero adaptado al mando, quedando lejos de ser un apartado lo suficientemente pulido. Además, la interfaz está poco pulida a nivel visual.
Otro elemento importante a tener en cuenta es el rendimiento gráfico del título. Es cierto que ARK hace gala de un apartado visual espectacular gracias a un complejo sistema de iluminación día/noche, texturas en alta definición, multitud de objetos y efectos en pantalla y una enorme cantidad de shaders, pero, al igual que sucede en PC y Xbox One, su optimización sigue sin estar a la altura. En este sentido, PlayStation 4 Pro utiliza su potencia extra para incluir una resolución nativa que pasa de 720p a 1080p y la opción de activar una mejora de calidad que optimiza el acabado gráfico sin afectar significativamente al rendimiento. En este sentido, PS4 Pro no mantiene estables los 60 fps pero tampoco baja nunca de 30, algo que no es aplicable al modelo normal de PS4 en el que encontramos un peor rendimiento.
En lo relativo a la sonorización se han creado melodías instrumentales que se adaptan de forma dinámica a los distintos sucesos para advertirnos sobre los posibles peligros de nuestro entorno. Por su parte, los dinosaurios están bien sonorizados y, aunque no todos cuentan con el mismo nivel de calidad, se les otorga el peso y la contundencia necesarias para hacerlos creíbles.
Después de analizar en profundidad la versión de PlayStation 4, queda claro que ARK: Survival Evolved no es una edición terminada del conocido título de supervivencia y, aunque ofrece la opción de adquirirlo con todo su contenido extra, el videojuego (pese a que Sony diga que no publica títulos en Early Access) se encuentra en desarrollo. Es por ello que seguirán con su política de actualizaciones constantes tal y como está sucediendo desde hace meses en PC y Xbox One. Por lo tanto, lejos de poder valorarlo como un producto final, es momento de seguir muy de cerca el trabajo que realice Studio Wildcard y sus colaboradores para ver finalmente todo el potencial del título en una versión definitiva que no tiene fecha de publicación.
Hemos realizado estas impresiones en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Studio Wildcard.