Análisis de Toca Race Driver 2: The Ultimate Racing Simulator (Xbox)
El juego cuenta con un interesantísimo modo historia en el que deberemos ir superando pruebas con cada una de las distintas categorías de vehículos para conseguir atraer sponsors que nos patrocinen y seguir evolucionando en competiciones más importantes hasta llegar al objetivo final, ganar el Masters Grand Prix y convertirnos en una leyenda de la conducción.
En este modo historia tendremos distintos objetivos en cada carrera. Mientras que en algunas nos podremos conformar con estar en el podio, en otras deberemos quedar por delante de un determinado piloto o incluso necesitaremos quedar el primero de todos. Uno de los inconvenientes de este modo historia es que no existe la posibilidad de saltarnos pruebas que pueden llegar a resultar aburridas como las de camiones, siendo necesario correrlas para poder avanzar.
Este modo historia puede servir de entrenamiento para el resto de modos de simulación, en los que podremos crear nuestros propios campeonatos eligiendo sus características de entre los 48 circuitos y 31 vehículos disponibles, pudiendo además adecuar la dificultad a nuestro antojo con gran precisión y ajustar las piezas del vehículo para adaptarlo a nuestras necesidades. La posibilidad de modificar los reglajes del vehículo no es una opción meramente decorativa y sin resultados aparentes en el control como en otros juegos, sino que afectarán muy directamente a la respuesta del vehículo en la pista siendo necesario probar diferentes configuraciones para adaptar el coche a nuestro estilo de conducción. Esta posibilidad no está disponible en el modo historia, donde los reglajes para cada carrera vienen predefinidos.
El motor gráfico utilizado es una versión evolucionada del que se usó en Colin Mc Rae 4, y los programadores han decidido de forma acertada hacer que el juego corra a unas total y absolutamente estables 60 imágenes por segundo a costa de disminuir el detalle de ciertos elementos como los árboles y el público. Pese a que el juego no llega al nivel gráfico alcanzado en Project Gotham Racing 2, el hecho de que corra más fluido consigue ofrecer al jugador una enorme sensación de velocidad pese a que los circuitos se encuentran en espacios abiertos, muchos de ellos recreados con enorme fidelidad con respecto a sus homónimos reales como Nurburgring o el trazado australiano de Philip Island.
De todas formas es tremendamente meritorio y espectacular la capacidad del motor gráfico de mostrar hasta 20 coches en pantalla sin que el juego sufra la más mínima ralentización, y más teniendo en cuenta el buen modelado con el que cuentan los vehículos y algunos efectos como el extraordinario bump mapping que otorga al asfalto un gran realismo. Las repeticiones han sido muy cuidadas y es donde el motor gráfico se muestra en su mayor esplendor, aunque se habría agradecido una mayor variedad de cámaras y sobre todo la posibilidad de guardar nuestras carreras para un posterior visionado, posibilidad que incluye por ejemplo el ya mencionado Project Gotham Racing 2.
En todas y cada una de las modalidades se ha intentado dotar al vehículo de una física lo más realista posible, con éxito en la mayoría de ellas aunque en algunas excepciones no se ha conseguido este objetivo. Estas excepciones son las carreras de camiones y los rallyes ya que mientras en los rallyes los vehículos parecen flotar durante los saltos, en las carreras de camiones da la impresión de que el vehículo avanza a una velocidad tremendamente menor a lo que marca el cuentakilómetros. Salvando estos dos ejemplos, el resto de categorías ofrecen una simulación muy lograda.
El control es excelente, los vehículos responden perfectamente al mando aunque esto no quiere decir que sean fáciles de conducir ya que una curva tomada acelerando en el momento incorrecto puede llevarnos a hacer un trompo, una salida con el motor demasiado revolucionado antes de embragar conllevará que las ruedas derrapen demasiado antes de que el vehículo coja tracción o una pasada de frenada implicará con casi total probabilidad un bloqueo de la dirección con su consiguiente salida de pista haciendo un recto. En definitiva, un control que en mayor o menor medida dependiendo de la categoría en la que estemos conduciendo se asemeja lo más posible a la realidad, convirtiendo a este Toca Race Driver 2 en un extraordinario simulador. Uno de los pocos aspectos que alejan al juego de una simulación 100% residen en la ausencia de espejos retrovisores, ya que en su defecto se nos indicará con una flecha la zona por la que nos intenta adelantar el piloto que tenemos detrás.
Las colisiones no solo afectarán al aspecto del coche como por ejemplo en Project Gotham Racing 2 sino que también tendrán su efecto en diferentes aspectos del coche como el motor, la suspensión o la dirección. El nivel de daño de cada parte del vehículo se notificará al jugador mediante los marcadores del juego aunque realmente éstos no serían necesarios debido a que los desperfectos son perfectamente apreciables en la conducción, ya que por ejemplo dañando el motor éste no alcanzará las revoluciones óptimas y será necesario cambiar antes de marcha con la correspondiente pérdida de potencia, o incluso puede darse el caso de que una marcha no entre a la primera y sea necesario volver a intentarlo hasta conseguirlo. De forma análoga a este ejemplo de los problemas que pueden causar los fallos del motor podría exponer innumerables ejemplos de problemas causados por fallos en otras partes del vehículo, como pérdida de tracción, fallos en la distribución de frenada y un larguísimo etcétera que convierten a Toca Race Driver 2 en una verdadera experiencia de simulación de conducción.
El único pero que se le puede poner a este sistema de colisiones, que evita una simulación 100% realista pero enriquece la jugabilidad para aquellos jugadores menos hábiles al volante es el hecho de que por ejemplo los daños causados por una colisión a 100 km/h en el juego equivalen a lo que en la vida real obtendríamos con un choque a 50 km/h. De todas formas deberemos conducir con cuidado de no colisionar ya que una sola colisión fuerte podría acabar con nuestro vehículo seriamente dañado con el consiguiente necesario abandono de la carrera.
También era de esperar que hubiera más opciones a la hora de parar en boxes para reparar el coche, ya que no se podrán modificar los reglajes del coche en carrera y tan solo tendremos la opción de elegir hasta que nivel de daños queremos reparar el vehículo ya que a mayor nivel de reparación mayor será el tiempo necesario de parada.
Otro de los detalles que distinguen a este juego de los demás es la posibilidad no sólo de utilizar cambio manual, sino de manejar manualmente el embrague. Con esto se consigue un mayor control del vehículo y aprovechar mejor la potencia del motor o incluso mejorar nuestras frenadas gracias al uso del freno a motor, que obviamente no puede ser utilizado con cambio automático y no se tiene mucho control sobre él con cambio manual sin embrague.
Este enorme acierto de la inclusión del embrague choca frontalmente con el mando de la consola ya que es difícil encontrar una configuración con la cual lo podamos utilizar con comodidad. Está claro que el embrague debe estar en uno de los gatillos, dejando el otro gatillo preferiblemente para el acelerador antes que para el freno. Esto nos deja con el freno, freno de mano y cambio de marchas en los 4 botones principales, con lo que por ejemplo tirar de freno de mano ante una horquilla a la vez que bajamos rápidamente marchas puede convertirse en toda una odisea. Debido a la gran cantidad y calidad de juegos de conducción que hay para Xbox, Microsoft debería plantearse seriamente el distribuir un volante a la altura de la situación y por lo visto en Toca Race Driver 2 no bastaría con 2 pedales, sino que se necesitarían 3 para disfrutar plenamente del juego.
Hasta el momento este Toca Race Driver puede considerarse el juego en el que los rivales se acercan más a un comportamiento real, ya que no resulta complicado fijarse en que cada piloto tiene su propia personalidad y estilo de conducción. Si colisionamos con otro vehículo durante la carrera y la culpa es nuestra, lo más probable es que el piloto rival centre más su atención en nosotros cerrándonos en las curvas para impedirnos adelantarle o realizando una conducción especialmente agresiva si le rebasamos, incluso en ocasiones con el objetivo de dejarnos fuera de carrera.
Pese a todas las bondades que se pueden contar acerca de la extraordinaria inteligencia artificial con que cuenta el juego también hay que hablar de sus fallos. El principal es el más común en los juegos de conducción que no es otro que las malas frenadas realizadas por los rivales en las entradas de curva ya que por norma general comienzan a frenar demasiado temprano y es ahí donde el jugador puede llegar a rebasar a varios vehículos a la vez, aunque es muy destacable el hecho de que en más de una ocasión nos sorprenderán con increíbles apuradas de frenada en las que se jugarán la integridad de su coche. De todas formas estos fallos a la hora de frenar tan solo son destacables en niveles de dificultad bajos, ya que aumentando la dificultad podemos llegar a disfrutar de carreras con un comportamiento de los rivales tremendamente realista.
Otro de los fallos se encuentra en las entradas a los boxes, puesto que cuando están preparados varios vehículos para entrar en ellos llegan a formarse verdaderos atascos y no es raro ver a otro coche llegar pasado de frenada y provocar verdaderas colisiones masivas. De todas formas y pese a estos detalles negativos, que se solucionan en parte elevando la dificultad, posiblemente nos encontramos ante el juego de conducción con la inteligencia artificial más cercana a un comportamiento real y competitivo, llegando a convertir cada carrera en un verdadero reto para el jugador.
El sonido es otro de los aspectos que más se han cuidado para dotar al jugador de la sensación de estar realmente en una carrera. La recreación de cada uno de los sonidos de los motores de los distintos vehículos es genial, así como todo tipo de sonidos procedentes de desprendimientos de piezas del vehículo o colisiones, aunque donde realmente se han esforzado los programadores para dotar al apartado sonoro de un aspecto realista es en la localización de las fuentes de sonido, algo que aquellos que disfruten de un sistema 5.1 podrán apreciar especialmente.
Esto es apreciable sobre todo con la vista interior, con la que gozaremos de una sensación de simulación casi perfecta del vehículo que conducimos. Si un vehículo pretende adelantarnos podremos ubicar su posición tan sólo con su sonido, pero no de forma exagerada como en otros juegos sino que deberemos hacer un ligero esfuerzo para distinguir el sonido de su motor, como sucedería en una carrera real dónde nuestro motor eclipsaría la mayor parte del resto de sonidos. Las colisiones con otros coches y los sonidos procedentes de averías o piezas semidesprendidas rozando el asfalto también son fácilmente localizables en el espacio utilizando únicamente el oído. El único aspecto donde cojea el apartado sonoro es en la carencia de composiciones musicales, limitándose a un único tema para los menús que puede llegar a hacerse algo repetitivo, aunque se ha incluido la posibilidad de jugar con la música que previamente hayamos grabado en el disco duro de la consola.
Cabe destacar sobremanera el excelente doblaje al castellano de todo el juego. Desde los videos hasta los comentarios en carrera por parte de nuestro manager, todo cuenta con un doblaje perfecto, de los mejores que se han hecho hasta el momento en un videojuego, algo que tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que se trata de un juego de coches y no de un proyecto a priori más ambicioso como podría ser un Metal Gear o un Final Fantasy.
El apartado multijugador también destaca en Toca Race Driver 2 ya que es el primer juego de coches de Xbox que incluye la posibilidad de jugar hasta 12 personas simultáneamente vía Xbox Live, de forma perfectamente fluida a poco que se cuente con una conexión decente. También está disponible la opción de jugar 2 personas a pantalla partida, aunque en este caso el juego se moverá a 30 imágenes por segundo en vez de los 60 del modo de un jugador y el número de coches en carrera no excederá de 8.
Son muchos y muy buenos los juegos de conducción disponibles para Xbox, pero la calidad global de este nuevo Toca junto con la posibilidad de jugar hasta 12 personas simultáneamente mediante Xbox Live conseguirán sin duda que este título destaque de entre los demás. Codemasters ha conseguido alcanzar niveles de simulación muy cercanos a la realidad en la mayor parte de los vehículos del juego, por lo que el título de "Real Driving Simulator" que ostentan inmerecidamente otros juegos debido a razones de marketing debería sin duda pertenecer hoy por hoy a Toca Race Driver 2.