Análisis de Burnout 2: Point of Impact (Xbox)
Puede decirse que Xbox lleva poco en el mercado, apenas 15 meses, pero ya tiene un nutrido catálogo de juegos. Éste es más completo en algunas partes que en otras, y particularmente destacan dos géneros muy bien cubiertos: los shooters y los juegos de conducción. Sumándose a los Project Gotham, Rallisport, Wreckless, Pro Race Driver, Midnight Club, Colin McRae, Midtown Madness, Racing Evoluzione y compañía, llega la conversión de la segunda parte de un juego que ya se ha convertido en un clásico de la velocidad arcade: Burnout 2.
Esta segunda entrega, que salió en el pasado mes de Noviembre para PlayStation 2, mejoraba todos los aspectos del anterior, a la sazón un juego hecho a toda prisa sobre una buena idea y un fantástico motor gráfico. Burnout 2 contaba con unos gráficos espectaculares en PlayStation 2, mejoraba la jugabilidad e introducía nuevos modos de juego.
Pero vayamos a la versión Xbox directamente, que llega seis meses más tarde y con algunas novedades, y que también sucede a la versión Xbox del primer juego. Pero esta versión cuenta con mejoras respecto al original, que hacen que lleve el título de "Developer’s Cut". Entre ellas, nuevos coches, nuevos escenarios del Crash Mode y mejoras en los gráficos.
Burnout 2 sigue el mismo esquema que su antecesor, la jugabilidad arcade pura y dura y los espectaculares choques, pero incluye mejoras que van por dos caminos principalmente: En primer lugar, un motor gráfico mucho más potente, que quitaba el hipo en PS2 y que se sigue portando bien en Xbox gracias a mejoras gráficas aprovechando la potencia de la máquina, y en segundo lugar una jugabilidad que hace un mayor uso del turbo, que en la primera entrega se usaba en muy contadas ocasiones pero que esta vez será el pan de cada día. Combinando las mejoras en los gráficos, que permiten escenarios más complejos y con más coches, con una jugabilidad más veloz, el resultado son unas colisiones espectaculares que, aunque nos perjudicarán en la carrera, vale la pena ver.
El modo de juego principal es el de campeonato, que intercala diversos tipos de carrera que habrá que superar para seguir avanzando. Habrá torneos consistentes en varias carreras, a base de puntos (en el anterior, si recordáis, era un extraño sistema de puestos), carreras únicas de considerable duración al estilo "gran premio", carreras uno contra uno en las que podremos ganar un nuevo coche y, por último, persecuciones de policías y ladrones. No hace falta explicar mucho, salvo tal vez en el modo Chase. En las carreras nos enfrentaremos a otros tres oponentes, cuya habilidad irá avanzando a medida que progresemos en el juego. Las carreras pueden ser circulares, o del punto A al punto B (los "grandes premios" son varios tramos de diferentes circuitos unidos entre sí, como ocurría en el primer Burnout). En el modo persecución, tendremos que destrozar un coche a base de choques, luchando esta vez no contra el crono, sino contra la distancia de huida. De nuevo estarán presentes las dificultades habituales, es decir, las colisiones.
La jugabilidad de las carreras es, como decíamos, ligeramente diferente a la del primer Burnout. Los circuitos son ahora más abiertos por norma general, y ya no están esas fases urbanas al estilo Ronin, sino más bien grandes avenidas que pueden recordar a la famosa película The Fast and the Furious (cuya segunda parte está ahora en los cines). Como mencionaba antes, el turbo se usará mucho más, lo que también hará la carrera mucho más rápida y frenética. Las formas de conseguir turbo siguen siendo las mismas: pasando cerca de los otros coches, saltando, derrapando y conduciendo en dirección contraria. Sin embargo, esta vez la barra aumentará mucho más, disminuirá menos tras cada accidente, se puede rellenar casi por completo haciendo un par de combos y, cuando usemos el turbo (pulsando el cómodo botón A, además), disfrutaremos de otro y otro turbo con sólo hacer unas pocas imprudencias (y completarlas correctamente, no vale derrapar y al final chocar contra la valla).
Como colofón a las diferentes carreras tenemos el modo Crash, que en esta versión Xbox cuenta con muchos nuevos escenarios y que se reveló como una de las sorpresas de la versión original. El planteamiento de Crash es sumamente sencillo: chocar. Sin embargo, chocaremos en unas circunstancias en las cuales puede desencadenarse un gran caos, por la posición de los coches en la carretera o por la velocidad de éstos. Nuestra misión en cada uno de los escenarios será crear los mayores daños materiales posibles, por los que nos otorgarán medallas. Pasaremos al siguiente grupo de escenarios cuando obtengamos medalla en todos. Este modo de juego resulta muy divertido si se juega en multijugador (por turnos y con un solo mando). Finalmente, cuando terminemos todas las persecuciones en el modo de juego campeonato podremos acceder al modo Pursuit, donde podremos perseguir con los coches y a los coches que queramos en cualquiera de los circuitos que hayamos desbloqueado. En el modo Pursuit también existe una opción multijugador; naturalmente, uno persigue y otro escapa. Por último, Xbox Live. Es una verdadera lástima que no incluya juego por Xbox Live y solamente un sistema de rankings (aunque con muchísimos rankings, eso sí); tendremos que esperar a una tercera parte.
El apartado gráfico de Burnout 2, sin exprimir al máximo la potencia de Xbox al tratarse de una conversión, muestra unos vehículos poligonalmente complejos y con mucho detalle, moviéndose a toda velocidad en unos escenarios amplios y no sin menor detalle, y todo ello fluidamente. En esta versión "Edición del Desarrollador", se ha duplicado el nivel de detalle de los coches y se ha mejorado el efecto de environment mapping; el resto de los efectos, especialmente los de iluminación, están a muy alto nivel. Pero sin duda lo que no deja de llamar la atención es el excepcional sistema de colisiones; nuestro coche chocará a toda velocidad y se deformará según la potencia y la velocidad del choque, perdiendo las partes que sean menester y causando daños a los otros vehículos que tengan la mala suerte de colisionar con nosotros. El sonido es prácticamente el mismo que el de la versión original salvo por la adición del Dolby 5.1; la banda sonora es variada, con músicas menos "de tensión" que en el primer juego y más al estilo rock. Los efectos FX son variados y correctos, destacando el sonido de los motores y los numerosos tipos de colisiones.
Como conclusión, Burnout 2 para Xbox sigue siendo un excepcional juego de velocidad que puede proporcionar docenas de horas de diversión, especialmente para un solo jugador. Su mayor lacra consiste en la ausencia de un modo de juego online, que es algo que hoy en día se le debe exigir a un juego de velocidad en Xbox. Si no cuentas con Xbox Live te dará igual la ausencia y podrás disfrutar horas y horas con uno de los mejores juegos de velocidad del momento.