Análisis de Gravel (Xbox One)
La desarrolladora italiana Milestone nos sorprende con una nueva IP orientada a las competiciones offroad que busca transmitir toda la adrenalina de este tipo de pruebas. Para ello han creado un estilo de juego rápido, agresivo y muy adictivo, consiguiendo con ello que disfrutemos de cada carrera. Obviamente, títulos como Forza Horizon 3 han marcado la excelencia dentro de la conducción arcade, lo que ha impedido que Gravel llegue a sorprendernos. Sin embargo, pese a estar ante un proyecto menos ambicioso y jugablemente limitado, es una propuesta interesante.
Compitiendo sin límites
El estilo de conducción es puramente arcade, por lo que disfrutaremos pilotando a velocidades de infarto, chocando contra rivales y derrapando en las curvas. Esto se consigue gracias a unas físicas que reaccionan bien con el entorno y que son permisivas con los errores, algo que hace las competiciones mucho más espectaculares.
Además, también podremos enmendar nuestros fallos utilizando el rebobinado, una mecánica que podrá usarse en cualquier momento y tantas veces como queramos.
Las carreras serán realmente rápidas, por lo que tendremos que acostumbrarnos a maniobrar a muy altas velocidades. En este sentido, el manejo con el mando es preciso, consiguiendo con ello dominar cualquier situación y desplegar un pilotaje divertido. El videojuego también incluye compatibilidad con todo tipo de volantes, pero su importancia real se verá reducida por el enfoque arcade de la jugabilidad.
Al competir con hasta ocho jugadores la propuesta se vuelve más complicada, ya que tendremos que medir bien las distancias y utilizar el freno con precaución. De la misma forma, debido al carácter desenfadado de las carreras no será raro chocar constantemente. Para ofrecer mayor realismo también se ha diseñado un completo sistema de daños interiores y exteriores, aunque podremos limitar su repercusión a la carrocería e incluso desactivarlo por completo.
A la hora de correr también habrá que tener en cuenta el tipo de terreno, ya que Gravel incluye superficies como tierra, barro, asfalto o arena, encontrando en cada una de ellas comportamientos diferentes. Sin embargo, aunque tendremos que realizar ligeros ajustes en nuestro pilotaje, el enfoque arcade permite seguir compitiendo con agresividad y a grandes velocidades independientemente del estado de la pista.
Un factor muy importante en este tipo de propuestas es el comportamiento de los rivales. En este caso contamos con varios niveles de dificultad, encontrando en los más elevados a competidores agresivos y muy rápidos. Para ayudar a conseguir un mayor grado de inmersión, Gravel cuenta con distintas cámaras, pudiendo encontrar varios puntos de vista interiores y exteriores.
Para aumentar la adrenalina se incluye un medidor de espectáculo. Estos Puntos de Espectáculo nos aportarán bonificaciones extra por realizar saltos, derrapes o alcanzar altas velocidades, consiguiendo con ello una progresión más rápida de nuestro piloto. En este sentido, se ha creado un sistema de evolución basado en niveles, los cuales nos permitirán desbloquear nuevos coches, diseños y trazados. Además, también conseguiremos puntos adicionales según los ajustes de dificultad.
Queda claro que Gravel ha conseguido una jugabilidad equilibrada, divertida y con personalidad, algo realmente complicado y que debemos valorar positivamente. Sin embargo, no podemos obviar que estamos ante un proyecto con evidentes carencias jugables. La más importante es que el sistema de control a veces no es muy preciso, ocasionando una ligera sensación de descontrol . Además, encontramos físicas extrañas al interactuar con los rivales y el entorno, lo que provoca situaciones desafortunadas que empañan la jugabilidad.
Una campaña descafeinada
El modo principal es Off-Road Master, un divertido modo campaña en el que tendremos que ir consiguiendo estrellas (según nuestro rendimiento en la pista) para desbloquear nuevas competiciones. Este clásico sistema de progresión se complementa con una serie de pruebas especiales en las que competiremos cara a cara contra maestros de este deporte. Cada uno de ellos estará especializado en una disciplina, y una vez superado el reto especial, accederemos (siempre que tengamos las estrellas suficientes) a un nuevo grupo de carreras. Este proceso se repetirá hasta llegar a la Final League, una última competición realmente exigente.
A la hora de competir vamos a disfrutar de una gran variedad de estilos, porque, además de los ya mencionados enfrentamientos uno contra uno, también tendremos competiciones de eliminación, carreras por vueltas, contrarrelojes, campeonatos, trazados con check points y Smash Up, contando todas ellas con un máximo de ocho jugadores simultáneos. Aunque existe variedad, el contenido global del modo es muy escaso y el sistema de progresión acaba siendo repetitivo. Esto provoca que quede muy deslucido, dejando la sensación de que estamos ante una agrupación de pruebas sin mucho orden ni sentido.
Pocas opciones adicionales
El resto de modos tienen poca importancia, reduciéndose a carreras libres, pruebas semanales y eventos contrarreloj, contando además con la limitación de que muchos trazados y vehículos estarán bloqueados por su vinculación a nuestros progresos en el modo campaña. En la vertiente multijugador encontramos la posibilidad de crear partidas o unirnos a competiciones online, aunque la oferta de opciones sigue siendo algo escasa. La búsqueda de emparejamientos no ha sido muy rápida, pero por lo general la experiencia se ha mostrado estable. Por último, indicar que no incluye multijugador a pantalla partida, un punto negativo teniendo en cuenta el tipo de videojuego.
Licencias y paisajes espectaculares
Uno de los apartados fuertes del título es que incluye más de 70 vehículos completamente reales y recreados con minuciosidad. Entre los fabricantes más importantes encontramos BMW, Ford, Subaru, Porsche, Toyota o Nissan, contando con coches tan emblemáticos como el Mitsubishi Lancer X, el Porsche 911 RSR Rally o el Subaru Impreza de 1995.
Cada vehículo estará ubicado en una categoría y contará con multitud de opciones para ajustar los reglajes, sin embargo, aunque es cierto que entre disciplinas encontraremos un cambio evidente en el manejo, dentro de una misma no habrá muchas diferencias. Por último, el sonido de los coches ofrece una gran fidelidad, algo que también sucede con los daños estéticos que, aunque son limitados, consiguen buenas dosis de realismo.
Respecto a los circuitos, Milestone ha hecho un gran trabajo para recrear parajes naturales realmente bellos. Viajaremos al desierto de Namibia, a la helada Alaska o a unas preciosas minas australianas, emplazamientos que se intercalarán con sorprendentes estadios. Las localizaciones estarán vivas y muy bien recreadas, algo que aportará un gran realismo a la propuesta.
Para llevar a cabo este despliegue técnico se ha utilizado el motor gráfico Unreal Engine 4. Gracias a ello gozaremos de sorprendentes iluminaciones diurnas y nocturnas, detallados efectos de partículas, notables acabados climáticos y un texturizado realista de los entornos. Sin embargo, también apreciamos efectos notables de popping, algunos problemas con las físicas, un framerate limitado a 30 fotogramas por segundo en PlayStation 4 y Xbox One (estando desbloqueado en PC) , y entornos que reducen su interactividad a la pequeña zona del trazado.
En lo que respecta al sonido, el título llega traducido y completamente doblado al castellano, ofreciendo el comentarista una actuación muy consistente. La banda sonora también está a un gran nivel y, aunque echamos de menos una mayor variedad de melodías, los temas elegidos consiguen acompañar bien a la jugabilidad.
Conclusión
Gravel ofrece una conducción rápida, espectacular y divertida. Esto es posible gracias a un control consistente, sorprendentes circuitos en entornos naturales y una buena variedad de pruebas. Sin embargo, el título no es muy ambicioso a nivel jugable y cuenta con poco contenido, con un modo campaña repetitivo y demasiado corto, opciones multijugador online sin apenas alicientes, y ausencia de pantalla partida. Estas restricciones son aún más graves si tenemos en cuenta que el videojuego llega a precio completo y dispone de un pase de temporada que añadirá más circuitos, coches y pruebas. Es por ello que, aunque los fans del género encontrarán una opción interesante para calmar sus ansias de conducción, el resultado final queda por debajo de lo esperado.
Hemos realizado este análisis en PlayStation 4 Pro con un código de descarga facilitado por Bandai Namco.