Análisis de Wii Play: Motion (Wii)
Cuando Wii llegó al mercado lo hizo acompañado de un título recopilatorio de minijuegos que tenía en la inclusión de un mando su principal atractivo, pues por tan solo un poco más que por lo que costaba el mando te llevabas el disco y siempre podías aprovechar y echar una partida. Incluso algunos de los minijuegos incluidos eran muy divertidos al jugarlos en compañía, así que cumplía su función con creces, pese a no ser -ni de lejos- una gran producción. Se trata, claro, de Wii Play, del que ahora nos llega su continuación.
Wii Play Motion tiene, digámoslo desde ya, su principal atractivo en la inclusión de un mando remoto de Wii con la tecnología MotionPlus integrada, es decir, la revisión del mando que ha sustituido ya a los que se venden por defecto en las tiendas y que integra, sin aumentar su tamaño original, la tecnología mejorada de detección de movimientos que aportaba el accesorio independiente MotionPlus.
Este accesorio se conectaba a la base del mando original y se incluía con títulos como Wii Sports Resort, pero hoy en día ya ha dejado de lado ese accesorio e incluye un mando como este. En el caso de nuestra región el mando gana atractivo porque es rojo (por separado se vende en negro, blanco, rosa y azul), y la verdad es que luce estupendo. Es un color que le sienta muy bien, y lo hace más atractivo.
El recopilatorio incluye una docena de minijuegos, y está destinado sobre todo a ofrecer un pequeño incentivo adicional para hacerse con esta revisión del mando. Lo cierto es que todos los juegos que lo aprovechan de manera obligatoria lo incluyen (como FlingSmash), o bien se encuentran en las tiendas con el accesorio adicional para el mando original, por lo que si el principal incentivo es lo que puede ofrecernos como juego en sí mismo hay mucho que cuestionarse.
Los minijuegos son variados y se basan en aprovechar esa mayor precisión del mando para, por ejemplo, probar la puntería, lanzar piedras sobre el agua para que vayan rebotando, etc. Son todos muy cortos, y no todos tienen un multijugador directo, simultáneo, aunque el conjunto general es superior al del Wii Play original, pese a no alejarse sustancialmente de su intencionalidad.
Quizás el problema principal es que a estas alturas de su ciclo comercial la consola ha sumado ya muchos recopilatorios de minijuegos y es difícil que estos aporten algo que realmente valga la pena, y el aprovechar o no la tecnología MotionPlus no es un incentivo suficiente. Además, mientras juegas a varios de estos minijuegos uno no puede sino plantearse si realmente se está haciendo un uso realmente intensivo del mismo. En esta línea, el concepto del primer Wii Play tenía cierta vocación de demostración técnica para mostrar cómo funcionaba el mando, el puntero, la detección de movimientos… con Wii Play Motion no podemos decir que se saque jugo a esta tecnología, como sí hizo Wii Sports: Resort, por ejemplo.
Eso es una carencia muy importante del recopilatorio: no resulta sorprendente, ni original, ni tampoco nos hace sentir que se esté aprovechando de verdad una tecnología que sí hemos sentido de manera palpable que aporta ventajas en otros títulos.
Esto tiene como consecuencia directa que el principal atractivo del título no esté, como decíamos al principio, en el propio disco, sino en lo que hay fuera de él, es decir, en el mando. Si vas a comprarte un mando para Wii Wii Play Motion puede ser una interesante propuesta porque te llevas algunos minijuegos divertidos a casa y seguro que echas alguna partida. Pero si lo que buscas es un recopilatorio de minijuegos e incluso una buena propuesta multijugador, este título no llenará ese hueco y en el catálogo de Wii hay títulos mucho más interesantes, tanto de Nintendo como de otras compañías. Si lo que quieres es experimentar con el MotionPlus, puedes apostar por Wii Sports: Resort; si lo que quieres son minijuegos y multijugador, Wii Party es una alternativa superior en todo. Si quieres un mando rojo… entonces sí, encontrarás lo que estás buscando. Pero como juego, FlingSmash también es netamente superior, aunque en otro estilo de juego.
En el apartado técnico se mantiene en la línea simplista, casi icónica, de los juegos de gama Wii, esto es, integración de los Miis y entornos muy sencillos pero resultones en ocasiones. Lanzar las piedras al agua nos ofrece un paisaje hermoso, pero demasiado estático y simplista, por ejemplo. Otros buscan algo más surrealista y ganan bastante en concepción, pero no en ejecución artística. Es consecuencia de esa búsqueda minimalista extrema, pero hubiese sido muy fácil ofrecer algo un poco más bonito y sólido a los ojos. La música, más o menos en esa línea, consigue acompañar acertadamente al estilo y ritmo de los minijuegos, pero no son melodías que vayamos a recordar cuando apaguemos la consola.
Conclusiones
En Wii Play Motion nos encontramos con un juego que puede resultar difícilmente atractivo si no somos apasionados por los minijuegos. Pese a acompañar a un mando Wii Remote Plus como principal aliciente no es capaz de mostrar cuál es el potencial real de este mando con respecto al original de la consola, y es ahí donde se encuentra su principal fracaso. Porque, al fin y al cabo, sus doce minijuegos son mejores que en el primer Wii Play, y es más divertido de jugar, pero en un catálogo saturado de minijuegos, lleno de ofertas más completas y sólidas, que el mando que incluye sea rojo solo es incentivo para coleccionistas o en una situación muy concreta de compra de otro mando para la consola.