Análisis de MySims Party (Wii, NDS)
Electronic Arts es conocida mundialmente por tener una cantidad de franquicias vende-consolas más que envidiable. Títulos anuales como Fifa, Nba Live o Need for Speed son ejemplos claros del poder que tiene esta titanica compañía, pese a que no siempre son comparables las ventas con la calidad del software. Sin embargo, si hay que hablar de una serie que haya impactado de manera mundial en la industria de los videojuegos sería, sin duda alguna, Los Sims, cuyas ventas, calidad y estilo de juego se alejó, en su día, de lo antes visto en el mundillo.
En esencia, Los Sims no deja de ser un simulador social que rompió moldes hace ya nueve años, aunque como hemos podido ver en este lapso de tiempo, Electronic Arts no ha dejado de sacar incontables expansiones para alargar casi indefinidamente la vida de estos seres virtuales. Pese a que la obra original fue concebida para compatibles, las videoconsolas también han tenido su ración de Sims, siendo las de la consola de Nintendo DS y Wii una variante más que clara dentro de la saga original.
MySims es el nombre que acompañan los lanzamientos de la consola japonesa, con un estilo de juego más simplificado, unos gráficos que reniegan del realismo para mostrarnos unos personajes mucho más carismáticos y graciosos, y una jugabilidad adaptada perfectamente a las peculiaridades de la portátil y la consola de sobremesa. Tras un exitoso MySims y una nueva aventuraenfocada en la era de los reyes, llega a Wii MySims Party, un título de minijuegos ambientado en el mundo de los Sims más graciosos del mercado.
Uno más para el catálogo
Nada más comenzar el videojuego tendremos la posibilidad de escoger uno de los Sims ya creados o, la opción más interesante, crear uno propio. La producción de este personaje se asemejará a lo visto en otros títulos de la serie, aunque por desgracia su concepción no es tan intuitiva como debería. Es decir, podremos cambiar los ojos de nuestro personaje, el pelo, la ropa, etc., pero no podremos seleccionar la que queramos desde un buen principio, sino que tendremos que ir pasándolas de una en una con cuidado de no pasarnos el deseado y tener que dar la vuelta. Pese a que es un detalle sin, a priori, importancia, hay que remarcar que cargar los peinados y estilos de personajes llevará entre uno y dos segundos, acabando con la paciencia de los jugadores más inquietos.
Una vez terminado con el proceso de creación, será cuestión de dotar a nuestro participante de puntos de habilidad (a repartir entre velocidad, potencia, energía y suerte), que servirán para hacernos la vida más fácil en los festivales de minijuegos propuestos para la ocasión. De esta manera no solo tendremos que hacer uso de nuestra habilidad en el mando, sino que tendremos que andarnos con ojo a la hora de seleccionar el personaje adecuado para algunos minijuegos en concreto. Por ejemplo, en uno de los minijuegos tendremos que llevar el equipaje de unos turistas desde la entrada hasta la recepción, siendo el atributo velocidad muy importante a la hora de quedar en primera posición.
Concretar el tipo de héroe es vital si queremos avanzar en los festivales, pues muchos de las pruebas que hay que hacer requieren varias personas, por lo que el componente táctico será una constante en algunas ocasiones.
Que empiece la fiesta
Para evitar caer en la monotonía que representan los títulos basados en minijuegos, Electronic Arts ha usado sabiamente el concepto de MySims para presentar los llamados festivales. Comenzaremos el juego saliendo de nuestra casa y topándonos con Compi, uno de los varios personajes que aparecerán en el juego y que ya tuvimos la oportunidad de conocer en MySims Kingdom, quien nos presentará estos divertidos eventos y nos bombardeará a información al respecto. Dichos eventos no dejan de ser una sucesión de pruebas agrupadas en diferentes bloques, siendo nuestro principal objetivo completarlas e ir desbloqueando paulatinamente las restantes.
Los doce festivales que presenta esta primera compilación de minijuegos -y que englobarán las 50 pruebas a superar- ofrece retos para todos los gustos, desde los más típicos, como podría ser el tiro al plato, hasta los más alocados y disparatados, como el juego de baile, en el que tendremos que seguir al ritmo de la música las directrices que aparecen en pantalla.
El control de los minijuegos es bastante sencillo, aunque en muchas ocasiones no es lo intuitivo que debería. Por ejemplo, debido a que estamos ante un juego en el que el nunchuck es prescindible, el movimiento de nuestro personaje por el pueblo se hará apuntando a la pantalla y pulsando el botón A, al más puro estilo aventura gráfica -aunque con el movimiento progresivo-. En los minijuegos ocurre lo mismo, aunque por suerte antes de comenzarlos podremos ver los controles bien detallados y evitar, así, que nuestros contrincantes se lleven la mejor posición. De esta manera contaremos con pruebas en las que tendremos que mover endiabladamente el mando de un lado a otro para ganar velocidad, pruebas en las que utilizaremos el puntero del wiimote para seleccionar la opción correcta, etc.
A medida que vayamos completando los maratones y consiguiendo buenas posiciones, uno de los personajes más carismáticos de MySims, el mago, hará aparición mostrándonos una serie de cartas a escoger. Dichas cartas esconden bonificaciones en forma de objetos y construibles para el pueblo, así como un aumento de los atributos de nuestro personaje. No podremos escoger las cartas, así que tendremos que seleccionar la que más rabia nos de y dejar que la suerte esté con nosotros.
Como elemento innovador y característico de la serie, si vamos completando exitosamente los festivales, nuevos vecinos vendrán a la ciudad como personajes desbloqueables. Además, como comentábamos con anterioridad, tendremos que construir una serie de monumentos para darle más vida al pueblo, alzando así nuestro nombre y ganando popularidad entre la multitud.
Mejor con guarnición
Pese a que el título tiene un modo más que destacable para un jugador, es en su vertiente multijugador donde pasaremos los ratos más divertidos. Justo antes de comenzar los eventos tendremos que escoger el número de personajes humanos que jugarán, así como sus correspondientes personajes tridimensionales. De esta manera disputaremos encuentros que generarán más de un "pique", elevando la diversión y evitando caer en la monotonía de jugar en el modo solitario.
También tendremos seleccionable desde el menú principal el modo minijuegos, en el que podremos disputar los retos que hayamos desbloqueado tanto para jugar solos como acompañados, sin necesidad de visitar el pueblo ni perder el tiempo con los -numerosos- tiempos de carga que pone el juego a nuestra disposición.
Por último, en cuanto a modos de juego se refiere, podremos comparar nuestras estadísticas con las de nuestros amigos, así como a nivel nacional e internacional. Este elemento será un componente ideal para todos aquellos jugadores quienes adoren las tablas de clasificación, marcándose como objetivos llegar al primer puesto, aunque por desgracia el juego carece de vertiente online, por lo que tendremos que esperar a otros títulos del estilo para ver si podemos jugar a minijuegos con gente de otros países.
Más MySims. Más de lo mismo
En cuanto al apartado gráfico se refiere, MySims Party sigue la estela de las entregas anteriores, compartiendo tanto el motor gráfico como las animaciones de los personajes, es decir, estamos ante un calco perfecto entre obras, lo cual es bueno puesto que el motor es sólido y cumple a la perfección con el objetivo de mostrar un mundo de color, alejado de la realidad pero con la estética Sim característica de la compañía. Los escenarios son coloridos y sus personajes de lo más entrañables, que seguramente esbozarán alguna que otra sonrisa al jugador.
Quizá uno de los peores elementos que podemos encontrar a este MySims son las cargas del juego, que son abundantes y no precisamente cortas. Además, en cuanto a la creación de los personajes, el mero hecho de no poder seleccionar con apenas dos clicks el peinado deseado (sino que tendremos que ir pasándolos) sumado a la carga de éstos -que no será automática, esperando hasta tres segundos por cada peinado, por ejemplo- empaña el apartado de creación.
El apartado sonoro de esta obra es bastante discreto en comparación a las músicas vistas en otros títulos de la serie. Si bien es cierto que las melodías acompañan a la perfección, no encontraremos ninguna que nos haga el peso, así como temas que se nos queden grabadas en el cerebro y que tarareemos mientras vamos completando minijuegos. Como viene siendo habitual en las obras de Maxis, los personajes carecerán de voz propia, por lo que tendremos que acostumbrarnos -de nuevo- al famoso y carismático simlish, cuya aceptación por los fans más dedicados a la serie es más que evidente.
Cerrando el festival
En definitiva, no estamos ante la obra de minijuegos definitiva, pero sí ante un buen ejemplo de cómo integrar perfectamente un universo conocido, como es el de MySims, a un estilo de juego completamente nuevo. Por suerte, el juego es lo suficientemente atractivo para llamar la atención de los jugadores más pequeños de la casa, que, a buen seguro, serán los que más lo disfruten.
Pese a todo, MySims Party es un buen juego, que para los jugadores más dedicados puede pecar de aburrido o monótono, pues pese a que cuenta con un buen número de minijuegos, la profundidad de éstos y la -buena- cantidad de competencia que existe en la máquina de Nintendo en relación a juegos de este estilo, harán que este elenco de usuarios acabe por dejar a los Sims en la estantería.