Análisis de Ferrari: The Race Experience (Wii)

Nota: las imágenes del artículo corresponden a la versión PS3 del juego.

Ferrari don’t make cars, Ferrari make dreams. Por muchos nuevos modelos de superdeportivos que se creen, un Ferrari es un Ferrari y ya no lo decimos por la sensación que dicen se siente al conducirlo, sensación que casi todos nos quedaremos con las ganas de probar, sino por la expectación y la pasión que genera cada modelo, cada acción o cada carrera en la que participa un deportivo de la marca italiana.

Después de soñar durante unos segundos es hora de volver a nuestro asiento virtual para probar el nuevo juego de System 3 que desde que en el 2008 se hizo con la licencia oficial de la marca italiana, nos ha traído ya unos cuantos juegos con discretos resultados.

Ferrari Challenge Trofeo Pirelli salió durante el verano de 2008 y mientras que en PS3 consiguió resultados notables, con notas cerca del 7, donde se destacaba su potente carácter de simulador, su versión Wii, recibió peores críticas y calificaciones que apenas rondaban el 5.

Al año siguiente, apareció en el mercado Supercar Challenge, la extensión del juego a otras marcas con parecidos resultados, pero que no llegó a Wii.

Su nuevo título, The Race Experience, sí llega de nuevo a PS3 y Wii a un precio bastante reducido e incluso únicamente en formato descargable para PS3, y cuya versión ha resultado ser una mera actualización con mínimos cambios respecto al 2008. Introducimos el disco Wii en la consola con la esperanza de que por lo menos la versión para la grande de Nintendo si haya mejorado.

Nuevos modelos, misma pasión

De inicio sabemos de la incorporación de 11 nuevos modelos para llegar a más de 30 Ferrari. Modelos tan espectaculares como el 599XX, exclusivos como el 612 Sessanta o simplemente tan bellos como el 430 Spider completan una garaje de ensueño, aunque sea para un videojuego, pero aun así seguimos echando de menos algún modelo como el Testarrosa, todo un mito de la década de los 80. De aperitivo nos subiremos al último modelo, el precioso 458 Italia, para superar el pequeño tutorial que Tiff Needell, ex – piloto y presentador de Top Gear, nos da en el circuito de Fiorano, circuito de pruebas propiedad de Ferrari.

Sobre la pista nos damos cuenta que The Race Experience sigue la senda continuista de sus predecesores ofreciéndonos una experiencia dura, muy cercana al simulador. Quien piense en este juego como un arcade, bueno, bonito y fácil, se saldrá en la primera curva sin posibilidad de volver a incorporarse casi. Cualquiera de los Ferrari del juego tiene muchos caballos que hay que manejar con precisión y templanza.

Con ayuda, arcade o simulación, tres modos para sentir un Ferrari

El juego nos propone tres posibilidades de conducción. Con ayuda, es el más básico e incluye incluso la frenada automática, que elimina el siguiente nivel, arcade, mientras que en simulación se desactivan todas las ayudas de control de tracción y bloqueo de frenos convirtiéndose en un autentico reto dar unas pocas vueltas a cualquier circuito. El funcionamiento de estos vehículos en la pista es muy real y nervioso reaccionando con mucha potencia a cada golpe de acelerador, y bloqueando los frenos enseguida, por lo que como decía es necesario recalcar que el juego tiende demasiado hacia la simulación, preferencia que quizás no esté demasiado presente entre los jugadores de Wii.

Los peculiares mandos de la Wii nos ofrecen tres modos básicos de conducción. Dos de ellos consisten en poner el wiimote en posición horizontal simulando un volante utilizando los botones 1 y 2 para frenar y acelerar. En esta posición, una posibilidad será usar el sensor de movimiento para simular el giro lo que hace que el coche, debido a una quizás exagerada sensibilidad sea imposible de controlar, mientras que el otro utilizaremos los botones de la cruceta para girar, ofreciéndonos un control un poco más sencillo aunque menos real. La otra posibilidad consiste en utilizar el joystick del nunchuck para girar y los botones posteriores de ambos mandos para acelerar y frenar, siendo esta la opción que al final resulta más fácil para controlar estas impresionantes máquinas.

No podemos dejar de comentar el extenso abanico de cámaras de juego disponibles. Aparte de la vista desde el puesto de control personalizado para cada modelo en la que echamos de menos un poco más de detalle, tenemos otras tres vistas externas, una de ellas situada justa encima de la parte trasera del coche y que aunque no es muy práctica sí nos proporciona una vista impresionante de los motores posteriores de los coches italianos.

Modos de Juego. Nuevo campeonato

Aunque el número y calidad de los modelos es impresionante, también hay que destacar que nos va a costar lo suyo poder probarlos todos, ya que para ello necesitaremos conseguir créditos durante los diversos modos de juego. Para ir directamente al grano, aparte del tutorial con el 458 Italia, tenemos otros modos como carrera rápida, carrera arcade consistente en tres carreras seguidas con distinto nivel de dificultad, un trofeo propio para cada modelo consistente también en tres carreras, o contrarreloj. Ahora bien, solo podremos participar en estos modos con los coches que ya tengamos en nuestro garaje y que hayamos adquirido con créditos. Existen también las carreras de invitado en las cuales por unos pocos créditos podemos correr en una única prueba con cualquier modelo de la gama.

El modo principal de juego es campeonato, totalmente renovado desde el anterior titulo. Abandonamos las Ferrari Challenge basadas en el F430 que precisamente han celebrado sus finales mundiales en Valencia hace apenas unos días, para centrarnos en tres campeonatos diferentes según el tipo que coche que escojamos. El campeonato clásico está destinado a los modelos históricos de la marca como el GTO, 250 Testarosa o el 365 GTS, mientras que en el de carretera encontramos las versiones más de calle de la marca como por ejemplo, el último modelo 458 Italia, el pequeño California, o el precioso 430 Spider. El campeonato carrera se destina a los modelos más potentes como el inédito 599XX, el brutal F50 GT o el más radical de todos, el FXX. Tendremos que seleccionar bien en el coche que adquirimos con los créditos iniciales, ya que será el único campeonato en el que podremos correr en un principio.

Estos campeonatos se dividen en siete pruebas consistentes en una sesión de clasificación el sábado, y dos carreras, sábado y domingo, cuyo orden de salida será el de llegado de la carrera del sábado, al igual que ocurre en las mayoría de los campeonatos monomarca reales. Precisamente destacar que las carreras siempre serán monomarca, es decir todos nuestro rivales conducirán siempre el mismo modelo que nosotros, no mezclándose nunca varios modelos en pista.

Los circuitos son todos muy conocidos para los aficionados a la conducción y provienen del título anterior. Monza, Mugello, Spa, Nurburbring, California, Infineon y un circuito urbano inédito en la riviera francesa, pondrán a prueba nuestras capacidades como pilotos.

Aunque es regulable, la IA de los pilotos enemigos nos deja buenas sensaciones en todo momento, y notaremos cómo se tiran a nuestro lado para cerrarnos en las curvas, montan unas peligrosas montoneras en las primeras curvas de las carreras con coches saliéndose por fuera, o incluso fuerzan tanto para intentar adelantarnos que se van fuera o nos llevan por delante.

Añadidos

Otras opciones del juego son exposición donde tendremos una completa guía sobre los modelos del juego, y donde además de comprarlos, podremos pasar a una zona de personalización de nuestros coches poniéndoles toda clase de vinilos y pinturas.

También se incluye un curioso juego de cartas denominado challenge. La baraja consiste en cartas en las que ahora sí aparecen todos los modelos de Ferrari de la historia con sus respectivas características y simplemente se trata de escoger una de esas características para compararla con la carta oculta que esconde la consola. Si escogemos potencia y tenemos más caballos que la otra carta nos llevaremos ambas y seguirá el juego hasta que unos de los jugadores se quede sin cartas.

Tecnología Ferrari

A nivel técnico el juego alcanza un nivel bastante pobre poniendo en evidencia las carencias de la Wii en cuanto a potencia gráfica se refiere, ofreciéndonos un resultado similar o incluso inferior a la mítica PS2. Los coches están bien diseñados pero echamos de menos mucho más detalle tanto en el diseño exterior como en los cuadros de mandos, al igual que en los circuitos, muy parcos en detalles, con algunas texturas bastante pobres y en los que volveremos a ver el efecto popping, con edificios que salen de la nada, casi olvidado ya en las nuevas consolas, además de frecuentes tirones en los momentos en los que se juntan muchos coches a la vez.

El juego también tiene un sistema de daños aunque son realmente muy leves, limitándose a arañazos o pequeños desperfectos solo visuales en la carrocería y es que sería una pena destrozar una de estas máquinas aunque sea en un videojuego. Destacar a nivel positivo el efecto conseguido en las carreras de agua.

En el aspecto sonoro destaca, como en el anterior, la música clásica que le da un toque casi celestial a todos los menús. Los sonidos de los motores están bastante conseguidos, observándose distintos tonos según los modelos aunque también podrían mejorarse.

Conclusión

Por fin los jugones de Wii tienen un juego de conducción serio con el que disfrutar de la sensación de conducir un Ferrari que aunque se queda un poco flojo a nivel técnico, sí tiene multitud de preciosos modelos y modos de juego siempre teniendo claro que incluso en su modo sencillo tiende a acercarse a la simulación, alejándose de los típicos arcades de esta consola.