Análisis Space Adventure Cobra: The Awakening: El pirata espacial más famoso de los 80 regresa con un entretenido plataformas de acción (Switch, PC, PS5, Xbox Series X, PS4, Xbox One)

Es curioso que en un mercado plagado de adaptaciones de anime y de propuestas de corte metroidvania, renazca de sus cenizas la serie que llevó, entre otras, a Gunpei Yokoi a desarrollar una de las franquicias en las que sin lugar a dudas se basa este nuevo Space Adventure Cobra: The Awakening. Y decimos que lo es porque Cobra, la famosa ópera espacial que triunfó a principios de los años ochenta por sus aventuras repletas del sentido del humor propio de la época, fue una de las principales fuentes de las que bebió el equipo de Research & Development 1 para dar comienzo a las aventuras de una de las heroínas más populares del panorama del mundo de los videojuegos: Metroid. Resulta aún más curioso que, casi cuarenta años después de su aparición, el equipo de desarrollo de Magic Pockets, junto con el editor Microids (una cara conocida en estas faenas) haya decidido crear un videojuego muy similar al de las aventuras de la cazarrecompensas, solo que con algunos peros que no le permiten brillar como debería.

Antes de empezar, pongámonos un poco en situación: en el siglo xxiv, Cobra es el pirata espacial más conocido y buscado de la galaxia. Tras vivir una serie de aventuras que le llevan a ser el objetivo de distintos grupos de mafiosos espaciales, el atractivo antihéroe de pelo lacio decide cambiar por completo el rumbo de su vida. Para ello no solo se somete a una cirugía que transforma su rostro y su cabello, sino también a un borrado de memoria que le lleva a olvidar las habilidades que tantos éxitos le proporcionaron en su vida pasada. El aventurero Cobra pasa a ser entonces un tipo normal y corriente llamado Johnson, un cínico y mujeriego de manual que, pese a su peculiar personalidad, suele conseguir atraer la atención tanto de los clientes de la tienda electrónica en la que trabaja como de las mujeres que le rodean.

Todo parece ir sobre ruedas hasta que un encontronazo con un viejo conocido de su pasado activa algo en su memoria: el recuerdo de quién fue y de sus habilidades dormidas. Y aunque no tarda en aceptar que su vida está a punto de cambiar tras cinco años de descanso, para poder hacer frente a los retos que se presentan ante él tendrá que hacer dos cosas: recuperar poco a poco su fuerza y agilidad y traer de vuelta a Lady Armaroid. Para lo primero empieza sacando del baúl de los recuerdos su Psychogun, el icónico cañón que lleva por arma en uno de sus brazos y que le permite hacer uso de múltiples formas de ataque; para lo segundo solo tendrá que esperar unos días, ya que su inseparable ayudante se encontraba siempre a su lado en la forma de un sutil robot que ejercía labores básicas de asistencia. Como era de prever, la noticia de que Johnson es en realidad el desaparecido Cobra no tarda en hacerse oír por toda la galaxia, así que no le quedará más remedio que ir superando todos y cada uno de los obstáculos que el universo pone en su contra.

Un Metroid no tan Metroid

Space Adventure Cobra: The Awakening cubre el primer arco de la serie original de los ochenta a través de diez misiones subdividas en distintas fases que siguen un mismo patrón: correr a toda velocidad por los escenarios a tiro limpio; resolver algunos puzles sencillos que se basan en activar interruptores que desbloquean la clásica puerta que no se abre por sí sola, y luchar contra uno o varios jefes hasta que alcanzamos la meta de cada misión, que suele ser abatir al jefe final de marras. A diferencia de otros títulos de corte similar a este, en vez de centrarse en la exploración u obligarnos a realizar backtracking para descubrir secretos ocultos, el sistema de juego es bastante lineal y solo nos obliga a repetir una fase bien para obtener una puntuación mayor al terminarla o para acceder a alguna mejora extra que no pudimos conseguir por carecer de la habilidad necesaria para ello.

Dicho en otras palabras: la sensación que transmite el juego es la de ser un Metroid a medias. Más que una impresión, se trata de un hecho de facto, porque los movimientos de Cobra, incluso a la hora de empuñar su Psychogun, de apuntar o de colgarse de un saliente, son prácticamente los mismos que los que solemos asociar ya no a cualquier metroidvania de los muchos que han aparecido en el mercado en los últimos años, sino a la de una aventura de Samus Aran de pura cepa. Esto, que a priori parece ser un homenaje a la franquicia espacial de Nintendo, es a la postre un arma de doble filo, dado que si bien las animaciones son parecidas (si no idénticas), el control de Cobra dista mucho de contar con la precisión milimétrica de la que sí suele hacer gala Metroid.

Esto ya va dando algunas pistas de que, pese a las apariencias, las similitudes entre ambas series llegan hasta aquí, lo cual no es necesariamente un factor negativo. The Awakening es un plataformas que se centra en la acción y no la exploración; en superar trampas, rayos láser o decenas de enemigos de distinta índole y con diferentes patrones de ataque y defensa. Aunque no existe el contraataque o parry que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos, sí que tendremos que emplear las habilidades de Cobra para contrarrestar los escudos enemigos. Los soldados que se protegen con un aura azul, por ejemplo, solo pueden ser dañados empleando ataques cuerpo a cuerpo; el escudo rojo de los escuadrones más avanzados solo se deshabilita cuando usamos otra de nuestras armas características: la ensordecedora Colt Python 77 (una magnum de combate), que muchos conocerán por ser una de las más populares en franquicias como Resident Evil o Half-Life.

Corre, dispara, salta

Además de su imponente revolver, Cobra puede hacer uso de un disparo especial de su Psychogun que, una vez obtenida la energía suficiente, puede tanto lanzar un potente rayo a gran distancia como un disparo teledirigido que servirá para dar caza a varios enemigos al mismo tiempo o para acceder a interruptores que de otra manera serían inaccesibles. Su uso es uno de los elementos más entretenidos del juego y está también muy relacionado con las secciones más pausadas, ya que tendremos que ser bastante precisos a la hora de atravesar los pequeños resquicios que se interponen en nuestro camino para seguir avanzando. También podremos hacer uso de un disparo especial que, una vez cargado, afectará de un golpe a todos los enemigos que se encuentren en pantalla en ese mismo momento, algo esencial para superar las defensas de determinados jefes finales.

Todas estas habilidades que hemos descrito pueden desarrollarse con la obtención de determinadas mejoras que, una vez acumuladas, nos otorgarán más vitalidad o más unidades de energía para disparar el cañón. Aunque la mecánica transmite esa sensación de ir a toda velocidad pasando por los escenarios de los que hablábamos antes, hay algunas secciones ocultas (o simples bifurcaciones en el camino) que haremos bien en explorar si queremos obtener cierta ventaja para salir indemnes de los enfrentamientos más exigentes. A pesar de contar con tres niveles de dificultad, Space Adventure Cobra: The Awakening no es precisamente un paseo por el parque, algo que se debe en gran parte al desequilibrio que existe entre la cantidad de energía que nos quita un disparo enemigo y una de las innumerables barras láser que solemos encontrar por doquier. Es frecuente ver que nuestra barra está próxima a llegar a cero tras recibir un par de impactos, algo tremendamente irritante si elegimos el modo "Johnson" (es decir, el fácil) en el que supuestamente deberíamos de contar con alguna que otra ayuda para sobrevivir sin demasiados problemas.

Una cuestión de falta de equilibrio

Nos gusta el tono humorístico con el que se presenta el argumento, que es fruto de la época en la que la serie fue concebida, y la personalidad de nuestro héroe. También es evidente que se ha realizado una adaptación gráfica con cariño a la hora de trasladar algunos escenarios y momentos destacados del anime. El estilo cel shading luce un mejor aspecto en versiones de sobremesa que en portátil, donde la resolución presenta algunos problemas al hacer enfoques más cercanos del protagonista. En general da la impresión de que el juego es una excelente forma de entender y conocer el motivo por el cual Cobra se convirtió en un icono japonés, pero esto no quita que haya otros aspectos que no terminan de funcionar. El primero y más molesto es el control del personaje a la hora de saltar, impreciso e irregular, algo que nos condena a caer por un precipicio o a recibir daños por inexactitudes absurdas en la física.

El segundo se encuentra sin duda en los picos de dificultad que experimentamos de cuando en cuando, sobre todo ante determinados jefes finales. Son ocasiones en las que tendremos que repetir una y otra vez el mismo escenario porque su curva de dificultad es muy superior a la de la fase anterior. Esto es independiente de la cantidad de mejoras que vayamos obteniendo en nuestra partida, aunque lógicamente cuanto más poder de ataque tengamos, más fácil será sobrevivir a estas situaciones. El hecho de que el juego esté dividido en capítulos y no cuente con un mapa para poder orientarnos por los escenarios complica también el poco backtracking que tengamos que realizar y básicamente nos obliga a repetir las fases desde cero aunque no sea esa nuestra intención, por lo que es probable que, si el juego no termina de engancharnos, simplemente optemos por obviar esta opción.

Aunque hay poco que reprochar a nivel técnico más allá de lo que ya se ha comentado, nos hubiese gustado contar con una mayor variedad musical, que tiende aquí a la repetición excesiva. Es una pena que sea así, porque lo que se ofrece nos ha gustado y encaja muy bien con el estilo del juego y de la serie, que por otro lado es claramente su mayor virtud. En este sentido, la inclusión de algunas escenas de vídeo del anime original son todo un acierto. Por desgracia, los defectos empañan la sensación final que transmite la aventura, a pesar de que podemos llegar a los créditos finales entorno a las seis u ocho horas, una duración que, como es lógico, se ampliará si lo que buscamos es obtener la máxima puntuación en cada escenario.

La parte positiva de todo esto es que, a pesar de todo, la experiencia de juego es muy entretenida, con un buen diseño de escenarios y algunos retos que nos mantienen siempre alerta. Además, cuenta con un modo cooperativo local muy ameno en el que el segundo jugador encarna a Lady Armaroid, en otro de los aciertos de esta edición. No parece tampoco que la ambición de sus creadores sea la de crear un típico metroidvania, sino más bien un plataformas típico de la época de los 16 bits: divertido, sencillo y con un buen puñado de elementos a mejorar que, no obstante, no impiden que pasemos un rato divertido mientras disfrutamos de él. Eso sí, hay que tener en cuenta que, por alguna misteriosa razón que se escapa de nuestra comprensión, teniendo en cuenta el poco texto que hay, el juego llega sin traducción al español. Este Space Adventure Cobra: The Awakening no es precisamente un JRPG en el que haya gran cosa que entender si el argumento nos importa un pimiento, pero si lo que queremos es entender el sentido del humor y la trama a grandes rasgos, hay que tener nociones básicas del idioma de Shakespeare.

Conclusión

No lo vamos a negar: nos encanta ver de vuelta a un antihéroe como Cobra, uno de esos animes que seguramente muchos de vosotros hayáis visto en vuestra infancia (o adolescencia) y que trae consigo toneladas de nostalgia. También nos ha parecido muy acertado que, en vez de centrarse en los últimos capítulos aparecidos ya en este siglo, se haya optado por volver a los inicios de este carismático personaje. Magic Pockets ha acertado en este sentido con un apartado técnico que pese a no ser redondo, sí que logra transmitir el estilo de la serie original, tanto por su puesta en escena como por el uso de algunas de las secuencias del anime original. Además, su sentido del humor es idóneo para que lo disfrutemos con un segundo jugador en el modo cooperativo local.

Sin embargo, esto no quiere decir que sea un juego redondo, más bien todo lo contrario: hay opciones de diseño que no funcionan bien, como el hecho de estar dividido por fases que restan atractivo a los momentos de bracktracking, y problemas derivados de un sistema de control que a veces resulta frustrante por sus imprecisiones. Los picos de dificultad que sufrimos mientras avanzamos tampoco ayudan, a pesar de que podemos mejorar nuestras habilidades. Y si lo que queremos es disfrutar del argumento, algo más que probable si no conocemos la serie, el hecho de que el juego llegue sin una traducción al español no le hace ningún favor al conjunto.

Por suerte, el estilo de Cobra y la diversión que transmiten sus fases a pesar de los problemas que venimos comentando a lo largo del análisis permiten que pasemos un rato entretenido redescubriendo esta vieja joya del anime, en el que creemos que es el valor más importante que podemos extraer de esta aventura espacial.

Hemos realizado este análisis en Switch 2 con un código proporcionado por Meridiem Games.