Análisis Promenade: cuando más de lo de siempre es una buena noticia (PS5, PC, Switch, PS4, Xbox One, Xbox Series X/S)
Promenade significa "paseo marítimo" o "paseo por la costa", pero también es, en francés, la palabra para describir el baile de graduación tan icónico para la cultura americana: "prom". No es casual que Holy Cap Studios, pequeña desarrolladora independiente francesa, haya relacionado su primer plataformas con este rito iniciático, este paso de la juventud a la madurez. Promenade es un juego sencillo, que no esconde sus referencias, y que, de hecho, se propone el reto de imitarlas hasta la perfección para así mirar a los ojos, de un adulto a otro, a los clásicos del género.
Lo más increíble es que, en gran parte, consiguen hacerlo. Este título es asequible, tanto en duración como en dificultad, y es un excelente plataformas para los más pequeños de la casa, o aquellos no muy versados en el género, gracias a una estética heredada de la literatura infantil de los 2010 y de series como Hora de Aventuras, que se suman a mecánicas muy sencillas pero a las que el estudio logra sacarles todo el jugo posible.
El único y gran problema que tiene es que, al llevar las referencias tan claras en su ADN, hacen casi imposible trascender su legado.
Creciendo hasta llegar al cielo
La aventura comienza en las profundidades y se extiende hasta lo más alto del mundo ficticio que la contiene. A nuestro protagonista, Nemo, le conocemos cayendo en la oscuridad de una caverna. Por suerte, un pulpo le rescata y terminan haciéndose amigos. Al salir de la caverna (que hace las veces de tutorial) descubrimos el conflicto de la historia, todo ello sin una pizca de diálogo: una "versión oscura" y anterior de Nemo está destruyendo El Gran Elevador y generando el caos en esta tierra de color y sueños. El objetivo de Nemo: coleccionar los engranajes para arreglar el Elevador y restaurar la ilusión en el mundo.
Esto es todo lo que sabemos de la historia, y poco más hace falta. De hecho, nos olvidaremos pronto del nombre de nuestros protagonistas gracias al foco que se hace en el lenguaje visual para transmitirnos lo esencial de lo que tenemos que hacer. Porque lo importante es darnos un reto como plataformas y "collectathon". Lo hace a través de una mecánica muy básica, que va evolucionando hasta prácticamente romperse.
Tentáculos en todas las direcciones
Lo que vamos a hacer durante este juego queda clarísimo desde el minuto uno: usas a tu pulpo, tu compañero, para recoger objetos como si fuese un "boomerang". Puedes usar esos objetos, al lanzarlos contra el suelo, para coger impulso y llegar más lejos en tus saltos. Poco después de comenzar la partida, el pulpo también servirá para engancharte a objetos y propulsarte un poco más lejos. Y ya está. Recoger, lanzar, saltar, impulsarte y engancharte. Esas son las acciones que llevarás a cabo en Promenade.
Sorprendentemente, aún con lo sencillo de su mecánica, consigue no sólo mantener el interés, sino sorprenderte con infinidad de variaciones que logran sacar de este loop. Hay puzzles, retos de habilidad, pequeñas misiones que te llevan de un piso a otro del Gran Elevador... ninguna de ellas se hace pesada; al revés, la mayoría de ellas ofrecen algo diferente que justifica el tiempo dedicado a ellas. Sólo en momentos puntuales este juego nos ofrece más de lo mismo, y nunca durante el suficiente tiempo como para que genere una sensación de repetitividad. Y es que en cada nivel nos encontraremos a un pintor cangrejo (Da Pinchi) con un cuadro que tendremos que pintar, y también hay máquinas recreativas que los pulpos, hermanos de nuestro amigo protagonista, activarán una vez rescatemos. Estas recreativas homenajean a algunos clásicos de la historia de los videojuegos que sirven como homenaje nostálgico e introducción para los más pequeños de la casa.
El resto de propuestas van desde hacerte manejar una nave espacial, hasta puertas que cambian tu tamaño con respecto al mundo, a juegos con bombas y fuego, y toda una ristra de variaciones entre medias. La progresión durante las 10 horas que cuesta completar la aventura (un poco más o menos dependiendo de lo que te obsesione llegar al 100% y verlo todo) es suave como la mantequilla. El estudio francés se obsesiona por cogerte de la mano, y siempre se asegura, a través de sus retos, de que tienes claro cómo funciona una mecánica concreta antes de introducirte el siguiente elemento, más complejo. Y a la vez, si no llegas a vivirlo como un reto, por su estilo simpático, su presentación y las variantes que ofrecen, tampoco llega a aburrir del todo.
Dicho esto, el resultado dista de ser perfecto. Para empezar, el propio manejo del personaje es algo tosco.Se mueve muy despacio. No existe una buena relación entre las distintas velocidades, porque tienes un botón para rodar por el suelo y coger carrerilla pero no existe una forma óptima y agradable de fluir por los niveles como los clásicos a los que referencia. Tampoco logran ofrecer más de una forma óptima de ser completados. Cuando miras a los grandes, todos ellos ofrecen creatividad, no sólo en el orden en el que coleccionas sino en la forma de hacerlo. Promenade es limitado en este sentido.
En algunos casos, sobre todo cuando comienza a subir la dificultad, es cuando se notan más estas costuras. Saltos muy difíciles que se ven estropeados por unos controles muy rígidos. Sí, git gud, no hay problema. No nos ha hecho sudar. Pero cuando estás realizando varias acciones en rápida sucesión la una de la otra es cuando te das cuenta de que el margen para hacer al personaje "tuyo" es más bien pequeño. Eso limita la creatividad en un juego que, en teoría, la debería de ofrecer a expuertas.
Un edificio en el cielo con algunas buenas vistas
La otra gran pega es que se parece tanto a clásicos como Super Mario Odyssey y plataformas de antaño que no llega a ofrecer nada nuevo. Es una mecánica derivada que resulta simpática, pero sólo en momentos concretos llega a encontrar una entidad propia.
Cada nivel del Elevador ofrece dos secciones con engranajes que debes recoger para poder arreglarlo y seguir progresando. Este elevador, a la vez, sirve de cruce de caminos y contiene también sus propios engranajes. Todos tienen secretos escondidos y algunos retos similares, como un modo contrarreloj con un búho con jetpack o una habitación/reto en el que la habilidad presentada durante el nivel aparece reflejada en su máxima expresión.
También hay "mazmorras" con su jefe final, todas ellas bastante olvidables. La saga del fontanero nunca ofreció ningún reto en esta línea y es más que lógico que este hijo bastardo siga su linaje. Hay alguna que otra idea interesante, pero después de un nivel sacando zumo a una mecánica en concreto da la sensación de que sobran.
La pena es que, cuando Promenade brilla con luz propia, lo notas. Pero esas ideas son descartadas para pasar a la siguiente. Ningún mundo llega a aburrirte, pero cuando otro te enamora, te da rabia abandonarlo porque piensas que hay otros que, sin ser olvidables, no merecen tanto la pena. Es un arma de doble filo que deja al estudio francés en múltiples ocasiones, a las puertas de lo genial.
Otra pequeña pega es que, a cambio de ofrecer repetir los retos ya completados, a veces cuesta recordar qué has hecho y qué no. La forma de mostrarte que ya has obtenido un engranaje es añadiendo una cuerda de globo atada a él. Esto corre riesgos de confundir, sobre todo a un niño, o sobre todo a alguien que juegue muy de vez en cuando.
En general, este es un título que te está invitando constantemente a disfrutarlo a tu ritmo, en el orden que quieras y hasta donde quieras. Por suerte, para los amantes de los retos, una vez has llegado a desbloquear su final (para lo cual necesitas un poco más de la mitad de los engranajes disponibles) puedes volverte loco con los puzzles más desafiantes o probar suerte con retos de habilidad que mezclan todo el menú ofrecido durante la aventura. De nuevo, es en estos momentos donde se notan más las limitaciones, pero ningún reto queda fuera de tu alcance ni se convierte en esas habitaciones infernales de Hollow Knight. Promenade nunca pierde la perspectiva.
¿Cómo se compara con los más grandes? Nunca llega a mirarles a los ojos. No logra destacar lo suficiente como para entrar en el panteón del Olimpo. La clave está en entender que para el estudio probablemente esta nunca fue su intención. Claramente querían hacer un primer título bueno, sólido y sin riesgos, diseñado con cariño para los amantes de una experiencia muy concreta. Esto, definitivamente, lo han logrado. Ahora la pregunta es si para ti es suficiente como para sacar la cartera.
En conclusión
Este es un plataformas hecho para ser uno de tus primeros plataformas. Y si no lo es, pero eres amante del género, te ofrece el suficiente incentivo sin pedirte demasiado a cambio. Es un título amable, fácil de digerir, que sabe sacarte una sonrisa y que quizás olvides a los pocos meses. Por suerte, es un plato que se come a gusto y te pide que lo mastiques a conciencia.
Hemos realizado este análisis de Promenade gracias a un código para PS5 proporcionado por Red Art Games.