Análisis Pac-Man World 2 Re-PAC: La secuela en 3D de Pac-Man World llega al mercado en mejor estado de forma que nunca (PS5, PS4, Xbox One, Xbox Series X, Switch, Switch 2, PC)

El pasado 22 de mayo se cumplieron cuarenta y cinco años del lanzamiento del Pac-Man original. Fue el nacimiento de un icono que, con el paso del tiempo, trascendería las barreras de la industria de los videojuegos para convertirse en un fenómeno cultural. Hoy en día es difícil encontrar a alguien que no conozca su redonda y amarilla figura. Suele ser protagonista de las referencias de videojuegos que encontramos en el cine y en la literatura. Es decir: ha pasado a formar parte de la cultura popular, algo que comparte con un selecto grupo de protagonistas como Mario, Sonic o Donkey Kong, por mencionar algunos de su época y evitar mezclarlos con otros más contemporáneos como Pikachu o Lara Croft. Al igual que todos estos ejemplos, las andaduras del famoso comecocos han superado las barreras de su género primigenio para dar el salto a otros estilos de juego que han servido para agrandar su legado y ampliar las fronteras de su popularidad.

Aunque tal vez no sea precisamente el más popular de todos, o simplemente no se pueda comparar con el impacto que tuvieron algunos de sus legendarios compañeros (léase el caso de Mario 64), Pac-Man probó suerte con uno de los géneros por antonomasia de principios de siglo: los plataformas 3D. El primero en asomar la cabeza fue Pac-Man World, lanzado para PSX y PC (posteriormente también lo haría en Game Boy Color) con buenos resultados tanto entre el público como la prensa especializada de la época. Hace dos años sorprendió a propios y extraños resurgiendo de sus cenizas con un remake, Pac-Man World Re-Pac, que actualizó su concepto de juego a los tiempos actuales gracias al notable trabajo de Now Production. Ya sabemos que, hoy en día, no es nada extraño que las grandes empresas recuperen productos con un gran empuje nostálgico, pero no esperábamos que, bajo la supervisión de Bandai Namco Entertainment, la aventura original de Pac-Man hiciese gala de un resultado que en su momento aquí valoramos como notable.

La actualización de un plataformas 3D clásico

Esto se debió a algunos de los elementos que se han mejorado también a la hora de remasterizar (o de reimaginar, como se suele describir en los últimos tiempos a falta de un término más adecuado) el juego que hoy nos ocupa, que no es otro que Pac-Man World 2: Re-Pac. La secuela original vio la luz en el mercado en 2002, siguiendo los pasos de su antecesora al tiempo que se adaptaba a las características de la generación de 128 bits: juegos simples, sin grandes pretensiones, con motores tridimensionales mucho más elaborados y funcionales que los de la generación precedente, pero también con sus propias taras, principalmente relacionadas con ciertos problemas de cámara que siguen vigentes en esta nueva actualización a pesar del importante lavado de cara que ha vuelto a realizar Now Production, que de nuevo toman las riendas de esta versión.

Precisamente porque vuelven a ser ellos los encargados de llevar a buen puerto esta reimaginación, no nos extraña volver a disfrutar de un aspecto gráfico totalmente renovado que da la impresión de ser casi un remake del original, tanto por la calidad de las texturas y el diseño de los personajes como por el buen rendimiento que tiene a la hora de renderizar los elaborados mapas en los que transcurre esta aventura. La idea sobre la que se construye esta edición es exactamente la misma que la que tuvimos ocasión de analizar en Pac-Man World: Re-Pac: mejorar el apartado gráfico; actualizar la interfaz de usuario y el sistema de control; mejorar los problemas de cámara de los que sufría el original; añadir alguna que otra sorpresa en concepto de material nuevo, y sobre todo intentar suavizar los picos de dificultad por los que sería criticado en el momento de su aparición hace ya más de veinte años. Como veremos a continuación, el propósito se ha cumplido casi por completo. Veamos por qué.

El Pac-Man tridimensional de siempre, con su buen humor y nuestros villanos favoritos

Como decimos, la primera impresión que transmite el juego al comenzar a jugar es que el nuevo aspecto gráfico le ha dado una segunda vida. Encaja perfectamente con el tono que impone su argumento, muy sencillo y sin pretensión alguna, algo que se debe fundamentalmente a que, a grandes rasgos, es el mismo del que disfrutamos en su versión original. Un día cualquiera, mientras Pac-Man duerme apaciblemente en su casa de su pac-pueblo, Blinky, Pinky, Inky y Clyde deciden adentrarse en la aldea para hacer de las suyas. A falta de alguna idea más macarra, se les ocurre jugar con los frutos dorados del árbol que se encuentra en el epicentro del lugar, lo que provoca el despertar de un malvado fantasma llamado Spooky. A falta de algo mejor, Spooky decide contratar a los cuatro fantasmas de siempre para que sirvan como sus fieles escuderos. Cada uno parte hacia una ubicación distinta, todos con una de las frutas doradas del árbol.

El despertar de Spooky tiene fatales consecuencias para el pac-pueblo: ahora, unas horribles y maléficas raíces invaden las viviendas de la mayoría de los aldeanos, que para colmo también han desaparecido sin dejar rastro. Por suerte, el pac-profesor, la persona más sabia de la aldea, ha sobrevivido y explica a Pac-Man qué es lo que debe hacer para reestablecer la normalidad. Como seguramente ya habréis imaginado, para ello tendrá que recuperar todas las frutas doradas que han sido robadas y que ahora son custodiadas en mundos de distinta índole, cada uno con su temática propia, en los que además de avanzar como buenamente podamos para alcanzar al fantasma en cuestión, tendremos que coleccionar una serie de frutas que desbloquean distintas bonificaciones, entre las que se encuentran las estatuas o figuras de todos y cada uno de los personajes secundarios que encontramos a lo largo y ancho de este peculiar universo. Con ellas podremos ir decorando poco a poco el pueblo para devolverle así su esplendor perdido.

Mejoras en la jugabilidad que se traducen en una experiencia más entretenida

El argumento recuerda a los clásicos de la época. Puede resultar un tanto genérico, pero lo cierto es que, gracias a su buen humor, encaja muy bien con la esencia que predomina durante toda la aventura, muy jovial y nada pretenciosa. Hay momentos graciosos que nos sacarán una sonrisa por lo surrealista de algunas de las situaciones que vivimos. La nueva presentación gráfica contribuye a que todo este tono humorístico funcione bien y no transmita la impresión de ser una simple excusa para ir superando niveles y mundos. Ahora, casi todos los personajes cuentan con su propio doblaje que, pese a llegar solo en inglés, podremos entender sin ningún problema gracias a la divertida traducción que se ha realizado al español. La nueva interfaz con la que podemos modificar las pocas opciones que existen (entre otras, el comportamiento de la cámara) también influye a la hora de dar la sensación de que el juego se ha actualizado muy bien a los tiempos actuales sin perder su esencia original.

Parte del tono viene dado por el estilo de juego y sus mecánicas. Por ejemplo, uno de los nuevos ataques de Pac-Man que no estaban presentes en el título original consiste en meter un "culazo", o golpe con el trasero, a algunos enemigos que se resisten a morder el polvo con el ataque básico, una patada giratoria. Como en toda buena aventura de Pac-Man que se precie, tendremos que hincharnos a comer pac-bolas con las que logramos ampliar la puntuación final de cada escenario, un aspecto que cumple aquí una función doble. Por un lado, permite lanzar bolas a distancia que podremos cargar durante unos segundos para causar más daño a los enemigos. Por el otro, son esenciales para el concepto de la rejugabilidad, ya que cuantas más bolas obtengamos, mayor será la puntuación final que obtendremos, algo fundamental para competir en el modo online contra otros usuarios. Tal vez competir no sea la mejor forma de describirlo, ya que el objetivo de esta nueva opción es sencillamente servir como excusa para tratar de superar las fases lo más rápido que sea posible obteniendo en el proceso la mayor cantidad de pac-bolas.

Este es la vía que Now Production ha encontrado para paliar la corta duración de la aventura original, aunque no es la única. Además de recolectar fruta, existen una serie de objetivos secundarios que tendremos que cumplir para desbloquear los disfraces especiales de Pac-Man, una buena forma de conmemorar su cuarenta y cinco aniversario. Los retos no suelen ser muy difíciles de lograr y consisten en su mayoría en eliminar a todos los enemigos de cada fase o en destruir todas las cajas que encontramos por aquí y por allá. A priori son retos fáciles, pero nos obligan a tener que investigar cada recoveco de los niveles, que con el paso de las fases se hacen cada vez más intrincados y complejos. Este punto también refleja otra de las novedades de esta versión, ya que muchos mapas han cambiado su disposición original (como los primeros acuáticos, por ejemplo), y siguen ahora una línea mucho más lógica y adecuada con los tiempos que corren.

Más cambios, más mejoras y algunos aspectos interesantes

El mero hecho de cambiar el diseño de los mapas ya de por sí es un elemento muy elocuente sobre el notable trabajo que se ha realizado para que este Pac-Man World 2: Re-Pac sea algo más que un siempre remaster, como decíamos antes. Lo definimos como reimaginación porque, además de variar el sentido de los niveles, también se han cambiado los patrones de ataque de los robots con forma de animal contra los que tendremos que luchar en la última fase de cada mundo. También se han añadido nuevos insectos y animales que pululan por los escenarios para complicarnos la vida, así como un modo cooperativo en el que un segundo jugador se puede sumar a la partida en cualquier momento para controlar un dron que nos echará una mano a la hora de recolectar los numerosos coleccionables que hay esparcidos. En este sentido es una pena que no se haya dado la posibilidad de controlar a un segundo Pac-Man para dar más versatilidad a las partidas cuando queremos disfrutarlas con algún amigo. El dron sabe a poco.

Sin embargo, su presencia sí que ayuda a que podamos recolectar las piezas de fruta que hacen falta para desbloquear los laberintos a los que accedemos desde el salón Arcade del pueblo, donde podremos ir desbloqueando las fases tradicionales de Pac-Man para lograr así más coleccionables y otros objetos de interés. Aquí nos han llamado la atención otros dos aspectos: en primer lugar, ahora los laberintos están basados en los juegos originales de Pac-Man, un plus muy de agradecer si somos aficionados acérrimos que disfrutamos de este tipo de detalles repletos de nostalgia; en segundo, en ellos también es posible emplear la carrera rodante de Pac-Man, una función que también está presente en las fases de exploración y que nos permite sortear a los fantasmas con más facilidad.

Esta función se utiliza convenientemente en el modo normal para realizar grandes saltos y ataques ante los jefes finales. Aunque la cámara también se ha rediseñado y permite que elijamos cómo preferimos que se comporte durante las fases (es decir, si queremos que se centre en el personaje de forma automática y si preferimos liberarla para controlarla siempre a nuestro antojo), hay ocasiones en las que sigue comportándose de forma algo errática, provocando que nos caigamos por precipicios y perdamos valiosas vidas.

Un modo para que todos podamos disfrutar del juego independientemente de nuestra experiencia

Al principio del análisis comentamos que los picos de dificultad eran uno de las asignaturas pendientes a solucionar en esta nueva edición, y lo cierto es que se ha conseguido, aunque sigue habiendo algunos momentos en los que es fácil perder el control de la situación. El tono jovial del juego no debería de engañar a nadie a la hora de pensar que esta aventura es el equivalente a un plácido paseo por el parque. Nada más lejos de la realidad: hay momentos en los que tendremos que mantener la concentración para no morir o caer por un precipicio. Por suerte, parece que conscientes de este detalle, desde Now Production han incluido uno de los aspectos que más nos han gustado de esta versión: el modo Hada, o lo que viene a ser lo mismo: un modo con vidas ilimitadas en el que también aparecen algunos bloques adicionales para facilitarnos las cosas en las fases más exigentes en lo que a saltos imposibles se refiere.

Este modo hace que cualquier jugador, independientemente de su edad o experiencia, pueda disfrutar del juego sin complicaciones, y aunque aún podremos caer al vacío si no calculamos bien los saltos, eliminará la frustración que puede generar no contar con el tiempo o los reflejos necesarios para familiarizarnos con la mecánica de juego. Con él también se incluye un hada que nos guía para encontrar con más facilidad la salida de cada escenario, lo que añadido al hecho de poder superar algunos sectores de los niveles si perdemos repetidamente la vida en ellos, hacen que llegar al final de la aventura sea un placer. Hay otros detalles curiosos, como la aparición del pac-profesor, que nos da consejos sobre cómo superar a los jefes finales en sus distintas transformaciones. Son pequeños detalles que nos han encantado y que describen por sí solos el nivel de dedicación que se ha invertido para que el juego sea una experiencia mucho más refinada que la original.

Además de todo lo hasta aquí expuesto, también podemos ir rediseñando la aldea a medida que recuperamos las frutas doradas, lo que ya de por sí amplía el número de personajes secundarios que pululan por ella; también hay un modo extra que desbloquearemos al terminar la aventura principal, que de base era bastante corta, y que servirá a los jugadores con más experiencia para demostrar su pericia a la hora de superar nuevos retos con una pequeña historia adicional que no desvelaremos por el bien de la experiencia. Si nos apetece disfrutar del contenido descargable, encontraremos algunas fases que sirven como homenaje a Sonic, aunque para ello tendremos que esperar hasta noviembre de este mismo año, siempre y cuando se cumplan las previsiones originales. Por el momento podemos comprar algunos trajes extra, nada muy reseñable.

Conclusiones

La cantidad de pequeñas novedades que incluye esta nueva versión de Pac-Man World 2 nos ha sorprendido gratamente. De hecho, llegados a este punto seguramente ya os habréis dado cuenta de que el juego nos ha encantado, no solo por su lavado de cara visual y por el buen humor del que hace gala, sino también por la enorme cantidad de pequeños detalles que mejoran las sensaciones que experimentamos hace ya tiempo, cuando disfrutamos del original. La realidad es que Pac-Man World 2: Re-Pac es mucho más que un simple homenaje al personaje y se ha tomado muy en serio otorgar una nueva vida a un juego que para muchos formaba ya parte de un pasado lejano. Es más: si somos adictos a la nostalgia disfrutaremos como niños redescubriendo los escenarios originales desde un nuevo punto de vista, más adecuado al formato del género en la actualidad, pero manteniendo en todo momento la esencia del original.

Es cierto que hay algunos aspectos que, pese a haberse abordado, no han terminado de solucionarse, sobre todo en lo que respecta a la cámara, que sigue dando algunos problemas en momentos puntuales, al igual que los picos de dificultad, que siguen aquí presentes. Sin embargo, este último aspecto se ha enmendado con un inesperado movimiento: el Modo Hada, una novedad idónea para que los jugadores que no tengan mucha experiencia puedan descubrir la aventura en todo su esplendor sin sufrir en el proceso. Estas novedades, unidas a todas las que hemos ido desgranando a lo largo del análisis, transmiten la impresión de que Bandai Namco ha querido celebrar por todo lo alto nuevamente el aniversario de su icónica figura. Lo más curioso es que el sabor de boca que deja el juego al superar todo su contenido es a la vez una mezcla entre el pasado del género y del presente de la industria, tan repleta de remasteres y de remakes.

Es, en resumidas cuentas, una buena manera de demostrar que se pueden hacer grandes cosas con títulos que tal vez no fueron tan llamativos en su día, pero que no por eso merecen hoy menos atención que entonces.

Hemos analizado este juego en PS5 gracias a un código de descarga proporcionado por Bandai Namco.