Análisis de Verdun (PS4, PC, Xbox One, PS5)
Uno de los juegos más esperados de la temporada es Battlefield 1, el juego de acción multijugador de DICE y EA Games que estará listo en unas semanas. En él podremos revivir la Primera Guerra Mundial, un conflicto bélico que no se ha dejado ver en demasía últimamente en juego alguno. Bien, pues adelantándose a dicho lanzamiento nos llega Verdun, un juego de acción en primera persona exclusivamente multijugador, basado en esta misma guerra, y que apareció hace más de un año en PC.
Con sus defectos, dicha edición fue relativamente bien recibida por la prensa y usuarios, hecho que suponemos que ha animado a los responsables de M2H y Blackmill a llevar dicha producción a PS4 y Xbox One, si bien esta última edición se ha retrasado en el último momento y aparecerá algo más adelante.
Por lo tanto, la edición a la que hemos tenido acceso se corresponde con la aparecida para la consola de Sony, la cual nos ha dejado sensaciones encontradas.
Sí, porque este shooter presenta bastantes aciertos y un acercamiento realmente original para lo que suelen depararnos este tipo de simuladores de guerra actualmente pero, a su vez, todo queda ensombrecido por una ejecución bastante pobre e impropia de un título de PS4.
Realismo fidedigno
Al tratarse de un juego basado en la Primera Guerra Mundial, damos por sentado que en cuanto a su argumento no hay mucho que explicar. Es justamente eso mismo, una producción que nos anima a adentrarnos en algunas de las batallas, escenarios y sucesos más recordados (tristemente) de la Primera Gran Guerra, pudiendo participar en batallas que tuvieron lugar en diferentes puntos de Francia y Bélgica como Marne, Vosges, Aisne o el que da nombre al título, Verdún, una ciudad situada al norte de Francia.
De hecho los desarrolladores han comentado que la Batalla de Verdún fue la que les inspiró para crear este shooter subjetivo, conflicto que fue el que más duró dentro de dicha guerra y, también, está considerado como uno de los más sangrientos.
En lugar de recrear un título más o menos estándar dentro de su género, lo que nos propone esta producción se desmarca bastante de lo que solemos encontrarnos dentro de este género tan sobreexplotado. Si bien no podemos considerar a Verdun como un título excepcionalmente original, sí que nos ofrece ciertas mecánicas e ideas nuevas que se unen a una de sus grandes virtudes: el realismo histórico.
Todos los soldados llevan puestos los uniformes de época perfectamente recreados, cascos incluidos, lo cual supone un gran aliciente para los amantes de la historia en general. ¡Pero eso no es todo! Todas las armas que podemos empuñar también son vivos reflejos de las mismas que se usaron durante la Primera Guerra Mundial, reproducciones que alcanzan un buen nivel de detalle. Y, para terminar, los escenarios que albergan las contiendas también se basan en entornos franceses y belgas que dieron cobijo a las batallas más trascendentes sucedidas durante el conflicto, añadiendo autenticidad al conjunto.
¡Todos a las trincheras!
Sin embargo, uno de los aspectos que más llama la atención del título es lo pausado y hasta estratégico que resultan las batallas. En lugar de ofrecernos un ritmo endiablado y un gran dinamismo como sucede en la gran mayoría de los juegos de disparos en primera persona disponibles en PS4 (y en el resto de formatos), en Verdun todo se torna muy distinto.
Para empezar, casi todos los decorados están conformados por trincheras, siendo muy necesario desplazarnos por ellas si no queremos acabar muertos. Una sola bala suele ser suficiente para acabar con la vida de los soldados, los cuales además pueden perecer incluso tratando de superar ciertas barricadas, escalando alambres de pinchos y demás. Una muestra más de que el título apuesta por el realismo en lo que a su jugabilidad se refiere, y eso se agradece mucho en un género que ha caído en ciertos clichés muy habituales y "fantasiosos", por así decirlo.
Siguiendo con esto, tampoco conviene liarse a pegar tiros desde posiciones descubiertas porque lo más probable es que acabemos mordiendo el polvo un segundo después… lo mismo que si nos dedicamos a disparar continuamente desde una misma posición, anunciando nuestra posición de manera muy evidente.
Esta jugabilidad tan particular supone un soplo de aire fresco para un género repleto de representantes de todos los tipos que se pueda imaginar, si bien es cierto que dicha jugabilidad queda empañada por un par de aspectos. El primero es el sistema de control que no termina de convencernos, mostrándose algo tosco para los cánones establecidos actualmente en los shooters modernos.
Pero el verdadero problema que arrastra el título tiene que ver con su parcela técnica, demasiado básica… y más para un juego de esta idiosincrasia. Esta producción recreada con el motor Unity no destaca precisamente por ofrecernos un apartado gráfico deslumbrante, más bien lo opuesto, mostrándose muy gris, poco definido y anticuado.
Casi todo lo estético siempre tiene un pase cuando no se encuentra bien perfilado, dado que rara vez termina por afectar a la jugabilidad. Pero en este caso el juego muestra una tasa de cuadros de animación tan irregular que en ocasiones cuesta seguir la acción así como realizar acciones tan fundamentales como apuntar con precisión a nuestros rivales. Y a esto se suman otros defectos como la falta de sincronía vertical ocasional, efectos especiales pobres y demás defectos técnicos que arruinan un tanto la experiencia de juego que propone esta obra de M2H y Blackmill Games.
Apuesta online
En cuanto a sus modos de juego, el título no es que nos ofrezca un despliegue bestial, especialmente si queremos jugar en solitario. Verdun es un título pensado más que nada para jugar online, pudiendo albergar partidas de hasta 32 jugadores a la vez, cifra más que respetable. A esto se suma la posibilidad de poder escoger entre muchos escuadrones diferentes y cuatro especializaciones para los respectivos soldados, opciones todas ellas muy a tener en cuenta.
El juego no nos propone ningún atisbo de modo de juego Historia o Campaña, limitándose a ofrecernos cuatro modalidades que, salvo con la excepción de Defensa de Pelotón, sólo pueden ser disfrutadas online.
El modo de juego estrella es Frentes de Batalla, que además es la modalidad que más usuarios suele albergar (al menos cuando hemos realizado esta review). En esta modalidad dos bandos de escuadrones deben atacar, defender y contratacar sus respectivas trincheras, siendo necesario cooperar y sincronizar nuestras acciones con las del resto de soldados de nuestro equipo para conseguir conquistar y defender los distintos territorios.
Junto a esta modalidad encontramos otras opciones más clásicas como Combate a Muerte con Fusiles o Desgaste, que vienen a ser las típicas opciones Deathmatch pero con ciertas variantes relacionadas con las armas que se pueden emplear, etc. Por lo tanto no es que sea el título más variado del mundo en este sentido, pero por lo menos el citado Frentes de Batalla seguramente os mantendrá entretenidos durante bastante tiempo.
Para terminar, el sonido es bastante mejor en todos sus aspectos que lo denotado en el apartado gráfico anteriormente expuesto. Sin llegar a cotas excepcionales, sí que mejora por completo lo ofrecido por la faceta técnica.
Lo más llamativo a nuestro parecer es el esmero con que han sido recreados todos los efectos de sonido que emiten las distintas armas de época que podemos usar durante las batallas. Explosiones, disparos y demás sonidos se entremezclan con los gritos de los soldados para dar forma a una ambientación sonora muy trabajada, la cual se convierte en una de las grandes cualidades que ostenta esta obra.
Esta atmósfera bélica tan magnífica queda bien respaldada por una banda sonora apropiada y que, sin ser nada del otro mundo, sí que se adapta perfectamente a la acción.
Conclusiones
Son muchas las ideas atractivas y relativamente originales que plantea este shooter, las cuales dan forma a una jugabilidad algo diferente de la reiterada mil veces en cientos de juegos de similares características. El hecho de avanzar en pelotones o pasarnos el tiempo metidos en las trincheras aportan frescura a unas batallas intensas y bastante realistas, aspectos que se convierten en los principales reclamos de esta producción. Sin embargo, Verdun también posee sus lagunas, como por ejemplo su modesto nivel técnico o el no especialmente acertado sistema de control, lo que unido a una tasa de cuadros irregular da como resultado un shooter algo injugable una vez te metes en faena. Una verdadera pena, porque desde luego autenticidad y realismo no le faltan.
Este análisis ha sido elaborado mediante un código enviado por Blackmill Games y M2H.