Análisis de Costume Quest PSN (PS3, Xbox 360)

Llega Halloween, la noche más tenebrosa y de paso más divertida del año, y la primera que los gemelos Reynold y Wren tienen que pasar en su nuevo barrio. Que mejor manera de conocer y ser conocido por los nuevos vecinos que recorrérselo puerta a puerta con la conocida cuestión de "¿truco o trato?".

Como no podemos controlar dos personajes a la vez, mama tiene que escoger a uno de los gemelos como jefe del equipo y así comienza Costume Quest, el primero de los cuatro juegos descargables que Double Fine, el estudio creador de Brutal Legend nos traerá tras la cancelación de su secuela, y que como aquel nos deja un juego realmente difícil de catalogar y calificar pero repleto de humor, que no es poco.

Tras escoger a nuestro personaje nos lanzamos con nuestros peculiares disfraces caseros, de robot y de basura nada menos, a recorrer un barrio que luce realmente precioso completamente adornado con motivos "terroríficos" y repleto de niños armados con bolsas de caramelos y con el mismo "dulce" objetivo que nosotros.

Ese objetivo principal parece sencillo, ir recorriendo casa a casa recogiendo caramelos, pero tras unas pocas burlas de nuestros vecinos, nuestro hermano/a es raptado por unos extraños ogros tipo Shrek cambiando entonces rápidamente el objetivo por su rescate. O mejor dicho, y sorprendentemente, no, el objetivo no cambia ya que para conseguir abrir las puertas de nuestro barrio en busca del secuestrado tenemos que irremediablemente visitar todas las casas del barrio, y solo en ese caso podremos pasar a otra zona.

Truco o trato = Caramelos o lucha

Ahora bien, no todo va a ser tan sencillo como llamar y recoger caramelos, y es que en algunas y de hecho en muchas de esas casas vamos a encontrar a esos mismos ogros robando dulces por lo que tendremos que combatir contra ellos. Pasamos entonces a otro entorno totalmente distinto en el cual nuestro disfraz toma vida y nos convertiremos en un poderoso robot, un gigantesco caballero o una estatua de la libertad gigante en lucha contra estos desagradables ogros.



El combate en sí es un sencillo minijuego por turnos basado en la precisión y rapidez en apretar los botones que nos vayan indicado para defendernos de los ataques enemigos y en ir seleccionando entre nuestro ataque básico y un poder especial que tiene cada disfraz y que hay que esperar a que se cargue para poder usarlo. Así por ejemplo nuestro disfraz de robot podrá disparar unos potentes cohetes mientras que el de caballero podrá usar su escudo protector para repeler ataques o incluso para proteger a su compañero de batalla.

Aparte de este poder para las batallas, cada disfraz también tendrá una característica especial para el modo de exploración. El de robot podrá activar unas ruedas muy útiles para movernos rápidamente por la pantalla mientras que el de caballero también se basará en su escudo, solo que al activarlo nos tapará pudiendo pasar por zonas por donde por ejemplo este cayendo agua.



De los sencillos combates uno a uno del principio, pasamos a feroces combates dos contra dos, y es que afortunadamente un vecinito nuestro se ofrecerá pronto a acompañarnos en la aventura con el que además podremos cambiar nuestro disfraz y por ello su poder siempre que queramos. Poco a poco también descubriremos los "sellos de guerra" de Sadie, poderes que podemos comprar a base de caramelos y que podremos asignar a los guerreros antes de las batallas.

Disfraces, amigos y juegos. ¡Viva Halloween!

Por si fuera poco con la exploración y los combates muchos de los personajes que encontraremos por el barrio nos ofrecerán misiones de infinidad de tipos, desde jugar al escondite, carreras, cambios de cromos, buscar un disfraz concreto para entrar en una zona o comer manzanas en un determinado tiempo, la variedad de géneros que nos ofrece este sorprendente "puzzle" hace que no nos aburramos en mucho tiempo.

Encontrar nuevos amigos, explorar nuevas zonas, coleccionar cartas y otros objetos como cofres ocultos, disfraces o caramelos hacen que la parte de exploración sea la más amplia e importante de este sencillo juego. Una de las pequeñas pegas que encontramos es el no disponer de un mapa que nos vaya orientando un poco sobre las zonas visitadas y no visitadas por lo que podemos llegar a desesperarnos si no encontramos una casa o un objeto determinado. De todas formas, los escenarios no son tan grandes y con un poco de ingenio hallaremos enseguida la solución.

Otra de pequeñas las pegas son los puntos de guardado que al ser automáticos y no demasiado frecuentes, solo cuando completamos o iniciamos una misión, nos pueden hacer perder el progreso.

Los aspectos positivos en cambio son multitud. Desde los gráficos, sencillos pero divertidos, coloridos e imaginativos a más no poder y con los que es difícil no sonreír continuamente a los diálogos ácidos y con el estilo personal de Tim Schafer y su equipo. Los escenarios son planos pero están decorados con un detalle asombroso y llenos de calabazas y demás artículos de esta peculiar noche y donde incluso veremos carteles de "Feliz Halloween" en perfecto castellano, y es que todo el juego esta completamente traducido a nuestra lengua.

Conclusión

Como decía al comenzar "Costume Quest" es muy complicado tanto de encasillar en un genero como de valorarlo. Sí, es muy sencillo, relativamente corto y apenas rejugable, pero es de esos juegos cuya simpatía, estilo personal y variedad te hace estar horas pegado a la consola en un claro ejemplo de que no hace falta hacer mega producciones a las que hay que estar esperando durante meses para hacernos pasar un rato agradable.