Análisis de Harry Potter: Quidditch World Cup (PS2, Game Boy Advance, PC, GameCube, Xbox)
Con este título, EA Games se estrena como primera compañía en realizar un juego basado en el deporte mágico de Harry Potter. A pesar de tener presencia en los títulos de aventuras como Harry Potter y la Piedra Filosofal, a modo de minijuego (o misión), era un sistema sencillísimo y carente de atracción que no se podía comparar al título que ahora nos ocupa. En esta ocasión el juego está dedicado enteramente al deporte, situándose en Hogwarts (el Colegio de Magia donde Harry Potter estudia) con sus equipos, las cuatro casas de alumnos del colegio. ¿Y en qué consiste exactamente el deporte este mágico? Pues bien, no es demasiado complicado. Consiste en ganar el máximo de puntos en un juego de pelota con escobas, esto es, volando. Hay siete jugadores en cada equipo (dos equipos juegan, naturalmente), distribuidos de la siguiente manera:
Es terriblemente rápida y escurridiza, y aquel buscador que la atrape dará 150 puntos a su equipo y el partido terminará.
Con este planteamiento de escobas, pelotas, jugadores, bates, etc... el juego puede parecer algo complicado. Y de hecho, el sistema de juego que EA se ha sacado de la manga para hacerlo jugable no está nada mal. Recordemos que en los juegos de aventuras de Harry Potter la fase del Quidditch era controlar únicamente a Harry, esto es, al buscador, por lo que era mucho más fácil. Pero en Copa del Mundo de Quidditch controlamos al equipo entero, y ahora procedo a comentar cómo.
Principalmente controlamos casi siempre a un cazador aleatorio del equipo, aquel que esté más cerca de la quaffle o que esté en posesión de ella. La llevaremos en la mano pudiendo pasarla a otros cazadores o cuando estemos cerca de los aros tirar a gol. Mientras que llevemos la pelota seremos vulnerables a robos por parte del equipo contrario, al igual que nosotros le podemos hacer entradas a los rivales para arrebatarles la quaffle. Sin duda los cazadores son los jugadores principales, ya que los controlamos mucho más que al resto aunque la labor del buscador sea más importante.
Bien, según avance el partido y vayamos haciendo jugadas con buenos pases y combos de pases, se nos irán otorgando una serie de posibilidades o capacidades, me explico. Se nos puede conceder un tiro de bludger, momento en el cual pasamos a ser uno de los bateadores que lanza la bladger de un batazo y personificándonos en ella podemos golpear a algún oponente. Se nos darán también movimientos especiales, los cuales son imparables a la hora de chutar o aseguran un perfecto robo de pelota. Se realizan con sencillas combinaciones de botones. También recibiremos acciones conjuntas de equipo, en la cual se nos muestra una animación de nuestros jugadores haciendo virguerías y anotando un golazo. Resultado: gol sin hacer nada. Y el esquive, que al usarlo haremos un sprint para dejar atrás a cualquier perseguidor. Me temo que el guardián no tiene ninguna función específica. Y nombrar también la existencia de la barra de snitch, una por cada equipo. Aumenta y disminuye según juguemos bien o mal y avance el partido, y cuando ambas barras se junten dará comienzo la caza del snitch por parte de los buscadores. Pasamos a seguir a una pelota a través de la estela que deja, teniendo la posibilidad de usar turbos más o menos largos según lo larga que estuviera nuestra barra de snitch. Quién coja la pelota da a su equipo 150 puntos y el partido concluye.
Como se puede apreciar el sistema es bastante sencillo, pero es que en juego lo es aún más. En ningún momento tendremos problemas para situarnos u orientarnos, además que el juego es de una facilidad pasmosa, lo cual es un punto en contra suya. En los primeros partidos no encontraremos oposición alguna, son un verdadero paseo, pero los siguientes apenas se complicarán un poco... No obstante también es fácil hacerse con el control a pesar de la aparente complicación que representa el juego.
Desgraciadamente tan solo forman el juego los mundiales, el comienzo en Hogwarts y la colección de cromos que vamos adquiriendo según juguemos y ganemos. Es muy poco y soso, la verdad. El mayor aditivo del juego es sin duda alguna el también sosete modo multijugador, en el cual hacemos exhibiciones como un partido normal. Esto lo bueno que tiene es que levanta la patética IA de los rivales-máquina, que deriva en una dificultad del juego realmente bochornosa. En este sentido se puede pensar que el juego está orientado a los más jóvenes, incluido por su temática. También podremos hacer un partido de exhibición contra la máquina cuando queramos.
Mencionar como detalle los aburridos e insólitos tiempos de carga entre menú y menú y al principio, o que la partida se inicie sin cargar lo anteriormente salvado, teniendo que ir a un menú perdido cada vez que juguemos para poder cargar nuestra partida anterior. Muy poco práctico, la verdad.
El apartado sonoro está más o menos a la misma altura. La banda sonora no es para nada digna de la de las películas, de John Williams. Son repetitivas y sosas, aunque solo suena en los menús y ahí entre tiempos de carga y selección apenas la echaremos de menos. La ambientación de los partidos es muy buena eso sí, con las gradas animando en todo momento y sonidos procedentes de todas partes del estadio. Y el doblaje también bastante bueno, de hecho diría que está doblado por los mismos que doblaron la película.