Análisis de Titan Quest (PC, Switch)
Titan Quest es el último proyecto de Iron Lore, con Brian Sullivan, co-creador de la saga Age of Empires, como cabeza visible. Se trata de un juego de rol y acción en tercera persona que sigue los cánones clásicos marcados principalmente años atrás por la exitosa saga Diablo.
El juego nos sitúa en los míticos mundos de las antiguas Grecia y Egipto, donde la mitología narra que Zeus, ayudado tanto por sus hermanos como por los Gigantes, Hecatónquiros y Cíclopes, derrotaron a Crono y al resto de los Titanes que fueron encerrados en el Tártaro, un oscuro y lúgubre lugar escondido en lo más profundo de la Tierra. Titan Quest nos lleva precisamente a esa época, con un hilo argumental basado en la liberación de dichos Titanes de su eterna prisión desatando todo su poder y poniendo la propia existencia de la humanidad en peligro. Con esa base nos encontramos un juego que nos presenta un modo historia de una duración notable, un modo multijugador bien integrado y un editor que nos permitirá ampliar las posibilidades del juego. Pero vayamos por partes …
Al comenzar el juego debemos crear al personaje que llevaremos a lo largo de la aventura, aunque en esta ocasión no dispondremos de un editor, sino que simplemente tendremos la opción de ponerle un nombre, elegir su sexo y el color de la capa. Ni cambiar color de pelo, ni cambiar la constitución del personaje, ni mucho menos usar un editor facial para los rasgos de la cara. Es una medida en parte comprensible ya que si unimos la vista isométrica del juego con la cantidad de armaduras y cascos que podremos equipar durante la aventura, los rasgos de personaje apenas serán perceptibles. Tampoco podremos elegir una clase ya que el juego se basa en un sistema de adaptación dinámico que usaremos durante el juego para guiar a nuestro personaje hacia un tipo u otro.
Una vez que hemos creado al personaje somos transportados al primer escenario del juego donde tendremos que realizar las primeras misiones de una dificultad escasa que nos servirán para adaptador al interfaz de juego y el sistema de combate. De todos modos, cualquier jugador que haya probado la saga Diablo, el Sacred o cualquiera de las decenas de clones que han surgido en los últimos años sabrá perfectamente desenvolverse en el juego, pues el sistema apenas ha sufrido cambios en este tiempo. El control esta adaptado para poder ser manejado por completo con el ratón, pudiendo usar el teclado para algunos atajos como por ejemplo acceder de forma rápida a nuestras habilidades, abrir el mapa o comprobar las misiones que tenemos asignadas en ese momento.
Titan Quest nos transportará por una serie de escenarios, desde tranquilos parajes, pasando por bosques, cuevas, antiguas ruinas, catacumbas, etc. El sistema de juego es de una linealidad claramente palpable. Deberemos ir conversando con los distintos personajes situados en los escenarios que visitemos, los cuales tendrán dos funciones principales, o bien servir de mercaderes para comerciar, o bien asignarnos una nueva misión que tendremos que llevar a cabo. Las misiones del mismo modo serán muy similares entre sí enviándonos por regla general a una nueva zona donde tendremos que acabar con algún enemigo.
Los combates por su lado tampoco requerirán un esfuerzo demasiado elevado por nuestra parte, ya que o estamos preparados para el enfrentamiento, o no, pero no se decidirá por una buena táctica. En resumidas cuentas los combates se basan en marcar al enemigo que queremos atacar y combinar dos vías, el uso de habilidades (tanto defensivas como atacantes) y el control de nuestra vida y maná. Como es lógico según avance el juego los combates ganarán en vistosidad y las posibilidades aumentarán, pero la base de los mismos seguirá siendo la misma.
Conforme avancemos en el juego y completemos las misiones obtendremos puntos de experiencia que nos permitirán subir de nivel. A cada nivel que aumentemos conseguiremos una cantidad de puntos de atributos que podremos usar para mejorar al personaje en una de las opciones disponibles, como podría ser aumentar su fuerza, su inteligencia, o su salud máxima entre otras. Al mismo tiempo también se nos asignan otros puntos independientes que podremos gestionar desde el tablero de habilidades. En dicho tablero podremos gastar los puntos de dos formas distintas. La primera de ellas sería gastarlo en una barra de visibilidad que nos permite aprender nuevas habilidades que en principio tenemos bloqueadas. La otra forma de gastar estos puntos es, obviamente, aprendiendo alguna de las habilidades que ya tenemos desbloqueadas. Cada habilidad puede recibir un límite de puntos, y por cada aumento el nivel de dicha habilidad también asciende aumentando su poder.
Dentro de este tablero de habilidades podemos distinguir distintas escuelas de habilidades, encontrando unas mas aptas para un guerrero, otras para un mago, etc. De este modo, combinando el panel de habilidades y los puntos de atributos será como iremos creando a lo largo del juego a nuestro personaje y perfilando su estilo de combate. A mayores, al alcanzar un nivel determinado, podremos acceder a la opción de aprender una segunda escuela de habilidades, pudiendo personalizar todavía más a nuestro personaje.
En cuanto a los distintos objetos y equipamientos del juego cabe mencionar varias cosas. Podremos conseguir nuevos objetos o bien mediante los comerciantes que encontraremos distribuidos por todo el mapa, o bien recogiendo los que suelten los enemigos tras ser derrotados. Lo cierto es que por norma general, y con un poco de paciencia, se consiguen objetos bastante mejores derrotando enemigos que comerciando. Sobre este punto el juego facilita nuestra recolección de objetos señalando con distintos colores los mismos, de modo que podemos distinguir fácilmente cuales pueden ser aprovechables y cuales no merecen la pena. Los objetos, además, podrán ser mejorados con reliquias que podremos encontrar en nuestro camino y que pueden ser aplicadas en el mismo para mejorarlo en algún aspecto. Este engarzamiento será permanente por lo que es necesario pensárselo bien antes de usar alguna reliquia.
Respecto al inventario del juego, siguiendo en la línea de los objetos, no ha quedado demasiado optimizado. Dicho inventario se basa como es habitual en este tipo de juego en un tablero marcado con una serie de casillas en las que podemos colocar nuestros objetos. En el momento en que se llena ya no podemos recoger ninguno más salvo que nos deshagamos de alguno o los recoloquemos para conseguir el espacio necesario. El gran problema del inventario de Titan Quest es que no tiene una opción de auto ajuste de objetos, algo incomprensible a primera vista pues mejora, y mucho, la experiencia con el juego. Tal y como lo tenemos en el juego se obliga al juego a pasar regularmente un tiempo que podría gastar en el juego, ordenando sus objetos dado que se añaden tal y como los recoge y dejan muchas casillas inutilizadas. Es un detalle que puede parecer una tontería pero que con a la larga se hace muy pesado.
Respecto a los enemigos encontraremos una gran variedad entre ellos, con un modelado más que correcto. No cabe señalar nada acerca de la inteligencia artificial dado que es un juego de acción muy directa que no precisa de muchos alardes al respecto. Cabe mencionar una vía que podremos usar el juego para ahorrarnos largas caminatas y son los portales de teletransporte, situados en las distintas ciudades y que podremos activar y posteriormente utilizar para viajar de una forma rápida entre varios puntos. El modo historia en Titan Quest, como ya hemos dicho, tiene una gran longevidad superando incluso las 30 o 40 horas de duración si exploramos el mapa y hacemos uso de las distintas misiones secundarias que tendremos disponibles.
A mayores del modo historia el juego nos ofrece otras vías para seguir explorando las posibilidades del título. Por un lado tenemos el editor de juego, que nos permite crear nuevos mapas y misiones que permiten ampliar notablemente la duración del juego. Si se crea una comunidad alrededor del editor lo suficientemente importante puede dar muchas alegrías a los jugadores de Titan Quest.
Por otro lado tenemos el modo cooperativo (en red local o por internet) que está perfectamente integrado dentro del juego, pudiendo seguir nuestra partida del modo historia en cooperativo, para después continuarla nuevamente solos. Por ejemplo, podemos seleccionar a nuestro personaje, con el que estamos jugando el modo historia, y crear una partida cooperativa, creando un grupo de hasta 6 jugadores y seguir en el punto en el que estabas. De este modo te puedes ayudar de unos amigos para superar una mazmorra que te estaba dando problemas. Este modo cooperativo tiene algunos defectos, como que no se ha puesto ningún tipo de medida para evitar el robo de objetos cuando un enemigo los tira, dejando a los personajes de ataques a distancia con muy pocas posibilidades de obtener su preciada recompensa. Aun con todo es un modo que puede ser perfeccionado con sucesivos parches, por lo que siempre se pueden corregir esos fallos.
El apartado gráfico en Titan Quest es sobresaliente encontrándonos con el apartado que más ha dado que hablar en este juego antes de su salida. Nos encontraremos con enormes escenarios sin tiempos de carga, una amplia variedad de lugares muy diferentes entre si para recorrer con un detalle en todos los elementos dignos de mención. Un gran modelado tanto de personajes como de escenarios, gran texturización y buen uso de las últimas técnicas gráficas encontrando efectos de gran belleza como la reacción de la hierba al paso de nuestro personaje. Sin embargo también tiene sus defectos. Uno de ellos son pequeños bajones en el rendimiento del juego, puntuales eso sí, y presentes sobretodo cuando aparecían una gran cantidad de enemigos en pantalla. Además el juego requiere de un equipo de gama alta para poder mostrar todo su potencial, ya que estamos ante un juego muy exigente como podemos comprobar en los requisitos del juego. Respecto al sonido, el doblaje en los diálogos es en inglés, con un doblaje de una calidad media. Los efectos sonoros tanto en combates como ambientales cumplen con su labor perfectamente, sin grandes alardes.
Como conclusión final, Titan Quest es un buen juego de acción y rol en tercera persona. Con un apartado gráfico de gran calidad y un modo historia con una duración notable ampliable con el editor de juego y el modo cooperativo. Pese a no incluir novedades jugables respecto a los clásicos del género y ser un juego muy exigente técnicamente, es una opción muy aconsejable dada la reticencia de Blizzard a sacar un tercer episodio de Diablo.