Análisis de Randal's Monday (PC, PS4, Android)
Las aventuras gráficas son uno de esos géneros muy específicos del mundo del PC. No han faltado a sus citas con las consolas de vez en cuando, con el desembarco de algunas destacadas adaptaciones, y en los últimos años los títulos episódicos han ido apareciendo también en estos sistemas. Pero es fácil que un usuario piense en aventuras gráficas y PC como una pareja bien avenida.
Dentro del género, muchas veces se ha apostado por los toques de humor y, de hecho, algunos de los clásicos más queridos por la comunidad se han hecho casi más famosos por sus chistes que por sus puzles y retos.
El género ha sido cultivado especialmente por la tradición anglosajona, con aportaciones relevantes a lo largo de los años que han aportado las señas de identidad de otras tradiciones.
Ahora llega Randal’s Monday, un videojuego creado en España y que se presenta con dos doblajes de lujo, uno en español y otro en inglés, un guion que hace de los diálogos entre humorísticos y delirantes su seña de identidad y todo un mundo por explorar con un buen surtido de rompecabezas.
El protagonista es Randal, un chico vago y algo caótico; pero esta vez tendrá que salvar el día. Cuando, tras la fiesta en la que celebra que su amigo Matt le ha pedido matrimonio a su pareja, el joven casadero pierde el anillo, Randal lo encuentra… y no se le ocurre otra cosa que venderlo para poder pagar el alquiler. Pero esto es solo el principio de una serie de sucesos que complican el día y hacen que se cierta la tragedia, una maldición y una situación que recordará al clásico de Bill Murray en Groundhog Day: Randal queda atrapado en el tiempo y revive el mismo lunes y otra vez.
Con esta premisa descubrimos a un Randal que es bastante ingenioso y un poco cínico de vez en cuando. En líneas generales, hay que destacar que el guion está muy trabajado para conseguir llevar una sonrisa al rostro del jugador. Es un juego un poco canalla en este sentido que muchas veces traspasa las líneas del humor más inocente, con doble sentidos y algunos guiños muy bien traídos. Decíamos antes que es un juego canalla, pero no lo es tanto por lo que se dice, sino por el estilo de su humor y las referencias culturales pop que van apareciendo, que pueden quedar lejos de los jugadores más jóvenes.
La presencia, casi continuada, de referencias culturales al mundo pop de las últimas tres décadas nos permite saber muy bien a qué público apuntan sus desarrolladores. Esto se consigue con detalles en los escenarios y a través de los diálogos. Hay cómics, películas, series de televisión…. desde Twilight Zone o Fraggle Rock hasta Futurama, Family Guy y un montón de otros guiños. Es posible que en algunos momentos el juego peque de excesivamente referencial, ya que eso hace que algunos de sus aspectos graciosos sean dependientes en exceso del conocimiento del mundo del usuario y eso implica siempre un condicionante generacional.
El desarrollo de la partida, por su parte, es muy tradicional dentro del género de las aventura gráficas, con un sistema de control clásico de señalar con el cursor y pinchar. Hay una opción alternativa de control que permite un sistema de un único clic, pero a nosotros nos ha gustado más el clásico de dos clics; sea como fuere, se cambia en cualquier momento desde las opciones, así que el usuario deberá probar cuál le gusta más. El ritmo de juego, eso sí, se ve afectado porque el personaje se mueve un poco lento: el carácter del mismo parece invitarle a tener pachorra, sí, pero a efectos de la partida hubiésemos agradecido algo más de ritmo.
El ritmo de la partida se ve afectado también por los tiempos de carga. No se trata de tiempos muy largos, pero resultan quizá un poco más abundantes de lo que creemos que podría ser necesario para un juego de este tipo, que no supone una gran exigencia técnica. Como tenemos que explorar escenario para resolver los puzles con la mecánica clásica del género y eso implica moverse entre diferentes zonas, en algunos momentos nos encontramos con los tiempos de carga con una excesiva frecuencia. La situación se acentúa si nos hemos quedado atascados.
De hecho, Randal’s Monday es una aventura que se sitúa en el lado difícil de las cosas. No alcanza la dificultad de algunas de las aventuras clásicas, que conseguían subir el nivel a través de soluciones completamente absurdas e ilógicas de las que no se daban pistas de ningún tipo (que conste que eso era también divertido), pero desde luego no pretende darlo todo masticado como hacen muchos juegos hoy en día. Algunos puzles se acercan a esas soluciones absurdas, sí, pero en la mayoría de los casos resultan originales y cuando uno los ha resuelto entiende la lógica tras ellos.
Del mismo modo, es positivo prestar atención a los diálogos, porque los personajes con los que interactuamos son bastante dados a proporcionar pistas que pueden ser esenciales para esos puzles más difíciles. Es decir, no estamos perdidos ni solos ante el peligro. Cuando nos encontramos con un puzle cuya solución no es para nada lógica, sino simplemente extraña e incluso un pelín irracional vista desde fuera, uno puede sentirse algo frustrado. Sin embargo, creemos que es uno de los rasgos del género difíciles de solventar si se quiere que estos juegos sean estimulantes. No basta con la lógica, sino que hay que emplear también el pensamiento lateral y es ese el punto en el que las personas ya no aplican las mismas ideas, pues se basan mucho en el pensamiento creativo.
En el peor de los casos, hay un sistema de pistas que nos da ayuda. El problema que le hemos visto es que sus ayudas son muy explícitas, por lo que quizá da la sensación en exceso de que nos han resuelto el puzle y no tanto que nos han ayudado a conseguirlo. Quizá hubiera sido mejor solución introducir varias pistas que se dieran poco a poco al ir a ese sistema de ayudas. Y habrían muerto menos gatitos… que es uno de los chistes internos del juego, o más bien una de sus muchas referencias también a los memes y los chistes de internet.
Randal’s Monday está dotado de un apartado gráfico que nos gusta mucho. Se ha apostado por hacer casi dibujos animados con unas animaciones muy logradas y personajes tremendamente expresivos. El diseño bidimensional tiene problemas con el gran mercado actual que, en la obsesión por clasificar (y, a veces, despeñar) parece asumir que esta opción visual debería quedar relegada a productos Flash o desarrollos de baja calidad y presupuesto. A nosotros nos gusta, nos hace sentir muchas veces que se está viviendo una serie de dibujos y permite una gran expresividad.
En el apartado sonoro, como decíamos, hay doblaje de calidad tanto en inglés como en español. Tienes voces igualmente en alemán y la posibilidad de escoger cualquier combinación de audio y texto, así que si nos gustan más las voces en inglés podemos ponerlas y ayudarnos de subtítulos en inglés o en español, por ejemplo. Los usuarios deberán escoger cuál les gusta más, ya que creemos que el componente personal será muy importante. El prejuicio puede llevar a pensar a algunos que el doblaje en inglés es mejor y, aunque es cierto que cuenta con un graciosísimo Jeff Anderson poniendo voz al protagonista, los actores de la versión española son de lujo también. Por ejemplo, cuentan con Carlos Ysbert, por lo que no solo hay referencias a The Simpsons, sino también la voz de Homer, y David Robles como voz del protagonista, Ramón Langa o Pepe Mediavilla, que es el doblador habitual de Morgan Freeman (y primer contacto con el título si lo jugamos en español).
Conclusiones
Randal’s Monday es una aventura gráfica hecha en España y eso ya es noticia. Además, es una buena aventura gráfica que sigue de manera fiel algunas de las convenciones del género, apuesta por el humor y ha sido dotado de unos destacados valores de producción, como muestra la calidad de sus voces, las animaciones, etc. Tiene todas las virtudes y los defectos del género precisamente por ser bastante fiel al canon del mismo, así que creemos que será un juego que gustará mucho más a los usuarios veteranos, aquellos que disfrutaban atascándose con los rompecabezas imposibles de las aventuras de hace algunos añitos. Le falta algo de ritmo, sí, y su sistema de pistas no nos ha convencido en exceso, pero ofrece una historia divertida y extensa para compensar.