Análisis de Memoria (PC)
Si hay un género que los jugadores de PC recuerdan con cariño ese es el de la aventura gráfica. Han sido muchas veces las que hemos recordado a la malograda Lucas Arts con sus decenas de aventuras de este tipo y a tantos y tantos títulos que tiraban del denominado point’n’click para descubrirnos historias y aventuras. Pues bien, parece que el género está volviendo con fuerza, y la propuesta que nos ocupa, de la mano de Daedalic Entertainment viene con The Dark Eye: Memoria, para firmar la secuela perfecta de Chains of Satinav, el juego cuya historia continua en esta entrega.
De fantasía oscura
Después de trabajar en títulos como The Whispered World o A New Beginning, el estudio alemán decidió trabajar en una historia profunda y también clásica con Chains of Satinav. A este guión le acompañaban unos gráficos cargados de mimo y gusto. Pintados a mano, cada pantalla que visitemos es, en si, una obra de arte. Destacan grandes escenarios en los que el detalle se alía directamente con el jugador para sumergirlo en una partida donde puzles, pericia y diálogos serán imprescindibles para avanzar… y no penséis, para nada, que estamos hablando de algo tan fácil de hacer.
Como decíamos, Chains of Satinav nos ponía en la piel de Geron, un chaval nacido con la cruz de ser el portador de una calamidad que caería sobre el reino de Andergast. Ganándose la vida como cazador de pájaros, Geron recibe un encargo del rey para acabar con los cuervos que azotan la región. Es así como entra en contacto con una hada del bosque, Nuri, que tendrá una gran injerencia en todo nuestro futuro. Pues bien, después de introducir la historia, en el juego que nos ocupa –y sin destripar nada de la historia del primer título–,
Geron aparece en un bosque con el objetivo de solucionar un tema ocurrido al final de la primera entrega. En él encontramos el primer puzle y a los personajes con los que nos introduciremos en la historia de Memoria.
Un salto al pasado
Tras esa pequeña introducción encontramos a un viajero y su hija en una tienda de campaña en medio de un claro del bosque. Este encuentro no es casual, y será el primer paso antes de solucionar el problema que nos atañe desde el final de Chains of Satinav. Después de resolver el primer entuerto con la niña, esta nos permitirá entrar en la tienda del padre, donde además de entrar de lleno en la aventura se nos permite empezar a experimentar con los primeros diálogos con total libertad. El caso es que padre e hija sueñan cada noche en unos hechos acaecidos muchos años atrás, cuando la oscuridad reinaba sobre el mundo, y también en la princesa Sadja… y ahí empieza el viaje al pasado, concretamente 450 años, con el que empezaremos a intercalar al personaje de Geron con el de Sadja.
El poder de Memoria, que ya tenía Chains of Satinav, es el de cazar, literalmente, al jugador para sumergirlo en una historia donde la épica tendrá siempre el protagonismo. En este viaje descubrimos a la princesa intentando entrar en una cueva en la que los puzles serán ya más difíciles. Cuenta con un equipo digno de las leyendas de fantasía medieval con la presencia de un mago, soldado y bárbaro, además de vivir las primeras escenas con magia de por medio. Lo que nos brindará este viaje al pasado será también una introducción a algo que será muy importante en todo el título, la combinación entre oscuridad y luz, directamente ligadas a los poderes que nuestra intrépida protagonista irá adquiriendo a lo largo de la aventura.
Aunque parezca que los objetivos de los dos protagonistas no tengan nada que ver, y el medio milenio de diferencia temporal lo acentúe, nuestros avances irán descubriendo una gran trama que no esperamos. Mientras Geron intenta actuar sobre el hecho del final de CoS, Sadja intenta entrar en la tumba de Mughal, en la que conseguir la máscara de Malakkar, con la que podrá movilizar a un gran ejército mágico para terminar con esta época de oscuridad.
Gráficamente preciosista
Hablar de oscuridad en Memoria es hacerlo de una serie de entornos muy cuidados en todos los sentidos. Realizados completamente a mano cada punto que visitemos nos sorprenderá por sus colores. Podríamos decir que Memoria podría ilustrar perfectamente cualquier novela de aventuras medievales sin miedo a desentonar. Cada estancia, bosque o gruta cuenta con esa calidad que hizo grande a los anteriores juegos de Daedalic se muestra aquí mejor que nunca. Estos entornos esconden mil y un secretos gracias al detalle con el que cuentan y también al provecho que el equipo saca de los momentos de oscuridad completa, penumbra o luz.
Podríamos decir que a nivel de modelado de personajes el trabajo está bien realizado y que el gráfico peca, únicamente, de una cierta robotización en los movimientos. El hecho que el personaje deba moverse por todo el escenario parece, a veces, un problema ya que el protagonista da la sensación de deslizarse en alguna ocasión. Pese a ello lo estático de los entornos y decorados permite una buena experiencia jugable y da lugar a puzles que nos complicarán la vida a la hora de avanzar.
La diversión hecha puzle
Si los gráficos ya nos aseguran una presencia de la aventura gráfica clásica en cada instante, la jugabilidad viene a reafirmar un género marcado por el point’n’click. La jugabilidad pasa por desplazarnos por el escenario a golpe de click libremente, explorando y buscando elementos por la pantalla. Cazando aquel píxel que nos oculta el paso a realizar para avanzar en nuestra aventura. Los más avezados en el género sabrán la sensación de encallamiento en determinados puzles. Este es un punto a tener en cuenta cuando jugamos a Memoria. Avanzar puede ser muy fácil en los compases iniciales, pero puede convertirse en algo tedioso en algunas ocasiones. Así, mientras los puretas optarán por romperse los cuernos para pasar aquella puerta infranqueable, los neófitos tirarán de uno de los puntos más criticados en los últimos años: las ayudas.
Si pulsamos la barra de espacio el juego nos "chiva", inmediatamente, cuales son los puntos de interacción en cada pantalla. Mientras mantengamos pulsada la barra una serie de luces nos marcarán las partes de la pantalla en las que podemos realizar algún tipo de acción. Por si esto fuera poco, el libro que el inventario de cada personaje tiene en su haber, nos dará pistas pensando siempre en la acción inmediata que debemos hacer para avanzar. Si la primera no nos sirve, siempre podemos pedir la ayuda de la segunda.
Como disculpa os diremos que estas no nos soplan abiertamente lo que debemos hacer, pero si que nos dejan el camino mucho más llano. Pese a ello algunos puzles se resisten, y continúan con una dificultad que, ciertamente, gustará a todos los amantes de la aventura gráfica más clásica. Siguiendo con la jugabilidad, la interfaz se mantiene totalmente limpia y se dedica la totalidad de la pantalla a la partida. Acceder al inventario será tan fácil como acercarnos a la parte inferior. Y ahí, lo de siempre: combinar artículos y botón derecho o izquierdo dependiendo de la acción que queramos realizar. De la misma forma, dependiendo del personaje estemos guiando, tendremos acceso a la magia de luz por parte de la princesa o a la de reconstruir o romper por parte en Geron.
Doblado al inglés
Y de nuevo volvemos al debate de siempre, el de los doblajes. Memoria, como sus hermanos mayores, viene en alemán doblado al inglés con subtítulos en diferentes idioma entre los que no se encuentra el español. Ni rastro de nuestra lengua en una producción que algunos criticarán por ello. Aquí también debemos romper una lanza a favor del juego ya que el doblaje y las voces son de gran calidad y acompañan bien a la narración. A estas voces les acompañan efectos y sonidos bien escogidos, que no molestan en absoluto, y también una banda sonora muy correcta que cierra bien un título que devuelve el esplendor a la aventura gráfica.
Las sensaciones generales de este Memoria es que mejora a su predecesor y sigue contando su historia como nadie tirando de un gran guión acompañado por una serie de gráficos que sorprenden a cada momento. Esta dupla consigue que el jugador, ya sea controlando a Sadja o Geron, cuente con una inmersión total aunque adolezca de ser algo corto. Dependiendo de la pericia de los jugadores, el tiempo puede rondar las diez horas, eso sí, sin abusar de las generosas ayudas disponibles en todo momento.
Pese a todo lo bueno que hemos destacado, el hecho de no estar doblado al español seguro que lo penalizará en nuestro mercado, y algunos desajustes en gráficos también lo hacen un poco vulnerable en cuanto al movimiento del personaje. Pese a estos últimos apuntes, estamos ante un título ineludible para los amantes del género y para aquellos que busquen algo ciertamente entretenido que les meta de lleno en un mundo de fantasía, oscuridad y misterio tanto en Mac como en PC por un precio de 20 euros en descarga digital.