Análisis Humankind, un giro de tuerca para marcar el futuro de la estrategia 4X (PC, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4, PS5)
Amplitude Studios se ha convertido por derecho propio en una de las desarrolladoras más importantes de juegos de estrategia, sobre todo dentro del subgénero de la estrategia 4X en el que ha destacado gracias a la saga Endless y, sobre todo, con Endless Legend, un título lanzado en 2014 que maravilló a los amantes de este tipo de títulos ofreciéndonos una gran jugabilidad que no renunciaba a una buena carga argumental.
El pasado 17 de agosto el estudio volvió a apostar por este tipo de juegos con Humankind, un título que busca hacer frente a Civilization y con el que quieren modernizar la propuesta de "los 4X" convirtiendo a los jugadores en auténticos dioses que deben de elegir el futuro de la humanidad intentando realizar todo tipo de gestas bélicas, comerciales o científicas para aumentar su fama y quedar para la posteridad en los libros de historia.
Cruce de pueblos para lograr la grandeza de la humanidad
En Humankind el planteamiento es bastante diferente al de otros juegos de estrategia 4X ya que aquí no deberemos de seleccionar una civilización y llevarla al dominio mundial, sino que tendremos que ir escogiendo entre diferentes pueblos a lo largo de la historia evolucionando nuestra forma de jugar y adaptándonos a todo lo que ha ocurrido durante la partida.
La mecánica es simple, empezaremos con una pequeña tribu con la que deberemos de explorar los primeros territorios de un mundo aleatorio. Una vez recolectemos los suficientes recursos o cacemos unas cuantas piezas deberemos de escoger nuestra primera civilización, cada una especializada en algo distinto, con pueblos centrados en la ciencia, comercio, expansión del territorio o cultivos, siendo interesante hacer esta primera elección en función de lo que nos hayamos encontrado en las primeras andanzas con nuestra tribu.
Una vez elegimos nuestro primer pueblo tendremos objetivos diferentes en función de su especialización que deberemos alcanzar para obtener una serie de estrellas. Una vez logramos todas ellas tenemos la posibilidad de avanzar de edad… y escoger un pueblo completamente diferente al primero, siendo muy importante adaptarnos e ir escogiendo las civilizaciones a medida que avanzamos de Edad en función de lo que más nos conviene en cada momento para llegar a trascender y que nuestro pueblo sea el más recordado por la humanidad.
Por ejemplo, podemos comenzar con una civilización centrada en la expansión y, cuando nos llegue el momento de avanzar de Edad, darnos cuenta de que tenemos muchísimos recursos que podemos explotar y vender, abrazando en la siguiente época un pueblo que se centre en el comercio para aprovechar sus ventajas y lograr la victoria en la partida que se decidirá en función del pueblo que haya conseguido tener más fama completando una serie de hitos a lo largo de la historia.
Un buen balance entre guerra, comercio y diplomacia… con algunos detalles que pulir
Como decimos para avanzar entre las diferentes Edades tendremos que cumplir una serie de objetivos que variarán dependiendo de la civilización que escojamos en cada momento, pero, entre medias, deberemos de gestionar todo tipo de recursos para hacer crecer a nuestro pueblo, mantenerlo unido y comerciar, aliarnos o enfrentarnos con el resto de los rivales que nos acompañarán en este viaje de la humanidad a lo largo de la historia.
El equilibrio entre la gestión y la acción está bastante conseguido y, en líneas generales, los enemigos nos dejarán bastante tranquilos si no contamos con un perfil demasiado bélico o si no somos muy agresivos a la hora de conquistar territorio que pueda ser esencial para los intereses de los otros pueblos. Además, dependiendo de la aproximación que queramos hacer en la partida también será clave el mantener unas buenas relaciones con cada nación ofreciendo pactos de comercio o apertura de fronteras que serán muy interesantes para nosotros si, por ejemplo, centramos nuestra partida en conseguir ser el pueblo más rico de la historia de la humanidad.
En este sentido no hay demasiadas sorpresas como tampoco las hay en gestionar los recursos disponibles, siendo la mayor novedad el escoger los pilares culturales de nuestro pueblo y adaptarlos a medida que vaya evolucionando y modernizándose con las diferentes edades, pudiendo escoger el tipo de leyes que aplicaremos, si queremos privatizar o liberalizar las empresas clave de nuestra nación o la libertad religiosa.
Aprovechando que hablamos de esa libertad religiosa, la fe y la religión aparecen en el juego y tienen sus propias mecánicas jugables, pero el impacto durante la partida es escaso por no decir nulo. De hecho, echamos de menos que haya algún tipo de pueblo especializado en la expansión religiosa durante las primeras edades y es uno de los puntos que sin duda Amplitude debe mejorar para redondear Humankind.
Las ciudades, punto clave en la progresión del pueblo
A nivel de jugabilidad otro de los pilares de Humankind es la gestión de las grandes ciudades que serán las que nos permitan asentar la base de nuestro pueblo, de nuestro país. Desde estas ciudades podremos construir barrios o zonas dedicadas a la alimentación de nuestras gentes, a las empresas u obtención de recursos, al comercio o a las artes, teniendo que vigilar que cada ciudad tenga alimento suficiente para sus habitantes, así como un buen grado de satisfacción entre la población si no queremos que haya una revuelta que pueda paralizar la progresión de nuestro pueblo.
Las ciudades son el eje principal del crecimiento de nuestra civilización ya que sin sus barrios comerciales, bancos, granjas u otros edificios no podremos llevar a cabo las tareas necesarias para avanzar de Edad, además de que también son las encargadas de que reclutemos las diferentes unidades de exploración o bélicas que deberemos de utilizar de una u otra forma a lo largo de la partida, por lo que gestionar y dominar bien su uso será capital (nunca mejor dicho) para lograr que nuestra nación sea la más importante de la historia del mundo.
Un buen apartado técnico… y poco contenido
Pasando a hablaros de Humankind a nivel técnico estamos ante un buen juego en acabado gráfico y sonoro que no tiene demasiados problemas en ninguno de estos sentidos y que su principales piedras se encuentran en la parte de la inteligencia artificial algo escasa de las naciones enemigas, una interfaz que podría ser algo más intuitiva y en una escasez de contenido evidente, con solo un modo "sandbox" para hacer crecer a nuestro pueblo como queramos (tanto enfrentándonos a la IA como a otros jugadores de forma online) y sin ningún modo de juego alternativo, aunque esta escasez no nos ha impedido estar sumergidos horas y horas en el juego ya que cada partida puede ser muy diferente y en el propio título hay espacio para mapas y creaciones de la comunidad.
Hablando de rendimiento puro y duro, con un PC equipado con una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 3080 Ti FE, procesador Ryzen 9500X, 32 GB de memoria RAM, SSD de 1 TB Nvme y Windows 10 hemos obtenido unos 130 fps con gráficos en modo Extremo y una resolución de 1440p.
La base para evolucionar la estrategia 4X
Amplitude nos ofrece un buen título de estrategia que encantará a los amantes del "subgénero 4X" con un concepto interesante y buenas ideas que encandilarán a muchos jugadores, aunque con algunas cosas por retocar y pulir para pasar de ser un título muy disfrutable para convertirse en uno de los grandes del género. Se trata sin duda de una buena base para revolucionar la "fórmula Civilization" que prepara el camino para que el estudio, en un futuro más o menos lejano, pueda plantar cara a uno de los mayores "robavidas" del mundo del videojuego.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de Humankind para PC proporcionado por Koch Media.