Análisis The Witcher 3: Wild Hunt Complete Edition, pura brujería (Switch)
Uno de los anuncios más impactantes que nos dejó la edición del E3 de este año fue la confirmación de que The Witcher 3: Wild Hunt, uno de los juegos más grandes y ambiciosos de la generación, llegaría a Switch. La existencia de dicha conversión se había filtrado con anterioridad, pero muy pocos creyeron que algo así fuese posible, por lo que su anuncio nos pilló a muchos por sorpresa. ¿Es realmente posible hacer algo así y que funcione a un nivel decente en una máquina tan limitada a nivel de hardware? Esta es la pregunta que la mayoría nos hicimos al recibir la noticia, aunque tras haber podido disfrutar largo y tendido de su versión final no nos queda otra que rendirnos ante la evidencia y calificar como auténtica brujería el milagroso trabajo de conversión que han realizado en CD Projekt y Saber Interactive.
Videoanálisis
Milagro portátil
Antes de nada, lo primero que nos gustaría aclarar es que estamos ante el mismo juego que ya pudimos disfrutar en otras plataformas, por lo que no esperéis encontrar ninguna mejora jugable ni nuevos contenidos exclusivos que no estuviesen disponibles en el original. Eso sí, tal y como su propio nombre indica, se ha aprovechado la ocasión para incluir todas sus actualizaciones y expansiones, algo que siempre es de agradecer, especialmente cuando son de tantísima calidad y aportan decenas de horas de aventuras adicionales.
Por si queda alguien que todavía no haya tenido la suerte de descubrir el épico viaje de Geralt de Rivia para encontrar a Ciri y detener a la Cacería Salvaje, decir que se trata de una aventura de rol y acción en tiempo real en la que tendremos que explorar un mapa de tamaño más que considerable mientras resolvemos multitud de misiones, investigamos extraños casos relacionados con monstruos, combatimos contra todo tipo de seres y tomamos durísimas decisiones con importantes consecuencias que cambiarán por completo la resolución de sus numerosas tramas argumentales, tanto principales como secundarias.
Es un juego gigantesco que completar en su totalidad, con expansiones incluidas, nos puede llevar entre 150 y 200 horas. Lo mejor de todo es que nunca aburre, ya que sus misiones están tan bien diseñadas y escritas que consiguen sumergirnos de lleno en su mundo y hacernos empatizar con todos sus personajes, implicándonos emocionalmente con los hechos que tienen lugar a unos niveles que pocos han sido capaces de alcanzar.
Un clásico imperdible, aunque con carencias jugables
A pesar de todas sus virtudes, al título siempre le faltó algo de pulido en lo jugable, con un sistema de combate algo torpe y unos controles muy toscos y poco precisos que no impidieron que lo disfrutásemos enormemente y se convirtiera en uno de los grandes de la generación. Eso sí, si ya en su momento era algo que nos chirriaba, ahora, cuatro años después, nos ha chocado mucho más, ya que son defectos que no han envejecido nada bien y que nos resultan más difíciles de perdonar a estas alturas.
Sea de un modo u otro, sigue siendo una aventura magnífica que todo el mundo debería probar alguna vez en su vida, y este relanzamiento en Switch nos da la excusa perfecta para ello, siempre y cuando lo que más nos interese sea disfrutar de sus capacidades portátiles, siendo esta su principal ventaja frente al resto de versiones que podemos encontrar en el mercado. Tal y como era de esperar, para hacer esta conversión posible se han tenido que realizar grandes sacrificios en su apartado técnico, algo que se nota especialmente en su resolución, lo que se traduce en una calidad de imagen muy inferior y que puede llegar a resultar demasiado borrosa en ciertas situaciones.
La distancia de dibujado tampoco se ha librado de sus respectivos recortes, favoreciendo la aparición repentina de elementos de forma mucho más pronunciada, con una vegetación que carga prácticamente delante de nuestras narices a medida que nos movemos y unos edificios que ganan en complejidad cuando nos acercamos a ellos. Por supuesto, las texturas son otras de las grandes damnificadas, y la iluminación no está tan elaborada, siendo las sombras las más afectadas.
Y sin embargo, y a pesar de todo, sigue viéndose y rindiendo lo suficientemente bien como para ofrecernos una experiencia muy disfrutable que nos muestra su mejor cara cuando jugamos en la pantalla de la consola. A fin de cuentas, en el televisor es donde más se le ven las costuras, pero jugando en portátil sus defectos visuales quedan muchísimo más disimulados y os podemos asegurar que es completamente alucinante ver un juego de este calibre en una consola tan pequeña y que nos podemos llevar a cualquier parte.
Jamás nos habríamos imaginado jugando a The Witcher 3 en el metro o en el autobús, pero esto es algo que ya hemos vivido y que nos ha parecido auténtica brujería por lo bien que aguanta el tipo y lo digna que ha resultado ser la conversión. Para conseguir estos resultados, Saber Interactive ha usado multitud de pequeños trucos, como aumentar considerablemente la carga gráfica durante los vídeos para mostrar unos modelados y efectos muchísimo más detallados o desactivar la sincronización vertical en ciertas áreas para mantener las cosas siempre jugables. Además, por estos mismos motivos se ha apostado por una resolución dinámica que oscila entre los 720p y los 624p en sobremesa y que en portátil baja hasta los 540p.
Un rendimiento muy estable
Sobre el rendimiento, tenemos que decir que nos ha sorprendido muchísimo lo bien que suele mantener las 30 imágenes por segundo casi siempre, aunque hay algunas zonas un poco más complejas, como Novigrado o la ciudad principal de la expansión Blood & Wine, donde sí que se aprecian bajones más o menos evidentes con cierta frecuencia, algo hasta normal si tenemos en cuenta que no se ha buscado reducir la densidad de elementos que vemos en ellas, con calles abarrotadas de gente y por las que cuesta moverse. Estos tirones también se producen en las secuencias de vídeo más movidas como consecuencia de la mayor carga gráfica de la que hacen gala.
Finalmente, del sonido decir que se ha mantenido la misma y excelente banda sonora sin que la calidad del audio se haya visto afectada lo más mínimo, algo que también aplicamos a sus efectos y a su extenso doblaje en inglés. Por supuesto, todos los textos están perfectamente traducidos al español y, en el caso de que se nos haga demasiado pequeña la fuente, tenemos la opción de aumentar su tamaño para jugar sin problemas, aunque en Switch Lite quizá tengamos que forzar un poco más la vista para leer algunos documentos.
Conclusiones
Es muy difícil transmitir con palabras lo que supone jugar a The Witcher 3: Wild Hunt en una máquina portátil, ya que ni las imágenes ni los vídeos hacen justicia a lo que os encontraréis cuando lo juguéis en directo en vuestra Switch, pero lo que sí os podemos asegurar es que la experiencia nos ha dejado muy satisfechos y en ningún momento nos han llegado a molestar realmente los sacrificios que se han realizado en su apartado técnico. Eso sí, en sobremesa ya es otro cantar y si vuestra intención es disfrutarlo en un buen televisor, nuestra recomendación es que os lancéis a por cualquier otra versión, a menos que la híbrida de Nintendo sea vuestra única consola.
No vamos a engañaros, es todo un lujo poder disfrutar de una obra tan gigantesca como esta en cualquier lugar y eso ya nos parece motivo más que suficiente para justificar su compra, siempre y cuando no lo hayáis jugado previamente, pues su falta de novedades hace que sea un producto especialmente enfocado a los nuevos jugadores. Sin duda, todo un milagro técnico digno de admirar que demuestra, una vez más, que la actual consola de la Gran N tiene todavía mucho por ofrecer.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Bandai Namco.