Análisis Hellblade, ¿otra versión imposible en Switch? (Switch)
Han pasado algo menos de dos años desde el lanzamiento de Hellbalde: Senua's Sacrifice, un juego muy importante por muchas razones. Desde su temática a su concepto triple A independiente, hizo cosas que pocos títulos habían hecho. Ahora, y como viene siendo habitual, vemos una nueva «conversión imposible», que adapta un juego con gráficos de sobremesa a una consola híbrida. Os contamos cómo se ha ajustado a Nintendo Switch lo último de Ninja Theory.
El sacrificio de Senua
Lo primero, es hablar del juego como tal. A efectos prácticos, podemos remitiros a nuestro análisis de PlayStation 4, que le dedicamos cuando se lanzó, ya que nuestra opinión al respecto permanece intacta. Por si no lo conocéis, se trata de una aventura de acción en tercera persona, donde los puzles –basados generalmente en la exploración del entorno– también cobran mucho protagonismo.
Hellbalde: Senua's Sacrifice pone muchísimo énfasis en la historia, y ahí es donde la experiencia sobresale de verdad. Ninja Theory trata la psicosis de una manera muy respetuosa, y lo hace, además, sumergiéndonos en la cabeza de Senua. Es un título hecho para jugar con auriculares y dejar que la historia nos absorba. En este aspecto, como dijimos en su día, no se le pueden poner pegas, y deja claro que los de Cambridge son un equipo único.
Los problemas, desde nuestro punto de vista, llegan con las partes más jugables. Viniendo de un estudio que ha hecho Heavenly Sword, Enslaved: Odyssey to the West y DmC: Devil May Cry, esperábamos más en lo que respecta al combate e incluso a la exploración de escenarios. Las batallas son bastante básicas, centradas en esquivar y bloquear los golpes rivales, y apenas hay progresión alguna.
Lo mismo sucede con los puzles. La inmensa mayoría consiste en movernos por los entornos hasta encontrar algo, generalmente jugando con la perspectiva. Hay algunos más complejos y algunos más interesantes, pero no nos parece algo memorable. Lo dividido que está todo el desarrollo –ahora toca puzle, ahora toca pelea– tampoco ayuda a paliar estas carencias.
Por suerte, esto se olvida gracias a la fantástica ambientación, la excelente interpretación de la protagonista y la gran historia. La mente de Senua está jugando constantemente con ella y, consecuentemente, con nosotros. Estamos siempre atrapados en un mundo donde la realidad y la ficción se disuelven, en un mundo donde, si conseguimos meternos, olvidamos muchos de sus problemas jugables.
El sacrificio técnico
Sobra decir que, para adaptarse a Nintendo Switch, QLoc –el estudio responsable de esta conversión– ha tenido que hacer múltiples sacrificios técnicos. El resultado, aun así, es notable, y creemos que es perfectamente disfrutable en la consola híbrida, siempre y cuando tengas en cuenta que gráficamente no va a llegar al nivel de las otras plataformas, como es normal.
Lo primero y más notable es la resolución. Hellbalde: Senua's Sacrifice usa resolución dinámica, con un máximo de 720p. Hay momentos, cuando se juntan multitud de enemigos en pantalla o en los escenarios más abiertos, en los que baja de manera perceptible, y la imagen puede ser un tanto borrosa. Esto se acentúa más todavía en portátil, donde llega a bajar hasta los 400p. No es ideal, pero es tampoco es injugale. Como nota, al activar el modo foto aumenta la resolución, y os avisaremos de la distinción en las pantallas que acompañan a este texto.
Hay recortes también en lo que respecta a las texturas, el filtrado ansiotrópico o los efectos, pero el conjunto cumple. Tiene detalles bastante inteligentes, como usar secuencias de vídeo prerrenderizadas que se integran con la jugabilidad de manera casi imperceptible para mostrar las partes más exigentes, y que funcionan bastante bien. Es decir, visualmente no es perfecto, pero vas a poder disfrutar de la experiencia, que al fin y al cabo es lo que muchos usuarios van a buscar.
En lo jugable responde bastante bien. A pesar de que la resolución dinámica tiene sus problemas, también ayuda a mantener una tasa de imágenes por segundo bastante estable. Funciona a 30 imágenes, que para un juego de este estilo es más que suficiente, y las caídas son muy puntuales y no tienen un impacto negativo grave en la jugabilidad.
Una opción más, y una opción válida
La versión de Switch Hellbalde: Senua's Sacrifice no es la más puntera en lo técnico, como os podéis imaginar, pero sigue siendo una versión más que válida del juego. Aun teniendo que hacer multitud de sacrificios visuales, el resultado sigue permitiendo disfrutar sin problema de la experiencia. No es un ARK: Survival Evolved, sino una versión perfectamente competente del juego de Ninja Theory.
Personalmente, siempre y cuando sean conversiones funcionales como ésta, nos parece genial que se adapten juegos a nuevas plataformas. No todo el mundo tiene varias consolas, o hay gente que prefiere jugar en una portátil, y si gracias a estas adaptaciones pueden llegar a más usuarios, bienvenidas sean. Hellbalde: Senua's Sacrifice es un título que, por lo que propone, creemos que hay que jugar, y cada jugador sabe las razones para hacerlo o no en una plataforma u otra.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Ninja Theory.