Análisis Super Bomberman R 2, vuelve la veterana saga explosiva de Konami (PS5, PS4, PC, Switch, Xbox Series X/S, Xbox One)
Bomberman ya no está tan explotado como lo estuvo en los 90 y la primera década de los 2000, pero es una de las escasas licencias de Konami, eFootball al margen, que ha estado viva durante los últimos años: primero con Super Bomberman R (2017), luego Super Bomberman R Online (2020), el título de Apple Arcade Amazing Bomberman (2022) y ahora Super Bomberman R 2. Algo tendrá que ver que Bomberman siempre ha sido la bomba en diversión multijugador.
Y no parece que le esté yendo mal a la saga creada por Hudson Soft, ahora en manos de Hexadrive. La base de Bomberman es de sobra conocida y para bien o para mal, no pide ni necesita muchos retoques salvo ligeros cambios en ítems y mapas. Para justificar una secuela se necesitan nuevos modos y contenido, algo fresco que nos anime a dar el salto en lugar de continuar con una versión previa.
Por suerte, el éxito de Super Bomberman R –aunque sea modesto- ha permitido que Konami se arremangue con R 2 y lo convierta en un juego mucho más apetecible que sus últimas entregas, corrigiendo algunos de los problemas más graves del primer R -especialmente en su debut-.
Este Bomberman no es un petardo
Una vez más el universo está en peligro y los hermanos Bomberman son los encargados de detener a esta amenaza. La historia, contada con diálogos ligeramente animados, es la disculpa para hacer que estos personajes viajen a diferentes planetas y conozcan a los Elon, unas misteriosas criaturas con poderes que serán la clave para progresar en la aventura. Tranquilo, estos Elon no cambiarán el nombre de Bomberman por X.Aquí viene la primera novedad de este Super Bomberman R 2: la campaña, más interesante que lo visto en el primer R. En Bomberman básicamente encontramos dos tipos de campañas para un jugador, aquellas que son una colección de batallas contra la IA -y ocasionalmente un jefe final-, y las que tratan de hacer algo diferente. Sin duda nos inclinamos por estas últimas, porque el usuario ya invertirá decenas o centenares de horas en el multijugador y lo que suele buscar es una variante más innovadora.
Con esto no decimos que la campaña de Super Bomberman R 2 sea maravillosa o que se convierta en la estrella del juego, para nada, pero sí nos entretendrá durante un buen puñado de horas alejados de los modos competitivos online o en local. ¿En qué consiste? Nuestro Bomberman debe recorrer un mapa compuesto por sectores en los que se esconden los Elon. Hay que coleccionarlos, porque existen muchas barreras hacia sectores o bases que sólo se desbloquean con una cierta cantidad, así que empezaremos pateando zonas amplias pobladas por enemigos por si aparece un bloque brillante. La inteligencia de estos bichos no es muy superior al de una aspiradora robot: si se topan con algo, cambian de dirección, y como mucho, algunos se lanzan en cuanto te ven.
El mapa, como podéis ver en los vídeos, no es la simple cuadrícula del campo de batalla: se puede explorar libremente e incluso esconde algunas fases de puzles que a veces consisten en romper una serie de bloques con bombas limitadas, atravesar un laberinto contrarreloj o poner la bomba en un lugar secreto de la zona. Hay fases divertidas, otras –por la falta de explicación- se resuelven probando mil veces y de pura chiripa. No obstante, todo esto tiene un fin: descubrir todo el mapa y encontrar las bases del enemigo, que da pie a otra de las novedades de Super Bomberman R 2: los castillos.
Una vez finalizamos un mundo nos enfrentaremos a un jefe en una fase especial y saltaremos de planeta. Eso sí, el crecimiento de nuestro Bomberman –número de bombas simultáneas, distancia de daño, velocidad, vida- vuelve a cero, así que de nuevo necesitaremos destruir cientos de bloques y enemigos para recuperar las habilidades a pleno rendimiento; una tarea un poco pesada.
En definitiva, que nadie espere una campaña como la de Bomberman Tournament, que traía toda una aventura de acción al estilo Zelda, Pokémon o Neutopia. No está tan elaborado ni destaca por su calidad, pero demuestra que esta vez Konami sí se ha preocupado por dar una campaña que merezca la pena jugar, aunque sea entre partidas del modo batalla.
Defensa de torres y multijugador asimétrico versión Bomberman
Ya sea porque durante el progreso por la historia recibamos una alerta de invasión a nuestra base, o porque decidimos atacar la base del enemigo, el juego nos llevará al nuevo modo de R 2. Se trata de una especie de defensa de torres y multijugador asimétrico que enfrenta a dos bandos, uno defensor y otro más numeroso, el de los asaltantes. Como defensores, debemos evitar que las oleadas enemigas consigan unas llaves para abrir cofres, y no lo hacemos únicamente con el daño de nuestras bombas, sino que disponemos de armas especiales, un escudo y todo un mapa repleto de trampas.
En R 2 contamos con un completo editor para diseñar la zona del modo castillo. Tú decides dónde poner muros, bloques deslizantes, cintas transportadoras, cañones de bombas, láseres y otros ingenios que ralentizarán a los asaltantes hasta que se agote el tiempo de la partida. Dentro del modo historia podrás ir mejorando tu zona de juego porque la dificultad va subiendo, pero este editor también está disponible en el menú principal para crear los mapas a tu gusto, compartirlos con el resto de la jugadores y encontrar los mejores, los más endiablados u originales.
El papel de los invasores es justo el contrario: conseguir primero unas llaves en el mapa y luego acercarse hasta los cofres del castillo. Desde esta perspectiva la partida suele ser caótica por el número de personajes, la cantidad de trampas que deberíamos encontrar por el camino y el defensor -o defensores- haciendo de las suyas. Contra la IA no hemos tenido demasiados problemas para ganar en ambos roles, pero contra jugadores reales es otra historia y depende de muchísimos factores. Que las partidas estén igualadas, sean emocionantes y entretenidas para todos es algo que veremos a largo plazo, cuando exista una buena cantidad de mapas creados por la comunidad.
Un competitivo al que nunca se le acaba la mecha
El modo historia no deja de ser un largo tutorial para lo realmente adictivo de un Bomberman, sus modos competitivos. Juegues online –con juego cruzado-, local, a los modos más clásicos en sala de amigos, al modo castillo, Gran Premio –básico y Cristal- o Batalla 64 –un battle royale con 64 jugadores y cambios de mapa según van quedando bloqueados-, te lo pasarás bomba durante mucho tiempo, sobre todo si juegas con amigos.
Si decidimos jugar a partida versátil nos encontraremos con reglas preestablecidas y en rotación. Existe una clasificación llamada grado: subimos de nivel y se reinician periódicamente con cada temporada. Esto nos recompensará con gemas, la moneda del juego, que se utiliza para comprar personajes, elementos de personalización e incluso música. Como ya conocerás de los últimos juegos, hay Bomberman inspirados en Metal Gear, Silent Hill, Castlevania y otras sagas de Konami, cada uno con características especiales, melodías de estas series, poses de introducción y victoria, etc. Hay mucho para desbloquear, aunque creemos que los precios son un poco altos y se necesitará echar horas a nada que desees unos cuantos héroes, apariencias, emblemas y demás; lógico por otra parte, pero de inicio no tendrás tantas recompensas.
En esencia, Super Bomberman R 2 es una evolución y mejora de lo visto en R y R Online. Reúne lo mejor de ambos, razón por la que R Online cerró sus servidores el año pasado pese a su emocionante Batalla 64 –por eso, y porque había perdido a gran parte de los usuarios-. No es que revolucione la base de Bomberman y de hecho seguro que muchos continuarán jugando en el tablero más simple contra tres enemigos, pero es cierto que después de varios lanzamientos como Bomberman Live, Bomberman Ultra, Bomberman Battlefest y Super Bomberman R, que reciclaban en exceso y sólo aportaban una capa de pintura, R 2 trae una modalidad original, mantiene los anteriores y suma una historia que como mínimo, entretiene.
Continuista con el estilo de Bomberman R
Super Bomberman R 2 continúa la línea marcada por los últimos juegos en sistemas domésticos: si te gustó el aspecto resultón de R, te encantará el de R 2. No parece que mejore mucho salvo, claro, la introducción de los amplios mapas de la campaña, con aciertos y errores –el segundo mundo no nos ha convencido, ni por colores ni por decoración, que lo hace confuso a la vista-. Las secuencias de historia "estilo animación Flash" son un recurso que nunca suelen convencernos.
Nuestra principal crítica aquí es que el rendimiento del motor Unity en consola vuelve a decepcionar un poco. Lo hemos jugado en PlayStation 5 y, sabiendo lo que se puede exigir a un Bomberman en temas gráficos –que además cuenta con versiones para la pasada generación-, no da la sensación de aprovechar el sistema. Esperaríamos tiempos de carga casi instantáneos y no es así, e incluso dispone de dos modos gráficos con ligeras diferencias en calidad de sombras y efectos, pero ninguno da la sensación de mostrar resolución nativa 4K. Dado el poco músculo gráfico del juego, incluso en la exploración o en un mapa complejo en el castillo, creemos que se puede pedir bastante más al menos en calidad de imagen.
Este Bomberman trae unas melodías alegres y como hemos mencionado antes, podrás personalizar tus batallas con música mítica de Konami, desde Suikoden 2 o Goemon al típico Theme Of Tara de Metal Gear, Vampire Killer de Castlevania o uno de nuestros favoritos y apropiados para R 2, rescatado de Super Bomberman 2. Lo que no nos ha gustado es que la música en la campaña se puede hacer bastante repetitiva si planeas una sesión larga. Por lo demás, encontraremos los sonidos típicos de la serie, una historia con voces en inglés o japonés –subtitulado al español-, sin grandes sorpresas.
Conclusiones
Habrá quién, con un vistazo superficial, achaque que Super Bomberman R 2 es un "más de lo mismo", pero no es del todo cierto. A los modos estándar, que ya de por sí entretienen como pocos, se suma el Castillo con su completo editor, contenido para maquillar las opciones de un jugador, un sistema de desbloqueo que incentiva jugar y ganar, y un online multiplataforma que pondrá más cerca a tus amigos… y enemigos. Deja a R y R Online como simples prototipos, aunque necesarios para llegar a una entrega que no será la más revolucionaria o redonda dentro de la saga, pero sí la mejor en más de una década.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Peidro Comunicación.