Análisis Marvel Cosmic Invasion, el nuevo e increíble 'yo contra el barrio' de Marvel que no sabíamos que necesitábamos (PS5, PC, PS4, Xbox One, Xbox Series X, Switch, Switch 2)
Como fans de toda la vida del reparto indiscriminado de tortas digitales, no podríamos estar más contentos con el resurgir que están experimentando en los últimos años los beat ‘em up clásicos al más puro estilo "yo contra el barrio", un género que estuvo desaparecido durante demasiado tiempo, pero que ahora ha regresado con fuerza gracias a una hornada de títulos de una calidad incuestionable: Fight’N Rage, Streets of Rage 4, Absolum, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge… Por suerte, esta buena racha continúa ahora con Marvel Cosmic Invasion, una nueva y divertidísima propuesta de Tribute Games que nos ha enamorado tanto por sus incuestionables virtudes como por el enorme cariño que desprende hacia el universo Marvel, convirtiéndose así en todo un imprescindible para cualquier aficionado a los superhéroes y a este particular tipo de juegos.
Un increíble viaje por el universo Marvel a guantazo limpio
Lo primero que debéis saber es que estamos ante un beat ‘em up muy clásico y nostálgico que no busca redefinir el género, sino ofrecernos un arcade de los de siempre en el que nuestra única preocupación sea coger el mando y, ya sea en solitario o con amigos, ponernos a repartir mamporros a diestro y siniestro por una sucesión de fases hasta llegar al final.
Y todo ello revestido por una jugabilidad sencilla y directa que no requiere del aprendizaje de combos complejos para limpiar la pantalla de enemigos.
Si habéis jugado a Shredder’s Revenge, el anterior juego del estudio, os podréis hacer una muy buena idea de lo que aquí os vais a encontrar, ya que es un título que bebe mucho de aquel tanto en la forma en la que se estructura como en el tipo de propuesta que plantea, con enemigos que son muy numerosos pero que no aguantan demasiados golpes, lo que propicia que el desarrollo de la acción tenga un ritmo frenético al mismo tiempo que logra esa fantasía de poder que siempre buscamos cuando encarnamos a personajes como Spider-Man, Lobezno, Venom, Capitán América o Iron Man.
Esta vez, la premisa argumental se centra en el regreso de Annihilus, un villano que ha desatado el caos por todo el universo y que está sometiendo a su voluntad tanto a héroes como a villanos. Como cabría imaginar, la historia es completamente anecdótica y su único propósito es el de servir como excusa para justificar nuestras idas y venidas por los lugares más icónicos de los cómics de Marvel mientras intercambiamos golpes contra rivales de la talla de Hela, Knull o Thanos, por citar tan solo un par de ejemplos de lo que os vais a encontrar. Ojo, no lo decimos como algo negativo, más bien al contrario, ya que aquí venimos a dar guantazos y el hecho de que toda la trama se desarrolle con un par de líneas de diálogos antes de cada nivel y a través de los sucesos de las propias fases ayuda a que el ritmo nunca se rompa.
Centrándonos ya en lo que es su jugabilidad, su característica más destacable la tenemos en el hecho de que aquí debemos seleccionar a dos personajes cuyo control podemos intercambiar durante la partida. Se trata de un sistema que funciona de un modo muy similar a lo que hemos visto en juegos de lucha tag como Marvel vs. Capcom o Dragon Ball FighterZ, pudiendo así realizar diferentes tipos de maniobras y golpes de asistencias. Además, cada héroe tiene su barra de vida independiente y cuando están en la reserva pueden recuperar con seguridad la parte roja de las mismas, lo que favorece un combate algo más estratégico que nos anima a intercambiar entre uno y otro con frecuencia.
Se trata de una idea relativamente original para un beat ‘em up de corte clásico que, la verdad sea dicha, nos ha encantado y creemos que está muy bien ejecutada. Por un lado, al ser un juego con un plantel de personajes tan carismático, que nuestra selección no se limite a uno solo nos da la oportunidad de disfrutar siempre de dos de ellos, mientras que por el otro tenemos un sistema de combate con una capa extra de profundidad que le sienta muy bien y que encima aporta una dosis adicional de espectáculo.
Otro de sus grandes aciertos lo tenemos en el propio y abultado plantel de héroes que podemos controlar, formado por un total de 15 personajes muy bien escogidos (y con algunas elecciones tan llamativas como inesperadas) y, sobre todo, diferentes a los mandos. Evidentemente, es imposible contentar a todos y siempre vamos a echar de menos a alguien (en nuestro caso lamentamos la ausencia de Deadpool y de algún integrante de los 4 Fantásticos), pero no se puede negar que Tribute Games ha sabido cerrar una plantilla realmente sólida y en la que raro será que no encontréis a alguien que os guste y con el que os sintáis cómodos jugando.
Cada luchador cuenta con un botón para realizar un combo de golpes básicos y otro para sus habilidades únicas, algo a lo que hay que sumar golpes cargados que desatan nuevos movimientos, otro para esquivar o bloquear (depende de a quién controlemos podremos hacer una cosa u otra) y un cuarto para poner en práctica nuestra técnica definitiva cuando carguemos el medidor correspondiente. Por supuesto, también podemos saltar y atacar en el aire, y algunos personajes pueden incluso volar, lo que resulta tremendamente útil para hacer frente a los rivales que nos asedian desde los cielos. Sumadle peculiaridades únicas como la habilidad de Spider-Man y Venom para balancearse con sus redes, diferencias notorias en la velocidad de movimiento y de ataque, la existencia de pasivas exclusivas y el hecho de que hay héroes que favorecen más la lucha a corta, media o larga distancia y os haréis una buena idea del el enorme esfuerzo que han invertido sus desarrolladores en lograr que cada uno de ellos sea único y plasme con fidelidad sus poderes de los cómics.
Todo esto que os acabamos de explicar se acaba traduciendo en un juego divertidísimo que logra que ponerse a repartir tortazos resulte en una experiencia tan fluida como satisfactoria. Ya sea realizando agarres y llaves con Hulka, desplazándote a toda velocidad por el escenario despedazando enemigos con Lobezno, haciendo uso de todo el arsenal de Rocket o logrando espectaculares rebotes con el escudo del Capitán América, el título logra que siempre te lo pases bien jugando y que cada golpe que des te haga sentir como un superhéroe, por lo que pocas pegas podemos poner aquí.
Lo mejor es que las buenas noticias continúan con su diseño de niveles. Sí, en esencia son pasillos lineales en los que nos vamos a pasar todo el rato machacando auténticas hordas de enemigos, pero en Tribute Games han hecho un trabajo impecable a la hora de dotar de variedad a su desarrollo para que la acción nunca caiga en la monotonía. Para empezar, nos ha sorprendido lo tremendamente extenso que es el bestiario, ya que rara es la fase en la que no nos presentan nuevos tipos de enemigos con características completamente únicas con las que debemos aprender a lidiar para así saber qué blancos priorizar y cómo luchar contra cada uno de ellos.
Creednos, hay rivales de todos los tipos que os podáis imaginar, por lo que los combates como tal siempre se mantienen frescos, algo a lo que también contribuyen los propios escenarios y las diferentes situaciones que se van sucediendo durante las fases. Tan pronto vais a estar peleando mientras intentáis evitar los devastadores ataques de Galactus que os vais a ver esquivando obstáculos sobre el techo de un tren o aprovechando las torretas del Helitransporte para mantener a raya a las fuerzas invasoras. Cada fase suele intentar aportar algún tipo de mecánica única y dentro de las mismas la variedad de situaciones es constante, lo que es muy de agradecer.
Nuestra única pega aquí la tenemos en los jefes, cuyos combates nos han dejado un tanto fríos por lo simplones y básicos que resultan. Por diseño, funcionan mejor cuando jugamos en solitario, donde las esquivas y los bloqueos perfectos ganan mucha importancia, pero en multijugador todo suele resolverse mediante un aporreo indiscriminado de botones sin mucha chicha y con una dificultad no muy bien ajustada que tienda a la baja. Además, cuentan con muy pocos ataques, por lo que se puede hacer un poco pesado repetir los mismos patrones una y otra vez hasta que finalmente caen derrotados.
Hablando de dificultad, cabe destacar que el título se divide en dos modos: Campaña y Arcade. El primero nos propone disfrutar de la aventura de una forma más casual y moderna, permitiéndonos repetir fases para subir de nivel a nuestros personajes, elegir a nuestra pareja de combate antes de cada misión, cumplir retos opcionales y buscar una serie de cubos coleccionables mientras se desarrolla la historia y desbloqueamos nuevas incorporaciones al plantel. En total, tardaréis entre dos y tres horas en completarlo, aunque si os proponéis alcanzar el 100 % la cifra se duplica con facilidad.
Algo que cabe destacar es que los desafíos secundarios que hay en cada pantalla son muy asequibles y no nos han parecido especialmente complicados de superar, ya que suelen consistir en hacer algo concreto con ciertos héroes, como eliminar a un determinado número de enemigos usando cierto movimiento. De igual modo, los cubos no suelen estar demasiado bien escondidos y a poco que os fijéis los encontraréis sin problemas, ya que pueden detectarse por un brillo verde nada sutil.
Hacer todo esto nos sirve para obtener puntos que podemos invertir en desbloquear paneles en el menú de extras, permitiéndonos así desbloquear nuevas paletas de colores alternativas para los personajes, montones de documentos y archivos para la galería en los que nos dan información detallada sobre todos los personajes y enemigos del juego (incluyendo datos como la primera vez que aparecieron en un cómic) y, lo más interesante en nuestra opinión: modificadores para el Arcade.
Si bien el modo Campaña acaba resultando muy facilón y se nota que tiene un enfoque más casual que amolda la fórmula a los gustos y preferencias del público actual, en nuestra opinión es en el modo Arcade donde el título termina de explotar todo su potencial y encontrar su auténtica razón de ser. Como podréis intuir, aquí escogemos a una pareja de superhéroes y tenemos que intentar llegar con ambos hasta el final del juego del tirón. Si morimos o queremos cambiar nuestros personajes, no nos quedará otra que volver a empezar desde el principio, como en los clásicos de toda la vida.
Además, en esta modalidad hay algunos ajustes que conviene destacar, como el hecho de que los enemigos pueden soltarnos objetos para recuperar vida o que no recuperemos nuestra salud al pasar a la siguiente pantalla, lo que logra que el diseño de los jefes tenga mucho más sentido y no podamos recurrir al aporreo indiscriminado de botones si no queremos llegar a la próxima fase con nuestra barra de vida tiritando.
Algo que nos ha gustado mucho también es el hecho de que una partida en Arcade es mucho más corta que la campaña. Esto se debe a que hay varios momentos en los que tenemos que escoger nuestra ruta decidiendo entre dos posibles niveles, por lo que el número total de pantallas que debemos jugar es sensiblemente inferior, reduciendo su duración a una hora y media aproximadamente, lo que se ajusta mucho mejor a la extensión que este tipo de propuestas requieren. De esta forma, Tribute Games ha sabido atajar de golpe uno de los principales problemas que tuvo el modo Arcade de Shredder’s Revenge a la vez que le da un punto extra de rejugabilidad muy interesante.
Y hablando de rejugabilidad, tal y como hemos mencionado hace unas líneas, existen hasta 10 posibles modificadores de partida que podemos activar cuando queramos antes de empezar a jugar una sesión en Arcade. Estos son de todo tipo y van desde poder repetir personajes cuando juguemos con amigos hasta tener continuaciones infinitas o que nuestros ataques definitivos gasten parte de nuestra barra de salud en vez de la de energía. También los hay que nos pueden complicar bastante las cosas, como uno que aumenta la velocidad de los enemigos u otro que duplica sus puntos de vida, mientras que también los hay que cambian por completo la dinámica de juego, como Vampirismo, un modificador que hace que siempre perdamos vida a cambio de que podamos recuperarla con nuestros golpes.
Sumadle a todo esto que el modo Arcade es el único con selector de dificultad y os podréis hacer una buena idea de los configurable y rejugable que es, pudiendo hacer que el título sea tan fácil o difícil como queramos. Son ideas sencillas, pero muy inteligentes, bien ejecutadas y que demuestran lo mucho que el equipo de desarrollo entiende el género. La única pega que le ponemos es que el sistema de puntuación nos ha parecido muy plano y poco atractivo, basándose únicamente en el número de enemigos que derrotamos.
Cambiando un poco de tercio, no podemos olvidarnos de señalar que el título incluye la posibilidad de jugar en cooperativo tanto local como online o con una combinación de ambos. El número máximo de jugadores es de cuatro y la buena noticia es que también cuenta con juego cruzado, así que vais a poder jugar con vuestros amigos independientemente de cuál sea la plataforma en la que lo adquiráis. Nosotros hemos jugado varias sesiones en una combinación de local y online y a excepción de algún que otro glitch visual muy esporádico provocado por leves picos de lag, la experiencia que hemos tenido ha sido fluida y de lo más satisfactoria. Y por cierto, los progresos que hagamos al jugar a través de Internet los mantendremos siempre, independientemente de si somos los anfitriones o no.
Un apartado visual pixel art absolutamente deslumbrante
Finalmente, no nos queda otras que quitarnos el sombrero ante el espectacular trabajo que han realizado los artistas de Tribute Games con los gráficos pixel art de los que hace gala el título. El diseño de los personajes es sensacional, sus animaciones son una auténtica delicia para la vista, no hay un solo píxel de los escenarios que no tenga algún detalle llamativo o una referencia para los fans de Marvel y la cantidad de efectos que llega a poner en pantalla es sorprendente. Todo ello se ve reforzado por un fantástico uso del color y un nostálgico toque noventero en su estética que nos ha llevado de vuelta a aquellos tiempos en los que nos dejábamos nuestras monedas de cinco duros en los muebles arcade.
Aquí queremos hacer una mención especial al filtro CRT opcional que podemos activar, uno de los mejores de este tipo que hemos visto nunca. Tanto es así que os recomendamos encarecidamente que juguéis con él, ya que el efecto que logra está muy conseguido y le da un aspecto muy auténtico que hace que todo se vea mucho, mucho mejor.
En lo que respecta al sonido, Tee Lopes vuelve a deleitarnos con una banda sonora fantástica, enérgica, muy animada y de corte retro que encaja de maravilla con el constante reparto de tortas que se produce en pantalla, dejándonos para el recuerdo algunos temas muy memorables. Los efectos también están a un gran nivel y suenan con contundencia y el doblaje nos llega en inglés con unas interpretaciones fantásticas. Los textos, por su parte, están traducidos al español y en muchos casos mantienen los nombres oficiales de los personajes en España (Lobezno, Estela Plateada, Supervisor…).
Conclusiones
Marvel Cosmic Invasion es todo un regalo. Es un juego que desprende un cariño enorme por los beat ‘em up de toda la vida, pero también por Marvel y sus personajes, licencia que trata con absoluta reverencia en cada uno de sus píxeles. Tribute Games domina el género como pocos y eso es algo que se nota en lo bien diseñado que está todo, desde su divertidísimo sistema de combate tag hasta la forma en la que se estructuran sus dos modos para adaptarse a los gustos y preferencias de cada jugador. Sumadle un apartado audiovisual precioso, un plantel de personajes extenso y muy bien diferenciado a los mandos, extras varios y un multijugador al que no le falta ni una sola opción, y os haréis rápidamente a la idea de por qué nos ha gustado tanto.
Al final, estamos hablando de un título que, al igual que los clásicos, vamos a querer rejugar, ya sea ahora o en el futuro, por el simple placer de hacerlo. Nos da incentivos para que volvamos a echarnos una partida, pero realmente no los necesita, ya que la diversión que nos ofrece a cambio, especialmente al ser disfrutado en compañía de nuestros amigos, acaba por ser recompensa suficiente como para que queramos volver a él con regularidad. Y solo por eso ya se trata de una compra que merece mucho la pena.
Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha facilitado Cosmocover.