Análisis Lies of P, la versión más retorcida de Pinocho (PS5, PC, Xbox Series X/S, PS4, Xbox One)
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Hemos visto tantos sucedáneos de souslike, unos buenos y muchos otros no tanto, que desconfiamos un poco de cada RPG de acción que se anuncia con este reclamo. Unos aciertan con el sistema de combate, otros con la ambientación, pero suelen fallar en algún aspecto que consideramos clave y el conjunto no termina de ser redondo; los NiOh son probablemente los que más se han acercado –con su propia personalidad- al nivel de FromSoftware.
Lies of P se presentó en 2021 y cosechó expectativas altas pero de nuevo nos preguntábamos si lograría estar a la altura; para sorpresa de muchos no decepciona, al contrario. Uno de los aspectos más interesantes del juego son sus muchas similitudes con la atmósfera de Bloodborne y no tanto con la exprimida fantasía medieval, pero hay mucho más que un simple homenaje en esta historia que retuerce libremente el cuento de Pinocho: es una buena aventura, y la demostración de que a veces no es necesario reinventar lo que funciona, sino simplemente hacerlo bien –que no es fácil-.
Entre la verdad y la mentira
De Lies of P y sus vagas conexiones con la obra de Carlo Colloni os hablamos en nuestras últimas impresiones. Las marionetas que protegían la ciudad de Krat se han desbocado y ahora Pinocho, la creación más especial de Geppetto, deberá explorar la distopía tomada por esta especie de autómatas; aparentemente la clásica rebelión de las máquinas. Las comparaciones artísticas con Bloodborne son evidentes en la arquitectura victoriana, aunque la abundancia de enemigos metálicos también nos recordará a Steelrising, el souslike de Spiders que tuvo mucha menos repercusión que Lies of P.En cualquier caso, hablamos de una aventura rolera con todos los tópicos impuestos por FromSoftware. ¿Pierdes la moneda del juego con la muerte? ¿Puedes recuperar esos ahorros en tu siguiente partida? ¿Dificultad tirando a alta y enemigos situados a mala idea? ¿Combate estratégico en el que es muy importante la defensa? Efectivamente, Lies of P cumple a rajatabla el manual de los Souls, e incluso la interfaz nos hará "sentirnos en casa", pero también sabe aprovechar algunos aspectos de la obra en la que se inspira –que ya tenía un trasfondo algo oscuro- para esas decisiones y mentiras que nos dirigen a uno de sus finales. Hay pequeñas diferencias aquí y allá, por ejemplo si te matan antes de recuperar tu Ergo no lo pierdes por completo sino que se reduce, pero a grandes rasgos es terreno conocido.
Probablemente por tirar del cuento de Pinocho, Lies of P sí destaca en algo sobre la competencia, y es que su historia resulta más interesante que en la mayoría de soulslike, por lo que cuenta y cómo lo cuenta. Sí, nos encanta la fórmula Dark Souls con mitos e historias casi crípticas, pero no todos los RPG de acción deben repetir este planteamiento y eso es algo que la desarrolladora ha entendido para dar peso a la trama, no es una historia deslavazada en la que "rellenar" huecos con la imaginación. Tampoco es una obra maestra, pero sí más amigable para el gran público.
El diseño de escenarios recoge ideas de los soulslike, sobre todo de los previos a Elden Ring. Hablamos de mapas lineales –demasiado lineales, se podría criticar- con algunas recompensas para los más curiosos y sobre todo, atajos que nos facilitarán la siguiente partida por la zona y nos acercarán un poco más al ansiado punto de guardado en el que invertir ese precioso Ergo que hemos ahorrado. Está varios peldaños por detrás de la maestría que presentó Demon's Souls y sus secuelas espirituales: echamos en falta esas zonas secretas con sus propios jefes que podíamos encontrar en Bloodborne y otros Souls, pero para tratarse del proyecto de un estudio semidesconocido que sólo había lanzado un MMORPG (Bless Unleashed) hay que descubrirse con la ambición del estudio surcoreano.
En el sistema de combate encontramos algunas peculiaridades que son la salsa secreta de Lies of P. Se anima a una estrategia agresiva –igual que Bloodborne- para minimizar el daño recibido en la guardia si actuamos con un contraataque, y a arriesgar con los bloqueos perfectos con una ventana de tiempo generosa; la mayoría de técnicas enemigas, incluso de jefes, se pueden anticipar con antelación, así que con mente fría saldremos airosos hasta de los ataques imparables. También esta es una manera de infligir el estado de aturdimiento, que nos dará otra ventaja extra. En este juego hemos encontrado más divertido el bloqueo que la evasión, aunque al final la clave está en saber cuándo interesa un movimiento u otro.
Nuestro brazo izquierdo, Legión, se puede personalizar con diferentes piezas, nos decantemos por una segunda arma para crear combos, lanzar llamaradas, descargas o un gancho para atraer enemigos. Y no sólo podremos mejorar estas armas o al propio protagonista, sino que la mayoría de armas cuenta con dos componentes, la hoja y su empuñadura. Estas combinaciones dan multitud de resultados en efectos y habilidades, en la manera de atacar; no todo se reduce al dato del daño que provocan. Y dependiendo de las piezas, conseguiremos un arte de fábula por la hoja y otra de la empuñadura. ¡Y aún hay más! El Órgano P desbloquea diversas ayudas en combate, ampliación de las células de pulsos y más objetos para equipar, entre otras ventajas activas y pasivas.
Nos ha gustado el punto de la dificultad, que salvando algún encuentro puntual, en general se siente más asequible que la mayoría de grandes soulslike y los principales obstáculos, esos que te harán repetir varias veces, se reservan casi exclusivamente para los jefes -alguno absurdamente descompensado-. Quizás los veteranos esperen un desafío más constante, progresivo y más contenido –30 horas no son demasiadas para la media del género-, pero si siempre has tenido curiosidad por probar un soulslike, esta puede ser una buena opción para coger confianza ante retos mayores. Eso sí, hay algunas builds que se sienten desequilibradas, aunque esto es algo de lo que no se libran ni los propios Souls, y te encontrarás con los inevitables momentos de frustración que son parte de la experiencia de estos ARPG.
Lies of P se sitúa por encima de la mayoría de sucedáneos de los últimos años, si bien hay aspectos en los que queda un poco corto. Al margen de lo previsible y restringido que puede ser el mapa, no tiene los típicos modos online cooperativo o competitivo que suelen aportar un punto a la rejugabilidad –pero sí podremos acompañarnos de NPC que hagan de carnaza-. ¿Está un peldaño por debajo de los juegos de FromSoftware? Sí, sin duda alguna, pero no está reñido con que Lies of P sea divertido, espectacular y con un sistema de armamento realmente creativo. Aunque esto último sea la única gran aportación al género, es una idea suficientemente buena como para que se profundice en más secuelas o proyectos de la desarrolladora.
El Pinocho más lúgubre
Igual que el Lies of P nos ha pillado desprevenidos como juego, el apartado visual es muy sólido. Nada que nos impacte para el estándar conseguido en la actual generación, pero mentiríamos si no dijésemos que hay callejones y zonas que podrían codearse con cualquier Souls. Incluso la banda sonora es estupenda, durante la exploración, los combates y la base, con un reproductor de vinilos coleccionables que podemos ir consiguiendo a lo largo de la aventura.
Los jugadores de consolas de la actual generación encontrarán los modos gráficos habituales: uno de rendimiento que funciona a 60 imágenes por segundo sin caídas importantes y otro de calidad a 30 fps, con más resolución y algunos efectos mejorados en reflejos y sombras. En pantallas compatibles con 120 Hz se puede conseguir el modo calidad a 40 fps, que es un buen equilibrio entre ambas opciones. Teniendo en cuenta que el rendimiento en el género a veces sufre un poco –y esto incluye los grandes juegos de FromSoftware- se agradece que Lies of P logre sus objetivos sin fallos.
Conclusiones
Parte del triunfo de Lies of P se debe a que es un alumno aplicado que ha estudiado a los grandes nombres. En el futuro se podrá exigir a Neowiz Games y Round 8 Studio un trabajo más exhaustivo en el diseño de mapas, un mejor equilibrio en la dificultad general, las divertidas funciones multijugador y sobre todo, algún tipo de innovación que realmente quede en el recuerdo, pero ahora mismo sólo podemos calificarlo de una de las agradables sorpresas de la temporada. Esta vez Pinocho no ha mentido: es un buen juego.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado ICO Partners.