Análisis Samurai Warriors 5, un nuevo comienzo para la saga (PS4, Switch, PC, Xbox One)
La propia Koei Tecmo resalta de Samurai Warriors 5 que es la primera entrega en la saga desde hace siete años -Samurai Warriors 4 se lanzó en 2014, aunque más recientemente veríamos el spin-off Samurai Warriors: Spirit of Sanada y Samurai Warriors 4 DX-. Una eternidad para el ritmo de trabajo de Omega Force, ese estudio especializado en los musou, la acción contra decenas, cientos de enemigos en pantalla. Pero no han estado de brazos cruzados precisamente: hemos visto nuevos Dynasty Warriors, Warriors Orochi, One Piece: Pirate Warriors, dos Hyrule Warriors y toda una ristra de licencias que abarcan Arslan, Berserk, Fire Emblem, Dragon Quest, Persona 5, el crossover Warriors All-Stars. Incluso fuera de los musou han tenido mayor o menor éxito con Attack on Titan y Toukiden.
Esta pausa ha servido para que la desarrolladora se pueda permitir una especie de reinicio de la saga, un punto de partida que renueve algunos conceptos, historia y aspectos gráficos, pero que en el fondo tampoco rompa con lo que ha gustado a los fans durante décadas.
El gatopardismo lo resumiría bastante bien: "si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
Un Samurai Warriors ambientado en el periodo Sengoku
Samurai Warriors 5 nos presenta una historia en el periodo Sengoku centrada especialmente en Nobunaga Oda y Mitsuhide Akechi, que terminó con el sangriento incidente de Honnō-ji. Es decir, que seguiremos principalmente la ambición de Nobunaga de unificar el país en unos tiempos oscuros en los que aparecieron varios líderes y guerreros dispuestos a reinar la isla. Naturalmente habrá un montón de personajes jugables, casi tres decenas, que si bien es una cifra inferior a lo que solemos ver en otros musou de la compañía, lo compensan con una mayor diferenciación en estilo de combate; y en nuestra opinión cuando la plantilla excede de cierta cifra poco importan 100 que 200 personajes.
La base es la esperada: se trata de un hack’n slash donde eliminamos la mayoría de enemigos con facilidad, un golpe de espada y saltará por los aires medio ejército. Los oponentes son numerosos pero a cambio son poco agresivos, de manera que no tendremos muchos problemas para avanzar hacia el lugar que nos marca un objetivo dinámico que va cambiando según el avance. Los mapas de fortalezas y campos no son abiertos, sino una serie de pasillos y bases interconectadas con portones que se van abriendo según cumplimos condiciones. A Omega Force le ha funcionado mejor esta fórmula que cuando intentó un auténtico mundo abierto de conquistas –Dynasty Warriors 9-, así que no es ninguna sorpresa que se dejen a un lado los experimentos.
El objetivo de estas misiones suelen ser también bastante conocidos –conquista de territorios, huida del mapa…- o derrotar a los líderes enemigos, que a diferencia de los oponentes más clónicos, sí saben plantar cara: una barra de vitalidad más generosa, se protegen y poseen ataques potentes. Son la mejor prueba para demostrar que sabemos jugar y que no todo consiste en conectar combos de ataque ligero y fuerte sin mucho sentido, exigen cambiar estrategias o probar alguna de las novedades jugables, que las hay.
A todos esos movimientos de especiales o el Hyper Attack –avanza y arrasa con todo lo que se pone en tu camino-, se suman las defensas perfectas, que realizadas en el momento justo dejarán al enemigo expuesto durante unos instantes. Lo más fresco son las Ultimate Skill que dan la posibilidad de personalizar una paleta de habilidades con cuatro ventajas que funcionan mediante recarga o "enfriamiento" para limitar su abuso –pero el tiempo de espera es bastante corto-; hay de todo, ofensivas para ampliar combos, para potenciar la fuerza o defensa del personaje, recuperación de la barra Musou Gauge… Quizás parezca un detalle menor, pero esto da mucha más flexibilidad para mejorar a nuestros héroes e incluso abre la posibilidad de enfrentarnos a enemigos que no se pueden derrotar con los ataques más básicos. ¿Guerreros con escudos? Utiliza una habilidad que cae sobre los enemigos y destruye todas esas protecciones.
Continuando con el sistema de combate, podremos saltar a los escenarios con dos personajes para cambiar de uno a otro o dar órdenes para que el compañero actúe de una manera concreta, y si está cerca, realizar devastadores ataques conjuntos; también permite jugar en cooperativo, online y local.
En definitiva, Samurai Warriors 5 es otro musou… Pero pulido, con interesantes añadidos que bien utilizados rompen la monotonía que este tipo de juegos pueden sufrir cuando nos limitamos a machacar el mismo botón una y otra vez. Además tiene ese ritmo de velocidad alto que hace a esta saga más frenética que otras producciones de Omega Force y que tanto nos gusta. Las virtudes y defectos probablemente ya las imaginarás: es un título fácil de jugar, desestresante y tan profundo como deseemos, con muchas horas de diversión probando combinaciones de habilidades y personajes, cuyo talón de Aquiles es que un bucle jugable muy específico que no siempre incentiva a ser creativo. Por suerte, os aseguramos que el juego va de menos a más según conseguimos aliados y técnicas.
El progreso y la personalización fuera del campo de batalla
Entre misión y misión podremos preparar mejor a nuestros héroes con un buen puñado de opciones que van más allá de invertir la experiencia para subir el nivel de los samuráis con la experiencia acumulada, elegir las armas recogidas en la partida o mejorar el equipamiento. Además del dojo –aprender nuevas habilidades en una especie de red con nodos, cambiar equipo…- y el herrero –añadir habilidades a las armas, utilizar armas para construir otras-, en My Castle encontramos una tienda –accesorios, materiales, tomos estratégicos…- y los establos para comprar y mejorar las monturas que son llamadas durante la batalla.
Las propias construcciones se pueden mejorar para conseguir más ventajas –subir el límite de la mejora de personajes, armas, de materiales en la tienda…-. ¿Cómo? Con el modo Citadel, donde obtenemos materiales para actualizar las construcciones por defender localizaciones frente a las fuerzas enemigos. Los modos Musou y Citadel están muy conectados al progreso del juego, y si bien dependiendo de la dificultad a la que juguemos muchos de estos sistemas de Samurai Warriors 5 se pueden pasar de manera superficial, quien desee exprimir todo lo que ofrece sin duda tiene mucho donde optimizar a todos sus guerreros.
Un aspecto visual renovado
Los gráficos y diseño de personajes se renuevan aprovechando este "reinicio suave" por un aspecto más inspirado en el anime o el manga. No es sólo que ahora los protagonistas parezcan muy jóvenes, sino que también se han aplicado sombreados en el cel-shading inspirado en el trazo de la tinta de un pincel. Una de cal y otra de arena: en la parte positiva, esto da un color más vivo al juego y ayuda a diferenciarlo de otros musou de Omega Force, e incluso de Samurai Warriors 4 -no es un reciclado de unidades y escenarios-. La parte negativa es que resta drama a la historia y en consolas –no tanto en PC- crea un efecto un poco feo de aliasing en el escenario cuando aparece vegetación o elementos pequeños en la lejanía. En global el balance es positivo siempre que la desarrolladora mantenga una personalidad a cada saga y no incline todos sus musou a esta estética, porque entonces estaríamos con el mismo problema: falta de identidad entre los lanzamientos.
Samurai Warriors 5 cuenta con demo en todas las plataformas, lo que será la mejor guía a la hora de comprobar el rendimiento para aquellos que tengan opción de elegir sistema. Nosotros hemos jugado a la versión de PS4 en PlayStation 5 –no existe versión nativa para las nuevas consolas- y el rendimiento no ha mostrado problemas, de manera que el resto de limitaciones técnicas –animaciones, texturas, detalle de escenarios o enemigos genéricos- se pueden perdonar fácilmente. No esperamos ver un musou auténticamente de nueva generación hasta dentro de unos años. Eso sí, nos gustaría que la cámara se comportase mejor cuando nos acercamos a paredes; aunque no es habitual por el diseño de las arenas, en lugares estrechos o cerca de los límites la perspectiva se vuelve un poco loca.
La banda sonora de esta entrega es algo distinta a los últimos Samurai Warriors, pues pierde muchos de los sonidos electrónicos para dar más protagonismo a la música tradicional japonesa, temas orquestales y algo de rock. La ambientación es buena, como siempre, y las voces llegan únicamente en japonés con textos en inglés. Aquí tenemos un problema que ya hemos mencionado otros años: normalmente se hace imposible seguir las conversaciones durante la acción, y aunque el objetivo sí queda claro –no afecta a la jugabilidad-, perderemos las reacciones de los personajes a lo que sucede en la guerra.
Conclusiones
Como ya dejamos caer en nuestras impresiones, Samurai Warriors 5 aporta varias novedades jugables y gráficas pero sin pretender en ningún momento que el juego sea lo que no es. Si ya eres aficionado a los musou este juego te encantará; la serie es una de nuestras favoritas de Omega Force –al margen de algunos juegos licenciados- y será irresistible para aquellos que disfrutaron Samurai Warriors 4. Si ya has probado el género y no es lo tuyo, por muchas mejoras que ofrezca el último juego difícilmente la historia de Nobunaga Oda te haga cambiar de opinión.
Hemos realizado este análisis con la versión de PS4 en PS5 con un código que nos ha proporcionado Koei Tecmo.