Análisis Metro Exodus, un genial shooter para un jugador (PS4, PC, Xbox One)
Metro es una saga de videojuegos bastante joven para el sector (su primera entrega se lanzó en 2010) inspirada en las novelas del mismo nombre del autor ruso Dmitri Glukhovsky, utilizando su complejo y completo universo postapocalíptico para ofrecernos títulos de disparos en primera persona que, poco a poco, se han ido ganando el respeto y la admiración de los amantes del género.
Videoanálisis
Esta saga tan conocida por los fans de los shooter en primera persona para un jugador vuelve ahora a la carga con Metro Exodus, su tercera entrega (evidentemente no contamos las versiones Redux de las dos anteriores) que saldrá a la venta el próximo 15 de febrero para ofrecernos una aventura mucho más grande que las anteriores abandonando, por fin, el metro de Moscú para recorrer los parajes rusos desolados por la guerra atómica que destrozó el mundo.
Los errores de siempre con un inicio titubeante
Vamos a empezar por dejar claro que Metro Exodus no es un triple A de enorme presupuesto, y eso se nota en algunos errores que se han ido repitiendo en la saga a lo largo del tiempo, como unas animaciones de los personajes un tanto extrañas y unas expresiones faciales muy mejorables, prácticamente inexistentes y mal coordinadas con las voces.
Otros fallos típicos que encontramos y que se han repetido históricamente en toda la serie de 4A Games son que los rostros de algunos personajes se parecen demasiado entre sí, algunos bugs en las cajas de impacto de los enemigos (muy pocos, por suerte) y algunos problemas de optimización gráfica de los que os hablaremos más adelante.
Todo esto lo notaremos, sobre todo, al inicio de la campaña, un tanto titubeante tanto en lo técnico como a nivel argumental, contándonos de forma apresurada y no demasiado clara el inicio de la nueva aventura de Artyom (protagonista principal de los Metro), que será muy difícil de hilar sobre todo a los que no hayan jugado a los juegos anteriores.
De hecho, al menos para nosotros, es más que aconsejable que los juguéis antes de emprender esta nueva entrega.
De menos a más en la Rusia devastada
Por suerte, a pesar de los errores que se repiten y de ese inicio titubeante, Metro Exodus mejora, y mucho, en cuanto comenzamos a explorar su primer gran escenario de mundo abierto, que nos ofrecerá una libertad hasta ahora inédita en la saga.
Aquí es cuando comenzamos a notar que, aunque a muchos se les haya olvidado, en 4A Games está parte del equipo de GSC Game World, creadores del emblemático S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl, un juego de culto entre los fans de las aventuras en primera persona que está muy presente en este particular mundo abierto que nos ofrece.
La esencia de S.T.A.L.K.E.R. se puede sentir en algunos detalles interesantes como los cambios o anomalías climáticas que podremos encontrar en los diferentes escenarios (que no vamos a desvelar para mantener la sorpresa), las zonas radioactivas o contaminadas que nos harán utilizar la máscara de gas que nos protege de las mismas, o todos los peligros que nos acechan ya sea en forma de mutantes o del resto de los enemigos que podemos encontrar en nuestras andanzas.
Como mundo abierto, Metro Exodus no rompe moldes pero sí que nos deja con pinceladas muy interesantes como las mencionadas anteriormente, además de ofrecernos libertad para explorar sus escenarios de un tamaño bastante considerable para lo que esta serie de videojuegos nos tenía acostumbrados y de tener una gran cantidad de diferencias entre todas las zonas para que cada una pueda tener su propia esencia.
En cada una de ellas nos encontraremos con un buen número de misiones secundarias y otras sorpresas que encontraremos explorando y que serán prácticamente indispensables de vivir, jugablemente hablando, para tener una narración de la historia más completa y para obtener materiales u objetos que nos serán realmente útiles si queremos completar cada zona con éxito.
Un mundo diferente durante el día y la noche
Otro aspecto que ha llamado la atención de la vertiente de mundo abierto son las notables diferencias que encontraremos en el mismo dependiendo de si visitamos el mundo durante el día o durante la noche, siendo de vital importancia escoger bien el momento en el que realizamos nuestra misión para poder llevarla a cabo con éxito.
Durante el día será más fácil encontrarnos con grupos de bandidos que no durarán ni un segundo en acabar con nuestra vida, además de que las fortalezas enemigas estarán mejor custodiadas y será más difícil infiltrarnos en ellas.
Sin embargo, durante la noche estas fortalezas serán más débiles al encontrarse un buen número de enemigos durmiendo y al poder aprovechar la oscuridad en nuestro beneficio, infiltrándonos sin hacer ruido gracias a unas mecánicas de sigilo bien ejecutadas, pudiendo eliminar con mayor facilidad a los guardias con muertes silenciosas.
El problema de aprovechar que el sol se esconde para realizar las misiones es que algunas anomalías y efectos climáticos provocados por la radiación son más comunes de noche y pueden molestarnos bastante, amén de que la luz de la luna hace salir a grandes grupos de mutantes, bestias nocturnas para las que seremos una suculenta pieza de caza.
Armas de todos los colores
Uno de los elementos más particulares y atractivos de la saga Metro que también está presente en Exodus son sus armas, que derrochan imaginación y que representan, bastante bien, lo que nos podríamos encontrar en un mundo devastado, uniendo retales de viejas armas y otros componentes para crear nuevas herramientas para matar que imitan, en la medida de lo posible, a las utilizadas por la humanidad antes de que las bombas nucleares destrozasen el mundo.
En total nos encontraremos nueve armas que irán desde pistolas hasta fusiles de francotirador pasando por escopetas o ballestas. Pese a que el número no parezca muy diferente al de otros juegos de disparos orientados a un jugador, lo cierto es que donde más sacaremos jugo en este sentido es a la cantidad de modificaciones que podremos añadir a las mismas, cambiando sus culatas, sus cañones o añadiendo diferentes piezas para personalizarlas y adaptarlas a nuestro estilo de juego.
La más importante, al menos para nosotros, será la Tikahr, un fusil de asalto silencioso y una obra maestra de la ingeniería que utiliza bolas de acero como munición que podemos disparar gracias a un inteligente sistema neumático de alta presión que hace que esta munición tan sencilla pueda ser letal. Una de sus ventajas, precisamente, es que crear esta munición es realmente fácil, algo que será muy importante de cara a lo que os vamos a explicar a continuación, la gestión de la munición.
Las balas son el auténtico oro de Moscú
Si venís de otros juegos de Metro, sabréis que no estamos ante un juego de disparos al uso como pueden ser Doom o Wolfenstein, sino que la aproximación a los combates deberá de ser mucho más inteligente debido a que estamos ante un mundo destrozado y con escasez de recursos, lo que se traduce en que cada bala, cada granada o cada elemento que pueda hacer daño a nuestros enemigos es un gran regalo.
Hablando claro, lo que queremos decir es que la munición y los materiales para crearla son muy escasos, por lo que tendremos que ser muy precisos intentando acabar con nuestros enemigos con disparos en la cabeza o realmente silenciosos, evitando los combates en la medida de lo posible para ahorrar balas para esos momentos en los que no tendremos más remedio que utilizarlas.
Esta importancia en la gestión de la munición y otras utilidades como las curas se hacen más evidentes sobre todo en los modos más difíciles del juego en los cuales el sigilo y disparar lo menos posible es prácticamente una obligación si queremos completar Metro Exodus y no quedarnos atascados en algunos picos de dificultad presentes en el juego.
Descansar, crear y sobrevivir
Hilando con los dos puntos anteriores es momento de hablaros de las zonas seguras esparcidas por diferentes zonas del juego que nos permitirán descansar o acceder a una mesa de trabajo para poder poner nuestro equipo a punto.
Comenzando por el final, en las mesas de trabajo podremos fabricar botiquines para curarnos, filtros de gas esenciales para sobrevivir en zonas radioactivas o contaminadas, personalizar las armas con las diferentes piezas que nos hayamos encontrado por el camino y crear munición o elementos como cuchillos arrojadizos para hacer frente a los enemigos.
Al lado de esta mesa de creación tendremos, normalmente, una cama en la que podremos dormir, algo que servirá tanto para sanar nuestra vida como para poder cambiar de momento del día, esperando a que caiga la noche o a que amanezca para proseguir con nuestra aventura.
Una buena mecánica de disparos con especial atención al mantenimiento de las armas
Como en todo FPS que se precie y a pesar de la importancia del sigilo, las mecánicas de disparo son algo crucial en el juego y, por suerte, son realmente buenas en esta entrega de la saga de 4A Games.
Una de las particularidades de su sistema recaerá en el mantenimiento de las armas, que se irán ensuciando con el uso o si, por ejemplo, las sumergimos en el agua. Como os podréis imaginar, la suciedad provoca fallos, empeorando las características del arma y haciendo que pierdan potencia o se encasquillen en el momento menos indicado, sobre todo cuando estén realmente sucias. Para evitarlo, deberemos de limpiarlas en las mesas de trabajo cuando visitemos un punto seguro.
El movimiento de nuestro ratón se reflejará de forma perfecta en la pantalla, aunque a la hora de apuntar con la mirilla del arma, la transición entre la posición de la misma entre la cadera y llevarla a nuestro ojo será más lenta que en otros FPS, un punto más realista al que tendremos que acostumbrarnos.
Como os dijimos al inicio del texto, el único error que hemos encontrado en el sistema es que algunos impactos de nuestras armas no quedan bien registrados en momentos muy puntuales, por ejemplo, cuando un mutante está escalando y un disparo en la cabeza se registra como si fuera en el cuerpo. No es un error demasiado frecuente y esperamos que 4A Games lo tenga solucionado en la versión final del juego.
Mejor cuando es más Metro
Todos los añadidos que 4A Games ha incluido en Metro para ofrecernos una experiencia más completa, grande y con más horas de juego (la duración estimada es de unas 18/20 horas, el doble que las dos primeras entregas) le sientan muy bien a la saga y provocarán que la disfrutemos de forma diferente.
Sin embargo, los mejores momentos los viviremos cuando el juego es fiel a su esencia, en espacios cerrados, oscuros, llenos de zonas tóxicas, sonidos inquietantes que erizan nuestra piel y enemigos implacables que serán capaces de terminar, de un plumazo, con nuestra vida.
Una historia cruda, profunda y con una gran carga crítica
Metro siempre se ha destacado por ser un FPS con una gran carga narrativa gracias a la obra de Dmitri Glukhovsky, algo que también está muy presente en este nuevo Metro Exodus que no por permitirnos más libertad está exento de ofrecernos una gran carga argumental.
Como os dijimos hace ya unos cuantos renglones, el único aspecto cuestionable a nivel argumental es un inicio del juego un tanto apresurado y confuso que puede descolocar bastante sobre todo a los que sean nuevos en la saga.
Tras esto, la narrativa mejora con creces, sobre todo si nos paramos a leer todos los documentos que nos encontraremos a lo largo de nuestra aventura (no demasiado largos, pero sí interesantes e importantes) o si escuchamos todo lo que nos tengan que decir nuestros compañeros de viaje, algo que nos ayudará a entender sus necesidades, sus ilusiones y el pensamiento de las personas en este mundo apocalíptico.
Metro Exodus nos ofrece una historia cruda, fuerte y adulta no apta para todos los públicos en la que encontraremos buena parte de crítica social, ironía y reflejo de los clavos ardiendo a los que se puede agarrar el ser humano (llamadlos política, sectas, religión) en momentos de desesperación.
El mundo de Dmitri Glukhovsky sigue siendo tan rico como siempre y nos atrapará, yendo de menos a más tanto a nivel jugable como a nivel argumental para ofrecernos una parte final sublime que nos hará levantar de nuestra silla.
Evidentemente, no vamos a contaros nada más de la historia para evitar los spoilers y que podáis empaparos de ella por vosotros mismos, tal y como se merece, jugando.
Sonido espectacular, gráficos con luces y sombras
Por último tenemos que hablar del aspecto técnico del juego, una parte esencial y destacada de la saga en todas sus entregas y, por ende, también en Metro Exodus que vuelve a utilizar, como los anteriores, el 4A Engine.
Estamos ante un juego que no sorprende tanto como los anteriores Metro en su época, pero que sigue ofreciéndonos resultados muy buenos tanto en el tratamiento de luces y sombras como en el modelado de las armas o en el aspecto de todas las bestias que nos iremos encontrando por el camino, en las que encontraremos una gran diferencia con respecto a las entregas anteriores.
El acabado en general, como os decimos, es bueno, aunque hay algunas texturas como las rocas u otros elementos de los paisajes (además de las animaciones de las que os hablamos al principio del análisis) que chirrían un poco con respecto al resto del acabado técnico del título, dando muestras de que el 4A Engine debe dar un nuevo salto de cara a próximas entregas si no quiere quedarse atrás.
En lo que al rendimiento se refiere, nos hemos encontrado con algunas partes con unas caídas importantes y poco justificables de fps que pueden afectar negativamente a la experiencia de juego aunque, por suerte, sólo se han producido en momentos muy concretos y durante pocos segundos.
Eso sí, lo que hemos notado de forma más evidente es que no todas las zonas están igual de bien optimizadas y con algunas nuestro ordenador, un i7-7700K con 16GB de RAM, SSD y una GTX GeForce 1070 Ti, ha sudado un poco más de la cuenta para mantener más de 60 fps a 1080p y con gráficos en Ultra.
También hay que tener en cuenta que, cuando hemos hecho este análisis, aún no estaba disponible ni el parche de lanzamiento del juego ni los drivers adecuados para Metro Exodus de NVIDIA, por los que estos problemas quizás se reduzcan o se eliminen con estos añadidos.
En este apartado técnico también queremos mencionar que será compatible en el lanzamiento con la tecnología RTX de trazado de rayos en tiempo real de NVIDIA y con el antialiasing DLSS, aunque no podemos hablaros de su rendimiento en el juego al no contar con una de las nuevas gráficas de la marca verde.
Además, también encontraremos un completo modo foto que nos permitirá sacar imágenes sobrecogedoras del juego, y la integración de tecnologías de NVIDIA como Hairworks (para mejorar la calidad del pelo), Physx, y Highlights, que nos permitirá capturar los mejores momentos de nuestras partidas.
Pasando al apartado del sonido, nos encontramos con un trabajo espectacular, sobre todo a la hora de reproducir los sonidos de las diferentes armas en todo tipo de entornos, algo muy satisfactorio para nuestros oídos. El juego mantiene el doblaje al castellano, con un trabajo que cumple de sobras con un juego con un presupuesto menor al de otras superproducciones del sector. Por último, el trabajo a nivel musical sigue siendo realmente bueno, con piezas que no cansan y que acompañan a la perfección cada momento, dando un aire épico, triste o alegre cuando es necesario dependiendo de cada momento del juego.
Conclusiones
Metro Exodus es el juego más completo de la saga con mucha diferencia, no llegando a sorprender como en su momento hizo Metro 2033, pero superando ampliamente a Last Light tanto en narrativa como en ejecución y, por supuesto, en opciones.
Nos encontraremos con un inicio un tanto titubeante que mejora a medida que pasan las horas y nos vamos sumergiendo en la Rusia devastada mientras aprendemos algo más de la vida en el exterior de los pocos supervivientes de la catástrofe nuclear que destruyó el mundo.
El juego repite fallos de entregas anteriores que os hemos indicado en el análisis pero, a pesar de ello, nos ha parecido una obra perfectamente imperfecta con la que disfrutarán todos los aficionados a los FPS con un profundo corte narrativo y, sobre todo, aquellos que ya disfrutaron con las aventuras de Artyom en las anteriores entregas de la saga.
A pesar de sus nuevas opciones y de la calidad de sus secundarias, hay que dejar claro que destaca, sobre todo, cuando es más Metro, cuando nos encierra en lugares cerrados y oscuros y explota, mejor que nunca, todo lo que ha hecho grande a la saga .
Mención aparte merece un final apoteósico que ha hecho que nos levantemos de nuestra silla y comencemos a aplaudir delante de la pantalla de nuestro ordenador ya que hemos disfrutado como auténticos enanos con esa parte final de la aventura.
Metro Exodus, con sus defectos, es una gran obra y, al menos el que os escribe, está deseando poder hincar el diente, en un futuro, a una nueva entrega de Metro que nos permita seguir disfrutando de una saga que, aunque no es perfecta, nos hace disfrutar como muy pocas.
Hemos realizado el análisis en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Koch Media.